Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del 21/02/21 emitido en dúplex por la AM580 y la FM88.5 ambas dependientes de Radio Universidad Nacional de Córdoba
La infamia de “los elegidos”
PENOSA BURLA A LA ANGUSTIA QUE DESDE
EL PODER SE INSTAURÓ EN LA POBLACIÓN
¿Para qué recrear la letra del
tangazo “Cambalache” si lo estamos viviendo?
“…Que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafaos” y que “es un despliegue de maldad insolente, ya no hay quien lo niegue…” y después “todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor”, que “los inmorales nos han igualao” y otras sentencias, lo que nos lleva a mezclar a G.G.G. con los científicos, a Victor Hugo Morales -otro de los beneficiarios del pinchazo- con el monto Verbitsky, a Moyano y familia incluido un nieto, con los viejos y su desesperación por salvarse sin que desde arriba los escucharan y si los escucharon se rieron de los lamentos porque eran ajenos.
En este cambalache se diluye aquella romántica imagen que nos vienen vendiendo desde hace casi un año, que éramos un modelo casi universal en materia de ataque al virus y de su prevención, mientras asomaban los negociados y acomodos que generaba y aún genera la pandemia.
Lejos y entre la bruma de las demagogias más infames quedaron sepultados aquellos derechos humanos por medio de los cuales tantos se enriquecieron y treparon en los esquemas del poder.
La doctrina del privilegio que creíamos reservada al mundillo de los legisladores y de la justicia incorporó formalmente a la mala casta política en una demostración cabal y descarnada del desprecio por sus semejantes; por los gobernados para quienes debieran ser un ejemplo de honestidad y respeto por la ley pero muchos optaron por aquella práctica de que “el que no llora no mama y el que no afana es un gil” como lo inmortalizara Discepolín emparejando las actitudes del que labura como un buey con los privilegiados que viven de los otros con “el que mata, el que cura o está fuera de la ley”.
Aquel temerario anuncio del “vamos por todo” se viene cumpliendo con aterradora certeza, porque nadie puede negar que lo ocurrido, o mejor dicho el hallazgo del vacunatorio para los bendecidos que muchos conocían, sabían de su existencia pero miraban en otra dirección pasando por alto las angustias de los que confiaron en tantos políticos científicos, que al final vienen demostrando su inclinación a la deshonestidad.
La interna dentro de un justicialismo que no es íntegramente peronista porque allì abrevan desde la derecha lopezrreguista y sus acólitos y la enriquecida izquierda paqueta de Puerto Madero, hasta el punto que la izquierda respetable por sus innegociables conceptos ideológicos, viene siendo marginada.
Y en ese cambalache el kirchnerismo que se disfrazó de peronismo en el momento de juntar votos, para lo cual se dedicó a fabricar pobres que después consoló y consuela con planes y subsidios para conservar el caudal electoral, que adelgaza como consecuencia del hambre, la desocupación, la inseguridad y la falta de respuesta a los grandes problemas del país.
No ha sido sólo el desplazamiento de un ministro nacional, porque GGG deja una discípula, de su riñón, al mando de esa cartera trascendental en tiempos de sufrida pandemia, quien sin dudas calló y encubrió la existencia del vacunatorio del escándalo.
Después de todo, la participación de Verbitsky -a quien no puedo considerar colega porque jamás hice matar a nadie, ni secuestré, ni necesité que me indultaran, ni fui batidor de los servicios- bien puede inscribirse en una “operación raje” por así decirlo, instrumentada desde muy arriba para desplazar a un errático ministro que anduvo más por la banquina que en su despacho, desde el comienzo de su lamentable gestión.
El montonero enriquecido con el dolor ajeno tiene el consuelo de sus ahorritos al haberse quedado sin trabajo, y no sería aceptable ninguna disculpa que pudiera intentar y es preferible marginarlo, como ya lo hizo una notable mayoría de la ofendida sociedad argentina desde los sectores de la decencia.
Ha sido su final, al asumir, como buen perro, la misma actitud de sus congéneres cuando los están abusando, por no caer a la guaranguería de recrear ese tan famoso dicho popular.
Y según como se vayan desarrollando los acontecimientos y sus consecuencias, no me provocaría ninguna sorpresa que a la hora de cobrar por los recientes servicios prestados entre otros, por batir a Ginés González, alcance alguna posición envidiable dentro del poder.
Es imposible que desde el despacho principal de la Casa Rosada, se ignorara la existencia de la sala especial para pinchar de inmunidad pandémica y de impunidad frente a la sociedad a personajes como Victor Hugo Morales, Marcelo Tinelli, Moria Casán y una extensa lista que se cagó en el prójimo más vulnerable.
Es hora que los argentinos vayamos afinando los mecanismos para atesorar recuerdos y vivencias que nos permitan enfrentar los trascendentes tiempos que nos esperan, sin dejar de lado que la fragilidad de la memoria nacional & popular hará el resto.
Argentina presidencia.
Y así estamos, con una cúpula que dice ignorar lo que sucede a su lado y la mugre que tan cercanamente la rodea.
Se priorizó el márketing oficial
MÁS DE UN AÑO DESPERDICIADO PARA
PONER EN CONDICIONES LAS ESCUELAS
Es absolutamente entendible, a menos que exista de por medio un elevado
grado de necedad, que el dinero y el respeto de las prioridades son los
elementos básicos para consolidar cualquier actividad grupal en la sociedad.
Eso de las prioridades, porque las pérdidas de tiempo y el desprecio por la
importancia de una urgencia, suelen venir acompañadas por un incorrecto uso de
los dineros que aporta la población como tributos al Estado.
El tema es que la pandemia nos
condenó a un año de inactividad en muchos quehaceres, entre ellos la educación
escolar y hasta el menos inteligente habrá pensado que ese tiempo áulico
perdido tendría su recuperación en otros aspectos, como por ejemplo en el
deplorable estado de muchos establecimientos escolares.
El mal cuidado sumado al vandalismo inexplicable, hizo de muchas escuelas lugares inhabitables, con paredes resquebrajadas, iluminación ausente, mobiliario saqueado y baños inutilizables, lo que de por sí creaban una situación expulsiva.
Los tiempos fueron tomando ímpetu y las familias clamaban por el regreso a la enseñanza con presencia en la escuela, porque la situación de contención a niños y adolescentes en el seno del hogar se había transformado en una misión de alto riesgo con relación al buen trato entre la familia: lo imperioso era volver a las aulas.
Para colmo con eso de las clases virtuales se cayó a una penosa marginación de miles de niños imposibilitados de contar con tecnología hogareña que les permitiera seguir el ritmo de los afortunados que desde tiempo atrás, gozan tanto para estudiar como para jugar, las bondades de los últimos adelantos en materia informática.
Ahora se reanudaron las clases y en muchas escuelas su estado edilicio no deja de ser un atentado a la integridad y a la salubridad que debieran proteger tanto a los educandos como a sus docentes y el resto del personal.
Pero si el Estado invierte más dinero en hacer anuncios electoralistas que en atender las necesidades prioritarias, las situaciones adversas no se registrarán tan sólo en las escuelas, sino en todos los ámbitos que existen para el funcionamiento del poder.
Volvemos a lo mismo de siempre: cuando no se respetan ni se toman en cuenta las reales prioridades que aprietan a la sociedad, se llega a pensar en inoperancia, indiferencia o falta de compromiso con la gente por parte de quienes como gobernantes, tienen la obligación de atender todas las demandas de la comunidad.
Y la escuela es una de las fundamentales, a menos que alguien tenga la estúpida idea de buscar la ignorancia de la gente para poder imponer sus designios, basados en demagogia, promesas incumplidas, deterioro comunitario y vocación por eternizarse en el poder.
Menos publicidad, posibilitaría mejor, oportuna e imprescindible atención de la educación popular en todos sus aspectos.
Un año se ha perdido, se ha desperdiciado, no ha servido para nada.
Salvo para aumentar las angustias en un marco de amenazas a niños, adolescentes y jóvenes que en realidad no merecen tamaño maltrato a su futuro.
Primeros días de julio…
HABRÍA UN CONCURSO DE BACHES COMO PARTE
DE LOS ACTOS POR LA “SEMANA DE CÓRDOBA”
En lo que aún resta de febrero sumado a marzo, abril, mayo y junio,
habrá tiempo suficiente para que los vecinos de todas las barriadas cordobesas,
se esmeren por elegir democráticamente los mejores baches callejeros de cada
sector para postularlos a un gran concurso con importantes premios, que debiera
organizar la municipalidad cordobesa como parte de los actos celebratorios de
los 448 años de esta docta ciudad.
El acto central con la
presencia de autoridades, políticos, sindicalistas, escuelas si siguen en pié y
artistas invitados, tendría que estar organizado para su parte central el
martes 6 de julio, oportunidad en la que se entregarían los premios,
distinciones y menciones de honor.
Debieran regalar a los ganadores tarjetas para el servicio urbano de pasajeros que circula de vez en cuando con las frecuencias que quieren tanto desde la FETAP como de la UTA, rebajas en el pago de impuestos por ejemplo en concepto de limpieza porque en eso se gasta muy poco, la asignación personalizada de un servicio diferencial de recolección de hasta tres bolsas diarias de residuos, y el barrido de la cuadra donde vivan los ganadores, una vez al mes.
Las categorías serían, en orden decreciente por su importancia, los baches considerados como “caverna”, “aljibe”, “sótano” o “lavapiés” de acuerdo con el caudal interior que cada uno registre en los días de lluvia.
Ahora hablando en serio, si hacemos números o cualquier oyente lo hace, llegaríamos a la convicción, molesta por cierto, que el municipio está gastando mucho más en publicidad mediática sosteniendo que bachea, que en insumos y horas de trabajo para superar una situación de descuido y desidia que viene ofendiendo a los cordobeses desde años atrás.
Queremos ser un polo turístico, y juro que es verdad que días pasados, un grupo de visitantes varios de cuyos integrantes se declararon procedentes de Chile y otros de Uruguay, que se divertían sacando fotos a los baches del centro.
Si hasta sería negocio ofrecerles un “bache tour” por las barriadas alejadas de las peatonales, para que se harten haciendo tomas y bueno sería que el municipio les aplicara la obligación de pagar un peso por cada foto.
Seguramente sobraría plata para encarar con seriedad, sin demagogias ni despilfarros con otros propósitos, la tarea impostergable de arreglar las calles para que seamos los cordobeses, los orgullosos de sacar fotos para guardarlas y mostrarlas después a nuestra descendencia.
Pero el concurso de baches, no deja de ser una idea como para descartar y sólo bastaría que algún espónsor se hiciera cargo de su realización.
El SUOEM, por ejemplo, que en este caso sería parte de la solución y no del problema…
Registro de la Propiedad
LA MEGACAUSA Y UNA FALTA DE RESPETO A
NUESTRA SACRA CONSTITUCIÒN NACIONAL
Podemos definir un protocolo
como el conjunto de reglas o normativas que nos dicen cómo actuar en ciertos
procedimientos a fin de tomar decisiones basadas en evidencia científica o en
“pruebas”, con la finalidad de evitar errores. En la naturaleza es casi
obligado seguir protocolos, porque la verdad de la evidencia no se puede
negociar sin arriesgarse a que nos pase factura.
Si aplicamos este término a la Justicia y a la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba, podríamos afirmar que un protocolo, también basado en la evidencia y los estudios de años, es la Constitución Nacional, cuando establece que cualquiera que resulte sospechado o acusado de un delito debe ser juzgado para que pueda defenderse y no encarcelado sin juicio previo, por las dudas.
También es protocolo cuando dispone que no deben existir comisiones especiales de jueces que tengan opiniones preestablecidas sobre el tema y que no se puede juzgar dos veces a la misma persona por el mismo hecho, todo para evitar equivocarse.
No está claro por qué ningún elemento del protocolo Constitución Nacional Argentina fue respetado en la causa del Registro, invirtiéndose, por el contrario, cada una de sus recomendaciones, por lo cual, se encarceló a los imputados sin juicio, una comisión especial se encargó de juzgarlos, y muchos juicios se repitieron más de una vez, pero es visible que en acciones humanas resulta más fácil ignorar protocolos, tapar evidencias o negociar verdades.
Habrá que esperar que en algún momento la Justicia se despabile para pasarle factura.
El Estado endeudado e incapaz
INACCIÓN, INDIFERENCIA Y PACHORRA QUE SE
UNEN EN LA REITERACIÓN DE LOS FEMICIDIOS
Dejemos alguna vez de
preocuparnos por las estadísticas, que si bien son un reflejo de una realidad
que nos agobia, para concentrarnos en la solución o la superación de los
problemas que llevan, precisamente, a transformarlos en número como si se les
quitara la trascendencia social que en realidad revisten.
Ya no importan cuántos femicidios se cometieron antes de la pandemia, su recrudecimiento posterior hasta la actualidad, los modos de eliminación, la enunciación de la relación del asesino con su víctima y otros detalles que interesadamente o no, contribuyen a desdibujar el verdadero panorama de espanto que vemos reiterarse con demasiada y dolorosa frecuencia.
Estos últimos y resonantes casos aparte de conmovernos e indignarnos, nos obligan a pensar en responsabilidades tanto de la Justicia como de la policía, en su fracaso acerca de lo preventivo; en la pachorra a la hora de adoptar determinaciones drásticas contempladas por la ley, en salvaguarda de una vida en real e inminente peligro.
Es cuando surgen interrogantes de simple respuesta, pese a lo cual nadie las brinda, como por ejemplo ¿cuàntas veces hay que denunciar un maltrato para que las estructuras oficiales muevan las cachas y reaccionen como lo imponen las circunstancias?
¿Cuántas veces tiene que acudir una víctima de malos tratos a la policía para que reiteradamente le digan, por fiaca de trabajar o por ignorancia en su formación, que en la unidad judicial no toman denuncia si no hubo agresión y si una persona ha desaparecido de su casa, que hay que esperar que pasen unos días, porque a lo mejor se fue por propia voluntad?
Eso en cuanto a lo mal que se actúa, como también se impone algo parecido a un llamado a la realidad a los abogados que toman a su cargo la defensa de un acusado, apresurándose a asegurar inocencia, aunque ese accionar sea parte de lo que la ley permite, pero no así el sentido de la ética.
En el más reciente de los casos, ocurrido con la señora de un militar en actividad no faltaron quienes con malicia o por desubicación desorientaron a quienes participaban de la febril búsqueda de la víctima, cuando de suponer que permanecía con vida se le complicaba enormemente la supervivencia por los escabrosos lugares en que se habría extraviado.
Finalmente el asesino se quebró, confesó su horrendo crimen y se me eriza la piel de solo pensar en la desesperación, la lucha inútil y el padecimiento de una mujer más débil que su matador, peleando hasta sus últimas fuerzas para conseguir que el estrangulamiento se detuviera. Esa es una imagen que seguramente al criminal lo acompañará toda su vida, si es que le queda demasiado como para gozarla.
Lo sostengo por eso de los códigos no escritos entre los asesinos, del “tratamiento” que se les brinda en la cárcel a quienes cometen crímenes tan aberrantes y luego se escudan en la fingida inocencia o en las ya vetustas chicanas de quienes los defienden.
No es para desearle el mal a nadie ni para sostener aquello de ojo por ojo y diente por diente, pero las comunidades carcelarias suelen ser implacables, aunque en este caso como en muchos otros, seguramente el criminal confeso contará con la protección de la ley aunque se pasara la ley por allí…
Con certeza, la celda de aislamiento será la que impongan al piloto de la Fuerza Aérea, o sea que lo premiarán pese a lo horrendo de su crimen.
Pero los presos tienen sus códigos y su propia justicia.
Ausente seriedad frente al drama
YA BASTA DE IMPROVISACIONES Y PARCHES
EN LA LOGÍSTICA PARA APLICAR LA VACUNA
No es para pensar que se
hubiera tratado de una improvisación la instalación de un vacunatorio VIP en el
mismísimo ministerio cuyo titular hasta pocas horas atrás, se ufanara de su
seriedad, respeto por la ley y observancia cabal de los derechos ciudadanos a
la atención especializada en tiempo de pandemia.
Pobre la imagen de un fracasado que intenta explicar lo inexplicable e inaceptable, cuando la sociedad ha sido sometida a un estado de angustia y miedo que los argentinos, de esto doy fe, no habíamos padecido jamás.
Es probable que GGG haya sido el presuntamente científico que sumó su criterio a eso de llevarnos a un encierro en muchos casos innecesario e inhumano, pero la consigna era cumplir con el cometido que en definitiva se concretó frente a la disyuntiva de preservar la economía o la vida.
Rimbombante fue el anuncio que los argentinos optábamos, al menos desde el poder, por preservar la vida por encima del quebranto de la economía y sus impredecibles consecuencias, muchas de las cuales estamos sufriendo aunque la vida haya perdido su trascendencia inicial, al menos para el gobierno, porque somos uno de los países con mayor índice de mortalidad por cantidad de habitantes.
El tema de las vacunaciones, con sus improvisaciones, errores, parches y remiendos en todos los aspectos tales como la compra de vacunas, los orígenes de ellas, la distribución territorial, los caprichos de las asignaciones de dosis, etc. se sumaron a esa pasión argentina por el atajo; por joder a la ley, por burlar preceptos básicos como respeto, convivencia y solidaridad.
Ahora se impone una rectificación al menos del rumbo de la distribución de las vacunas, a medida que vayan llegando si es que el flujo de envíos no se detiene o altera por eso de los pagos, los compromisos ideológicos, las demoras y otros factores que ayudan al despelote general.
Es para reiterar que el error inicial e imperdonable fue dejar de atender la vacunación en geriátricos y en sectores marginales, donde quedó demostrado en muertes, dolor y luto, que fueron los más afectados y para colmo, factores de masivos contagios que ahora lamentamos cuando pudimos haberlos neutralizado.
Ahora con la soga al cuello iniciamos las cosas a la inversa pero dejamos para el final a quienes debieron ser atendidos antes que al resto: los ancianos, mayores de 70 años cuyas defensas han llegado al piso.
Roguemos que las nuevas autoridades del ministerio donde fracasara GGG se ocupen de regularizar el esquema de inmunizaciones, al menos para que el dolor por la pèrdida de vidas sea menos lacerante.
La ministra actual, en quien personalmente no puedo confiar totalmente porque es discípula preferida del obligado a irse, seguramente no cuenta con la experiencia ni los valores científicos como para encarar una lucha seria contra el virus.
En definitiva y vemos los resultados de su sacralización del amiguismo y la alcahuetería, GGG resultó ser todo un científico.
Roguemos que sus discípulos no lo hayan tomado tan en serio…
Una señal alentadora
LOS TEST PARA DETECCIÓN DEL COVID ‘19
AHORA TIENEN VARIADAS ALTERNATIVAS
Es comentario generalizado la
inquietud que se genera e incrementa a medida que transcurren los días y la
posibilidad de vacunarse contra el maldito virus se va dilatando, aunque exista
ya, por fortuna, un sistema que permite anotarse de acuerdo con la edad y
esperar ser convocado formalmente para el momento del pinchazo salvador con
preciso lugar, en fecha y hora, lo que se puede llegar a considerar un notable
avance al menos en la organización de la aplicación del antídoto.
Y eso está ocurriendo en nuestra querida provincia mediterránea.
Por supuesto y a lo mejor sin el alcance mediático de la capital federal con su vacunatorio VIP, estamos convencidos y casi seguros que en Córdoba se dieron algunos casos que involucraron a ciertos políticos, deportistas, amigos del poder, algunos figurones mediáticos que juegan a ser periodistas y otros especímenes acostumbrados al atajo en lugar de optar por la civilizada y respetuosa espera.
Y en dicho contexto, una buena: la aparición de los test identificatorios del mal, que se resuelven en a lo sumo 20 minutos con absoluta certeza.
Los hay pagos -en realidad todos deben pagarse- pero en este caso ciertas mutuales los cubren.
El costo varía desde los 600 pesos que debe pagar el afiliado a IPAM en una clínica de la calle Santa Rosa y si lo hace particular, el costo es de 3.200 pesotes.
En un sanatorio de Alta Córdoba el costo del test llega a los 4.000 pesos y la sorpresa mayúscula, que no deja de ser una enorme satisfacción, que la Apross que cubre a los trabajadores estatales provinciales, jubilados y pensionados de la misma área, realizan ese estudio de manera absolutamente organizada, rápida e impecable, con la entrega del resultado en las 36 o 48 horas posteriores al hisopado.
En verdad, un lujo que se ejecuta en el Sanatorio Ferreyra del Parque Sarmiento, que debiera ser tomado como modelo de compromiso, dedicación, solidaridad y prestación realmente científica.
No deja de ser un homenaje a la memoria del querido “Gordo” Ferreyra quien tuvo por muchos años a su cargo la conducción del Sindicato de Empleados Públicos de Córdoba.
Ese personaje, ícono del sindicalismo puro, bien se lo merece, como también el aplauso para las autoridades que hicieron realidad tal servicio a la comunidad cordobesa.
PENOSA BURLA A LA ANGUSTIA QUE DESDE
EL PODER SE INSTAURÓ EN LA POBLACIÓN
“…Que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafaos” y que “es un despliegue de maldad insolente, ya no hay quien lo niegue…” y después “todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor”, que “los inmorales nos han igualao” y otras sentencias, lo que nos lleva a mezclar a G.G.G. con los científicos, a Victor Hugo Morales -otro de los beneficiarios del pinchazo- con el monto Verbitsky, a Moyano y familia incluido un nieto, con los viejos y su desesperación por salvarse sin que desde arriba los escucharan y si los escucharon se rieron de los lamentos porque eran ajenos.
En este cambalache se diluye aquella romántica imagen que nos vienen vendiendo desde hace casi un año, que éramos un modelo casi universal en materia de ataque al virus y de su prevención, mientras asomaban los negociados y acomodos que generaba y aún genera la pandemia.
Lejos y entre la bruma de las demagogias más infames quedaron sepultados aquellos derechos humanos por medio de los cuales tantos se enriquecieron y treparon en los esquemas del poder.
La doctrina del privilegio que creíamos reservada al mundillo de los legisladores y de la justicia incorporó formalmente a la mala casta política en una demostración cabal y descarnada del desprecio por sus semejantes; por los gobernados para quienes debieran ser un ejemplo de honestidad y respeto por la ley pero muchos optaron por aquella práctica de que “el que no llora no mama y el que no afana es un gil” como lo inmortalizara Discepolín emparejando las actitudes del que labura como un buey con los privilegiados que viven de los otros con “el que mata, el que cura o está fuera de la ley”.
Aquel temerario anuncio del “vamos por todo” se viene cumpliendo con aterradora certeza, porque nadie puede negar que lo ocurrido, o mejor dicho el hallazgo del vacunatorio para los bendecidos que muchos conocían, sabían de su existencia pero miraban en otra dirección pasando por alto las angustias de los que confiaron en tantos políticos científicos, que al final vienen demostrando su inclinación a la deshonestidad.
La interna dentro de un justicialismo que no es íntegramente peronista porque allì abrevan desde la derecha lopezrreguista y sus acólitos y la enriquecida izquierda paqueta de Puerto Madero, hasta el punto que la izquierda respetable por sus innegociables conceptos ideológicos, viene siendo marginada.
Y en ese cambalache el kirchnerismo que se disfrazó de peronismo en el momento de juntar votos, para lo cual se dedicó a fabricar pobres que después consoló y consuela con planes y subsidios para conservar el caudal electoral, que adelgaza como consecuencia del hambre, la desocupación, la inseguridad y la falta de respuesta a los grandes problemas del país.
No ha sido sólo el desplazamiento de un ministro nacional, porque GGG deja una discípula, de su riñón, al mando de esa cartera trascendental en tiempos de sufrida pandemia, quien sin dudas calló y encubrió la existencia del vacunatorio del escándalo.
Después de todo, la participación de Verbitsky -a quien no puedo considerar colega porque jamás hice matar a nadie, ni secuestré, ni necesité que me indultaran, ni fui batidor de los servicios- bien puede inscribirse en una “operación raje” por así decirlo, instrumentada desde muy arriba para desplazar a un errático ministro que anduvo más por la banquina que en su despacho, desde el comienzo de su lamentable gestión.
El montonero enriquecido con el dolor ajeno tiene el consuelo de sus ahorritos al haberse quedado sin trabajo, y no sería aceptable ninguna disculpa que pudiera intentar y es preferible marginarlo, como ya lo hizo una notable mayoría de la ofendida sociedad argentina desde los sectores de la decencia.
Ha sido su final, al asumir, como buen perro, la misma actitud de sus congéneres cuando los están abusando, por no caer a la guaranguería de recrear ese tan famoso dicho popular.
Y según como se vayan desarrollando los acontecimientos y sus consecuencias, no me provocaría ninguna sorpresa que a la hora de cobrar por los recientes servicios prestados entre otros, por batir a Ginés González, alcance alguna posición envidiable dentro del poder.
Es imposible que desde el despacho principal de la Casa Rosada, se ignorara la existencia de la sala especial para pinchar de inmunidad pandémica y de impunidad frente a la sociedad a personajes como Victor Hugo Morales, Marcelo Tinelli, Moria Casán y una extensa lista que se cagó en el prójimo más vulnerable.
Es hora que los argentinos vayamos afinando los mecanismos para atesorar recuerdos y vivencias que nos permitan enfrentar los trascendentes tiempos que nos esperan, sin dejar de lado que la fragilidad de la memoria nacional & popular hará el resto.
Argentina presidencia.
Y así estamos, con una cúpula que dice ignorar lo que sucede a su lado y la mugre que tan cercanamente la rodea.
MÁS DE UN AÑO DESPERDICIADO PARA
PONER EN CONDICIONES LAS ESCUELAS
El mal cuidado sumado al vandalismo inexplicable, hizo de muchas escuelas lugares inhabitables, con paredes resquebrajadas, iluminación ausente, mobiliario saqueado y baños inutilizables, lo que de por sí creaban una situación expulsiva.
Los tiempos fueron tomando ímpetu y las familias clamaban por el regreso a la enseñanza con presencia en la escuela, porque la situación de contención a niños y adolescentes en el seno del hogar se había transformado en una misión de alto riesgo con relación al buen trato entre la familia: lo imperioso era volver a las aulas.
Para colmo con eso de las clases virtuales se cayó a una penosa marginación de miles de niños imposibilitados de contar con tecnología hogareña que les permitiera seguir el ritmo de los afortunados que desde tiempo atrás, gozan tanto para estudiar como para jugar, las bondades de los últimos adelantos en materia informática.
Ahora se reanudaron las clases y en muchas escuelas su estado edilicio no deja de ser un atentado a la integridad y a la salubridad que debieran proteger tanto a los educandos como a sus docentes y el resto del personal.
Pero si el Estado invierte más dinero en hacer anuncios electoralistas que en atender las necesidades prioritarias, las situaciones adversas no se registrarán tan sólo en las escuelas, sino en todos los ámbitos que existen para el funcionamiento del poder.
Volvemos a lo mismo de siempre: cuando no se respetan ni se toman en cuenta las reales prioridades que aprietan a la sociedad, se llega a pensar en inoperancia, indiferencia o falta de compromiso con la gente por parte de quienes como gobernantes, tienen la obligación de atender todas las demandas de la comunidad.
Y la escuela es una de las fundamentales, a menos que alguien tenga la estúpida idea de buscar la ignorancia de la gente para poder imponer sus designios, basados en demagogia, promesas incumplidas, deterioro comunitario y vocación por eternizarse en el poder.
Menos publicidad, posibilitaría mejor, oportuna e imprescindible atención de la educación popular en todos sus aspectos.
Un año se ha perdido, se ha desperdiciado, no ha servido para nada.
Salvo para aumentar las angustias en un marco de amenazas a niños, adolescentes y jóvenes que en realidad no merecen tamaño maltrato a su futuro.
HABRÍA UN CONCURSO DE BACHES COMO PARTE
DE LOS ACTOS POR LA “SEMANA DE CÓRDOBA”
Debieran regalar a los ganadores tarjetas para el servicio urbano de pasajeros que circula de vez en cuando con las frecuencias que quieren tanto desde la FETAP como de la UTA, rebajas en el pago de impuestos por ejemplo en concepto de limpieza porque en eso se gasta muy poco, la asignación personalizada de un servicio diferencial de recolección de hasta tres bolsas diarias de residuos, y el barrido de la cuadra donde vivan los ganadores, una vez al mes.
Las categorías serían, en orden decreciente por su importancia, los baches considerados como “caverna”, “aljibe”, “sótano” o “lavapiés” de acuerdo con el caudal interior que cada uno registre en los días de lluvia.
Ahora hablando en serio, si hacemos números o cualquier oyente lo hace, llegaríamos a la convicción, molesta por cierto, que el municipio está gastando mucho más en publicidad mediática sosteniendo que bachea, que en insumos y horas de trabajo para superar una situación de descuido y desidia que viene ofendiendo a los cordobeses desde años atrás.
Queremos ser un polo turístico, y juro que es verdad que días pasados, un grupo de visitantes varios de cuyos integrantes se declararon procedentes de Chile y otros de Uruguay, que se divertían sacando fotos a los baches del centro.
Si hasta sería negocio ofrecerles un “bache tour” por las barriadas alejadas de las peatonales, para que se harten haciendo tomas y bueno sería que el municipio les aplicara la obligación de pagar un peso por cada foto.
Seguramente sobraría plata para encarar con seriedad, sin demagogias ni despilfarros con otros propósitos, la tarea impostergable de arreglar las calles para que seamos los cordobeses, los orgullosos de sacar fotos para guardarlas y mostrarlas después a nuestra descendencia.
Pero el concurso de baches, no deja de ser una idea como para descartar y sólo bastaría que algún espónsor se hiciera cargo de su realización.
El SUOEM, por ejemplo, que en este caso sería parte de la solución y no del problema…
LA MEGACAUSA Y UNA FALTA DE RESPETO A
NUESTRA SACRA CONSTITUCIÒN NACIONAL
Si aplicamos este término a la Justicia y a la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba, podríamos afirmar que un protocolo, también basado en la evidencia y los estudios de años, es la Constitución Nacional, cuando establece que cualquiera que resulte sospechado o acusado de un delito debe ser juzgado para que pueda defenderse y no encarcelado sin juicio previo, por las dudas.
También es protocolo cuando dispone que no deben existir comisiones especiales de jueces que tengan opiniones preestablecidas sobre el tema y que no se puede juzgar dos veces a la misma persona por el mismo hecho, todo para evitar equivocarse.
No está claro por qué ningún elemento del protocolo Constitución Nacional Argentina fue respetado en la causa del Registro, invirtiéndose, por el contrario, cada una de sus recomendaciones, por lo cual, se encarceló a los imputados sin juicio, una comisión especial se encargó de juzgarlos, y muchos juicios se repitieron más de una vez, pero es visible que en acciones humanas resulta más fácil ignorar protocolos, tapar evidencias o negociar verdades.
Habrá que esperar que en algún momento la Justicia se despabile para pasarle factura.
INACCIÓN, INDIFERENCIA Y PACHORRA QUE SE
UNEN EN LA REITERACIÓN DE LOS FEMICIDIOS
Ya no importan cuántos femicidios se cometieron antes de la pandemia, su recrudecimiento posterior hasta la actualidad, los modos de eliminación, la enunciación de la relación del asesino con su víctima y otros detalles que interesadamente o no, contribuyen a desdibujar el verdadero panorama de espanto que vemos reiterarse con demasiada y dolorosa frecuencia.
Estos últimos y resonantes casos aparte de conmovernos e indignarnos, nos obligan a pensar en responsabilidades tanto de la Justicia como de la policía, en su fracaso acerca de lo preventivo; en la pachorra a la hora de adoptar determinaciones drásticas contempladas por la ley, en salvaguarda de una vida en real e inminente peligro.
Es cuando surgen interrogantes de simple respuesta, pese a lo cual nadie las brinda, como por ejemplo ¿cuàntas veces hay que denunciar un maltrato para que las estructuras oficiales muevan las cachas y reaccionen como lo imponen las circunstancias?
¿Cuántas veces tiene que acudir una víctima de malos tratos a la policía para que reiteradamente le digan, por fiaca de trabajar o por ignorancia en su formación, que en la unidad judicial no toman denuncia si no hubo agresión y si una persona ha desaparecido de su casa, que hay que esperar que pasen unos días, porque a lo mejor se fue por propia voluntad?
Eso en cuanto a lo mal que se actúa, como también se impone algo parecido a un llamado a la realidad a los abogados que toman a su cargo la defensa de un acusado, apresurándose a asegurar inocencia, aunque ese accionar sea parte de lo que la ley permite, pero no así el sentido de la ética.
En el más reciente de los casos, ocurrido con la señora de un militar en actividad no faltaron quienes con malicia o por desubicación desorientaron a quienes participaban de la febril búsqueda de la víctima, cuando de suponer que permanecía con vida se le complicaba enormemente la supervivencia por los escabrosos lugares en que se habría extraviado.
Finalmente el asesino se quebró, confesó su horrendo crimen y se me eriza la piel de solo pensar en la desesperación, la lucha inútil y el padecimiento de una mujer más débil que su matador, peleando hasta sus últimas fuerzas para conseguir que el estrangulamiento se detuviera. Esa es una imagen que seguramente al criminal lo acompañará toda su vida, si es que le queda demasiado como para gozarla.
Lo sostengo por eso de los códigos no escritos entre los asesinos, del “tratamiento” que se les brinda en la cárcel a quienes cometen crímenes tan aberrantes y luego se escudan en la fingida inocencia o en las ya vetustas chicanas de quienes los defienden.
No es para desearle el mal a nadie ni para sostener aquello de ojo por ojo y diente por diente, pero las comunidades carcelarias suelen ser implacables, aunque en este caso como en muchos otros, seguramente el criminal confeso contará con la protección de la ley aunque se pasara la ley por allí…
Con certeza, la celda de aislamiento será la que impongan al piloto de la Fuerza Aérea, o sea que lo premiarán pese a lo horrendo de su crimen.
Pero los presos tienen sus códigos y su propia justicia.
YA BASTA DE IMPROVISACIONES Y PARCHES
EN LA LOGÍSTICA PARA APLICAR LA VACUNA
Pobre la imagen de un fracasado que intenta explicar lo inexplicable e inaceptable, cuando la sociedad ha sido sometida a un estado de angustia y miedo que los argentinos, de esto doy fe, no habíamos padecido jamás.
Es probable que GGG haya sido el presuntamente científico que sumó su criterio a eso de llevarnos a un encierro en muchos casos innecesario e inhumano, pero la consigna era cumplir con el cometido que en definitiva se concretó frente a la disyuntiva de preservar la economía o la vida.
Rimbombante fue el anuncio que los argentinos optábamos, al menos desde el poder, por preservar la vida por encima del quebranto de la economía y sus impredecibles consecuencias, muchas de las cuales estamos sufriendo aunque la vida haya perdido su trascendencia inicial, al menos para el gobierno, porque somos uno de los países con mayor índice de mortalidad por cantidad de habitantes.
El tema de las vacunaciones, con sus improvisaciones, errores, parches y remiendos en todos los aspectos tales como la compra de vacunas, los orígenes de ellas, la distribución territorial, los caprichos de las asignaciones de dosis, etc. se sumaron a esa pasión argentina por el atajo; por joder a la ley, por burlar preceptos básicos como respeto, convivencia y solidaridad.
Ahora se impone una rectificación al menos del rumbo de la distribución de las vacunas, a medida que vayan llegando si es que el flujo de envíos no se detiene o altera por eso de los pagos, los compromisos ideológicos, las demoras y otros factores que ayudan al despelote general.
Es para reiterar que el error inicial e imperdonable fue dejar de atender la vacunación en geriátricos y en sectores marginales, donde quedó demostrado en muertes, dolor y luto, que fueron los más afectados y para colmo, factores de masivos contagios que ahora lamentamos cuando pudimos haberlos neutralizado.
Ahora con la soga al cuello iniciamos las cosas a la inversa pero dejamos para el final a quienes debieron ser atendidos antes que al resto: los ancianos, mayores de 70 años cuyas defensas han llegado al piso.
Roguemos que las nuevas autoridades del ministerio donde fracasara GGG se ocupen de regularizar el esquema de inmunizaciones, al menos para que el dolor por la pèrdida de vidas sea menos lacerante.
La ministra actual, en quien personalmente no puedo confiar totalmente porque es discípula preferida del obligado a irse, seguramente no cuenta con la experiencia ni los valores científicos como para encarar una lucha seria contra el virus.
En definitiva y vemos los resultados de su sacralización del amiguismo y la alcahuetería, GGG resultó ser todo un científico.
Roguemos que sus discípulos no lo hayan tomado tan en serio…
Una señal alentadora
LOS TEST PARA DETECCIÓN DEL COVID ‘19
AHORA TIENEN VARIADAS ALTERNATIVAS
Y eso está ocurriendo en nuestra querida provincia mediterránea.
Por supuesto y a lo mejor sin el alcance mediático de la capital federal con su vacunatorio VIP, estamos convencidos y casi seguros que en Córdoba se dieron algunos casos que involucraron a ciertos políticos, deportistas, amigos del poder, algunos figurones mediáticos que juegan a ser periodistas y otros especímenes acostumbrados al atajo en lugar de optar por la civilizada y respetuosa espera.
Y en dicho contexto, una buena: la aparición de los test identificatorios del mal, que se resuelven en a lo sumo 20 minutos con absoluta certeza.
Los hay pagos -en realidad todos deben pagarse- pero en este caso ciertas mutuales los cubren.
El costo varía desde los 600 pesos que debe pagar el afiliado a IPAM en una clínica de la calle Santa Rosa y si lo hace particular, el costo es de 3.200 pesotes.
En un sanatorio de Alta Córdoba el costo del test llega a los 4.000 pesos y la sorpresa mayúscula, que no deja de ser una enorme satisfacción, que la Apross que cubre a los trabajadores estatales provinciales, jubilados y pensionados de la misma área, realizan ese estudio de manera absolutamente organizada, rápida e impecable, con la entrega del resultado en las 36 o 48 horas posteriores al hisopado.
En verdad, un lujo que se ejecuta en el Sanatorio Ferreyra del Parque Sarmiento, que debiera ser tomado como modelo de compromiso, dedicación, solidaridad y prestación realmente científica.
No deja de ser un homenaje a la memoria del querido “Gordo” Ferreyra quien tuvo por muchos años a su cargo la conducción del Sindicato de Empleados Públicos de Córdoba.
Ese personaje, ícono del sindicalismo puro, bien se lo merece, como también el aplauso para las autoridades que hicieron realidad tal servicio a la comunidad cordobesa.
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