7 de noviembre de 2021

S.L.B.: LA POLICÍA Y LAS MALAS ARTES DE "FABRICAR" PROCEDIMIENTOS - NO ES NOVEDAD QUE EL PRECIO DE LOS MEDICAMENTOS SUPERE A LA INFLACIÓN - UN PAPELÓN DE MACRI NO ALCANZÓ A SER ESCÁNDALO - SOBRE LA INOCENCIA Y LA MEGACAUSA DEL REGISTRO - PELEANDO ENTRE ELLOS PERDERÁN LOS DOS - RESONANTES, OCULTOS Y NEGADOS ENRIQUECIMIENTOS - CUANDO LA DIGNIDAD NO COTIZA EN REGALOS, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos”, edición nº 698 emitido el 7/11/21 en dúplex por AM580 y la FM88.5 ambas dependientes de Radio Universidad Nacional de Córdoba.

Policía de un poder silencioso
EL OCULTAMIENTO DE LA REALIDAD NO HACE
QUE DESAPAREZCA  SINO  QUE  SE  POTENCIE
 
   Lo peor que le puede suceder a una sociedad que dentro de todo es respetuosa del poder que la rige, es esa pesada invasión de silencios -aunque suene absurdo- que suele rodear al trascendido de hechos impactantes que nos afectan, lo que se agrava si resultan víctimas personas inocentes, desvalidas o desamparadas.
   Es en esas condiciones especiales que se abroquelan en una trinchera corporativa varios de los sectores involucrados en las dudas, como el caso de la policía, la justicia y el poder político, seguramente por sentir afectada su imagen lo que a veces se toma como más trascendente que el daño que recibe la población o cualquiera de sus estamentos.
   Es conocida esa maldita e impune costumbre policial de esconder los hechos delictivos aunque en la mayoría de los casos y por obediencia debida aplican eso que bien puede llamarse “operativo silencio”, en la creencia que al no trascender, quedan a salvo tanto la institución como quienes la conducen.
   Pero el efecto es adverso porque el común de la gente, frente a una falsa y repudiable sensación de seguridad baja los brazos, relaja sus cuidados, debilita sus miedos y es en tal estado que los hechos delictivos se multiplican frente a un estado de indefensión general, que para colmo desde el mismo poder que lo genera se intenta maquillarlo de “sensación” y no de cruda realidad que agobia hasta el hartazgo.
   De todo lo que viene ocurriendo, de las denuncias que por cientos se hacen, toma estado público un porcentaje menor pero por eso que la mentira tiene las patas cortas, muchas veces los medios periodísticos se encargan de divulgar secretos bobos, tontos y casi intrascendentes pero que en las estadísticas suman negatividad que es precisamente lo que el gobierno pretende infantilmente superar, con un absurdo y pernicioso silencio.
   Seguramente es por todos estos detalles que al conocerse, mediante un acto de sincericidio de un efectivo de cierta jerarquía dentro de la fuerza azul, que desde la superioridad les ordenarían simular hechos positivos con lo que buscarían equilibrar los números cuestionables de las estadísticas, se cae desde las autoridades a una situación de suponer que se burlan de la inteligencia de la gente, de su seguridad, de sus miedos, de sus dramas y de vivir sobre ascuas frente a una amenaza que esa fuerza no enfrenta vaya Dios a saber por qué, si es por incapacidad, por compromisos o por no agitar más los reales fantasmas del terror que tanto abruman a los cordobeses.
   Si es cierto que les obligaban a inventar procedimientos, si la costumbre instaurada era o sigue siendo esa del engaño estúpido y censurable, más que la fuerza azul que se esmera en protegerse hacia adentro, que actúe la Justicia o nada cambiará, aunque pregonen que cambia, que mejora, que se superan, que son exitosos y que estamos realmente amparados por ellos, que representan a la ley.
   Si de una buena vez no se actúa con el rigor necesario e imprescindible, sin amiguismos, trenzas, compromisos partidarios u otros factores perniciosos y se nos devuelve la tranquilidad que nos merecemos y nos niegan, no se quejen después de las consecuencias no tanto en el campo electoral, sino en el respeto de la gente que advierte que cada día el poder se hace menos merecedor.
   Porque cuando se pierde el respeto por la autoridad, es la anarquía el tipo de vida que se adueña de las ciudades.
   Y a eso, no lo merecemos…
 
Nunca fue distinto…
QUE EL PRECIO DE LOS MEDICAMENTOS SUPERE
A LA INFLACIÓN  ES  UN  DRAMA DESDE SIEMPRE
 
   A veces la memoria suele jugarnos en contra, por ejemplo cuando intentamos recordar si alguna vez el precio de los medicamentos en general fue inferior a los índices inflacionarios en un país como el nuestro, donde esos dos factores, precios e inflación, deben ser sin dudas los más estudiados y también bastardeados, porque negarlo…
   La cuestión es que la realidad ha mostrado en estos últimos tiempos que el precio de las especialidades médicas o de laboratorio han superado con creces a los valores relacionados con la depreciación de nuestra moneda en su calidad de compra, y no es el tema intentar transformarnos en analistas de situaciones tan complejas, sino de procurar que sabiendo  algo de las razones de tal desequilibrio, podamos al menos enfrentar una situación tan caótica, porque digan lo que digan, los medicamentos son más necesarios que el pan.
   Desde los distintos sectores dirán que la culpa es de los laboratorios que en su mayoría son de capitales extranjeros, o que las droguerías como intermediarios son un peaje más que suma en el precio final, o que las farmacias por eso de anunciar más descuentos que los comunes cumpliendo  sus campañas marquetineras dentro de un campo de dura competencia, elevan artificialmente los valores, o que muchos médicos mimados por los laboratorios recetan determinados remedios especialmente los más costosos porque reciben regalos, viajes a congresos y otras prebendas, o que eso de las muestras gratis, que son gratis para el paciente, pero el laboratorio de alguna manera las tiene que cobrar y las hace pagar a los que compran.
   Pueden dar cientos de explicaciones, aunque aún ignoro si alguna vez la autoridad sanitaria se pronunció acerca de la bondad de consumir medicamentos alternativos que representan idénticas drogas bases que sus, llamémosles primos ricos, de los medicamentos con nombres de fantasía que ya tienen un lugar preponderante en las preferencias de la gente.
   Y poco se escucha en favor o en contra de los genéricos que dicen que tienen los mismos efectos que los más costosos pero se compran por la mitad.
   Entonces en ese campo de incertidumbres, el paciente pasa a ser rehén de una gran marca, con un producto mostrado en la televisión hasta el cansancio y debe dejar de comer para comprarlo, cuando a lo mejor con uno genérico similar pero con el mismo efecto y a mitad de precio, puede al menos seguir subsistiendo sin interrumpir algún tratamiento que le curaba el mal, pero lo mataba de hambre…  
   Es cierto eso de los enormes intereses económicos y políticos de los grandes laboratorios y si tienen duda recuerden a ese ejemplo presidencial que fue el médico Dr. Arturo Humberto Illia, a quien desalojaron de la Casa Rosada entre otras cosas por no haber cedido a los intereses, demandas y exigencias de los laboratorios.
   El medicamento debiera ser un bien social no tan sólo en las declamaciones sino en la práctica de su uso imprescindible, sujeto a un estricto control estatal acerca de sus orígenes, costos, distribución, venta y márgenes de su comercialización.
   Mientras el descontrol sea la característica más saliente, deberemos convencernos que los medicamentos inalcanzables que antes nos ayudaban a sobrevivir, se habrán transformado en el mecanismo más directo para sobremorir…
 
¿Fue para tanto?
EL PAPELÓN DE MACRI NO ALCANZÓ EL
NIVEL DE ESCÁNDALO QUE SE ANSIABA
 
   La verdad, ni un pibe de la secundaria, con algo de criterio y una mínima cuota de madurez y de respeto por el prójimo, hubiera asumido una estúpida actitud que puede ser tomada como visceral, momentánea, fruto de indignaciones acumuladas, broncas por divergencias o cualquier otro motivo, como para faltarle el respeto a un laburante, en este caso periodista movilero, manoteándole el micrófono con el cual seguramente buscaba una declaración del presidente mandato cumplido, ingeniero Mauricio Macri.
   Esto, debo aclararlo, no se trata de un acto de defensa corporativa de esta actividad que en mi caso más que profesión u obligación laboral es un vicio, sino de dejar a salvo la consideración que humanamente merece cualquier trabajador, desde el presidente de la Nación, siempre que realmente trabaje, hasta el último recogedor de bosta callejera en cualquier pueblito de nuestro recóndito interior territorial.
   Tampoco es cuestión de poner en una balanza donde se pesan las ofensas, si el canal cuyo trabajador resultara afectado maltrató al felino en su momento, lo degradó, le anunció al aire a las 6 de la tarde en punto de un día de elecciones, que le habían ganado la provincia de Buenos Aires cuando se trataba de una mentira, ni que ahora alejado del poder y con la Justicia que lo acosa, le buscan hacerle pagar por desprecios que el C5N pudiera haber padecido poquitos años atrás…
   Fue, sintetizando, una pavada estudiantil, un manotazo calentón, una acción que no cabe a quien dirigiera los destinos del país durante cuatro años aunque ahora le achaquen culpas por desaguisados que venimos padeciendo desde mediados del siglo pasado.
   Nada es disculpa, sino que se acrecienta la indignación y en tal sentido muchos sectores, sin tomar en cuenta su color político ni su orientación ideológica, levantaron su voz y pasaron por alto el pedido de disculpas tan inoportuno, tardío e inconducente como la actitud agresiva de manotear un micrófono a una persona que está laburando con ese artefacto.
   Cabe, si se nos ocurriera hilar finito, finito, recordar que no muchos días atrás, una alta autoridad nacional manoteó el micrófono que estaba utilizando otra autoridad nacional más encumbrada y del mismo palo, lo que fue tomado como un acto reflejo e intrascendente para la historia, aunque ya sea parte del anecdotario nacional & popular.
   Como se debiera tomar la actitud de Macri y su ataque de infantilismo, tilinguería, inmadurez o propia de alguien que aún cursa esa edad del pavo que todos alguna vez transitamos y creo que se nos pasó.
   No es para tanto y tanto, como tampoco lo fue aquel episodio en pleno acto oficial de la actual conducción nacional de nuestro país, que hasta en estas peqeñeces, no deja de ser sorprendente…
 
Registro de la Propiedad
LA MEGACAUSA SUMADO EL DE HOY, MÁS  
DE 350 COMENTARIOS  EN  ESTE  ESPACIO
 
   A propósito de las absoluciones en la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba y de los errores judiciales poco reconocidos, viene al caso retomar el concepto de inocencia. Se define a la inocencia como condición libre de culpa o falta de malicia o mala intención.
  La palabra deriva del término latín “innocens” y está formada por un prefijo negativo in y la palabra nocens que significa nocivo o dañino. Lo que significa que un inocente es alguien “no dañino” o “que no hace mal”.  En la antigua Roma los primeros juristas se esforzaron por defender como “principio de inocencia” que toda persona debía ser considerada inocente, y tratada como tal hasta que un juez probara su culpa, y de esta manera es reconocido y aceptado también hoy en nuestras leyes.
   El Principio de Inocencia se convierte así en algo similar a una vacuna para prevenir el error.
   Sin embargo este recaudo tan útil, se ignora en la causa del Registro de la Propiedad. Basta la lectura de algunos escritos judiciales que reconocen no tener pruebas o no saber en qué o cómo habría participado un imputado, para entender la violación que se cometió al encerrar a los acusados por largos años sin juicio alguno, haciendo que cumplieran condenas anticipadas.
   Más aún, cuando bajo el pomposo anuncio de poderosos delincuentes se condenó a personas comunes, sin jerarquía, poder ni fortuna, mientras ningún funcionario de alto cargo o gordo bolsillo figuró en el listado. 
   Con este Principio se evitaba el error. 
   Su arbitrario incumplimiento es algo que el Poder Judicial aún debe explicar.
   Y los afectados por la injusticia esperan la respuesta. 
 
Provincia vs. Nación
EN LUGAR DE UNIRSE POR  EL BIEN COMÚN, EL HECHO
DE PELEARSE ENTRE ELLOS NOS PERJUDICA A TODOS
 
   Alguna vez y espero que el Dueño de Todos los Relojes me regale el tiempo como para gozarlo, veré que desde la presidencia de la Nación y las provincias, sus autoridades trabajan mancomunadamente en beneficio de la gente, dejando de lado para las situaciones que así lo exijan, las diferencias políticas y las orientaciones ideológicas.
   Es cierto que muchas veces las utopías suelen confundirse con la pavada por lo irrealizables, pero quiero al menos que me releven de un juicio tan descalificador, porque no es imposible lograr tal objetivo, si se entendiera cabalmente el significado de la palabra patriotismo, o sea la actitud de servir a la Patria, más aún, a nuestra Patria.
   El caso que separa -o el drama que los une- al Presidente de la Nación y al Gobernador de la Provincia bastaría en su trascendencia para ser un lazo fraternal pese a las diferencias, siempre y cuando ambos alienten el bienestar de su gente y el futuro de grandeza que nos merecemos más aún por los sufrimientos, las privaciones y últimamente por el desastre de una pandemia que no es culpa de nadie, pero responsabilidad de todos aunque algunos no las asumieran o la bastardearan.
   El entendimiento en estos momentos de crisis es viable por el sufrimiento común ante la inflación, la desocupación, el crecimiento de la pobreza, la sorpresa que nos deparará el tiempo con esta generación de estudiantes tan mal atendidos, y otros factores disociantes, que si no nos buscamos la unión dentro del disenso, estamos condenados al fracaso, no ellos como gobernantes y que se jodan si eso ocurriera, sino que la obligación de ellos, precisamente, es salvar al país, al país entero dejando de lado los límites geográficos y los condicionamientos políticos, caprichos, exigencias, diferencias y acuerdos no cumplidos.
   Schiaretti y Fernández se necesitan y no es bueno que se distancien como tampoco lo es la exhibición engañosa de ciertas actitudes de hipocresía que no convencen a nadie.
   Se me ocurre que en la inteligencia de ambos està llegar a un acuerdo que supere a los tiempos, a las adversidades, a las diferencias, a las miserias y a las apetencias que claudiquen precisamente por el entendimiento entre ambos.
   De lo contrario, nos empecemos a resignar al fracaso, lo que suele ser muy doloroso, porque nadie en su sano juicio debiera alentar divisiones aunque la grieta subsista en los más empecinados.
   Si el Dr. Fernández y el contador Schiaretti no se alinean en bien de la gente, quienes más perderán por el fracaso y un destino incierto serán ellos, porque el pueblo siempre encontrará motivos para procurarse una nueva oportunidad.
   Ellos, si fracasan entre ellos, no la tendrán…
 
¿Ocultos enriquecimientos?
ES NATURAL -Y ARGENTINO- ESO  DE  ESCONDER
TODO AQUELLO QUE NO SE CONSIDERA AHORRO
 
   ¿Por qué siempre entre los argentinos, y hablo de todos los tiempos, existió sin retaceos la sospecha acerca del enriquecimiento de la clase política?
    Por supuesto se hablaba, se rumoreaba y se aseguraba que existían negociados, tramoyas, operaciones por millones y millones de moneda extranjera y de la nuestra y las fantasías populares se ensañaban con aquellos que llegaban a lucir imprudentemente el fruto de esas actividades consideradas poco santas o directamente delictivas o mafiosas.
   Los tiempos y la historia contribuyeron después a que se ampliara el panorama de las sospechas hacia el sector de la dirigencia gremial, y desde allí, a pocos les ha venido preocupando que se conocieran sus rumbosas vidas resumidas en coches de alta gama, lanchas, yates, aviones de última generación, campos altamente productivos, compra de clubes, y con más propiedades que el alóe Vera y otros yuyos milagrosos o que el sildelafil…
   Poco se ocuparon muchos de los capitostes del sindicalismo vernáculo por ocultar sus riquezas, porque sienten como un amparo popular, esas expresiones de envidia que nacen de la mayoría de sus seguidores, que más que admirarlos procuran por todos los medios a su alcance de emularlos para seguir la misma carrera con idénticos dividendos.
   Lo gracioso de estos personajes llega cuando cumplen -no todos lo hacen- con la ley que los obliga de confesar todas sus pertenencias, activos, ganancias, inversiones y valores encanutados, sin contar con la colaboración omnipresente de los prestanombres, apoderados o simplemente testaferros que por unas buenas sumas permiten ser considerados y utilizados como tales.
   Es por allí que se producen los agujeros negros que casi transforman en santos a conocidos salteadores del erario público, o de las cajas multimillonarias de las organizaciones sindicales, o de cualquier actividad sospechadamente lícita que son en realidad cuevas para el depósito de dinero negro que después de haber estado al servicio del narcotráfico o del contrabando, quedan tan inmaculados como billetes crocantes recién salidos de la Casa de Moneda, siempre y cuando alguien del poder no la haya hecho pasar a sus soñadas pertenencias.
   Lo más interesante después de todo y en homenaje a la historia, es recoger dichos de pocos años atrás, cuando algunos enriquecidos actuales, vivos o no, hablaban de sus bienes.
   Gracias a esa portentosa arma de la memoria que son los archivos, quiero que escuchen dos testimonios al respecto y no me pida que los identifique, porque su inteligencia, me refiero a la suya, querido oyente, podrá identificar a sus protagonistas sin ninguna duda.
   No se pierda ni una palabra…
El audio en el que se escuchan las voces del ex Presidente Nestor Kirchner y de su esposa Cristina Elizabeth Fernández de Kirchner puede ser consultado en el segmento correspondiente, ubicado en la parte superior de la columna del costado derecho de este blog
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La “manchancha” precomicial
LA AUTÉNTICA  DIGNIDAD  NO  SE  FORTALECE
CON LOS REGALOS QUE PUDIERAN RECIBIRSE

    Pareciera que muchos anteriormente beneficiarios de ciertas prebendas, planes, bolsones, dinero efectivo, electrodomésticos, vacaciones gratuitas, bicicletas, motos y otros regalos, hubieran tomado conciencia de lo que significa y vale la dignidad, su respeto y el íntimo saber de poseerla como para defenderla frente a los ataques que suele sufrir por parte de quienes creen que todo ser humano tiene su precio.
   “No poseer el sentimiento de la propia dignidad y con ello, de la propia fuerza, es un signo sumamente desfavorable para los hombres como para las naciones”, sostenía Carducci y tenía toda la razón del mundo.
   Una nueva corriente de pensamiento, autocrítica y acción pareciera avanzar en muchos de los integrantes de aquellos sectores utilizados, bien digo, o mejor usados, como exponentes de la compra de votos mediante regalos en sus mil maneras posibles.
   Es la actitud del digno, que en su pobreza o dentro de sus carencias por tanto tiempo insuperables, he llegado a la convicción que no merece ser destinatario de limosnas, sino que prefiera la recuperación de la cultura del trabajo, que es la actitud, el compromiso y el esfuerzo que más dignifica.
   Por eso, al conversar con muchos de quienes recibieron obsequios, me llegaron a confesar que concientes de su pobreza y para ayudar a superarla especialmente en nombre de su familia, aceptaban esos regalos, lo que fuera: elementos o dinero.
   Pero que en el cuarto oscuro, votarían por convicción.
   Eso se llama haber subido el primer escalón rumbo a la recuperación o el fortalecimiento de la dignidad.
  Y realmente, le puedo jurar que es una actitud conmovedora…

 

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