23 de enero de 2022

S.L.B.: ¿DESORIENTACIÓN QUE LLEVA A RESTRICCIONES? – CRECEN DEUDAS Y DOLOROSAS DUDAS – ARENGA RADICAL BELLVILLENSE – NO TODO LO QUE SE DICE DE LA MEGACAUSA ES CORRECTO - ¡AHORA CAEMOS EN CUENTA DE QUIÉNES ES LA CULPA DEL RETRASO! – TENAZ LUCHA CONTRA EL ÓMICRON – CAPRICHOSO E INESTABLE DÓLAR AZUL, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” nº 709 del 23/01/22 emitido en dúplex por AM580 y la 88.5FM, ambas dependientes de Radio Universidad Nacional de Córdoba.

Beneficios y perjuicios
¿ES DEBIDO A  LA DESORIENTACIÓN QUE
SE DECIDEN CURIOSAS RESTRICCIONES?
 
   Convengamos antes que nada, que la paciencia de la gente y su acatamiento a los encierros está en el límite de su agotamiento pero no tan sólo por cansancio físico o mental, sino por la desorientación que le provocan las medidas que se adoptan desde el poder, seguramente con las mejores intenciones pero alejadas de lo que la propia realidad reclama.
   Limitar de manera tan notoria la actividad de los bares, restaurantes y negocios afines suena no tanto a equivocación, ignorancia o capricho, sino a intención por beneficiar a otros exponentes de la actividad nocturna, digamos, que venían haciendo escuchar sus sonoros reclamos.
   No es tanto por eso de dar virtual piedra libre porque si no se la dan lo mismo la toman, a los bailongos de cuartetos, a los festivales artísticos o de la música que fuere, a las reuniones sociales de festejos y otras manifestaciones multitudinarias como lo son los espectáculos deportivos o los cultos de cualquiera de las tantas religiones con templos en toda la ciudad.
   En general y para la dolorosa mayoría de los casos, el barbijo ha pasado al baúl de los recuerdos y el respeto por la distancia social es algo que se atesora para contárselo a los nietos en tiempos venideros.
   En el transporte público y no por culpa de sus sufridos usuarios sino debido a lo separado de las frecuencias en la mayoría de los casos, los amontonamientos alcanzan niveles escandalosos y no les pidan a los choferes que actúen como policías, queriendo hacer respetar las disposiciones, porque no habrá poder de Dios que haga entender a un pasajero que lleva 40 minutos esperando, que debe resignarse al paso del próximo bondi o trole.
   Así las cosas vivimos tiempos que obligan a la resignación frente a una realidad que la gente no puede modificar, aunque tenga ganas y motivos para hacerlo, porque es el descontrol oficial lo que ha llevado a que se implanten nuevas restricciones y se liberen situaciones abiertamente adversas a la prevención de contagios.
   Es cierto que en alguna medida se busca preservar la paz social apelando a una permisividad más que peligrosa e inoportuna, en momentos en que se pretende limitar el creciente nivel de transmisión de la nueva ola de la peste, precisamente en la estación del año en que la gente menos apego tiene a quedarse en casa.
   Si realmente los organismos encargados de manejar nuestras actividades dentro de la comunidad tuvieron criterio preventivo, debieran ser no más duros en la aplicación de restricciones a la vida ciudadana, sino estudiar las situaciones en particular y aplicar, si, medidas que cuenten con un necesario equilibrio y lo que es más importante, con mayores posibilidades de acatamiento comunitario.
   De nada vale ni sirve mostrar el rostro adusto de la autoridad que quiere imponer límites, cuando en determinadas situaciones esos límites son prolijamente vulnerados por quienes deben esmerarse en hacerlos respetar.
   Roguemos que no haga falta otra pandemia para que algunos que se creen inteligentes, demuestren ahora que lo son.
 
Los números no mienten
CRECEN LAS DEUDAS MIENTRAS LAS DUDAS
SON DOLOROSO MOTIVO DE PREOCUPACIÓN
 
   Si nos dedicáramos únicamente a evaluar las deudas dinerarias de tantos dígitos que sigue aumentando el cordobesismo en pesos, en dólares, en euros, en dinares, en guaraníes y en moneda de Camboya porque seguramente a ellos algo les debemos, nos ganaríamos el derecho a reclamar del poder una terapia que nos permita recuperar la tranquilidad que teníamos cuando ya estábamos comprometidos hasta la coronilla, pero era un detalle que prolijamente nos escondían para no enturbiar las campañas proselitistas.
   Porque como ya sabemos, cuando la gente está avivada que la joden, trata que no la jodan más y así es como se dan las sorpresas comiciales generadoras de soponcios, úlceras y otras nanas previsibles que llevan al quirófano, al tratamiento o al retiro en el peor de los casos.
   ¿Cuánto en total debemos los cordobeses? Lo pregunto porque somos nosotros quienes estamos amortizando aunque nos devoren los intereses, mientras desde el poder siguen con los gastos sin pensar en las prioridades y privilegiando la demagógica frescura de la imagen que también nos sale millones conservarla e intentar mejorarla.
   Lo malo es que el bolsillo no está en condiciones de festejar nada porque la miseria y las privaciones son más que las alegrías y los cantos de sirenas… Y es la memoria quien pasa facturas que nadie quiere recibir y menos pagar porque los dispendiosos nunca son ellos, sino los otros, como siempre.
   Lo revelado con la deuda de la EPEC con un proveedor mayorista llegó a un escandaloso nivel por lo pornográfico y brutal del monto, no tanto porque sea elevado sino porque lo tendremos que pagar todos los usuarios, también como siempre, a través de la tarifa que será la más alta del universo para una prestación que lógicamente aumentará su penosa ineficiencia porque ya no soporta ni un solo remiendo más, mientras dentro de la empresa viven como en Disney, una pura fantasía de salones nuevos, alfombras flamantes y confort que no merecen.
   Esa es una parte del drama, la que duele por lo injuriosa hacia la gente y selectivamente dadivosa con los sectores del permanente privilegio.
   Tal es la situación que nos quita el sueño y oscurece las esperanzas de la gente, porque la política de ocultamientos no es saludable y menos en marcos críticos como los actuales. Y hay otro factor que enturbia todo aquello que se pretende mostrar como parte de la realidad y es una mirada hacia atrás sin dejar de evaluar lo ocurrido con los ojos de la actualidad que vamos descubriendo.
   Unos y otros se acusan, se ofenden, se amenazan, se arrojan cifras de compromisos contraídos, se tratan recíprocamente de ladrones, de insensibles, de enemigos de la solidaridad que como excepción puede observarse entre ellos, aunque pase a llamarse complicidad o encubrimiento…
   ¿Me entienden los artífices de la discordia y de la grieta que pontifican integración, patriotismo y otras estupideces meramente declamatorias?
   Hablan de inversiones en salud, de compromiso con la recuperación traspandémica, del horizonte de bienestar que nos aguarda, de la grandeza nacional y de tantas otras quimeras que los hacen aparecer jactanciosos de las utopías y de los ensueños, grotescos y alucinados por los espejismos que nos supieron vender…
   Y en su delirio no mucho se acuerdan de los sacrificados servidores de la salud apegados al peligro y emparentados con el dolor, y olvidan los millones de vidas que se perdieron con las tardanzas, las vacilaciones, las apetencias desmedidas, los compromisos ideológicos y todo aquello que retrasó tan notoriamente la llegada de las vacunas y la planificación de las inmunizaciones.
   Alguna vez esos descerebrados que se aprovecharon del poder tendrán que rendir cuentas, y no pretendo que lo hagan ante el Supremo, sino frente a ese otro tribunal insobornable e inapelable que son la gente y la memoria, donde las chicanas políticas e ideológicas no tienen cabida.
   Que recuerden y se lleven como castigo a su destino final una sola cifra que es un símbolo para los tiempos: los millones de vidas que fueron inmoladas por la inmoralidad, las apetencias y los desencuentros.
   Todo lo demás, es charlatanería barata…
 
¿La U.C.R. en la cornisa?
UNA  ARENGA  QUE  BUSCA  TERMINAR  CON
LA EVIDENTE DESCOMPOSICIÓN PARTIDARIA
 
   Todos los partidos y en esto no hay ni uno que se salve o excluya, viven agitados tiempos de lucha interna y no es motivo ni intención calificarlas de acuerdo con las pretensiones de cada candidato, o las posibilidades de cada una de las corrientes que pujan por la supremacía y en esto no hay partidos grandes, medianos ni chicos, sino que en todos la pelea es parte de la habitualidad, aunque alguna vez se obtengan consensos.
   El más que centenario radicalismo no es la excepción, aunque palidece frente a la multiplicidad de fracciones que dentro del oficialismo nacional & popular pugna por sobresalir en todo aspecto. Y eso de la pelea permanente y virtualmente sistemática que para muchos es sinónimo de democracia, para otros suena más a diferencias, distanciamientos y divorcios ideológicos que en muchos casos han resultado insalvables.
   Por eso y frente al delirio generalizado de hacerse escuchar en la intención de arrastrar voluntades que la mayoría de los políticos exhibe, algunos exponentes alientan la lucha entre correligionarios en lugar del sano y edificante debate y el acuerdo emergente, mecanismos con los que se evitan alejamientos y rupturas tan nocivas como inrreconciliables y sirven a la vez para consolidar posiciones dentro y fuera de las organizaciones políticas.
   Y una de las claves, no olvidar que el afiliado y el simpatizante son elementos insustituibles tanto en las campañas como en la concreción de muchas de las ideas que oportunamente se plantean en los postulados precomiciales
   Me llamó la atención una breve e improvisada, llamémosle arenga, de un ciudadano radical de Bell Ville, intendente de esa ciudad, don Carlos Briner, en un momento que se dirigió a un grupo de vecinos, pero el mensaje, se me ocurre, era para más aquí, precisamente para frente al Patio Olmos…
   Lo escuchemos.
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La alocución a la que se hace referencia puede ser consultada buscándola en la columna respectiva, ubicada en la parte superior sobre el costado derecho de este blog.
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Papeles, intrigas, silencios, etc.
LA MEGACAUSA DEL REGISTRO, UN TEMA QUE YA
ES PARTE DE LA HISTORIA  JUDICIAL CORDOBESA
 
   Según nuestro diccionario aunque para nadie debiera ser novedad, informar significa hacer que alguien se entere de algo que desconoce. En relación a la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba resulta curioso lo informado en algunos medios periodísticos.
   Se publica, con titular de gran fraude, sobre la realización de más de 50 juicios y más de 150 condenas entre los que describen abogados, escribanos, martilleros, empresarios, comerciantes y un ex director, sin mencionar que el grueso de los condenados son trabajadores comunes, y omitiendo -lo que resulta grave y sugestivo- la figura de la prisión preventiva, que fue sistemática en la causa.
   El 70 por ciento o más de los condenados llegaron a juicio con la condena ya cumplida, lo que desnuda una situación tan escandalosa que fue reprobada por numerosas ONG, por la Organización de las Naciones Unidas y por nuestra Corte Suprema de Justicia de la Nación. 
   Se informa también que las investigaciones comenzaron en 2003 y que hay una Cámara abocada de manera exclusiva a este proceso, sin aclarar al menos con sentido de la docencia, que existen plazos para las actuaciones judiciales y que las comisiones especiales no están permitidas. 
   Se relata que en el primer juicio el imputado Cerdá acusó al ex gobernador y a sus ministros de haber participado en las maniobras, sin especificar qué se hizo con semejante acusación, ni detallar que no existe ningún alto funcionario entre los juzgados ni condenados.  
   Por tal cúmulo de detalles es que preocupa la “des-información” que puede quedar en la cabeza de alguien que, desconociendo el tema, lea cualquier informe. Porque si mentir es expresar algo contrario a lo que se sabe, conjeturamos que a algunos autores puedan faltarles conocimientos, pero en cualquier caso, resulta inadmisible en un medio periodístico y más que inmerecido -por aquello de la chapa de seriedad- para los lectores que lo consultan.
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El reportaje al experto en seguridad Marco Antonio Séptimo y coautor con Gonio Ferrari de un ensayo titulado “La sociedad y los miedos” (Tres puntos claves para mejorar la seguridad en cualquier sociedad latinoamericana) puede ser escuchado buscándolo en la columna respectiva, ubicada en la parte superior del costado derecho de este blog.
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De haberlo sabido antes…
AHORA -TARDE- CAEMOS  EN  CUENTA DE  CUÁL ES
LA CAUSA QUE PERJUDICA NUESTRO CRECIMIENTO
 
   Si en lo recóndito del alma de cada mayor de 60 años existe eso que le llaman dignidad y merecido respeto, seguramente se verán obligados a buscar en la historia reciente de qué manera fueron tratados por el poder al que le ofrendaron los mejores años de la vida, el esfuerzo, el sacrificio y el compromiso, además de los aportes que mensualmente le prestaban al Estado para que los administrara correctamente y se los devolviera después a la hora del jubileo.
   El componente de patriotismo es algo que se trae desde la cuna, crece y se fortalece en algunos casos o se debilita y claudica en otros, según el trato que haya recibido por su entrega en la fragua del trabajo.
   Es por eso que duele -y mucho- cuando desde la cúpula del poder en lugar de optar por la sana y necesaria autocrítica acerca de los fracasos, se busca la aplicación de las culpas propias en las espaldas de las vulnerables víctimas de tales desquicios y no por haberse retirado sino por ser viejos.
   Y esa sensación de burla y menoscabo es lo que me tocó sufrir en el centro del pecho, aquí donde todavía galopan los sentimientos, cuando escuché algunas consideraciones de nuestro presidente en una desafortunada y poco feliz relación discursiva que manejó entre la longevidad, la salud y la muerte.
   Es probable que los seguidores por empatía o por obediencia debida de tales postulados, pretendan suavizar sus efectos sosteniendo que tales palabras no son de estos días sino de tiempo atrás, pero lo importante es la esencia: el contenido abrumadoramente ofensivo, ruin y con la prepotencia de una impunidad verbal que muchos políticos creen adquirir como adorno de su investidura.  
   Para este caso, nada menor que escucharlo:
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El audio del Sr. Presidente de la Nación al que se hace referencia en el comentario, puede ser consultado en la columna respectiva, ubicada en la parte superior derecha de este blog
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   Con el paso de los años he venido afinando mi admiración por las inteligencias ajenas porque ya a esta edad en mi caso ni siquiera sería considerado un envidioso, sino un hábil perdedor de tiempo.
   Y quisiera respetuosamente cerrar estas consideraciones con unas pocas palabras dirigidas al Sr. Presidente de la Nación para que, tomando en cuenta su edad que se aproxima a la tercera, es decir casi 63 años analice, mastique y digiera un claro pensamiento de André Maurois: “El verdadero mal de la vejez no es el debilitamiento del cuerpo, sino la indiferencia del alma”.
   Aún tiene tiempo, me parece, de pensar y asumir que los actuales sobrevivientes de su clase 1959, incluyéndolo, alguna vez llegarán a ser viejos…
   Pero los que se indignaron al escucharlo, tómenlo con calma: no todo es para siempre…
 
Los números no aflojan…
LA TENAZ LUCHA  CONTRA UNO DE LOS
MÁS RECIENTES ATACANTES: ÓMICRON
 
   Por fortuna han sido eficientes la generalidad de los mecanismos que se pusieran en movimiento con la aparición del maldito virus más o menos dos años atrás, pese a que alguien sostuvo por entonces que aquí no llegaría porque China está demasiado lejos.
   Y dejando de lado el costado anecdótico de esta tragedia, a la hora del balance desapasionado podemos estar medianamente satisfechos por los resultados obtenidos, más allá de las repudiables acciones donde se mezclaron angustias, desesperanzas, lamentos, agonías, ausencias sin despedidas y otros detalles aún más dolorosos que dejaron en la sociedad su marca indeleble.
   Dejemos también a un costado pero sin olvidar todo lo negativo como lo fueron las repudiables acciones de los ventajeros de siempre, de los violadores de leyes, de los sacrílegos de la solidaridad, de los beneficiarios de esas vacunaciones sin esperas; de los que ideologizaron las premuras, tejieron maniobras internacionales y alcanzaron utilidades astronómicas en desmedro de la salud y la vida de muchos de sus semejantes.
   Repudiemos históricamente a los que antepusieron las ideologías por encima de las urgencias y la angurria marginando a la imperiosa necesidad.
   El virus ya es parte íntima de nosotros, de los que lo tuvimos, lo tenemos o lo acojeremos sin protestar aunque intentando que nos haga el menor daño posible.
   Nos conocieron en muchas partes del mundo a través de las estadísticas, donde no siempre pudimos destacarnos por lo positivo sino por lo contrario; por lo negativo y doloroso pero seguimos pedaleando a veces sin cadena y otras veces sin frenos, pero peleándola como leones enjaulados.
   Ahora serenamos los ánimos al ver ordenados los testeos, eficientes los vacunatorios, conciencias que ya superaron las sorpresas, inclinación por la vacunación aunque el bicho lo mismo se nos meta, pero la actitud es distinta en la gente a lo mejor por el cansancio de los encierros, el desacostumbramiento de gozar libertad absoluta y de la irreemplazable práctica de la amistad con abrazos, sin barbijos ni distancias.
   Y en el camino que lentamente nos conduce a la normalidad perdida, procuremos recobrar nuestro estilo de vida; nuestras costumbres y postergados objetivos en homenaje y reconocimiento a nuestro sacrificio, a las privaciones, a las ausencias y a todo lo que tuvimos que resignar en estos duros tiempos se supervivencia.
   Es probable que dominado Ómicron aparezcan nuevas malignidades que vuelvan a poner a prueba nuestro indomable sentido de derrotar a las adversidades: la Humanidad en su conjunto viene demostrando que no habrá cataclismo capaz de terminar con nosotros porque somos nosotros y nadie más, los artífices de nuestro propio destino.
 
En Córdoba llegó a $ 220
EL  CAPRICHOSO  E  INESTABLE DÓLAR AZUL
SE MUESTRA MÁS DAÑINO QUE LA PANDEMIA
 
   Y pensar que no mucho tiempo atrás cuando el billete verde osaba aumentar un peso en una semana, aparecían los agoreros del helicóptero con sus ominosas predicciones, funestos anticipos y proyección de escándalos políticos que buscaban hacer tambalear al poder y a las instituciones de la democracia.
   Ahora que la actualización folklórica de nuestra política cambiaria tiñó de “blue” al cotizado papel, no es para lucir aquello que prometieron de la “estabilidad monetaria” con base en el enfriamiento del billete norteamericano, después de asignarle tres o cuatro categorías de distintos valores y aplicaciones que confundían y hacían presagiar nubarrones que finalmente oscurecieron el firmamento financiero, pero con tanta suerte para el gobierno, que la irrupción de la pandemia le aportó justificativos y excusas como para cargar allí las culpas del descalabro económico y financiero argentino.
   Una vez más, como si hubiera hecho falta, se echó mano al viejo argumento de las culpas ajenas reemplazando a la conveniencia de la autocrítica y la toma de drásticas medidas, que corrigieran la delicada situación ahora agravada ante la reticencia del FMI de darle una solución al pago de nuestra abultada deuda, que de acuerdo con el discurso de las actuales autoridades nacionales & populares, fuera íntegramente contraída e incrementada por sus antecesores de lo que seguramente se encargará de dilucidar la historia porque para el modelo “K” la autocrítica no les simpatiza y las culpas son siempre ajenas.
   Y así estamos navegando por aguas convulsionadas, oleaje descomunal y perspectivas a corto y mediano plazo que vaticinan un colapso de proporciones que afectará a los argentinos sin excepciones, salvo para aquellos que en su momento adoptaron las debidas precauciones y pusieron a buen resguardo sus utilidades aviesamente logradas.
   Resumiendo, lo que se viene no es nada nuevo, sino la recreación de una película que desgraciadamente ya nos hemos cansado de ver…

 

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