20 de diciembre de 2020

S.L.B.: LA VACUNA JUEGA CON NUESTRA DESESPERACIÓN – AMENAZA DE UN BOLETO DE TRANSPORTE URBANO IMPAGABLE – DELINCUENTES CON PRIVILEGIOS Y APOYO EXTERNO - ¿POR QUÉ NO CUESTIONAR LA ACTUACIÓN DE LA JUSTICIA? – SI ES POR NO PAGAR, SCHIARETTI EN LA TAPA DEL “VERAZ” – VERDE O CELESTE, QUE SEA REFIRMACIÓN DE LA DEMOCRACIA – CIUDAD COLORIDA Y ARRIBO DEL VERANO Y DE LA NAVIDAD, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos”, edición 652 emitida por la AM580 de Radio Universidad                                                   Nacional de Córdoba el 20/12/20.


¿Por qué tanta incertidumbre?
ES  COMO SI  LA VELEIDOSA  VACUNA  JUGARA
CON LA DESESPERACIÓN DE LOS ARGENTINOS
 
   Ya ni siquiera forma parte de la memoria de la mayoría de los argentinos, desde cuándo comenzamos a utilizar el vocablo “vacuna” en nuestras conversaciones y más aún, diría en los pensamientos que nos atormentaban en la medida que las estadísticas sumaban espanto e incertidumbre.
   Los memoriosos al menos teníamos base para recordar aquellos aciagos años de la peste
bubónica, del tifus, la fiebre amarilla, del sida o de la paràlisis infantil que la ciencia bautizó como poliomielitis, la casera y falsa inmunidad que nos daba la pastilla de alcanfor colgada del cuello y el rogar que si nos tocaba la puta suerte de caer, hubiera disponibilidad de pulmotores que nos salvaran la vida.
   La tecnología todo lo cambió, aceleró tanto las precauciones como las imprudencias, esos tontos
desafíos con los que a veces creemos mojarle la oreja al destino que siempre, siempre nos termina ganando.
   Ahora con la tecnología metida gracias al innegable Altísimo y las sospechas de una temeraria como criminal conjura de alguna poderosa potencia que declaró la guerra mundial con horizonte de exterminio sin dar la cara, esa palabreja, “vacuna” es símbolo universal de la esperanza; del resurgimiento, del no entregarse a la fatalidad y de esquivar sufrimientos tanto propios como ajenos.
   Y tomando en cuenta esos complicados detalles, nos llegamos a preguntar quién o quiénes son los malnacidos que instrumentaron este camino a la masacre; cuáles son sus verdaderos objetivos más allá del liderazgo mundial para el
manejo de las economías, de la paz y de la supervivencia de la Humanidad.
   Con la espantosa ruleta de las vacunas, sus limitaciones, sus beneficios, la enceguecida competencia por tenerla, su selectividad etaria o su desprecio por los viejos, la realidad nos viene mostrando un descarnado rostro de penosos epílogos; de devorarnos entre nosotros como género, de aniquilarnos como sociedad, desaparecer como raza y relegar nuestra condición humana a los textos de historia de los que en una de esas se ocuparán los siglos.
   Ahora, cuando todos debemos estar más unidos que nunca en esta lucha despiadada contra un enemigo tan poderoso como invisible, es cuando se consolidan las diferencias
entre las sociedades o comunidades así sean de millones de habitantes como entre los poblados donde crecen más los cementerios que su demografía.
   La utilización política e ideológica de la pandemia puede llegar a ser y los atisbos en tal sentido así lo demuestran, el factor determinante de nuestra propia destrucción aunque desdramatizando esa posibilidad que vemos acercarse, debemos oponerle la inteligencia, la solidaridad, la creatividad y la audacia para intentar entre todos la supervivencia por la que venimos luchando desde siglos atrás enfrentando otras guerras y pestes.
   Por allì pienso que tal debiera ser el objetivo de todos hermanados frente al enemigo común al que poco le importa como pensemos, de qué manera nos peleamos entre nosotros y qué miserias desnudamos en nombre de la supervivencia.
   Porque si la salvación a través de cualquier vacuna tiene como precio una cuota de exterminio, deberemos reconocer que hemos perdido esa guerra por el imperio del miedo implantado, los caprichos, las veleidades de supremacía y un descarado ejercicio del egoísmo.
   Y si llega a sobrevivir el espíritu, sostendrá con razones que los humanos, unos más y otros menos pero todos, tenemos metida en el alma algo parecido a una vocación autodestructiva.
   Juan Pablo II, quien en su pontificado se adelantara a los tiempos, sostenía que la
solidaridad era el nuevo nombre de la paz y consideraba necesario buscar las formas histórico-prácticas más idóneas para que esa solidaridad no se quedara en una enunciación de principios, sino que se transformara en vida vivida.
   Amemos la vida y no seamos tan suicidas ni soberbios creyéndonos capaces de ganar esta guerra siendo soldados de una egolatría que puede ser nuestra perdición.
 
¡Piden boleto a $ 150!
TRANSPORTE URBANO DECRÉPITO AHORA
SERÁ  MÁS ONEROSO Y DE PEOR  CALIDAD
 
   Si los cordobeses nos quejábamos de nuestro alicaído, desatendido, mal llevado y conflictuado servicio urbano de pasajeros, con un boleto superior a los 30 pesos, es de imaginar la bronca que ocasiona tener que pagar ahora casi 50 manguitos por un bondi que demora una hora en pasar, con las unidades tan viejas como siempre, los recorridos inciertos por la inseguridad reinante y otros detalles negativos que caracterizan a estas prestaciones.
   Es cierto que las empresas han sufrido el duro impacto de la pandemia y sus consecuencias en todos los terrenos, pero no es mentira que durante mucho tiempo esas mismas empresas fueron beneficiarias de subsidios y otras ventajas que les dejaron crecidas utilidades por eso de manejar a su antojo las frecuencias y los recorridos garantizando provechos económicos, aunque el llanto sempiterno de vivir al borde del quebranto no
lograba conciliar con el hecho que si a nadie le gusta perder, es llamativo que en su momento no cambiaran de actividad por una realmente lucrativa.
   Creo haber escuchado que recientemente, a la hora de mostrar sus pretensiones de actualización en el precio del boleto, desde el sector empresario se habría deslizado una cifra que rondaría en los 150 pesos que llegado el caso serían mitigados por los subsidios del Estado.
   Y como siempre ha ocurrido, pasarán los días, se tensarán las relaciones con el poder municipal y finalmente negociaràn algún acuerdo, para lo cual el promesòmetro de mejorar el servicio o de hacerlo medianamente digno será el vehículo para gustar el menú de cada reunión entre las partes involucradas.
   Y al acecho con fundadas expectativas estará el gremio, muchas veces asociado secretamente con sus patronales para empujar juntos por un incremento del precio del boleto, haciendo valer la condición de rehenes que para ambos -empresarios y trabajadores- lucen
los usuarios que siguen siendo los puntales que sostienen a este perverso sistema de prestación.
   Depende ahora de los nuevos aires que pregona tener la conducción municipal, para el tratamiento y la resolución de una cuestión tan delicada que muchas veces marca el ritmo de una ciudad tan extendida como lo es Córdoba con sus crecientes necesidades de movilidad.
   Pero si se advierte que el tejido social no está en condiciones de absorber la tarifa que se imponga, es para pensar que se aproximan tiempos turbulentos, una vez más, que signifiquen una nueva afrenta a los sufridos pasajeros a quienes se condena a la inmovilidad y a la pérdida de conquistas logradas en sus actividades laborales, como lo son los estímulos patronales a la puntualidad y al presentismo.
   Tropezar otra vez con la misma piedra puede marcar nuestro destino como usuarios de un servicio lamentable.
 
Un país para el asombro
LOS DELINCUENTES ENCARCELADOS TIENEN
DEFENSORES QUE  SON  PEORES QUE ELLOS
 
   Sería una torpeza como para mitigar la falta de imaginación o de creatividad, sostener que es absurdo que desde ciertos sectores de la política argentina se siga confundiendo a la comunidad con el latiguillo de los políticos presos al considerarlos presos políticos, víctimas de persecuciones y abusos judiciales, como de la manipulación de la justicia en desmedro de tan correctos ciudadanos o ex funcionarios como por lo general se los pinta.
   Seamos correctos y nos dejemos de tonteras semánticas y de caprichosas interpretaciones, porque aquí, en Rusia, en los Estados Unidos, en Japón, en la cochinchina o en las
pudendeces de la lora, quien comete un delito es delincuente y si se lo condena en juicio con todas las garantías de la ley, pasa a ser un preso, un penado, un interno, un sopre o como se le antoje llamarlo.
   Lo que ocurre por lo general es que las ideologías suelen maquillar a las actitudes humanas transformando al delito consumado en algo así como un acto en beneficio de la sociedad, procurando equipararlos con el legendario Robin Hood en los bosques de Serwood de las tierras británicas, cuando en realidad son la contracara, hasta el punto que por su forma de operar y de enriquecerse, se los ha comenzado a llamar Hood Robin.
   Y la Justicia ha logrado con el tiempo desenmascarar a muchos adeptos a este tipo de reprobables conductas, entre los que figuran personajes de todos los colores políticos y corrientes ideológicas, sin ninguna honrosa excepción salvo los casos aislados que todos conocemos y que nuestra historia viene reflejando, que integran una ínfima minoría, pero que enorgullecen la memoria al evocarlos como probos, honestos y correctos.
   Lo curioso de estos casos que vienen ocurriendo en los últimos años, es un empecinamiento en “vender” inexistentes honestidades operativas, en personas a quienes más que comprobarles la comisión de delitos, fueron condenadas a prisión con ciertos e inmerecidos privilegios como lo son en casos mal justificados la prisión domiciliaria, las libertades anticipadas con pretextos infantiles y otras gangas irritantes que aportan descrédito a la majestad de esa Justicia a la que todos, absolutamente todos, debemos respeto y reverencia.
   Pero si se organizan marchas de adhesión, reuniones de apoyo y otras manifestaciones en apoyo de los condenados, es cuando la sociedad y en este caso con extrema justicia, comienza a fundamentar sus dudas acerca de las prerrogativas de aquellos que parecen estar lejos del sagrado postulado de la igualdad ante la ley.
   Y lo más triste, que muchos mentores de esas adhesiones a presidiarios en libertad, parten de otros personajes, una especie de voluntariosos defensores que con mañas, artilugios y padrinazgos, le vienen escapando con escasa prolijidad y cero autocrítica, a esa señora con la balanza y los ojos vendados.
   Y peor aun cuando desde el poder, se prohíjan esas actitudes antidemocráticas y absolutamente ilegales
   Y si es por ejemplos de personajes que incurrieron en actividades vinculadas con kla corrupción, escuchemos al Senador Provincial por la provincia de Santa Cruz, Eduardo Costa, en una de sus intervenciones.
El audio del legislador sureño puede ser escuchado ingresando al sector respectivo, ubicado en la columna superior derecha de este blog.

La Megacausa del Registro
MÀS QUE CRONICAR, A VECES ES NECESARIO
CUESTIONAR LA ACTUACIÓN  DE LA  JUSTICIA
 
   Se ha mencionado con respecto a la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba la conveniencia de una formación básica en investigación penal, para investigadores, jueces y fiscales, que permita revisar las denuncias de irregularidades, como la falta de especificación de los hechos, lugares y tiempos, de los roles y contactos de los acusados y el discordante perfil de guante blanco endilgado a personas que viven del trabajo diario.
   La pomposa cobertura mediática de la causa no ha ahondado en estos planteos, como tampoco parecería cuestionar que la apropiación de tan valiosos inmuebles por lógica, debiera relacionarse con abultados patrimonios, enriquecimientos repentinos en corto tiempo o lujosos ritmos de vida, un combo de cualidades que, muy casualmente, se corresponde a medida con un grupo de funcionarios de la época que pese a haber sido señalados y acusados en los juicios, gozaron de ceguera y sordera Judicial. 
   Según el diccionario y con absoluto respeto por sus definiciones, el enriquecimiento ilícito es el incremento del patrimonio de un funcionario público con significativo exceso respecto de sus ingresos legítimos durante el ejercicio de sus funciones y que no pueda ser razonablemente justificado.
   En simple matemática la suma de lo que tiene y gasta es muchísimo más de lo que gana.
   Constituye un delito. Y aunque no seamos ni los investigadores ni los jueces y menos aún defensores o fiscales, si la actuación judicial no se corresponde con la ley y el sentido común, tenemos la civil obligación de cuestionarlo.
   Y eso es lo que hacemos.  
 
El tema aborto, en el Senado
SALGA VERDE O CELESTE LO TRASCENDENTE
ES EL EJERCICIO PLENO  DE  LA DEMOCRACIA
 
   Quería evitar mi tentación de apelar a dichos de los famosos de la historia con relación a cualquier tema que se me ocurriera abordar, aunque en este caso apelaré solo a uno de esos ejemplos, para coincidir con Macaulay con respecto a su definición de una cuestión que nos abruma, porque dijo en su momento y varios años atrás que “Los más viles ejemplares de la naturaleza humana se encuentran, en todas las épocas, entre los demagogos”.
   Viviendo la cotidiana realidad y a título personal se me ocurre pensar que muchos de los debates que se generan en la sociedad son alimentados con la intención, velada o no, de distraernos de otras cuestiones que nos desvelan, nos desunen o nos sumergen en conflictos de remota resolución que satisfaga a todos y cuando es el poder el que apela a ellos, no es otra cosa que demagogia.
   He llegado a pensar que eso es lo que, lanzado desde distintos sectores de la sociedad, ha motorizado y alimentado el debate, las derivaciones y las consecuencias de la resolución de un tema tan complejo como lo es la instauración de la legalidad para abortar, terreno en el que se enfrentan aquellos que lo sostienen como medida social de beneficio para la mujer en su derecho a la opción y a los defensores de las dos vidas.
   Al medio están poderes de elevado valor como lo son las conducciones políticas de un Estado, la ideología mayoritaria de su comunidad y los postulados religiosos con lo que la trama se transforma en un debate de principios, actitudes y creencias difíciles de conciliar entre si.
   Por fortuna para esos casos y otros que tienen la virtud o el descaro de entretenernos y
alejarnos de otras angustias e inquietudes mundanas, existe la observancia a ultranza de los postulados de la Democracia y su correcta aplicación, como ahora se está haciendo con su ejercicio, que se asume con fervor, pasión y una cuota de fanatismo por lo antagónico de sus posiciones.
   Una segunda alternativa se presenta ahora, tras lo acontecido más de un año atrás en que el proyecto tuvo negativa resolución y estos días recientes, al menos en el primer filtro de la Cámara de Diputados de la Nación la mayoría optó por la aprobación del proyecto que tuvo algunos retoques con relación a la inquietud original.
   Pero ahora falta el sí o el no por los senadores, representantes de las provincias y al parecer ninguno entre los verdes y los celestes está en posibilidades de aventurar el triunfo de cada una de sus posturas.
   Es para rogar que el tiempo transcurrido haya servido no tan sólo para serenar los ánimos,
restarle agresividad a los seguidores de los bandos, pero más que nada, para que todos entiendan que ese es el maravilloso juego y ejercicio de la Democracia basada en la confrontación de ideas, en el debate frontal, en la exhibición de posturas antagónicas, pero todo en un marco de respeto hacia los conceptos de quienes piensan distinto.
   Roguemos que lo del 29 y más allá de viejas rivalidades conceptuales, políticas, religiosas, científicas o ideológicas, sea una fecha recordable en la historia como el triunfo de la tolerancia con la debida consideración a las pasiones, los fervores e incluyendo al malsano fanatismo.
   Que sea, en suma, un himno a la Democracia que tanta sangre no tocó derramar para recuperarla.

Si es por no pagar…
EN LA EDICIÓN INTERNACIONAL DEL “VERAZ”
SEGURO  QUE  SCHIARETTI SALE EN LA TAPA
 
   Voy a comentar esta cuestión empezando por colocarme a la defensiva de aquellos que con sólo leer el título me saltarán a la yugular, se acordarán de mi Mamá y dirán que estoy pagado por alguien que odia al cordobesismo, pero la verdad sea dicha, la base de las apreciaciones que escucharán están fundamentadas en algo tan simple como la cotidiana realidad.
   Y en tal sentido, primer esquive, porque debo reconocer que si es por hacer obras, se han hecho, algunas como el tugges tales los indignantes casos de la nueva terminal, el inútil faro sin mar, el Camino de El Cuadrado que por poco fueron más las inauguraciones que tuvo que los kilómetros de la obra, y sería pecado de ingratitud negar lo que se hizo aunque francamente, los funcionarios aún tienen pendiente de aprobación esa materia que se llama respeto por las prioridades.
   Naturalmente al no alcanzar la plata y luego de un franeleo como de adolescentes al poder nacional, algunos cospeles se consiguieron pero como las urgencias de campañas preelectorales de estos últimos años demandaban mostrar cosas, se apeló al peligroso endeudamiento internacional en dólares que lo mismo teníamos la obligación de pagar, pese a las distancias entre Córdoba y los generosos como lejanos usureros.
   Vinieron vientos aciagos, la pandemia enturbió todos los panoramas y al menos fue motivo para tener a quien echarle la culpa de los incumplimientos del cordobesismo que nos colocan en un virtual doble defól, según lo advirtió el legislador opositor Aurelio García Elorrio con quien conversamos en este espacio el pasado domingo, pero en la Unicameral le dieron menos bola que a los que cotidianamente protestan en esa céntrica esquina o en el nuevo emplazamiento de la Unicameral en la zona de El Panal o “rallador de queso”, según lo bautizara un creativo ciruja.
   Cayó drásticamente la recaudación tributaria en paralelo con la sostenida decrepitud de la actividad industrial y comercial, salvo excepciones de algunos rubros, y los números en rojo pusieron de ese color a los encargados de percibir impuestos con lo que se ayuda al pago de las deudas en dólares inoportunamente contraídas.
   Poco a poco fueron pateando hacia adelante los compromisos suscriptos en una actitud como para que pague el que sigue, y ya no alcanzaron los servicios onerosos, la electricidad más cara del país y la repetición de tributos y cargas porque el Estado provincial siguió creciendo, la epidemia de la inseguridad alimentada por impunidad requería y requiere mayores erogaciones, el creciente malestar social y todo ese panorama negativo nos aplastó y así estamos.
   Por eso duele casi como esos trompadones que te pegan desde atrás, cuando la gente se fue enterando que los deudores de Rentas que se atrasaron en el pago de impuestos, tengo entendido que contarán con 20 días para regularizar su situación y dicen que sin financiación
y caso contrario los incumplidores serán prolijamente incorporados a la escrachante base de datos de deudores conocida como “Veraz” con lo que aparte del problema que ya tienen, dejarán de gozar de la confianza de bancos, financieras y hasta del almacenero del 
   barrio que dejará de fiarles.
Obviamente que una medida así, tan drástica como inédita, no es el resultado de la decisión de algún trasnochado funcionario de tercero o cuarto nivel, sino el manotón de ahogado de quien frente a la sequía financiera que nos acosa, no le queda más remedio que apretar para cobrar, con la amenaza del escrache que impone a quienes lo sufren, la condena social y la vergüenza de haber sido elegido por la desgracia.
   Porque si existiera -y a lo mejor existe pero nadie quiere siquiera acordarse de ello- un “Veraz” de alcance internacional con el estilo y la contundencia del que ya tenemos entre nosotros, déjenme y lo pido por favor, pensar que si la docta Córdoba está hasta el cuello de deudas en dólares a las que empujan a los almanaques venideros, nuestro máximo representante del cordobesismo debiera asumir el riesgo de aparecer en la tapa de esa publicación.
   Sería, más que un sufriente escrache, un acto de justicia y un alivio para quienes por pobreza o por angurria de los cobradores, no pueden cumplir con el pago de tantos y tantos tributos en el marco de un escenario de angustias para la gente y de improvisaciones y remiendos de quienes creen gobernar.
 
El año se pasó volando…
TRES TEMAS JUNTOS EN POCAS  PALABRAS: CIUDAD
COLORIDA Y LLEGAN JUNTOS EL VERANO Y NAVIDAD
 
   Todavía recuerdo por ser reciente pero más por el tema que se trataba, que se me mataban de risa cuando les decía a mis amigos allá por marzo, que el negocio más lucrativo por entonces era empezar a fabricar barbijos con motivos navideños porque la venta previa causaría furor y ya estarían listos para cubrir narices y bocas de miles de cordobeses.
   Clin caja y a otra cosa, pero me miraban con la extrañeza de quien tiene a su frente a un loquito agorero que pretende ver sin ojos e imagina cataclismos muy alejados de los pronósticos de todos.
   Bueno… Pero ni siquiera seguí mis propios vaticinios pero veo con agrado que muchos se aventuraron más recientemente y están levantando una buena cosecha emergente de la correcta siembra.
   Vamos ahora a tres puntos en nuestra dominical mirada hacia lo que nos rodea y dentro de todo, con el mayor poder de síntesis que podamos tener: primero la ciudad que en muchos aspectos es un desastre, pero la están maquillando con colores chillones como para que se note que algo hacen.
   Está bien, pero mejor sería ocuparse de los otros problemas urbanos que nos acechan y en la Muni saben al igual que nosotros de qué se trata.
   Otra cuestión es que mañana ya será verano, con la pena de saber que simultáneamente la luz solar irá disminuyendo y que las posibilidades de vacacionar han entrado al terreno de lo remoto, de lo casi utópico.
   Y por último, que el jueves tendremos Nochebuena y el viernes Navidad, fechas para que más allá de las creencias religiosas, nos sirvan a todos para consolidar la unión de la familia, la consideración por el prójimo, el amor a la Patria y todo lo demás que podamos llegar a sentir en fechas tan especiales.
   Aunque lo primordial y por una cuestión de respeto por la supervivencia, lo mejor es cuidarse al extremo, no castigar al hígado porque las internaciones tienen otros objetivos que cubrir.
   En síntesis, feliz ciudad colorida, feliz Nochebuena y muy feliz Navidad…
 

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