28 de febrero de 2021

S.L.B: ¿ERA NECESARIA LA LEJANÍA PARA PATENTIZAR TANTA HISTERIA? - UN ESCENARIO POCO CLARO EN EL REGRESO A LAS AULAS - NO SERÁ MUNICIPALIDAD PARALELA, PERO DISPARA ALERTAS - EN LA MEGACAUSA, PRISIONEROS Y CARCELEROS - ENTENDIERON POR FIN LO DE VACUNAR A LOS VIEJOS - LA FAMILIA BAEZ Y SUS PERIPECIAS CON LA JUSTICIA - EL AUMENTO A JUBILADOS, UN PUÑADO DE MONEDAS, ETC.

 Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” difundido el 28/02/21 en dúplex por AM580 y la FM 88.5 ambas dependientes de Radio Universidad Nacional de Córdoba.

Catarsis presidencial en México
NO ES BUEN GUSTO NI DIPLOMACIA IR DE VISITA
PARA ENSUCIAR EL BAÑO DE  LOS ANFITRIONES
 
   En el manual no escrito de las buenas costumbres que cualquier mortal por lo menos dice conocer, existen preceptos tan añejos como incuestionables o al menos, muy difíciles de ser violentados si de respetar al prójimo se trata especialmente en el caso de aquella milenaria tradición de ocupar el rol de anfitrión como de visitante en cualquier circunstancia de la vida.
   Hay algunas sonoras excepciones y tomo al azar aquella del abierto “provechito” después de comer, que para ciertas culturas es una demostración de satisfacción que se brinda al dueño de casa, pero para otras que no es otra cosa que un repudiable eructo, no provoca simpatías sino desprecio y asco por quien se atreviese al hecho de ofrecerla públicamente, sin remilgos ni tapándose el hocico con la servilleta que en un momento del ágape utilizó para sonarse el naso.
   Debe ser por esos antecedentes que cualquiera de nosotros tiene presentes a la hora de invitar o ser invitado, que cuando descubrimos el perpetrar una situación de ese calibre y ordinariez, nos espanta la certeza del callado sufrimiento que sin dudas padecen los receptores de una visita, a la que se atiende con especiales honores y generosa deferencia poniéndole mullidas alfombras, banda de música al recibirla y los regalos de práctica que se intercambian aunque algunas veces representen un indisimulable acto de hipocresía, como aquel regalo -lo tomé como ejemplo de mal gusto- que EvoMorales en el Vaticano le entregara al Papa Francisco, episodio que no creo alguien haya olvidado.
   Todos estos detalles son meramente ilustrativos como para tratar de entender la actitud de nuestro Sr. Presidente de la Nación en su reciente visita a México llevado por inquietudes sin dudas diplomáticas, en el marco del tratamiento de cuestiones vitales tanto para ellos como para nosotros, supongo que en el campo de la mutua cooperación en diversas actividades y en las òptimas relaciones entre ambos países, asociados ahora incluso en el tema de las vacunas para prevenir el Coronavirus.
   Es para entender, humanamente evaluando, que el Dr. Fernández viajó con el alma estrujada de bronca por la enorme repercusión que alcanzara, incluso a nivel mundial, la revelación de la existencia de un “vacunatorio VIP” en el seno de un ministerio clave en su gestión de ataque y contención de la pandemia, con todas sus implicancias políticas, económicas e ideológicas que supone, más aún en un marco de virtual inicio de tiempos preelectorales agravado por el malestar social, la escalada de precios, la pérdida del poder adquisitivo del dinero, la desocupación, el endeudamiento, los juicios en marcha que involucran a ciertos personajes vinculados con el poder y el grado de ciclotimia que caracteriza al abordar  ciertas conflictivas situaciones.
   Sin embargo y a la hora de la evaluación de conductas y de actitudes, no aparece como potable esa determinación adoptada lejos de nuestra geografía y en casa ajena, equivalente a usarle abusivamente el baño a los dueños de casa para dejarles como presente de visita protocolar y casi amical un rosario de acusaciones, sospechas y advertencias con relación al descubrimiento de una situación anormal que sus propios malos funcionarios, le vinieron escondiendo hasta que saltó el pus de la indignación mediática, nacional y popular.
   No siempre las oportunidades que se presentan son aprovechables para la catarsis y corren el riesgo de transformarse en imprudencias diplomáticas como fue este caso y basta con haber apreciado la mirada perpleja de López Obrador, para que hubiéramos tomado en cuenta que más que una alocución dedicada al anfitrión, fue un severo tirón de orejas, o de algunas otras anatomías pudendas direccionadas a la propia tropa, que el agradecimiento a su colega mexicano por su generosidad.
   De todas maneras poco gana en lo político quien se desgañita en baño ajeno y después, ya jugando como local, permite entre otras licencias, que la más
aventajada discípula de quien accedió a la imposición de renunciar, está ocupando el mismo cargo y quienes tuvieron la responsabilidad de tolerar irregularidades a través de las cuales se ponen vidas en peligro, aún continúan en funciones.
   Si lo trasladamos al baño local, es más o menos como haber olvidado quién o quienes abrió o abrieron las puertas a un mocoso que jugando a ser médico, cometió tropelías de las que nadie, por el momento, se hace responsable.
   Porque ese pibe, dentro de todo, no deja de ser una especie de pandemia en su fase inicial, que si la dejaban evolucionar impunemente un tiempito más, hubiéremos tenido que multiplicar sus nefastas consecuencias.
   Es imposible que el tipo haya actuado sólo y por iniciativa propia.
 
Demasiadas fallas edilicias
A LOS EMPUJONES Y EN UN ESCENARIO POCO CLARO
CÓRDOBA  REGRESA  A  LAS CLASES  PRESENCIALES
 
   Cualquier mortal medianamente preparado en lo intelectual y con sólo la educación primaria superada, debe tener conciencia que es imposible ganarle a los relojes no en cuanto a su eterna y sostenida velocidad, sino a su condición de permanente.
   Por eso es que llama la atención que personas sospechadas de inteligentes, experimentadas en la administración de organismos vitales para la sociedad, se permitan ofender a los tiempos intentando dos utopías: en primera instancia ganarle a los relojes y al advertir que eso es imposible, pretender detenerlos.
   Eso es más o menos lo que viene aconteciendo con el meneado tema del regreso a la escolaridad presencial en Córdoba, un tema tan pero tan manoseado con las idas y vueltas, indecisiones y arrebatos, determinaciones y falencias, dudas y errores, equivocaciones a la hora de analizar la realidad y otros factores adversos, que nos llevan a pensar que cualquier determinación que se adopte en tal sentido corre el riesgo de fracasar en sus objetivos por eso que, vuelvo a lo mismo, es el berretín de pensar cada funcionario que es el dueño de los tiempos.
   Y no es así, porque son irrecuperables los días que se perdieron tanto de clases como para aprovecharlos en poner en condiciones al menos dignas a muchos recintos que albergan en el año lectivo tanto a educandos como alumnos, aparte de todo ese ejército anónimo que trabaja en aras de la educación de la comunidad.
   Se vuelve a las aulas, aunque es difícil que todas estén en condiciones de habitabilidad, al igual que los sistemas sanitarios, la conformación ambiental y todo lo que rodea al manejo de una escuela en estos inéditos tiempos de pandemia.
   Es probable que como ejemplo, lo que resulte de esta experiencia de reinicio de clases presenciales sirva para incorporarla a la historia por si tenemos la mala suerte que se repita o en el hipotético caso que no se supere.
   Cada escuela tendrá su equipo informático como para impartir las clases virtuales, pero ¿cuánto tiempo deberá transcurrir para que ocurra lo propio con cada alumno, en tiempos de tan castigada economía?
   Todos estos factores debieron ser tenidos en cuenta antes y no ahora cuando los relojes indetenibles marcan los tiempos inflexibles, y tomar conciencia que se desaprovechó un año para trabajar en procura de esperar al alumnado y la docencia que regresen y se encuentren en un escenario de normalidad, y no en un ámbito donde los parches y los remiendos no aseguren para nada su calidad.
   Para poner en orden las escuelas, hubiera bastado con dedicarles solo tres o cuatro meses, y presupuesto, por supuesto.
   Porque de los relojes, el tiempo implacable es quien se encarga de ellos.
 
Crecimiento de la planta de personal
AUNQUE NO ALCANZA -TODAVÍA- PARA PENSAR EN
MUNICIPALIDAD PARALELA, HAY LUCES DE ALERTA
 
   La política aplicada a la inteligencia y la inteligencia aplicada a la política, suelen ser actitudes reservadas no para cualquier personaje vinculado con el poder, sino más bien destinada a mentes privilegiadas que dejando de lado eso que le llaman apetencias, estructura de tal manera su gestión como para asegurarse que el resultado será positivo al menos para la sociedad.
    La Municipalidad de Córdoba ha permanecido virtualmente paralizada a lo largo de casi un año, excepción hecha de algunos servicios vitales los cuales mostraron cierto deterioro como el control del transporte, la verificación del estado de higiene en la ciudad, el control del caótico tránsito urbano y otras
situaciones desatendidas como los baches callejeros que se cuentan por miles pero sólo se ocupan de algunos para tomar la foto que luego mediatizan.
   Bien conocemos los cordobeses el grado de conflictividad que destaca al ámbito comunal con relación al gremio, que en su momento alcanzó elevada temperatura por aquella amenaza de “incendiar Córdoba” proferida desde la incontenible verborragia sindical.
   Y entonces ahora, cuando advertimos que la autoridad comunal abrió las puertas para el ingreso de nuevos integrantes del plantel de personal, llegamos a suponer que seguiría creciendo en cantidad como para justificar eso que se exageraba de declarar como ciudad al Palacio 6 de Julio por tener más de 15 mil habitantes.
   Eso, también lo suponíamos sin descartarlo como posibilidad, generaría beneplácito en la conducción gremial por una parte, al tener màs aportantes hasta que se nos cruzó por la cabeza eso que los ingresantes, sin dudas, serían tropa del nuevo intendente, en su condición de eventuales militantes y eso si, pudo poner nerviosa a una conducción acostumbrada a renovar sus mandatos de manera virtualmente indefinida como lo demostró la vigencia de Daniele por
más de tres décadas.
   Así planteada la situación, a la ciudadanía le importa medio bledo la lucha interna del sindicato o los enfrentamientos que tenga con el departamento ejecutivo municipal, mientras el vecino tome en cuenta que se lo atiende; que no se lo rechaza y no que sólo se lo tiene en cuenta a la hora de pagar sus impuestos, tasas y contribuciones que de rebote fortalecen las arcas sindicales.
   Miren, la verdad, hagan lo que quieran, pero que los “chalecos” laburen y hagan todo aquello que la comuna se ve obligada a tercerizar por la displicencia de su planta permanente, a la hora de cumplir con sus obligaciones.
   Y si los novatos no aprenden que en la ciudad manda el vecino con su voto, de esos vecinos es que depende la seguridad que puedan tener de continuar cobrando su mensualidad. Y en cuanto al gremio, que calme sus nervios cumpliendo con su deber y no tema que los empleados nuevos puedan llegar a conformar una fuerza electoral que ponga en jaque esa perniciosa lujuria de suponer que en sus cargos, son todos eternos.
 
Megacausa del Registro de la Propiedad
ESA MARCADA OPOSICIÓN QUE EXISTE
ENTRE  PRISIONEROS  Y  CARCELEROS
 
   Prisión y cárcel son términos sinónimos, aludiendo ambos a lugares de encierro y privación de la libertad. Curiosamente, de ellos se desprenden dos palabras opuestas: prisionero y carcelero. La Real Academia Española define como prisionero a quien cae en poder del enemigo, o a la persona que está presa por causas que no son delito, y como carcelero, a quien cuida la cárcel, esto es, a uno u otro lado de la reja.
   En la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba la mayoría de los imputados y condenados, pese a ser empleados o personas comunes, que viven de sus trabajos, sin antecedentes penales ni fortuna, fueron encerrados durante años sin realizarse un juicio previo. 
   No es un dato menor saber que, salvo excepciones, no existen denuncias de víctimas, ni querellantes particulares contra estos imputados, mientras abundan testimonios contra altos funcionarios, con poder y responsabilidad en el momento de los hechos y abultadas fortunas poco explicadas.
   A la luz de esta realidad podría considerarse a los detenidos en esta causa bajo prisión preventiva como prisioneros, afirmando que están presos por causas que no son delito, por cuanto al no haber sido juzgados conservan el estado de inocencia, no existiendo certeza de las acusaciones en su contra.
   A su vez se podría denominar carceleros a los magistrados de la misma y única comisión especial, que de manera persistente dictan, mantienen y cuidan esas prolongadas prisiones. 
   Restaría saber quién es el enemigo detrás de todo esto. 
 
Aquellos elegidos nunca esperaron
LOS VIEJOS SIN PRIVILEGIOS HICIERON ENTRAR EN
RAZONES A LOS ‘CIENTÍFICOS’ DE LA VACUNACIÓN
 
   Todo un drama representaba eso de gestionar individualmente el turno para la vacunación, sabiendo las autoridades que nuestro sistema telefónico no se destaca por lo dinámico y que la programación de las respuestas no alcanzaría para satisfacer una explosiva demanda.
   Y eso ocurrió, con los 0-800 colapsados por una parte y por otra esa pésima costumbre de atender el llamado mediante una máquina que te viene mintiendo que estás en espera porque los operadores, todos ocupados, no pueden atenderte y que te mantengas en línea.
   La macana es que pasada a veces media hora con una mano acalambrada sosteniendo el tubo del teléfono, una lacónica voz de radioteatro te condena con eso de “lo lamentamos pero por el momento no podemos atenderte. Inténtalo de
nuevo màs tarde” y es lo que motiva el recuerdo poco afectuoso hacia toda la parentela del responsable de haber diseñado esa costumbre de despersonalizar para que así nadie asumiera responsabilidades.
   Hay que atender que desde cierta edad hacia arriba, no es fácil, cómodo ni siquiera viable, intentar que una persona anciana recorra y memorice todos los vericuetos que lo aguardan agazapados en esas maquinarias de decir “que no” a lo que uno està buscando durante horas y horas.
   Y en una actitud que bien merece ser destacada, se resolvió en consecuencia liberar a la gente que haya superado los 70 pirulos, de esa engorrosa obligación de perder la calma y consumir más ansiolíticos que los recomendados, por dedicarse a pedir un turno y no conseguirlo por más esfuerzo y dedicación que se muestre y entregue.
   Es también cuando la indignación le gana a la paciencia y a la esperanza, de sólo pensar que decenas de vivillos, carteludos del poder o amigos o amigas de esos poderosos, ni siquiera se molestan en pedir ventajas porque les ofrecen virtualmente una vacunación a domicilio, sin riesgosas ni incómodas esperas.
   Lo que ahora resta es que quienes operan las líneas telefónicas, especialmente la 0-800-122-1444 opción 4 sean instruidas en dos aspectos: simpleza para explicar lo que se debe hacer, paciencia con la gente mayor y directivas claras, porque me consta que en dos llamados distintos al mismo número, fueron también distintas las respuestas y las recomendaciones.
   No son tiempos de improvisar soluciones y menos aún para quienes no están en condiciones de evaluarlas, asumirlas y llevarlas a la pràctica y es como si quienes a sabiendas no aportan la orientación necesaria, es porque a lo mejor no tienen gente mayor dentro de la familia o piensen que jamás llegarán a viejos.
   Si en los diarios, radios y TV se publicitó que no será necesario gestionar turno de vacunación para las personas mayores de 70 años, que se unifique el discurso de atención a los llamados y la respuesta sea uniforme y no que deje más dudas que certezas.
   Esa gente, los mayores, viven pensando en minutos o en segundos, mientras que quienes dicen entenderlos, piensan por lo menos en años.
   Esa suele ser la diferencia que más daños hace a la gente mayor.
 
Sospechosas relaciones con el poder
PELIGRA LA ARMONÍA EN LA FAMILIA BAEZ POR AQUEL
ATÁVICO TEMOR A PERDER LOS BIENES Y LA LIBERTAD
 
   Realmente, si alguna vez pasado cierto tiempo, alguien tuviera la ocurrencia de producir un teleteatro tomando de modelo la realidad de ciertas situaciones familiares, cuando al núcleo lo invaden la angurria y el dinero fácil, más de un espectador pensaría en un exceso de imaginación por las alternativas por una parte penosas y lamentables especialmente por sus consecuencias y derivaciones.
   No me parece aceptable y menos creible que intente hablar de asociación ilícita cuando del caso en particular se conocen detalles a grandes rasgos y no las menudencias de la situación que llevó a un empleado bancario al acceso a una fortuna con màs propiedades -dicen que superan las 1.400 y no tan sólo en nuestro país- que se suman a numerosos autos de alta gama, yates y creo que hasta en jet.
   Todo eso, así durante medio año ganara semanalmente el Quini 6, el Loto y el Brinco, lo consiguió Làzaro Baez de acuerdo con lo que consignan y posiblemente exageren las malas lenguas, por su manejo de la obra pública ayudado por autoridades provinciales de la provincia de Santa Cruz en su momento y luego gozando la vigencia de sus conexiones con la misma gente que ocupara luego altos cargos en el nivel nacional.
   Varios años lleva ya la causa en la que se acusa al mentor de “La Rosadita” esa financiera residencia donde en lugar de contar los dólares malhabidos preferían pesarlos porque eran tantos, hasta los tiempos actuales de causas, juicios y condenas.
   Y en un espacio periodístico uno de los hijos de Làzaro, el joven Leandro Báez habló sobre el castigo que le aplicaran junto a otros familiares y a su padre, quien fue sentenciado a 12 años de prisión por lavado de dinero.
   “El día de la condena me sentí amargado, con bronca”, sostuvo el muchacho, quien contó además que el empresario “habló con cada uno de sus hijos e hizo un mea culpa”, al ser consultado sobre si se había arrepentido por la situación judicial de su familia.
   Aunque muchos creen que el “mea culpa” es tomar diuréticos y hacerse encima, indicó que Lázaro Báez no dará entrevistas porque “prefiere no hablar con nadie”, y aseguró que nunca tuvo sospechas sobre las empresas y el crecimiento patrimonial de su padre agregando “a mi viejo siempre lo vi laburando, tanto en el banco de la provincia como en las empresas constructoras”.
   Días atrás, el Tribunal Oral Federal 4 condenó a 12 años de prisión a Lázaro Báez por el delito de lavado de dinero a través de la financiera SGI, conocida como “La Rosadita”, esa donde pesaban los paquetes de dólares y el empresario por el momento seguirá con prisión domiciliaria en su casa porque las condenas no están firmes y para ello pueden pasar varios años. La Justicia dictó además una condena de nueve años de prisión para Martín Báez, otro de los hijos del empresario, en la misma causa.
   Leandro Báez recibió 5 años de cárcel, en tanto que sus hermanas Luciana y Melina Báez fueron condenadas a 3 años, por lo que no irán a la cárcel y tendrán la obligación de fijar domicilio y someterse al cuidado del patronato de liberados
   Allì no termina todo: uno de los hijos del detenido empresario Lázaro Báez, Leandro, recusó al juez federal Sebastián Casanello en la causa por lavado de activos en la que están procesados su padre y su hermano Martín y sostuvo que el magistrado ignoraría "el rol protagónico" que habría tenido en los delitos la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
"Muchas de las pruebas del expediente, incluida la declaración del señor Leonardo Fariña (utilizadas por el juez para los allanamientos y procesamientos de Martín y Lázaro Báez) hacen alusión a un rol protagónico por la ex presidente" Cristina Fernández de Kirchner, sostuvo la defensa de Leandro Báez. Según los defensores, en la actualidad "existe un claro direccionamiento del proceso hacia la familia Báez y una clara intencionalidad de desligar a los funcionarios públicos y, puntualmente, a todos aquellos que formaban parte de la administración de Cristina Fernández de Kirchner".
   No es complicado advertir que siempre, invariablemente, en la familia por más numerosa o no que fuera, existe alguno de sus miembros que se diferencia del resto, alguna vez en cuanto al respeto por lo ajeno aunque le cueste la herencia.
   Puede que las cosas alguna vez se terminen, aunque lo más trascendente sería que de alguna manera la Justicia actúe para que todos los bienes incautados a los responsables de estas conductas delictivas, regresen al pueblo.
   Dicen que llegado el momento bíblico, alguien junto a cierta tumba ordenaría: “Làzaro, levántate y devuelve”.
 
Jubilados cautivos de un esquema perverso
¿MERECE  SER  TOMADO  COMO  AUMENTO UN MONTO
QUE SE LIMITA A UN PUÑADO MENSUAL DE MONEDAS?
 
   Después de todo, un oficialista de nivel nacional supo decirme a principios de esta semana y sin ponerse colorado, que analicemos lo que analicemos, que nos quejemos como quisiéramos quejarnos, “esos viejitos –palabras textuales- están acostumbrados a recibir monedas”.
   Realmente vomitiva la sentencia, pero si se trata de un sincericidio hay que aportarle el valor agregado de la realidad, porque esos viejitos, a los que alude este fanático nacional & popular, no tiene manera de quejarse, no es mucha la vida que le queda para malgastarla en amarguras y sobrelleva con la dignidad de su paciencia ilimitada lo que le queda con las esperanzas avasalladas por una resignación que no  merece padecer.
   El tema es que una vez más, los jubilados son víctimas de la indiferencia y el ninguneo del poder central, que dispuso primero una modificación en el esquema de actualizaciones que siempre es humillado por la inflación, les hacen creer que cobrarán más y luego la asignación de un bono con lo que se pretende equiparar su miseria con los índices que miente como siempre el Indec.
   Lamentable desde cualquier punto de vista, aunque solo sea desde el enfoque del respeto por la condición humana y por esa especie de reverencia que merecen -al menos en los países adelantados- los que han sobrevivido a décadas de esfuerzo, sacrificio y aportes a las cajas del Estado que les tomaron esos dineros para administrarlos y devolvérselos a la hora del jubileo.
   Gigantesca, grotesca y repudiable estafa a la credibilidad de gente mayor, sin poder de fuego ni ánimo de protestar, ni siquiera cuando advierte que esos fondos por ellos aportados van a parar a destinos indignos.
   Una nueva afrenta a los viejos, que ya ni siquiera sirve como llamado de atención a los dirigentes gremiales, esos tipos convencidos de la eternidad con el poder y en la vida.

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