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24 de diciembre de 2023

S.L.B.: A POCAS HORAS DE LEVANTAR LAS COPAS – DESTINO INCIERTO A LA GOBERNABILIDAD POR DECRETO – LA DEMORA CON EL MEDIO AGUINALDO, SEÑAL DE ALARMA – LA MEGACAUSA Y LOS VERDADEROS RESPONSABLES – LOS VÁNDALOS DEBERÁN PAGAR LO QUE DESTROCEN – ÍNTIMO Y SOÑADO INSTANTE DE JUZGARNOS – DESPEDIDA CON EL CARDENAL RATZINGER, ETC.

 
Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos”, edición nº 810 del domingo 24/12/23 difundido por la AM580 Radio Universidad Nacional de Córdoba:
 
Bella Nochebuena y ¡feliz Navidad!
SALUDO A POCAS  HORAS  DE  LEVANTAR  
LAS COPAS CON BURBUJAS Y PRUDENCIA
   Restan escasas horas para llegar al mágico instante de la cristiandad, en la evocación del nacimiento de Jesús.
   Los tiempos con su loca y atrapante evolución han transformado a esta celebración en un hecho meramente consumista, pagano y gastronómico, razón por la cual y en forma personal, estimo que es tiempo propicio para hacer algunas pequeñas consideraciones.
   Entre otras, procurar que el encuentro sea para unir a la familia, y no para desmembrarla ahondando las diferencias que pudieran existir en su seno.
   Intentar cuidar el cuerpo, porque en el nombre de Jesús y de sus santos apóstoles y venerables personajes, se cometen excesos lamentables tanto en la comida, pero sobre todo a la hora de levantar las copas, hacerlas tintinear y luego beber, con las consecuencias que después lamentamos.
   Procurar ser prudentes a la hora de los gastos, porque estas fiestas de fin de año sirven para caer al absurdo endeudamiento que dura por lo general hasta abril o mayo, merced a la intensiva utilización del dinero plástico, con el agravante de los abusos que se perpetran a la hora de sumarle intereses y otros recargos.
    Es una de las consecuencias de esa vieja costumbre argentina de patear los problemas hacia adelante, y mejor si son deudas.
   De todas maneras, lo importante es sentirse feliz.
   Saberse acompañado, aunque sea en la soledad que no siempre es hermana del aislamiento.
   Saberse apreciado y querido, aunque sea por una sola persona.
   Saberse digno de ser considerado así: una persona.
   Saberse respetado en todo sentido y en todos los ámbitos.
   Sentirse en un escenario de bienestar momentáneo, pasajero o permanente, del que cada uno haya sido su artífice.
   Después de todo, ninguna religión aconseja hacer el mal y esa es la principal razón que nos obliga, no siendo malos, a ser felices a cualquier precio.
   Feliz Nochebuena, para los que amamos y para los otros también, porque merecen ser tan felices como nosotros al menos quienes lo intentamos.
   Mirando hacia las alturas y agradeciendo estar vivos, ¡Salud!
 
¿Apuro o desesperación libertaria?
DESTINO INCIERTO  LE  AGUARDA A LA INTENCIÓN
OFICIAL DE CAMBIAR LA SITUACIÓN POR DECRETO
 
   Sería cometer el pecado periodístico del apresuramiento, actualmente muy común en su práctica y ejercicio, si se me ocurriera evaluar el enorme cartapacio que contiene esa pila de decretos con los que se pretende cambiar el rumbo y los destinos de nuestro país, cíclicamente castigado por vendavales de errores, improvisaciones, remiendos inoportunos, parches insostenibles, intereses poco patrióticos, intromisiones desde adentro como desde afuera y seguramente muchos otros factores negativos, que poco a poco han venido deteriorando nuestra calidad de vida que en algunos fugaces momentos de nuestra historia, fueran un distintivo que lucíamos ante el mundo.
   Somos ricos; inmensamente ricos en muchos aspectos y esa debe ser la razón por la cual, pese a los empeños de muchos políticos que nos hicieron pisar primero los umbrales y luego el ingreso a ese espantoso mundo de las carencias, de la subocupación, del deterioro salarial, de la trampa impositiva, de la insensibilidad social, de la ceguera del poder, no han logrado sumergirnos en la hambruna de la indigencia generalizada, aunque duela reconocer que son miles y miles los compatriotas  que padecen privaciones en todo aspecto, como por ejemplo en alimentación, vivienda, educación, seguridad, justicia, salud y otras lamentables privaciones.
   Naturalmente si tomamos estos detalles como norma, cabe entonces puntualizar las excepciones porque en cualquier parte del mundo si existen los pobres, es porque también existen los ricos de antes, los ricos por sacrificio y los otros que ya conforman la categoría de los despreciables, cuando se han enriquecido por el esfuerzo ajeno, por sus posiciones dominantes en los campos de la política y del sindicalismo y por ser parte de cualquiera de los existentes mecanismos de la corrupción que van desde el aprovechamiento de sus cargos, la vocación de perpetuidad dirigencial y ese otro creciente rubro, que es el aprovechamiento de una llamativa impunidad en las actividades del narcotráfico.
   No es tampoco saludable vivir revoleando pálidas, pero la realidad es esa, que la sufrimos y pocos han sido los gobernantes que se dedicaran a la abolición de ciertas malas costumbres y aquellos que lo intentaron chocaron hasta el cansancio con las trabas de siempre que todos conocemos.
   La novedad libertaria exhibió su escaparate de ilusiones, intenciones o propósitos, porvenir más cercano a las utopías que a un razonamiento mesurado con miras hacia un realismo imaginario, tan imaginario por lo remoto y tantas veces intentado desde todos los colores y matices del arco político e ideológico, cayendo en la simpleza de enfrentar a la derecha con la izquierda y viceversa, sin advertir que así como tanto se distancian hacia los extremos, al dar la vuelta en redondo terminan mezclándose…
   Y volviendo al paquete de leyes impuestas según se informó “por necesidad y urgencia” y advirtiendo que la actitud aparte de sorprender, descolocó a muchos actores de este inmenso escenario, nos lleva a pensar a la luz de la realidad que fue el motivo esgrimido, o una especie de medida extrema emparentada con esa prisa con la que se viste la desesperación, empujada por las sorpresas que el libertario máximo habrá encontrado al hilar fino en los números de nuestra castigada economía y en las estadísticas, no en los arteros dibujos, con los que se maquillaban tanto la inflación como el brutal endeudamiento nacional & popular más reciente como los anteriores.  
   Seguramente ni siquiera los máximos popes por fuera del oficialismo reinante hasta el 10 de este mes, habrán tenido noticias acerca de la causa abierta en la justicia de los Estados Unidos con relación a la demanda planteada por la esa nacionalización de lo que según Kiciloff en su momento, intentó pontificar que a los argentinos no nos costaría ni un peso y me refiero a la operación con nuestros Yacimientos Petrolíferos Fiscales.
   Aterra pensar lo que podrán embargarnos tanto dentro como fuera de nuestro vasto territorio, hasta integrar el monto del embargo muy cercano a los 17 mil millones de dólares, cuyo pago debiera concretarse en plazo perentorio, cuando nuestro tesoro nacional en sus arcas ni siquiera tiene pelusa y si la tiene, de ella se encargará el ordenanza responsable de la limpieza.
   Sintetizando, nuestro país, la República Argentina, este 10 de enero próximo deberá pagar la friolera de 17 mil millones de dólares, o comenzarán a correr los pedidos de embargo y es también para poner en claro que la misma Justicia de Estados Unidos rechazó el pedido argentino para presentar la garantía.
   La jueza Loretta Preska, que condenó al país a pagar esa suma, nos había dado tiempo hasta el 10 de enero para concretar el depósito de acciones de la petrolera por el monto total de la sentencia, razón por la cual nuestros abogados solicitaron la suspensión o la extensión por otros 90 días de esa obligación y decía el escrito, que ese monto representa el 32 por ciento del Presupuesto 2023, a la cotización oficial y cabe señalar que la magistrada negó la posibilidad de extender los plazos.
   Sintetizando aún más, es hora “de ponerse” y pedir alguna explicación al propio Kicilloff y a quien en momentos de la operación presidía nuestra República.
   Frente a este panorama, se me ocurre que todos los demás temas que integran el gran paquete de necesidad y urgencia pueden esperar, para que sea el Congreso como máxima expresión democrática, el encargado de debatir la cuestión y resolver las medidas que se puedan adoptar.
   Eso sí, mirando hacia el futuro, sería un tema de necesidad y urgencia…
 
La Megacausa del Registro
¿HABRÁ  LLEGADO  EL  TIEMPO DE  EMPEZAR A
BUSCAR A LOS VERDADEROS RESPONSABLES?
 
   Me crucé con un artículo sobre la causa del Registro de la Propiedad  de Córdoba, publicado hace algún tiempo en un diario de Buenos Aires, en el que se destacaban al respecto el gran poder de los integrantes de la organización, los millonarios patrimonios y los funcionarios públicos. 
   Un combo que no asombra en materia de estafa. Nuestro diccionario -al que acudimos como siempre- define la palabra poder como “control, imperio, dominio y jurisdicción que un hombre dispone para concretar algo o imponer un mandato”. Otros términos como mando, autoridad, supremacía, señorío, permiso, licencia, privilegio, influencia, venia, atribución, arbitrio, aparecen como sinónimos, asociando inevitablemente la palabra poder con el gobierno o con quienes ocupan altos cargos. 
   Supondría entonces un lector de sentido común que los encarcelados, juzgados y condenados por estos ilícitos fueran funcionarios de altos cargos y poseedores de fortunas crecientes y regordetas. 
   Pero no…
   Quien se tome el trabajo de leer la causa, y no sólo de repetir lo que se cuenta, descubrirá, a riesgo de desquiciar su raciocinio que esos presuntos poderosos son empleados comunes, sin acceso a la información, trabajadores  y profesionales sin rango jerárquico, sin poder de decisión y sin fortuna, que viven de su esfuerzo diario.
   Parece bastante ingenuo creer que con esas condiciones se podría formar una organización de gran poder que permitiera desbaratar la seguridad jurídica de la provincia de Córdoba.
   Está pendiente entonces, quizás como nacimiento de la verdad y como iniciativa en Navidad, que la Justicia salga a buscar a los verdaderos responsables, aquellos a medida de este combo.
 
¿Las jubilaciones en peligro de colapsar?
SEÑALES INQUIETANTES  COMO LA DEMORA EN EL
PAGO DEL MEDIO AGUINALDO,UNA LUZ DE ALARMA
 
   Si se trata de “cortar clavos” con esa fea sensación de apuro e impotencia, habría que preguntarles a los jubilados provinciales si la sintieron, la padecieron y lograron superarla, pese a la tardanza que existió en la liquidación del esperado medio aguinaldo, una especie de refuerzo para mitigar angustias y asegurarse al menos una mesa digna para festejar la santa natividad y despedir un año plagado de apuros y privaciones, con el alocado crecimiento de la inflación indomable.
   El problema no radica tan sólo en la demora del pago, sino en las luces de alarma que se encendieron en torno de esa situación, anormal para estos recientes años de “cordobesismo” en que la puntualidad para los pagos era sacramente respetada, con lo que era posible calcular medianamente el presupuesto hasta el mes siguiente, pero siempre “la estrella” del firmamento salarial era, fue y seguirá siendo el aguinaldo.
   Luces de alarma, porque esa verdad echada a rodar posiblemente sin intención de daño, encubre una alternativa que algunos la tildan como remota y otros ya la están viendo llegar, que es el doble daño de entregar la Caja al nivel nacional con todo lo negativo que se puede elucubrar como consecuencia, y la otra es que la provincia está apretada en su presupuesto y no es una equivocación, sino parte de la abultada deuda, acrecentada por la ignominiosa cantidad de dinero que se invirtió en publicitar a sus candidatos para la continuidad de la gestión.
   Esas deudas, de pago perentorio, se enciman con la contraída en dinero extranjero que es también cuantiosa, por más que debamos reconocer el desarrollo casi explosivo de la obra pública para embellecer a la provincia, pero lamentablemente hubo un olvido u omisión de las reales prioridades como vivienda, generación de trabajo genuino, salud pública, educación, justicia y la mayor demanda en materia de restaurar la seguridad que alguna vez supimos gozar.
   ¿Cuántos años estuvimos sufriendo el capricho de sostener a una conducción policial ineficiente? ¿Por qué ese empecinamiento en mirar hacia otro lado cuando las evidencias de corrupción se asomaban en el servicio penitenciario?
   Fueron necesarias tres o cuatro tragedias para corroborar lo que primero fueron sospechas, que iban creciendo hasta transformarse en parte de una realidad que vaya Dios a saber por qué, desde el poder se empecinaban en esconder y en no reconocer como existentes, hasta que rodaron cabezas aunque no todas las que merecían quedar fuera del sistema.
   Y el sistema previsional, cuestionado por un 82 por ciento declamado que en la realidad no es tal, más sumado a otras diferencias, mostraban un panorama donde las esperanzas de una recomposición naufragaban pese a las protestas, sin dejar de reconocer que el nivel de remuneraciones a los pasivos es la envidia de muchas provincias e incluso a nivel nacional, salvo para el caso de los políticos que se retiran.
   El “cordobesismo” exportó a un funcionario ducho en la creación de una curiosa alquimia matemática que lleva a pensar que se cobra lo justo como jubileo, cuando no es así de acuerdo con expertos que lo vienen estudiando desde tiempo atrás.
   Lo más importante, es que al pibe de San Francisco no se le vaya a ocurrir regalarnos al poder portuario, o que tal medida haya sido fruto de algún acuerdo político entre cúspides, porque de ser así, caeríamos a un profundo pozo.
   Al pozo de sentirnos estafados, después de habernos usado para obtener beneficios de las privaciones ajenas.
    La peor amenaza es si se llegara a concretar la pérdida de la movilidad jubilatoria, un tema que lo explicó unos minutos atrás el Dr. Héctor Mario Silvestro, quien responde las consultas que le dejen grabadas en el teléfono 472-6090 y si llama desde fuera de Córdoba, anteponerle la clave 0351.
 
Impunes manifestaciones callejeras
EL SALDO DE LAS PROTESTAS TIENE AHORA
A  QUIÉNES  COBRAR  SI  PROVOCAN  DAÑOS
 
   Con una concepción delirante, algunos malos dirigentes gremiales piensan que ellos pueden golpear y dañar, pero que a nadie se le ocurra tocarlos.
   Cuando la policía actúa en salvaguarda de los intereses ciudadanos, esos dirigentes sienten vulnerados sus derechos humanos y supieron apelar a todo un repertorio de amenazas contra las fuerzas del orden, que para eso están: para preservar el orden.
   Por allí llegamos a pensar, fundamentándonos en la cotidiana realidad, que el gataflorismo cordobés navega en las aguas de su propia dualidad: se queja de la policía que no actúa y de la policía cuando actúa.
   Se quejan como maricas cuando algún perdigón de goma le dejan una marca, mientras esconden el terrorífico cóctel molotov con el que pueden incinerar a una, dos o tres personas, un automóvil o una vivienda.
   Pretenden que los traten cordialmente, cuando ellos transforman la pirotecnia en armas y las gomeras que usan, no llevan proyectiles de goma sino bulones, tuercas y otras dañinas y peligrosas formas de metal.
   Que se la banquen: si van a pelear, que no tengan preparadas las lágrimas, los discursos ni a sus abogados.
   Si sus convicciones son firmes y justas, tendrán el acompañamiento de la gente y no el odio que provoca su inclinación al daño y la agresión tanto edilicia como física.
   Alguna vez caerán en cuenta que no se lucha para saber quién es más macho, sino quien tiene argumentos y razones que sean tan valederas como atendibles.
   No vengan entonces a lamentarse y llorar malos tratos, cuando hace tiempo que los cordobeses nos sentimos maltratados por la misma gavilla que se disfraza de activistas, ocasionan desastres, molestias urbanas y otros daños colaterales amparados por sus mandantes y las capuchas, y después tiran la tohalla cuando la policía los reprime.
   Si hubo excesos, que lo determine la justicia como ahora puede hacerlo fundamentando tal actitud cívica en lo más recientemente legislado por la vía de la necesidad y la urgencia, tomando nota que los gastos emergentes por daños, deberán ser solventados por las organizaciones que se manifiestan en desacuerdo con medidas y resoluciones del poder, así sea desde la autoridad constituida o del sector empresario.
   Pero que esa justicia evalúe a unos y a otros por igual y cada uno en lo suyo.
   La policía, que se entienda de una buena vez, también está para que el orden sea respetado.
 
Se aproxima la magia de brindar
LLEGA EL SOÑADO  E  ÍNTIMO INSTANTE DE
MIRARNOS Y JUZGARNOS  HONESTAMENTE
 
   Más allá del mentado y algo gastado por el uso, eso que le llaman espíritu navideño, del trineo con el importado y mundialmente impuesto Papá Noel, del pesebre con el Niño Dios, del arbolito adornado y luminoso y los abusos gastronómicos que hacen trabajar horas extras a los jugos gástricos, luego empachados de uvasales, alikales o similares, alguna vez debiéramos rescatar lo espiritual de la fecha y no limitarnos a tomarla (si, a tomarla) como la jornada de máximo endeudamiento con tarjetas o al fiado o de chamuscarnos los dedos con un apresurado petardo, antiguo elemento de festejos caído en el desuso y exagerada utilización en las protestas.
   Lo tomemos -término por todos abusado para esta noche- como una ocasión de abrazos, reencuentros, lagrimones y perdones.
   Lo tomemos -seguimos tomando- como punto de partida para un necesario adiós a los odios, a los enconos, a las ofensas que muchas veces en nombre de la convicción o del fanatismo se mantienen durante meses y meses, aunque por dentro el arrepentimiento se revuelva en su timidez por aparecer y hacerse escuchar.
   Cerremos las grietas, miremos con ojos de indulgencia hacia delante y tengamos la grandeza de absolver al adversario quien al obrar con generosidad navideña, podrá otorgarnos su clemente piedad y su corazón abierto hacia donde siempre quisimos mirar y la desconfianza mutua lo impidió.
   No es verdad sino una religiosa mentira que todos somos hermanos, porque si así fuera no existirían las guerras.
   No es verdad que en las guerras no existen vencedores ni vencidos.
   Lo cierto es que en la sociedad tenemos la obligación, si no de ser, al menos de comportarnos como buenos hermanos, como amigos que no necesitan abrazarse ni franelearse a cada rato para demostrar que lo son.
   Tomemos esta noche -seguro que lo haremos- como una liturgia de paz entre los hombres y entre los pueblos; entre peronchos y radichetas, entre bosteros y millonarios, entre kirchneristas y macristas, entre zurdos desencantados y libertarios contentos, entre gordos y flacos, entre rubios y morochos, entre tallarines y piratas, entre machistas y feministas, entre gays y lesbis, entre Ford y Chevrolet, entre civiles y militares, en fin, entre todos los seres y aquellos de  pensamientos antagónicos, pero de buena voluntad que se allanen a la recuperación de la concordia, del respeto y de la necesaria tolerancia.
   Y ya que tomaremos, brindemos entonces por esos valores esenciales, sin olvidar a quienes ya no están y les hubiera fascinado participar de un brindis así.
   ¿Se han dado cuenta al escucharme, que no es necesario y menos aún imprescindible, para estos casos, usar la palabra “amor”?
   Por todos ustedes y por mí, ¡Salud!

  

25 de diciembre de 2022

S.L.B.: A LOS GALOS NO LES GUSTA PERDER Y SE QUEJAN TARDÍAMENTE DESPUÉS DE SUFRIR INÉDITO BAILE – EL DESACATO ANUNCIADO POR EL SR. PRESIDENTE ¿ES CAPRICHO, ORDEN DESDE ABAJO O DESESPERACIÓN? – LA MEGACAUSA DEL REGISTRO, SIEMPRE AL DÍA – SAQUEOS QUE NO FUERON TANTO AUNQUE NO ES POSITIVO VENDER UNA TRANQUILIDAD INEXISTENTE – LLEGADA ESTA ÚLTIMA PARTE DEL AÑO, NADA MEJOR QUE FESTEJARLO CON SALUD Y AMOR - A LA FILOSOFÍA DE LA GRIETA NO LE FALTAN CULTORES, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” edición nº 758 del domingo 25/12/2022, emitido en dúplex por AM580 y la 88.5FM ambas dependientes de Radio Universidad Nacional de Córdoba.
 
Allá tienen varios campitos para llorar
A LOS GALOS NO LES GUSTA PERDER Y AHORA
SE QUEJAN DESPUÉS DE SUFRIR INÉDITO BAILE
 
  Europa, pese a ser el segundo continente más pequeño de acuerdo con lo que recuerdo del secundario, tiene alrededor de 10 millones 180 mil kilómetros cuadrados de superficie y la superficie de Francia anda por los 644 mil kilómetros, también cuadrados, lo que supone pensar que ambos territorios son de una respetable amplitud.
   En la final mundial jugada en Qatar, el baile que le propinara nuestra selección a los penúltimos campeones mundiales, será memorable con el correr de los siglos, con exageración incluida, porque de vez en cuando les prestamos la pelota para que intentaran algo positivo y creativo en nombre de sus propios blasones y más que nada, por las despectivas declaraciones que regurgitaron su director técnico y algunos de los jugadores, seguros que su poderío anularía las pretensiones de nosotros, los sudacas.
   Tremendo error eso de festejar por anticipado la boda aunque ella haya jurado llegar impoluta, y él se hubiera empeñado en comprar los anillos y hacerle pagar la fiesta a sus padres, porque a veces las cosas se definen de tal manera, que en lugar de ser una generalizada fiesta deportiva, deviene en tragedia para los poderosos y en triunfo para los cultores, no de la humildad absoluta, pero sí del buen fútbol.
  Y pasaron las angustias, las 23 atenciones de urgencia que requirieron otros tantos afectados por pre infartos en un caracterizado centro de atención coronaria de nuestra ciudad, y los cardiólogos que hasta atendían consultas telefónicas de sus amigos que no querían alejarse del televisor, después que las cosas cambiaron en el segundo tiempo, se agravaron en el alargue y llegaron a la necesaria desfibrilación durante la lotería de los penales.
   Concluido el trámite sobrevino la lógica euforia, los abrazos mojados de lágrimas, algunas señas innecesarias propias de la guasedad de ciertos admirados personajes, deportivamente hablando, el delirio y los cantos en el vestuario y la parte seria de la ceremonia, incluyendo a un caballeroso Macrón felicitándonos, o el abrazo del emir dueño de casa al que ahora sostiene, y con derechos y antecedentes, que naufragó la condición de mufa, “yettatore” que le había sido asignada desde la tribuna nacional & popular.
   Ganamos con todas las de la ley, somos por tercera vez campeones mundiales y las celebraciones viajaron por esa magia de la tecnología actual, al delirio de más de 45 millones de argentinos que habían agotado en pocas horas sus existencias de ansiolíticos, alejamiento del televisor, encierros en el baño, pastillas para dormir al menos un par de horas la siesta ritual y despertarse frente a los hechos consumados, y otras actitudes propias de quienes han sido destinatarios de tantas y tantas frustraciones deportivas y de manera especial en el fútbol.
   Todos estos detalles, pese a tener mitos como Maradona (sólo en su condición de futbolista) y la avasallante personalidad de Messi en la integridad de su persona, un tipo con el privilegio de tener familia ejemplar, correcto comportamiento dentro y fuera de la cancha, nunca llorar frente a un guadañazo o un pisotón alevoso, pero con un piolín invisible atado a la pelota, porque la
lleva de la manera que se le antoja, pese a sus piernas cortas y su estatura que no llega a los estándares proclamados por quienes saben de fútbol.
   Debemos agregar a estos buenos antecedentes la sabiduría del otro Lio, en este caso Scaloni, amo y señor de la estrategia, los cambios certeros y oportunos y la hazaña de hacer un equipo de verdad que jugaba como tal, entre tantas estrellas abrumadas ahora por la fama, la notoriedad y el aumento de su cotización internacional.
   Lógicamente en Francia, el luto de la frustración que ya apuntamos y la bronca por haber tomado el champán antes del silbato final e irreversible.
   Hasta allí todo bien, salvo que cuando fueron tomando conciencia allá en la vieja Europa que los sudacas eran los verdaderos campeones, cundió la desesperación, escaló a la categoría de pánico y trepó luego, sin freno ni misericordia, al nivel de papelón internacional, lloro de los débiles, angustia de los que han sido superados y bailados, al protestar formalmente que uno o dos de los goles nuestros habían sido logrados estando en infracción sus mentores.
   Todo esto, para la antología de la estupidez y de la poca vergüenza y alejado de la grandeza y la hidalguía de reconocer, porque eso cabe, que hubo un equipo superior al de ellos y por eso la ansiada Copa ya está entre nosotros, más paseada que turista que toma un inapropiado taxi en la terminal o en el aeropuerto.
   No es mi intención burlarme de los galos porque respeto su grandeza, su cultura, su Edith Piaf, su Charles Aznavour, sus noches parisinas, el Folí Berger y todo lo demás, pero desde la escasa estatura deportiva que desde allá muchos nos asignan, es mi deber con mucho de placer, hacerles saber aunque lo sepan pero lo escondan, que ellos tienen campitos cercanos al medio millón de kilómetros cuadrados para ir a llorar.
   Pero que el fútbol, el verdadero deporte, se juega en la cancha y no en los ámbitos gubernamentales ni entre los dudosamente límpidos patriarcas de la Fifa.
   Darles bola a ellos, sería como dejarnos, ¿sabe qué y con perdón? Sería como dejarnos fifar…
 
¿Capricho, orden desde abajo o desacato?
SEA COMO  FUERE, NO  DEJA  DE  SER  OFENSIVO
PARA LA DECLAMADA MAJESTAD DE LA JUSTICIA
 

  Una de las informaciones más recientes consigna que algunos referentes políticos denunciaron penalmente al presidente Alberto Fernández por incumplir, en insólito desafío, el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que ordenó devolverle partidas coparticipables a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sumando a esta actitud que los diputados radicales presentarán un proyecto para iniciarle juicio político, proceso que difícilmente prospere tomando en cuenta la composición de bancas en el Congreso Nacional.
   El sector minoritario se sumó a las críticas en muchos casos apelando a duros términos y la conducción nacional opositora centralizó el mensaje a través de un comunicado, en el que se repudió la “explícita desobediencia” del jefe del Estado y alertó acerca que “el incumplimiento representa un conflicto institucional y de poderes sin precedentes en la historia de nuestro país”.
   No faltaron quienes rotularan con mucho de exageración a esa actitud, como golpe de Estado.
   El titular del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta la caratuló preguntándose acerca del fallo de la corte si era “cumplimiento imposible” o decisión de confrontar? agregando que “No es opcional acatar un fallo de la Justicia, es esencial para convivir en sociedad y en estado de derecho. Abandonar estos principios es la antesala a poner en juego la República y la democracia. Es hora de terminar con la impunidad y los privilegios en la Argentina”, plantearon desde la cúpula opositora.
   También el jefe de gobierno porteño, en conferencia de prensa y al referirse al inédito conflicto aseguró que “Esto no es contra la Ciudad, esto es quebrar el orden constitucional. El Presidente decidió atentar contra el Estado de derecho, contra la democracia”.
   A todo esto el Presidente Dr. Fernández adelantó que no acatará el fallo de la Corte que ordenó devolverle fondos a Ciudad de Buenos Aires y el referente del PRO  anotado ya en la carrera para llegar a la Casa Rosada en 2023, expresó además que recurrirá nuevamente a la Corte Suprema de Justicia para pedir que se cumpla el fallo y que denunciará a los organismos y a cada uno de los funcionarios responsables de “incumplirlo”.
   “Algo que me sorprende mucho es que algunos gobernadores estén acompañando al Presidente en este ataque a la Justicia porque los gobernadores saben del peligro institucional que esto supone. Son gobernadores que fueron votados para defender a sus provincias y hoy, en esto, están apoyando al gobierno nacional para que arbitrariamente pueda sacarle fondos a cualquier distrito autónomo”, agregó Rodríguez Larreta.
   Cabe recordar que el Presidente de la Nación se alzó contra la Corte tras una cumbre de urgencia que mantuvo con la mayoría de los mandatarios provinciales peronistas para analizar el plan de acción ante la orden de devolverle a la ciudad autónoma casi el 3 por ciento de la masa coparticipable, que en 2023 significará partidas adicionales por $ 180.000 millones.
   Es bueno recordar que el máximo tribunal de la Nación todavía no se pronunció acerca de la cuestión de fondo en aquella causa que iniciara la administración de Rodríguez Larreta, cuando la Casa Rosada le quitó, allá por el 2020, las partidas que le dio Mauricio Macri durante su presidencia para cubrir el traspaso de la policía.
   Las redes sociales son pródigas en comentarios, acusaciones e interpretaciones de algo que, realmente, está reservado a los expertos, pero bien vale rescatar algunos conceptos circulantes, como que, “la Constitución existe para ponerle límites a los gobiernos, y es imprescindible conocerla y defenderla.
¿Qué pasa si un gobierno se subleva contra la Constitución, y no la obedece?”.
   Ese es el interrogante más comprometido y seguramente la Corte podrá ponerlo en claro y más que nada hacerlo respetar.
   Todo lo demás, el resto deberá dilucidarse en el ámbito correspondiente, rogando que por encima de cualquier especulación de las tantas que nos rodean, sobresalga el respeto por nuestra Carta Magna y el resto que siga siendo parte de la acostumbrada pirotecnia que enmarca a cada situación crítica que vivimos los argentinos.
   En pocas palabras, una simple cuestión de respeto y acatamiento a nuestra Constitución Nacional.

Megacausa del Registro de la Propiedad
‘REVISAR’ Y SUS SINÓNIMOS PARECE QUE NO
FIGURAN EN EL DICCIONARIO DE LA JUSTICIA
 
   Según nuestro diccionario sumado al permanente berretín periodístico de frecuentarlo, la acción de revisar, significa ver con atención y cuidado, y/o someter algo a nuevo examen para corregirlo, enmendarlo o repararlo.
    Es bueno agregar, para un mejor entendimiento y comprensión, que son sinónimos de esta palabra los términos observar, inspeccionar, explorar, investigar, controlar, comprobar, reconocer, considerar y verificar, entre otros, esto es, un despliegue de acciones que muchas personas imputadas en la sonada y ya antigua pero siempre actual causa del Registro de la Propiedad de Córdoba están reclamando al Poder Judicial cordobés que se realicen.
   ¿Por qué?
   Simplemente porque existen demasiadas y puntuales cosas que llaman la atención, como la prisión de trabajadores comunes durante años, sin que pasaran previamente por juicio, incluso sin denuncia de víctimas, ni querellantes particulares, o conductas como la del juez que encerró a dos imputados escribiendo que no tenía pruebas, pero él estaba convencido, apoyado seguramente en eso de la íntima convicción.
   Además, porque queda fuera de las leyes que se nombrara una comisión especial para todos los casos, en lugar de jueces por sorteo y un detalle sobresaliente como lo es que no se respetara la doble instancia con otro fiscal al llegar a juicio.
   También, porque hace ruido el “vistagordismo” judicial (léase: nunca citados ni molestados) del que fueran beneficiarios los funcionarios y responsables de altos cargos, señalados y denunciados en muchos casos. Más aún, porque numerosas Organizaciones de Derechos, locales, nacionales e internacionales, como nuestra Corte Suprema de Justicia de la Nación y la Organización de las Naciones Unidas, dictaminaron la existencia de arbitrariedades en la causa.
   Por todo esto, pedir a la Justicia cordobesa que observe, inspeccione, explore, investigue, controle, compruebe, reconozca, considere y verifique lo actuado en la causa del Registro de la Propiedad no es delirio navideño ni nada que se le parezca, sino la urgente necesidad de enmendar y reparar la ceguera y el olvidado equilibrio que históricamente ha sabido lucir y aplicar la dama de la Justicia.
 
Tenemos un complicado panorama social
SAQUEOS QUE NO FUERON TANTO PERO TAMPOCO
ES POSITIVO VENDER  TRANQUILIDAD  INEXISTENTE
 
   Llevados por una costumbre meramente estadística y reflejo de las realidades que vivimos los argentinos y de manera puntual los cordobeses, bien sabemos que estos meses, o mejor dicho estos días de festividades obran como una especie de aliciente para las demandas de los menos afortunados, de los acostumbrados a vivir a expensas del prójimo, de los comerciantes inescrupulosos y en otros ámbitos, que estimulan las ansias de libertad de aquellos que pasan una temporada entre rejas, por lo que los motines carcelarios casi supieron tener fecha de inicio tiempo atrás.
   En el tema específico de las demandas de organizaciones que se dicen sociales, pero en muchos casos son apéndices tolerados por el poder, eso de amedrentar presencialmente en los grandes supermercados y en todo negocio dedicado a la venta de alimentos aunque también comercien electrónica, televisores, bicicletas, indumentaria y otros variados artículos, supo transformarse en elemento de presión para que “voluntariamente” y escrito entre comillas, se decidiera por parte de las grandes superficies y después en las otras, entregar mercadería con lo que al menos reducían los riesgos y los efectos de un saqueo.
   Por eso pocos días atrás, anteayer para ser más preciso, comenzó a rodar en la ciudad el rumor de saqueos en el centro, pero rápidamente desde el poder se encargaron de minimizar la situación quitándole trascendencia, pese a que la TV mostró corridas luego de una concentración de militantes de organizaciones llamémosle sociales, aunque sean netamente políticas con variada ideología ya conocida.
   La verdad es que la alarma cundió en los barrios donde las carencias son menores, al suponer que si de esa manera comenzaban en el centro, la policía no actuaría y serían ellos las víctimas de esos hechos que una vez que se desencadenan y se reiteran, no alcanzan las fuerzas del orden para controlar esas situaciones, especialmente porque desde el poder quieren evitar todo lo que sean enfrentamientos.
   Pero tampoco es bueno negar una realidad acuciante de la crisis en muchos aspectos que nos agobia, más allá de lo alimentario, habitacional, sanitario, educacional o lo que fuere, porque la situación tiende a un agravamiento que parecen ignorar los que mandan, porque ellos sí que están seguros de su vida y pertenencias.
   Vale entonces recomendar o mejor dicho recordarles a las autoridades, que la policía no es un organismo estático ni sus integrantes son estatuas o espantapájaros para ahuyentar buitres, sino una fuerza que necesita permanente movilización, reemplazando a la inutilidad de los controles vehiculares en lugares ampliamente previsibles.
   Patrullar la ciudad y custodiar especialmente a los grandes comercios, es algo fácil de encarar si es que son reales todos los vehículos que dicen agregar a la flota, la cantidad de personal operativo de la fuerza azul para una adecuada prevención y el presupuesto que los acompañe en materia de mantenimiento de patrulleros.
   Si no lo hacen, quedará al desnudo una verdad de la cual tanto se sospecha, que más que efectivos, pertrechos y presupuesto, es mucho lo que se gasta en promocionar una seguridad que cada día más se deteriora.
   Porque posiblemente, eso de los saqueos y su difusión, haya sido una advertencia que el poder tiene la obligación de escuchar y prevenir para que no se concrete.
 
¿Recuerdan a quien nos enseñaría a pensar?
A LA FILOSOFÍA NACIONAL & POPULAR ES DIFÍCIL
QUE  ENTRE  NOSOTROS  LE  FALTEN  CULTORES
 
   Ricardo Forster, filósofo universitario y militante kirchnerista de acendrada trascendencia, supo ser designado en un cargo virtualmente ministerial, para un cometido que postulaba algo así como la acción de un experto en enseñarnos a pensar y ya recordaré puntualmente cuál era el cargo.
   Hombre de la TV condujo espacios de entrevistas a notables del quehacer argentino, editó una numerosa cantidad de libros y es miembro del comité de dirección de la revista Pensamiento de los Confines y colaborador del diario Página/12 y en 2008 creó, junto a Nicolás Casullo, Horacio González, María Pia López y otros, el Espacio Carta Abierta.
   Bueno… los mecanismos de la memoria me están ayudando y recuerdo ahora que allá por el año 2014, calculo, fue designado por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner como titular de la nueva Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, dependiente del Ministerio de Cultura, cargo que mantuvo hasta diciembre del 2015 porque el organismo cuya conducción le confiaran, con una regular cantidad de empleados, fue disuelto por el gobierno de Mauricio Macri días después de asumir.
  Se lo cuestionó porque para muchos era advertir que se trataba de alguien que tenía el objetivo -peregrino si se quiere- de enseñarnos a pensar pero seguramente con una definida orientación. Lo que no era compartido en general por esa inveterada costumbre nuestra que es también un derecho, de pensar como se nos cante.
  Terminado el mundial de Qatar, evaluado de mil distintas maneras por el periodismo especializado y por el otro que suele ser mayoría, Forster celebró lo vivido en las calles porteñas “donde medios públicos trataron de ver una división” aunque el intelectual marcó una unidad y en ese marco no faltaron los debates sobre los sentidos sociales del recorrido, del paso o no por la Casa Rosada. Frente a las apuradas acusaciones de “desclasados” a los jugadores por parte de Nicolás Fiorentino en la TV Pública, el filósofo Ricardo Forster celebró que lo que había en la calle, incluyendo al equipo de fútbol, era unidad.
   "El fútbol es una metáfora de cómo vivimos y sentimos los argentinos", sostuvo el doctor en filosofía, afirmando que "Es parte de nuestra vida cultural, de nuestros sentimientos y de nuestra memoria. También de la infancia y de los vínculos que hemos construí
ido a lo largo del camino. Y cuando se trata de la selección, eso ya se multiplica, hay un algo que crece y se expande", expresó mediáticamente.
   Luego y a título de confesión que despertó algunos rechazos, dijo “Vimos rostros alegres que no veíamos hace tiempo en las calles de la Ciudad de Buenos Aires” y reconoció asimismo que hay un grupo que vio con desagrado lo ocurrido y sostuvo: “Hay gente que tiene a los medios concentrados como núcleo fundamental y a una parte, para nada menor, de la oposición política que se proclaman en contra de cualquier proyecto de ampliación de derechos, de democratización de la vida o que huela a pueblo”.
   “Ellos sienten que millones de personas en las calles pueden generar otra cosa, puede ser una energía para ir hacia lo que le hace falta a nuestra sociedad, que es precisamente distribuir el ingreso; le tienen miedo a las multitudes”, sentenció Forster y aseguró que “Le tienen miedo o rechazo a las multitudes también por una cuestión estética, para ellos el pueblo en la calle es algo de mal gusto, ven al populacho como un sujeto irracional, puramente afectivo, que no mide sus acciones. Se creen parte de una élite, y esconde muchas veces una cuestión racial" y calificó a la multitud en las calles que representan “algo de carnavalesco”.
   “La fiesta siempre le pareció, a las clases dominantes, algo oscuro, peligroso y que hay que controlar y, si es posible, impedir, bueno lo intentaron, no sé por qué no se prepararon las cosas como para que se pudiera transitar con el micro toda la avenida 9 de Julio”, cuestionó. “Se ha buscado reducir el recorrido del festejo porque a más recorrido, más barrios, más multitud, más pueblo, bueno evidentemente no tenían muchas ganas de eso”, concluyó.
  El palo para Rodriguez Larreta era evidente y dirigido científicamente y en el programa de TV "Desiguales" de la televisión oficialista, el periodista Nicolás Fiorentino tildó al plantel de jugadores de “desclasados” apoyando su concepto sintetizando “Perdón por lo que voy a decir, tal vez es el momento más incómodo, porque en este momento son ídolos nacionales y populares, pero la gran mayoría de los futbolistas profesionales son unos desclasados”, apoyándose en que todos militan en equipos extranjeros.
   Las cosas no terminaron allí: desde la otra vereda el periodista Jonatan Viale del diario La Nación twitteó: "En la TV Pública tratan a los jugadores de la Selección Argentina de 'desclasados' por no ir a la Casa Rosada. Sino puedo usarte, te destrozo. Esclavo o enemigo. Kirchnerismo en estado puro".
  Forster debiera, antes que nada, poner las cosas en su lugar porque incluso dentro de su tropa hay gente con pensamientos indeseados…
 
El tierno 2023 ya se viene asomando…
LLEGADA ESTA ÚLTIMA PARTE DEL AÑO NADA
MEJOR QUE FESTEJARLO CON SALUD Y AMOR
 
   Entramos a la última semana de este ajetreado y dinámico 2022, segundo año y algo más de parálisis en muchos aspectos de nuestras vidas, condicionadas por los encierros, barbijos, alejamientos y otras medidas necesarias en su momento para enfrentar el temible y letal enemigo que nos dejó, por culpas propias y sin olvidar las omisiones ajenas, más de 150 mil muertos en nuestro país, uno de los índices más elevados de acuerdo con estadísticas internacionales.
   No me digan que fue humanamente oneroso soportar estos 365 días, porque al adelgazar sus contenidos y las expectativas, es como si el tiempo hubiera aumentado su velocidad y en lugar de las 24 horas esos días hubieran tenido una merma importante, hasta el punto que nos parece que fue ayer, cuando escuchamos la primera vez aquello de aislarnos, de usar máscaras, de no salir de casa, de no reunirnos y lo peor de todo, que frente a lo inevitable de las ausencias sin retorno, ni siquiera teníamos el derecho a la despedida, ni a un último adiós porque todo quedaba encerrado en las ominosas bolsas negras, con vaya Dios a saber si sus contenidos eran los declarados.
   Poco a poco la normalidad fue avanzando, en algunos aspectos apresuradamente y con imprudencias que obligaron a restablecer algunos cepos, tan necesarios como rechazados o incomprendidos por buena parte de la sociedad, que veía en esas medidas la sombra de maniobras políticas o determinadas por otros intereses que no eran los de la sociedad, sino de la casta política, de todos los colores, que cada uno a su manera y estilo buscó aprovechar y la muestra está en el apresuramiento por imponer un tiempo de elecciones con dos años o más de anticipación.
   Esa determinación fue también dilatoria en las expectativas populares, una especie de distracción nacional y popular que nos alejara de las angustias, los lutos, los pesares y esa impuesta manera de extrañar a seres de los que ni siquiera habíamos podido despedirnos.
   En fin, evaluemos la realidad sin mirar hacia atrás respetando aquello que es imposible conducir un vehículo con los ojos concentrados en los espejos retrovisores, porque sería una garantía absoluta del desastre emergente.
   En consecuencia y poco a poco, es como si hubiéramos ido tomando conciencia de lo que llaman futuro, eso que Einstein definió de manera magistral sosteniendo que nunca pensaba en tal detalle porque llegaba muy rápido.
   Los argentinos, salvo algunas poco honrosas excepciones, entendimos que el único camino hacia la normalidad era transformarnos en celosos cultores de la paciencia, aunque no hayamos leído a Balzac y su afirmación que todo poder humano se forma de paciencia y de tiempo.
   Y aquí estamos, ya prontos a curtir la última semana de un año más, lo que es una expresión de optimismo frente a la postura negativa de los escépticos, que se inclinan por un año menos.
   Sigamos adelante con empeño, tolerancia y patriotismo, respetando y haciendo propia esa sentencia inapelable que el futuro no es un regalo, sino una conquista.
 

26 de diciembre de 2021

S.L.B.: FESTEJOS E INCERTIDUMBRES FUERON PARTE DEL RITUAL NAVIDEÑO - CRASO ERROR SERÍA RELAJARSE EN LAS PREVENCIONES - ANTES DE DEBATIRLO ESTARIA APROBADO YA EL SISTEMA DOMICILIARIO DE EMPOBRECIMIENTO - A FAMILIARES DE PRESOS POR LA MEGACAUSA TAMBIÉN LES ROBARON - CALVARIO DE UNA MADRE QUE SE EMPECINA POR EXIGIR JUSTICIA: UN POLICÍA ASESINÓ A UNO DE SUS HIJOS, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del 26/12/21 emitido en dúplex por la AM580 y FM88.5 ambas dependientes de Radio Universidad Nacional de Córdoba: 

Pasaron Nochebuena y Navidad
FESTEJOS  E  INCERTIDUMBRES, COMPONENTES
QUE FUERON PARTE DE LA FIESTA TRADICIONAL
 
          No fue una nochebuena ni una navidad como las de siempre, con la familia reunida en armonía y si había rispideces pendientes, era el mejor momento para superarlas entre brindis, pan dulce y otras menudencias que alegran el espíritu, aparte del festival de abrazos, el catálogo de las anécdotas de siempre y esa unión casi mágica que reaparece cada final de diciembre, sin dejar de lado al tío solterón que hay que depositar en su casa porque no está en condiciones de irse, ni de tenerse el pié.
   Toda la ceremonia familiar desarrollada en un pretendidamente escenario de tranquilidad y despreocupación, porque esa procesión que va por dentro de cualquiera de nosotros, no conseguía apagar las luces ni los alaridos de alarma que nos hacían llegar las últimas noticias del mundo con su agobiante contenido de desgracias, pestes, palabras hasta hace poco desconocidas como lo son los términos contagio, peligro, barbijo, vacuna, testeos, aislamiento, respirador mecánico y tantos otros que la realidad nos fue incorporando en el vocabulario cotidiano y en el centro del alma, allí donde se anidan los sufrimientos y los miedos aunque pretendamos negarlos mientras nos carcomen.
   Una Navidad distinta por eso del recrudecimiento de la peste, la aparición de un nuevo enemigo aunque menos dañino y letal que los anteriores pero tremendamente más contagioso que cualquiera de sus otros hermanos putativos que tanto dolor y luto esparcieran por el mundo.
    No son pocos los que creen aquello tan viejo que se tatúan en el corazón de “eso no me va a tocar a mí” hasta que les toca o afecta a cualquier cercanía parental o vecinal, que es lo que nos trae a una realidad que pretendemos disfrazar de optimismo y la mejor buena onda, que cada día cuestan más intentar su práctica y convicción.
   Escuchamos que en Inglaterra se dieron 130.000 casos en un día, otros 30 mil en España y por miles y miles en el resto del mundo y se nos estremecen hasta los pelitos de la nuca y es cuando recién tomamos en cuenta de nuestra propia fragilidad y exposición a la desgracia.
   Y nos aglomeramos para ofrecer nuestras narices al invasor hisopo, en muchos casos cagados de miedo hasta el pecho, pero sosteniendo hacerlo “por las dudas”…
   Por eso, cuando tomamos conciencia de lo que estamos viviendo, es cuando mejor debiéramos respetar los consejos de la ciencia, las imposiciones de encierro cuando no estén vestidas con esas bastardas ropas de las ideologías y los ya junados maquillajes de los intereses, tanto propios como ajenos y sus fatales consecuencias para la estabilidad del país.
   Que las angustias no nos arrastren a la desesperanza porque es mucho lo que está haciendo la ciencia universal para que nos salvemos, para que retomemos el camino de una normalidad que a ponchazos veníamos intentando recuperar.
   Para que eso ocurra, es imprescindible que estemos unidos, que dejemos de lado turbios intereses de cualquier índole y pensemos en consolidar la familia que es la base universal de la convivencia.
   Insistir en los odios, en las broncas y en toda manifestación que propenda a la desunión, es creadora de pánico que es el campo más fértil para que germine y crezca la desgracia.
 
Cuidarse más que antes
UN CRASO ERROR SERÍA QUE SE
RELAJARAN LAS PREVENCIONES
 
   Hay que reconocer que no es poco todo lo que se ha venido haciendo en materia de ataque a la pandemia, aunque no sean pocos los argentinos que todavía abrigan dudas acerca de la implantación de los miedos que determinaron exagerados encierros, a la luz de las cifras de casos fatales que se fueron comparando con el correr de los días y el fortalecimiento universal de la peste que sacó a relucir a sus refuerzos a la hora de atacar con versiones hasta entonces desconocidas por la ciencia.
   De todas maneras y dejando de lado las interpretaciones y los análisis políticos, económicos e ideológicos que se motorizaron en pandemia, lo único ahora trascendente es trabajar y cuidarnos para no engrosar el número de casos fatales pese que tampoco ahora las estadísticas nos muestran en posiciones cómodas o envidiables.
   Lo de prevenir y es para tomarlo cabalmente por el término a utilizar, debe ser asumido sin exageraciones ni abusos, evitando los casos de testeos diarios por seguridad, miedo o capricho porque por cada hisopado de más, queda un potencial contagiado y contagiador del mal al margen y es un deber de todos respetar las preocupaciones del prójimo.
   Ese es un extremo de la situación para muchos sectores desesperante, en contraposición a otros despreocupados que más les quita el sueño que no haya fútbol de tribunas llenas o bailongos con multitudes de potenciales contagiantes o bares, birrerías y restaurantes donde se exigen cuidados que son lógicos.
   Uno de los aspectos más descuidados de la prevención, al menos de lo que se aprecia claramente en esta Córdoba sorprendente, es el transporte urbano de pasajeros, donde las unidades que pasan de vez en cuando y posibilitan que los pasajeros se multipliquen en las paradas, circulan atestadas con los usuarios encimados aunque en general se respeta el uso de barbijos y los choferes lo hacen respetar, lo que es plausible.
   Y no pretendan discutirme estos conceptos porque soy un frecuente usuario del servicio urbano de pasajeros, tanto en ómnibus como en trolebuses.
   Pero todos quieren viajar y parece que la Muni no controla nada o le pasan el cuarto, porque hay casos en que las demoras entre un coche y otro de la misma línea o de trolebuses, las demoras se extienden hasta 25 minutos o más y eso es tan absurdo como sanitariamente peligroso.
   Tantos inspectores que no se ven por las calles controlando el caos vehicular, bien pudieran ser destinados a fijarse en el servicio de transporte urbano porque la enorme mayoría de los cordobeses utiliza esos medios aunque sean caros e ineficientes.
   Está en juego la salud de un pueblo laborioso y no es posible que por imprevisión, trabas sindicales o lo que fuera, sigamos pagando por personal que debiera estar en el frente de batalla tanto como lo hacen los abnegados y sacrificados servidores de todo lo que tiene que ver con la salud, las campañas de vacunación y tareas conexas.
    Es hora de mandar a trabajar a todos aquellos que indirectamente, están tomándose muchas más vacaciones de las que merecen, por ser servidores públicos con el sueldo asegurado.
 
Ludopatía al alcance de todos
ANTES DE SESIONAR YA ESTARÍA APROBADO EL
SISTEMA  DOMICILIARIO  DE  EMPOBRECIMIENTO
 
   Es absolutamente entendible que el juego legal manejado por organismos estatales es una importante fuente de trabajo de la que viven miles de argentinos y en el caso particular de Córdoba, son numerosas las agencias que se mantienen con la quiniela, el quini 6, el loto, el brinco y todas las otras variantes de sorteos que se llevan a cabo incluso en Capital Federal y en otras provincias.
   La lotería aporta lo suyo, aunque llama la atención que desde el poder se justifique ese aliento a la ludopatía con el argumento que los fondos emergentes del juego se destinan a la tarea social, cuando la realidad ha demostrado que sólo un mísero 6 por ciento va a parar a los necesitados y el resto enriquece a otros sectores, que por eso se interesan en la abolición del juego clandestino porque les resta clientela.
   Es como si nadie tomara en cuenta los daños emergentes e irreversibles que provoca la ludopatía en la destrucción de hogares, en el empobrecimiento de sus llamémosles pacientes, en el endeudamiento de la vivienda, salvo esos casos tan aislados de golpes de suerte que enriquecen a diez o veinte argentinos en un año, ganadores de acumulaciones de premios en sorteos semanales.
   A la vista de tal panorama, es para suponer y sin necesidad de entrar en sospechas que surgen por sí solas, que los intereses por manejar esa actividad tan dinámica deben ser enormes, hasta el punto de pasar por alto todo lo que pueda parecerse a la sensibilidad social y al fortalecimiento del sentido solidario bien entendido.
   Posibilitar que se hagan apuestan “on line” desde la casa abre un impensado como peligroso panorama de enardecimiento del vicio, sin contar en lo que puede suceder con la incontrolable participación de menores en las apuestas, aunque se instrumenten métodos y artilugios que crean impedirlo.
   Por otra parte, bien se sabe que cuando la pobreza comienza a dar avisos de presencia en el ser humano, una de las alternativas más buscadas para superar esa angustia existencial es la timba, que por lo general aporta soluciones diametralmente opuestas a las pretendidas, porque en muchos casos la solución no llega a ser la recuperación sino la pérdida de lo poco que se tenga, incluyendo, por desesperación la propia vida.
   Si el Estado no toma en cuenta esos riesgos es porque tal posición nos llevaría a una sospecha ineludible, más tomando en cuenta el desmedido interés y la prisa de algunos sectores políticos por ver concretado ese proyecto de la timba instalada en cada casa, sin necesidad de pagar empleados y con una banca que arregla sus mecanismos para no perder jamás.
   Ahora, cuando recrudece el festival de las dudas, es cuando alguien encumbrado en este poder provincial proclive a los ominosos silencios, haga escuchar su voz y su posición en defensa de la salud de la gente, la integridad de la familia y del hogar y no de la prosperidad de quienes están tan apresurados, que virtualmente dan al negocio como ya cerrado y en marcha.
   Eso no es aceptable en un país y en una provincia que pretenden ser tomados con seriedad.
 
La Megacausa del Registro
NO  TODO ES JUSTO O ASÍ  LO  PARECE EN
CADA NAVIDAD: AÚN QUEDAN INJUSTICIAS
 
   Dice el diccionario, al que nos obligan a consultar con demasiada frecuencia y confieso que lo hago con placer y renovada curiosidad, que robar es tomar lo ajeno con violencia o por la fuerza. Hace varios años familiares de presos en la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba escribieron en una carta: 
   “Sentimos que nos han robado. Con el uso de la fuerza pública, en el nombre de la Justicia, y en total violación a nuestras garantías constitucionales y todo derecho humano, quienes están a cargo de este proceso nos han robado. Nos han robado la Navidad, la dicha de estar en familia, la alegría de compartir, las ilusiones de nuestros hijos, la esperanza de un mundo mejor”. 
   Rezaba la misiva más adelante: “Nos han hecho sentir en un estado de total indefensión arrancando a un miembro de nuestra familia y manteniéndolo en encierro (la sistemática prisión preventiva) con razones poco claras y alejadas de las leyes”.
   Lo leído suena bastante grave. Tanto así que encontró eco en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, organismos de Derechos como el CELS, el SERPAJ, de Adolfo Pérez Esquivel y la Organización de las Naciones Unidas, quienes después de estudiar la situación, determinaron que las prisiones aplicadas eran arbitrarias y por lo tanto, injustas. 
   La carta continúa pidiendo: “En esta Nochebuena, acompañados por un Niño que hace 2021 años nació en la humildad de un pesebre, huyendo también de las injusticias de turno, pedimos paz y justicia que iluminen las mentes y corazones de quienes tienen en sus manos la inmensa responsabilidad de administrarla”.  
   Aunque hubo personas absueltas, después de años de inmerecido encierro, otros aún agotan su voz reclamando revisión de infundadas condenas y muchos perdieron la vida esperando una Justicia que nunca llegó.
   Un pedido de Navidad que aún espera respuesta en los tribunales cordobeses. 
 
Conversamos con Soledad Laciar
EL CALVARIO DE UNA MADRE QUIEN PESE
A TODO SE EMPECINA EN EXIGIR JUSTICIA
 
   En la madrugada del 6 de agosto del año pasado, o sea 2021, los cabos Lucas Gómez de 35 años y Javier Catriel Alarcón de 31 estaban en un puesto suponemos que para control frente al instituto Pablo Pizzurno, en el sector sur de nuestra ciudad y desde allí dispararon al menos cinco veces contra un Fiat Argo en el que viajaban cinco jóvenes, sólo porque el conductor no frenó o se abatató ante la seña policial.
   En el ataque cobarde y artero, murió Blas Correa un joven de 17 años, a consecuencia de un balazo que le ingresó por la espalda.
   El policía Gómez nunca debió estar allí, armado en la calle porque pesaba sobre él una acusación de encubrimiento de un violador serial de La Calera, Leandro Castañares, condenado luego a 15 años de cárcel por seis ataques sexuales.
   Alarcón tampoco estaba limpio porque fue imputado en 2013 por lesiones leves y privación ilegítima de la libertad, tras ser denunciado por un remisero quien acusó a ese policía y a su dupla, en un control de la Policía Caminera entre Pilar y Río Segundo, de maltratarlo y llevarlo detenido. La pasajera del remise, testigo independiente de este caso, resultó clave con su testimonio para la imputación.
   Por el asesinato de Blas Correa también fueron detenidas la oficial principal Yamila Martínez y la agente Wanda Esquivel, por los delitos de incumplimiento de funcionario público. Martínez obtuvo el permiso de prisión domiciliaria por tener un hijo pequeño. Mientras que Esquivel fue detenida y declaró que recibió la orden de plantar un arma para desviar de esa manera el curso de la investigación.
   El jefe de mayor graduación imputado es el comisario mayor retirado Gonzalo Cumplido, quien al momento del crimen de Blas era el jefe de la zona sur de la división Seguridad Capital de la Policía de Córdoba, acusado por la supuesta comisión del delito de violación de los deberes de funcionario público.
   Eran tantas las evidencias de responsabilidad oficial en este penoso caso, pero nadie del gobierno dio la cara ni se hizo presente en la casa de la madre del joven tan vilmente asesinado.
   Unos días antes del cruel episodio, el gobernador Juan Schiaretti en un escenario oficial de plácemes, fotos y expresiones de felicidad compartidas, recibió en su despacho al actor Guillermo Francella y a un director de cine, quienes llegaron a Córdoba a filmar una película para Netflix.
    “La bienvenida que hemos tenido ha sido fantástica, súper profesional, nos dieron absolutamente todo y son sumamente cálidos, yo estoy feliz”, comentó el director de cine Carnevale y el intendente de Córdoba, Martín Llaryora, también se encaramó al éxito y los visitó en el set de filmación de la plaza San Martín.
   Por aquellos días, apesadumbrada, Sole Laciar penaba porque según lo expresara “Cómo puede ser que nadie se haya dignado a tocar mi puerta, y darme alguna explicación de por qué ocurrió lo que ocurrió. Cómo puede ser que haya pedido que mi gobernador me mire a los ojos y me explique qué clase de gente nos cuida que asesinaron a mi hijo y no conforme con eso, intentaron ensuciarlo”, reclamó Soledad Laciar en un reportaje.
   Queda demostrado, dolorosamente, que para cierto alto nivel de funcionarios, es más positivo y aconsejable cholulear que asumir responsabilidades, visitar a las víctimas de hechos de los que son responsables por su autoridad y pedir disculpas, lo que revela el costado mugriento de la mala e insensible política.
   Tantas cosas hay para pensar, para decir, para exigir con relación a ese asesinato, pero nada mejor que conversarlo con esa Madre, Sole, que no aflojó ni un momento en su lucha tenaz contra la maldita indiferencia del poder. (Com. Telef.)
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El audio íntegro con las duras y sentidas declaraciones de Soledad Laciar, la madre del adolescente asesinado por un efectivo de la policía cordobesa que no estaba autorizado a portar armas ni patrullar las calles, puede ser consultado en el sitio respectivo, ubicado en la parte superior de la columna a la derecha de este blog.
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 El periodista Gonio Ferrari concluyó la entrevista telefónica con los conceptos que están a continuación: “Hay actitudes, ausencias y silencios que me torturan por lo inhumanas y demostrativas de una marcada insensibilidad frente al dolor ajeno, y más de una Madre que no encuentra todas las respuestas que el poder le sigue debiendo.
   Y quiero recordar la sabiduría de Goethe, quien me guía con eso que “Sólo es digno de libertad aquel que sabe conquistarla cada día”, para citarlo en otro de sus geniales conceptos: “El que es un miserable no deja de ser miserable en carroza, a caballo o a pié. Por eso no creo nunca a ningún miserable, ni en el arrepentimiento, de ningún miserable”.
   Y si no alcanza con esa sapiencia acerca del género humano, todavía me queda el Mahatma Gandhi: “Si quieren saber cuánto vale la vida de un hombre, pregúntensenlo a su madre”. Pese a todo, que los inexplicablemente silenciosos tengan un venturoso 2022, si es que la conciencia, ese juez inapelable e insobornable, no les pasa factura…
 
Bonus track:
Abusos incontrolables
LOS PRECIOS DESENFRENADOS ¿POR
DESESPERACIÓN  O  POR  ANGURRIA?
 
   Uno por allí no alcanza a entender a los productores de materia prima, a los industriales y a los comerciantes que más cerca están del consumidor, porque como si fueran ajenos entre ellos pese a todo lo que los une, se pelean echándose culpas que todos debieran compartir porque son los artífices de toda la actividad comercial y los patrones del consumo aunque el Estado siga pretendiendo sobrevivir exprimiéndolos con obligaciones tributarias a cambio de muy poco.
   Pero pareciera que los intereses que los animan son tan poderosos que están por encima de la lógica, del entendimiento, de la solidaridad social, del respeto por la pobreza y del acatamientio a las leyes que pretenden imponerles límites cuando bien sabemos que esa si, como en la TV, es una misión imposible.
   Es así que somos parte del sufrimiento de la gente sin recursos ni posibilidades de sobrevivir, porque ya ni siquiera los planes sociales alcanzan, en cierta medida por su mal uso por parte de los beneficiarios y por otra, culpa de la angurria comercial que ha transformado esas tarjetas sociales en elemento de virtuales casos de usura, porque no son aislados los casos en que entregan 100 pesos en moneda corriente y reciben el doble, o sea 200 de lo depositado en los plásticos.
   Es claro que para que eso ocurra deben existir dos partes de acuerdo, aunque la más débil por necesidad o por vicio es la que siempre pierde.
   Distinto sería si desde el poder se implementaran controles severos, estrictos e innegociables para terminar con esas prácticas inhumanas y ofensivas hacia los que menos tienen.
   En estos últimos tiempos y a lo mejor para hacerse un colchón que amortigue los efectos de alguna futura limitación en los precios, esos valores se incrementaron en porcentajes superiores al 100, lo que se advierte de manera especial en la indumentaria, como si los responsables de ese ramo pretendieran recuperar lo no ganado y cubrirse de lo que se viene, si seguimos así descapitalizándonos y con un dinero que hora tras hora disminuye su valor de compra.
   Sea como fuere, son tiempos de respeto más que nada no tanto por los màrgenes gananciales de los productos a la venta, sino por respeto a quienes no tienen la fortuna del ahorro o de las inversiones exitosas que son para los elegidos.
   Porque ellos, los indigentes que aumentan permanentemente en su número, son los más afectados por una desgracia que sin embargo, está enriqueciendo a muchos que no lo merecen.