Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” edición nº 708 del 16/1/22 emitida en dúplex por AM580 y la FM88.5 ambas dependientes de Radio Universidad Nacional de Córdoba.
Escandalosa e inédita sucesión de
cortes
EPEC NI CON MULETAS CUMPLE EL COMPROMISO
QUE BIEN LE PAGA LA POBLACIÓN CORDOBESA
Cuando se cierran todos los
caminos hacia el entendimiento como es el caso del blindaje ante la gente que
luce en estos últimos tiempos la Empresa Provincial de Energía de Córdoba, es
que se da por perdida la causa que por un tiempo uniera a ese organismo con la
sociedad cordobesa, y es como si el contrato social que creíamos consolidado
hubiera volado por los aires, llevado por esta curiosa y prolongada explosión
de ineficiencia, insensibilidad y mucho de soberbia que tanto nos afecta.
Los usuarios venimos sosteniendo como si fuéramos la muleta, a una estructura que creció hacia adentro alimentada -hay que reconocerlo- por la fuerza y la potencia no de su equipamiento siempre en los umbrales de la obsolescencia a la luz del servicio que ofrece, sino de una organización sindical que anida en su seno como proyección del esfuerzo, el liderazgo, la sabiduría y el compromiso de aquel viejo y combativo dirigente que fuera el Gringo Tosco.
EPEC, si hoy por hoy se hiciera una limpia consulta popular, aparecería como el más odiado de los organismos estatales de esta Córdoba siempre sorprendente, porque con el tiempo, los desaciertos y las conducciones ciclotímicas llegó a generar el menos deseado de los cambios, al transformar a estos usuarios sostenedores de un sistema perverso, en rehenes para caprichos, exigencias y otros mecanismos de presión ante el poder político.
La cierta y permanente amenaza de la privatización revolotea en el docto firmamento, cuando advertimos que es como si quisieran menoscabarla a la EPEC para entregarla a las fauces de algún grupo empresario ávido de utilidades, como las que puede generar esta verdadera fábrica y transportadora de energía eléctrica, que al tener a una población atada a sus designios, puede darse el lujo de cobrar la tarifa más elevada del país para una prestación que hace agua por los cuatro costados.
Al ser botín político de quienes se suceden en la cúpula provincial, la EPEC cuenta con un curioso sistema para la designación de su personal con algo parecido a la imposición de la descendencia como si todos los cargos fueran obligadamente hereditarios, detalle que por lo que se advierte cuenta con el beneplácito y el apoyo del mismo gremio que a veces le hace la vida imposible a cualquier conducción.
Como mecanismo demagógico, la EPEC muestra a la población que depende de ella por eso del monopolio, un falso rostro solidario que se diluye cada vez que queda en evidencia su retraso tecnológico, hasta el colmo de renegar de lo previsible, porque la costumbre de antes era culpar a los enganchados y ahora al usuario que consume por el calor del verano o por el frío invernal, sin que la EPEC adopte previsiones que debieran basar en la simpleza de respetar el calendario y sus estaciones.
Se habla de inversiones, de equipamiento, de actualización tecnológica pero los cordobeses vivimos padeciendo la injuria de los cortes en verano porque hace calor, y en invierno porque está frío y baste con el ejemplo de ayer, con diez o más cortes en pocas horas, con la consecuente derivación de problemas por la interrupción de las cadenas de frío y por el regreso, luego de cada corte, de un voltaje que provoca daños en los electrodomésticos que la empresa, por lo general, luego desconoce.
Pero la EPEC con su sola enunciación, sirve, sirvió y seguirá siendo funcional para el lucimiento de las autoridades provinciales a la hora de activar el promesómetro y mire, la verdad, ya me cansé de quejarme siempre por lo mismo, por aquello de proclamar mejoras en una actitud proselitista, y después sepultar esos anuncios en el más incalificable y ofensivo de los olvidos y para no aburrir, he optado por refrescar memorias apelando a las sabias palabras que pronunciara el 3 de abril de 2017 el Sr. Gobernador de la Provincia, Cont. Juan Schiaretti en el almuerzo que convocara la Fundación Mediterránea, servido en el que fuera coqueto comedor del Hotel Sheraton.
Y escuche bien porque se lo voy a leer textualmente: “EPEC tiene prevista una inversión de 353 millones de dólares que es lo que nos está permitiendo que hayamos batido record de consumo de energía en este verano y no haya habido cortes en Córdoba y Gran Córdoba. Porque en esto no hay misterio: si hay inversión no se corta la luz; si no hay inversión la luz se corta, es así de simple. No es casualidad que después de que EPEC empieza un fuerte proceso de inversión hace ya dos o tres años, hayamos conseguido mejorar la distribución. Fundamentalmente, la inversión de EPEC está en redes de alta tensión y en seguir mejorando la distribución para que haya la alta tensión necesaria”.
¿Consideran necesario, queridos y respetables oyentes, que siga machacando después de este recordatorio?
Hemos sido obligados testigos de situaciones dramáticas y le cito solo algunas: gente que dependía de la electricidad para sostener equipos médicos, negocios barriales que vieron podrirse su mercadería en estos tiempos tan difíciles; los vecinos y comerciantes de la Avenida Colón creo que al 1200 que estuvieron más de 48 horas sin servicio eléctrico, la gente mayor enclaustrada en sus departamentos de edificios porque no podían usar los ascensores…
Que después no me vengan con el percudido verso de la actualización tecnológica y menos con eso del compromiso con la sociedad.
Mi agradecimiento, y el del cordobesismo, a la lozana e incuestionable vigencia de los archivos.
Ninguno tiene freno
EL DÓLAR MARGINAL Y LA INFLACIÓN PELEAN
POR ERIGIRSE EN LIDERES DEL CRECIMIENTO
Años atrás hasta los jubilados
se daban el lujo de jugarse con la compra de dólares para hacer unos pocos
pesos de diferencia, en aquellos tiempos en que las cotizaciones eran más o menos
previsibles, no existían los arbolitos urbanos que ahora son una institución y
los verdes se conseguían y circulaban casi con la misma fluidez que el
decadente peso nacional al que vivían adelgazando quitándole ceros como para
que creyéramos que valía más y no había que dividirlo tanto.
El dólar cuando ingresó a la clandestinidad nos odió a todos, bahhh, al menos a los que por eso de tener que viajar por cuestiones profesionales dependíamos de esa moneda, porque la nuestra no era bien recibida ni siquiera en Uruguay, aunque tuviera años de esplendor en Brasil cuando miles y miles de argentinos vacacionábamos en las playas de Capao da Canoa, de Florianópolis, de Camboriú o nos aventurábamos a Copacabana o Ipanema en Rio de Janeiro.
Eran los tiempos del famoso y mentado “deme dos” porque así comprábamos favorecidos por el cambio y pasarse un mes en Punta del Este era accesible para cualquier asalariado argentino hasta que pasó lo que pasó, nos vinimos abajo, los bancos a través del gobierno nos despojaban de los dólares, el que depositaba en billetes verdes recibía un adelgazado equivalente de nuestro peso y así fuimos aprendiendo que lo mejor era amarrocar los dólares aunque fuera de a uno y atesorarlos sin pisar ni el umbral de un banco.
La moneda norteamericana se hizo así más fuerte que nunca y casi nos dolarizamos porque a todo lo pensamos en dólares, aunque como supo decir Perón, para que se preocupan por el dólar si nunca han visto ni uno.
Ahora es el que manda, me refiero al dólar y es el causante de nuestros dolores de cabeza, de corazón y de bolsillo y nos abruman con lo que debemos en dólares al FMI a nivel nacional, y los cordobeses endeudados hasta la coronilla con moneda extranjera incluyendo dinares kuwaitíes, aunque supe escuchar que algunas obras se harán con dinero nuestro olvidando la mano que nos dieron los árabes para el tema acueductos y otros emprendimientos.
Y dejando al margen el dólar la gran aflicción nacional & popular aunque lo disimulen, es la inflación inmanejable que dibujan mensualmente en el Indec pero no convencen a nadie, porque la realidad nos muestra otro rostro, más desencajado y de brutal gravedad que cada vez más nos empuja a la desazón y al desamparo, y nos quisieron anestesiar otra vez con un reiterado sapo como lo fue aquello de los precios inamovibles por un tiempo que cambiaban cada semana y en nada aportaron a nuestra perdida tranquilidad.
Alguien por allí sostuvo, y fue uno de los que dicen que las saben a todas, que la emisión monetaria no es la que genera inflación. Mire… La verdad, en lo personal me importa medio rábano si la maquinita con la que soñó Boudú genera o no depreciación monetaria, pero la verdad es que a eso lo sentimos a cada paso que damos, a cada compra que hacemos cuando la comparamos con lo mismo que compramos dos días atrás, a precio más barato y esa es la verdadera sensación de sabernos empobrecidos con el correr de las horas, porque cobramos una sola vez al mes pero debemos comprar todos los días y allí es que perdemos.
Pido disculpas por lo primario del análisis, pero lo discutiría con cualquier máster en economía, para que me dijera con fundamentos lógicos, si estoy tan equivocado como a veces me parece…
¿Relajamiento de la prevención?
EL CRECIMIENTO DE CONTAGIOS, MUERTES E
INTERNACIONES PRESAGIAN RESTRICCIONES
A veces, debo confesarlo, suena
tenebroso prestar atención a los informes que detallan la cantidad de
contagiados, el número de muertos, el porcentaje de camas ocupadas en terapia
intensiva, que es como si estuviéramos condenados a seguir puntillosamente algo
así como una carrera de números hacia el espanto de saber que inexorablemente,
algún día nos tocará estar en esas nóminas del dolor y de la desgracia.
Pero es bueno estar enterado porque cada informe actúa como generador de dos sentimientos inequívocos: el miedo por una parte que es en definitiva y por experiencia lo sostengo, el padre de la prudencia y por la otra, un llamado a que asumamos la responsabilidad de cuidarnos nosotros y por ende cuidar a nuestro prójimo, porque en esta batalla estamos todos sin ninguna distinción y marginarse es una actitud aparte de enfermizamente egoísta, casi suicida.
En la medida que fueron creciendo las cifras merced a la irrupción de Ómicron se desató en la sociedad una especie de explosión por el testeo, y miles de personas se pasaron horas y horas esperando ser hisopadas, o desde un día para otro agitando fuerzas y alimentando expectativas que no siempre eran optimistas porque cada vez nos veníamos enterando de algún vecino, conocido, compañero de trabajo, pariente o cercano que había, como muchos dicen, entregado la ropa…
Ese atávico temor a morir lleva por lo general su consecuencia que es sacar de su modorra al instinto de conservación, como manera de pelearla con la ayuda de la ciencia, pero no entregarse porque sí, en una actitud más cercana a la cobardía que al miedo que anula iniciativas.
Por eso debe ser que en cierta medida cuando las estadísticas nos hicieron ver que la desgracia declinaba, fue como un campanazo para terminar drásticamente con los encierros, los cuidados, tirar al carajo la colección de barbijos que ya existe en cada casa y retomar una normalidad mentirosa frente a un enemigo que en lugar de descansar, se disfraza de otro para sorprendernos y matarnos.
De por si alarmantes, las últimas informaciones nos llaman a la realidad que no es la que apresuradamente festejamos creyendo que todo, estos dos últimos y penosos años, fueron algo así como una olvidable pesadilla y podíamos retomar las costumbres del asado entre muchos amigos, la tribuna deportiva, el bailongo en cualquier salón, el rito de los festivales y otras actividades sociales que estaban en pausa y sin posibilidades de retomar la normalidad de tiempo atrás.
Si la situación nos impulsa volver a las restricciones que creemos superadas, habrá que hacerlo en legítima defensa.
No hay que bajar la guardia, por el contrario hay que fortalecer los mecanismos defensivos que para eso están las vacunas y los otros cuidados paralelos por la simple razón que vida hay una sola y tenemos la obligación de vivirla y respetarla como tal, tomando en cuenta aquella impactante definición de Flaubert: “La imbecilidad es una roca inexpugnable: todo lo que choca con ella se despedaza”.
Tomar conciencia que aún vivimos con el peligro de la soga al cuello, es lo que mejor nos impulsará a cuidarnos y no resignarnos a esa posibilidad que el tiempo nos llevará a tener como parte de nuestras vidas, la permanente y ominosa espada de Damocles balanceándose sobre nuestras cabezas
Más de una década y media
LA MEGACAUSA DEL REGISTRO SIGUE
EN CAMINO A ESTABLECER UN RECORD
Releyendo las modificaciones
propuestas en Buenos Aires al Código Procesal Penal parece oportuno compararlas
con la realidad de la causa Registro de la Propiedad de Córdoba. El nuevo
Código reduce a tres años los plazos para las causas penales, sanciona a los
jueces que demoren los casos, establece medidas alternativas a la prisión
preventiva y consigna que los procesos serán orales y el juez deberá resolver
en el momento. Además el fiscal se encargará sólo de investigar mientras que el
juez, como tercero imparcial, evaluará la legalidad de las pruebas y tendrá
autoridad para allanar, detener e intervenir teléfonos a pedido del fiscal.
Veamos cada punto en la causa del Registro: las investigaciones comenzaron antes del 2005, por lo que ya cumplieron bodas de cristal, y el proceso se perpetúa alrededor de los mismos imputados, sin considerar los altos funcionarios denunciados y sin pedir explicaciones a ningún juez.
No se intenta alternativa alguna a la prisión preventiva y por el contrario, cada instancia judicial ha buscado justificarla, pese a haber sido reconocida ilegítima e inconstitucional en distintos dictámenes tanto locales como nacionales e internacionales. Hay que resignarse a esperas de 3 a 6 meses para una respuesta judicial, pese a que los defensores tienen escasos días para presentar sus reclamos y por último la falta de tercero imparcial, permitió al fiscal ingresar al Guinness con récord de detenciones, prisiones preventivas, condenas anticipadas y pruebas que han sido cuestionadas, lo que no es para enorgullecerse. Más allá de las diferencias, la celeridad, eficiencia, legalidad, imparcialidad y honestidad, son condiciones esenciales para el buen funcionamiento judicial, en esta causa o en cualquier otra, porque de lo contrario, no es Justicia ni nada que se le asemeje.
Una injuria a la sociedad argentina
FUNCIONARIOS VACACIONAN EN EL EXTERIOR CON
“PASAPORTE PARA COMETER TRANSGRESIONES”
Por ser apasionado lector de
conceptos y definiciones de los grandes pensadores, a veces ubico esas definiciones
en personajes que realmente merecen ser parte porque se ajustan en un todo a
cada precepto. Si de obediencia hablamos como en este caso al que me quiero
referir, recuerdo al Mahatma Gandhi quien sostuvo “podrán golpearme, romperme los
huesos, matarme, tendrán mi cadáver pero no mi obediencia” y eso si que se
llama empecinamiento en la transgresión y no es para tomarlo de manera tan
fanatizada por el cumplimiento de las leyes, aunque es digno de un necesario
respeto y acatamiento.
Pero está visto que no todo el mundo lo entiende así y vamos a un ejemplo cercano, más que próximo, que pasará a ser parte del anecdotario nacional & popular: el Sr. Presidente de la Nación aconsejó o mejor dicho impuso a sus funcionarios, que si empleaban su tiempo en vacacionar, lo hicieran dentro del país, para no despertar el indio opositor que está buscando el más leve desliz para salir a vociferar no siempre con prudencia y respeto.
Seguramente algunos tomaron el mal ejemplo del inefable Ginés Gonzalez García, quien derrapara siendo ministro nacional de Salud organizando y poniendo en marcha un vacunatorio marginal para notables de la política y de otros ámbitos, dejando de lado las lógicas prioridades de respeto por quienes esperaban en la fila de la esperanza.
Pasó lo que pasó, Ginés quien pontificó en su momento que el virus chino no llegaría a nuestras tierras por una cuestión de distancias y cuando entregó las llaves de su recuperado ministerio, allí nomas y aprovechando su chapa se mandó a mudar a España y se lo vio de tapas en la rambla de Barcelona birra en mano festejando algo, seguramente su alejamiento del foco de incendio.
No creo, en lo personal, que otros casos que se dieron hayan querido emular a Ginés de quien se comenta que debió volverse de España por problemas con el idioma, porque la titular del Pami, la atractiva joven Luana Volnovich, quien tiene a buena parte de su familia en el mismo conchabo como empleados del organismo que atiende a jubilados, se mandó a mudar de vacaciones a las playas de blancas arenas volcánicas de la isla Holbox, ubicada al norte de Cancún, en México y oh casualidad o puro azar, allí se encontró con su pareja Martín Rodriguez, subdirector ejecutivo del mismo Pami.
Entre las críticas que recibió la funcionaria (una de las renunciantes luego de las PASO 2021) en las redes sociales, varios usuarios remarcaron que el lunes, cuando ya se encontraba en el Caribe, desde su cuenta oficial en Twitter, Volnovich elogió a dos jubiladas que disfrutaban de sus vacaciones en la Argentina. "Qué lindo ver a Yolanda y sus amigas encontrarse y disfrutar en las Termas de Colón y Mardel con #PreViajePAMI", decía el mensaje publicado el 10 de enero.
Imaginen la bronca de don Alberto, obligado a quedarse en el país, salvo sus incursiones al exterior para llorar ante el Fondo Monetario o para visitar a sus amigos del eje Argentina, El Salvador, Venezuela y Cuba sin dejar de lado a nuestra Rusia benefactora, que después de bastante tiempo aflojó con mandarnos su vacuna.
Pero allí no termina todo este culebrón porque el Ministro de Desarrollo Territorial y encargado de atender la crisis de la vivienda, el camporista Jorge Ferraresi, admirador de la trayectoria de Fidel Castro y sin pedir permiso se piantó al Gran Lagarto Verde también para vacacionar.
Se habló que se pedirían renuncias y otras cosas parecidas pero me parece que fueron meras exageraciones porque nada de eso ocurrió y a lo sumo habrá ocurrido algún tibio tirón de orejas a ella y a los muchachos otros tirones, pero supongo que de pudendas partes.
De todas maneras la vocera oficial, Gabriela Cerruti, asumió con holgura su papel de disculpadora oficial, de todo aquello que despierta comentarios adversos.
¿En qué rincón quedó la
independencia de los poderes?
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA ES EL BLANCO
QUE ELIGIÓ EL PRESIDENTE PARA “HACER CENTRO”
Eso de la independencia de los
poderes es un tema tan pero tan franeleado, trillado y controvertido, que hasta
se le ha perdido el respeto que merece nuestra sacra Constitución Nacional, de
lo que por lo general se toman aquellos desesperados por fundamentar posturas
propias en los claros conceptos allí contenidos.
Fue todo tan confuso y entreverado, que no se sabe a ciencia cierta si la convocatoria partió desde el ocupante del sillón mayor de la Pinck House, de uno de los tantos sectores cegetistas o fue una de las tantas ocurrencias de ese aparato de hacer daño que se llama Luis D’Elía, piquetero rentado, “ocupador” de comisarías, apretador inveterado aunque para muchos sea un luchador contra las injusticias, más allá de un incitador a las más crueles de las violencias urbanas.
El tema es que la intención es motorizar algo que tendrá que ser histórico, como lo sería una marcha multitudinaria para pedir algo así como que la Corte Suprema de Justicia de la Nación se mande a mudar, intención avalada y entusiastamente fogoneada por el ala dura del kirchnerismo remanente.
La convocatoria sería para el primer día del venidero febrero en Capital Federal, territorio del calvo Rodriguez Larreta y se comenta que habrá una movilización general desde todos los sectores porteños y Gran Buenos Aires para asegurarse la contundencia del curioso reclamo y realmente los organizadores cuentan con fondos suficientes como para solventarla.
La verdad, apelar a ese tipo de acción por encima del respeto y la autonomía consagrada por la Constitución Nacional, tales golpes de efecto suelen ser, con perdón de la mesa, tiros por la culata porque entre líneas está en forma paralela una demanda para la inmediata liberación de doña Milagro Sala, condenada y con sentencia firme por la autoría de varios delitos en su condición de agitadora en versión femenina, pretendiendo ser considerada presa política cuando la ley dictaminó su ingreso a la condición de política presa purgando condena tras juicio con todas las garantías de ley.
Es para rogar que prevalezca el respeto por la ciudad porque cada vez que el guerrero D’Elía comandó un kilombo parecido, todos los argentinos debimos pagar a través de nuestros impuestos, los daños que se perpetraron contra la ciudad, sus monumentos y negocios del sector.
Por allí uno se pregunta para qué apelar a esa violenta metodología, cuando votar es más saludable, menos riesgoso y enormemente democrático…
Porque aunque haya que esperar, bien vale esa espera.
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EPEC NI CON MULETAS CUMPLE EL COMPROMISO
QUE BIEN LE PAGA LA POBLACIÓN CORDOBESA
Los usuarios venimos sosteniendo como si fuéramos la muleta, a una estructura que creció hacia adentro alimentada -hay que reconocerlo- por la fuerza y la potencia no de su equipamiento siempre en los umbrales de la obsolescencia a la luz del servicio que ofrece, sino de una organización sindical que anida en su seno como proyección del esfuerzo, el liderazgo, la sabiduría y el compromiso de aquel viejo y combativo dirigente que fuera el Gringo Tosco.
EPEC, si hoy por hoy se hiciera una limpia consulta popular, aparecería como el más odiado de los organismos estatales de esta Córdoba siempre sorprendente, porque con el tiempo, los desaciertos y las conducciones ciclotímicas llegó a generar el menos deseado de los cambios, al transformar a estos usuarios sostenedores de un sistema perverso, en rehenes para caprichos, exigencias y otros mecanismos de presión ante el poder político.
La cierta y permanente amenaza de la privatización revolotea en el docto firmamento, cuando advertimos que es como si quisieran menoscabarla a la EPEC para entregarla a las fauces de algún grupo empresario ávido de utilidades, como las que puede generar esta verdadera fábrica y transportadora de energía eléctrica, que al tener a una población atada a sus designios, puede darse el lujo de cobrar la tarifa más elevada del país para una prestación que hace agua por los cuatro costados.
Al ser botín político de quienes se suceden en la cúpula provincial, la EPEC cuenta con un curioso sistema para la designación de su personal con algo parecido a la imposición de la descendencia como si todos los cargos fueran obligadamente hereditarios, detalle que por lo que se advierte cuenta con el beneplácito y el apoyo del mismo gremio que a veces le hace la vida imposible a cualquier conducción.
Como mecanismo demagógico, la EPEC muestra a la población que depende de ella por eso del monopolio, un falso rostro solidario que se diluye cada vez que queda en evidencia su retraso tecnológico, hasta el colmo de renegar de lo previsible, porque la costumbre de antes era culpar a los enganchados y ahora al usuario que consume por el calor del verano o por el frío invernal, sin que la EPEC adopte previsiones que debieran basar en la simpleza de respetar el calendario y sus estaciones.
Se habla de inversiones, de equipamiento, de actualización tecnológica pero los cordobeses vivimos padeciendo la injuria de los cortes en verano porque hace calor, y en invierno porque está frío y baste con el ejemplo de ayer, con diez o más cortes en pocas horas, con la consecuente derivación de problemas por la interrupción de las cadenas de frío y por el regreso, luego de cada corte, de un voltaje que provoca daños en los electrodomésticos que la empresa, por lo general, luego desconoce.
Pero la EPEC con su sola enunciación, sirve, sirvió y seguirá siendo funcional para el lucimiento de las autoridades provinciales a la hora de activar el promesómetro y mire, la verdad, ya me cansé de quejarme siempre por lo mismo, por aquello de proclamar mejoras en una actitud proselitista, y después sepultar esos anuncios en el más incalificable y ofensivo de los olvidos y para no aburrir, he optado por refrescar memorias apelando a las sabias palabras que pronunciara el 3 de abril de 2017 el Sr. Gobernador de la Provincia, Cont. Juan Schiaretti en el almuerzo que convocara la Fundación Mediterránea, servido en el que fuera coqueto comedor del Hotel Sheraton.
Y escuche bien porque se lo voy a leer textualmente: “EPEC tiene prevista una inversión de 353 millones de dólares que es lo que nos está permitiendo que hayamos batido record de consumo de energía en este verano y no haya habido cortes en Córdoba y Gran Córdoba. Porque en esto no hay misterio: si hay inversión no se corta la luz; si no hay inversión la luz se corta, es así de simple. No es casualidad que después de que EPEC empieza un fuerte proceso de inversión hace ya dos o tres años, hayamos conseguido mejorar la distribución. Fundamentalmente, la inversión de EPEC está en redes de alta tensión y en seguir mejorando la distribución para que haya la alta tensión necesaria”.
¿Consideran necesario, queridos y respetables oyentes, que siga machacando después de este recordatorio?
Hemos sido obligados testigos de situaciones dramáticas y le cito solo algunas: gente que dependía de la electricidad para sostener equipos médicos, negocios barriales que vieron podrirse su mercadería en estos tiempos tan difíciles; los vecinos y comerciantes de la Avenida Colón creo que al 1200 que estuvieron más de 48 horas sin servicio eléctrico, la gente mayor enclaustrada en sus departamentos de edificios porque no podían usar los ascensores…
Que después no me vengan con el percudido verso de la actualización tecnológica y menos con eso del compromiso con la sociedad.
Mi agradecimiento, y el del cordobesismo, a la lozana e incuestionable vigencia de los archivos.
EL DÓLAR MARGINAL Y LA INFLACIÓN PELEAN
POR ERIGIRSE EN LIDERES DEL CRECIMIENTO
El dólar cuando ingresó a la clandestinidad nos odió a todos, bahhh, al menos a los que por eso de tener que viajar por cuestiones profesionales dependíamos de esa moneda, porque la nuestra no era bien recibida ni siquiera en Uruguay, aunque tuviera años de esplendor en Brasil cuando miles y miles de argentinos vacacionábamos en las playas de Capao da Canoa, de Florianópolis, de Camboriú o nos aventurábamos a Copacabana o Ipanema en Rio de Janeiro.
Eran los tiempos del famoso y mentado “deme dos” porque así comprábamos favorecidos por el cambio y pasarse un mes en Punta del Este era accesible para cualquier asalariado argentino hasta que pasó lo que pasó, nos vinimos abajo, los bancos a través del gobierno nos despojaban de los dólares, el que depositaba en billetes verdes recibía un adelgazado equivalente de nuestro peso y así fuimos aprendiendo que lo mejor era amarrocar los dólares aunque fuera de a uno y atesorarlos sin pisar ni el umbral de un banco.
La moneda norteamericana se hizo así más fuerte que nunca y casi nos dolarizamos porque a todo lo pensamos en dólares, aunque como supo decir Perón, para que se preocupan por el dólar si nunca han visto ni uno.
Ahora es el que manda, me refiero al dólar y es el causante de nuestros dolores de cabeza, de corazón y de bolsillo y nos abruman con lo que debemos en dólares al FMI a nivel nacional, y los cordobeses endeudados hasta la coronilla con moneda extranjera incluyendo dinares kuwaitíes, aunque supe escuchar que algunas obras se harán con dinero nuestro olvidando la mano que nos dieron los árabes para el tema acueductos y otros emprendimientos.
Y dejando al margen el dólar la gran aflicción nacional & popular aunque lo disimulen, es la inflación inmanejable que dibujan mensualmente en el Indec pero no convencen a nadie, porque la realidad nos muestra otro rostro, más desencajado y de brutal gravedad que cada vez más nos empuja a la desazón y al desamparo, y nos quisieron anestesiar otra vez con un reiterado sapo como lo fue aquello de los precios inamovibles por un tiempo que cambiaban cada semana y en nada aportaron a nuestra perdida tranquilidad.
Alguien por allí sostuvo, y fue uno de los que dicen que las saben a todas, que la emisión monetaria no es la que genera inflación. Mire… La verdad, en lo personal me importa medio rábano si la maquinita con la que soñó Boudú genera o no depreciación monetaria, pero la verdad es que a eso lo sentimos a cada paso que damos, a cada compra que hacemos cuando la comparamos con lo mismo que compramos dos días atrás, a precio más barato y esa es la verdadera sensación de sabernos empobrecidos con el correr de las horas, porque cobramos una sola vez al mes pero debemos comprar todos los días y allí es que perdemos.
Pido disculpas por lo primario del análisis, pero lo discutiría con cualquier máster en economía, para que me dijera con fundamentos lógicos, si estoy tan equivocado como a veces me parece…
EL CRECIMIENTO DE CONTAGIOS, MUERTES E
INTERNACIONES PRESAGIAN RESTRICCIONES
Pero es bueno estar enterado porque cada informe actúa como generador de dos sentimientos inequívocos: el miedo por una parte que es en definitiva y por experiencia lo sostengo, el padre de la prudencia y por la otra, un llamado a que asumamos la responsabilidad de cuidarnos nosotros y por ende cuidar a nuestro prójimo, porque en esta batalla estamos todos sin ninguna distinción y marginarse es una actitud aparte de enfermizamente egoísta, casi suicida.
En la medida que fueron creciendo las cifras merced a la irrupción de Ómicron se desató en la sociedad una especie de explosión por el testeo, y miles de personas se pasaron horas y horas esperando ser hisopadas, o desde un día para otro agitando fuerzas y alimentando expectativas que no siempre eran optimistas porque cada vez nos veníamos enterando de algún vecino, conocido, compañero de trabajo, pariente o cercano que había, como muchos dicen, entregado la ropa…
Ese atávico temor a morir lleva por lo general su consecuencia que es sacar de su modorra al instinto de conservación, como manera de pelearla con la ayuda de la ciencia, pero no entregarse porque sí, en una actitud más cercana a la cobardía que al miedo que anula iniciativas.
Por eso debe ser que en cierta medida cuando las estadísticas nos hicieron ver que la desgracia declinaba, fue como un campanazo para terminar drásticamente con los encierros, los cuidados, tirar al carajo la colección de barbijos que ya existe en cada casa y retomar una normalidad mentirosa frente a un enemigo que en lugar de descansar, se disfraza de otro para sorprendernos y matarnos.
De por si alarmantes, las últimas informaciones nos llaman a la realidad que no es la que apresuradamente festejamos creyendo que todo, estos dos últimos y penosos años, fueron algo así como una olvidable pesadilla y podíamos retomar las costumbres del asado entre muchos amigos, la tribuna deportiva, el bailongo en cualquier salón, el rito de los festivales y otras actividades sociales que estaban en pausa y sin posibilidades de retomar la normalidad de tiempo atrás.
Si la situación nos impulsa volver a las restricciones que creemos superadas, habrá que hacerlo en legítima defensa.
No hay que bajar la guardia, por el contrario hay que fortalecer los mecanismos defensivos que para eso están las vacunas y los otros cuidados paralelos por la simple razón que vida hay una sola y tenemos la obligación de vivirla y respetarla como tal, tomando en cuenta aquella impactante definición de Flaubert: “La imbecilidad es una roca inexpugnable: todo lo que choca con ella se despedaza”.
Tomar conciencia que aún vivimos con el peligro de la soga al cuello, es lo que mejor nos impulsará a cuidarnos y no resignarnos a esa posibilidad que el tiempo nos llevará a tener como parte de nuestras vidas, la permanente y ominosa espada de Damocles balanceándose sobre nuestras cabezas
LA MEGACAUSA DEL REGISTRO SIGUE
EN CAMINO A ESTABLECER UN RECORD
Veamos cada punto en la causa del Registro: las investigaciones comenzaron antes del 2005, por lo que ya cumplieron bodas de cristal, y el proceso se perpetúa alrededor de los mismos imputados, sin considerar los altos funcionarios denunciados y sin pedir explicaciones a ningún juez.
No se intenta alternativa alguna a la prisión preventiva y por el contrario, cada instancia judicial ha buscado justificarla, pese a haber sido reconocida ilegítima e inconstitucional en distintos dictámenes tanto locales como nacionales e internacionales. Hay que resignarse a esperas de 3 a 6 meses para una respuesta judicial, pese a que los defensores tienen escasos días para presentar sus reclamos y por último la falta de tercero imparcial, permitió al fiscal ingresar al Guinness con récord de detenciones, prisiones preventivas, condenas anticipadas y pruebas que han sido cuestionadas, lo que no es para enorgullecerse. Más allá de las diferencias, la celeridad, eficiencia, legalidad, imparcialidad y honestidad, son condiciones esenciales para el buen funcionamiento judicial, en esta causa o en cualquier otra, porque de lo contrario, no es Justicia ni nada que se le asemeje.
FUNCIONARIOS VACACIONAN EN EL EXTERIOR CON
“PASAPORTE PARA COMETER TRANSGRESIONES”
Pero está visto que no todo el mundo lo entiende así y vamos a un ejemplo cercano, más que próximo, que pasará a ser parte del anecdotario nacional & popular: el Sr. Presidente de la Nación aconsejó o mejor dicho impuso a sus funcionarios, que si empleaban su tiempo en vacacionar, lo hicieran dentro del país, para no despertar el indio opositor que está buscando el más leve desliz para salir a vociferar no siempre con prudencia y respeto.
Seguramente algunos tomaron el mal ejemplo del inefable Ginés Gonzalez García, quien derrapara siendo ministro nacional de Salud organizando y poniendo en marcha un vacunatorio marginal para notables de la política y de otros ámbitos, dejando de lado las lógicas prioridades de respeto por quienes esperaban en la fila de la esperanza.
Pasó lo que pasó, Ginés quien pontificó en su momento que el virus chino no llegaría a nuestras tierras por una cuestión de distancias y cuando entregó las llaves de su recuperado ministerio, allí nomas y aprovechando su chapa se mandó a mudar a España y se lo vio de tapas en la rambla de Barcelona birra en mano festejando algo, seguramente su alejamiento del foco de incendio.
No creo, en lo personal, que otros casos que se dieron hayan querido emular a Ginés de quien se comenta que debió volverse de España por problemas con el idioma, porque la titular del Pami, la atractiva joven Luana Volnovich, quien tiene a buena parte de su familia en el mismo conchabo como empleados del organismo que atiende a jubilados, se mandó a mudar de vacaciones a las playas de blancas arenas volcánicas de la isla Holbox, ubicada al norte de Cancún, en México y oh casualidad o puro azar, allí se encontró con su pareja Martín Rodriguez, subdirector ejecutivo del mismo Pami.
Entre las críticas que recibió la funcionaria (una de las renunciantes luego de las PASO 2021) en las redes sociales, varios usuarios remarcaron que el lunes, cuando ya se encontraba en el Caribe, desde su cuenta oficial en Twitter, Volnovich elogió a dos jubiladas que disfrutaban de sus vacaciones en la Argentina. "Qué lindo ver a Yolanda y sus amigas encontrarse y disfrutar en las Termas de Colón y Mardel con #PreViajePAMI", decía el mensaje publicado el 10 de enero.
Imaginen la bronca de don Alberto, obligado a quedarse en el país, salvo sus incursiones al exterior para llorar ante el Fondo Monetario o para visitar a sus amigos del eje Argentina, El Salvador, Venezuela y Cuba sin dejar de lado a nuestra Rusia benefactora, que después de bastante tiempo aflojó con mandarnos su vacuna.
Pero allí no termina todo este culebrón porque el Ministro de Desarrollo Territorial y encargado de atender la crisis de la vivienda, el camporista Jorge Ferraresi, admirador de la trayectoria de Fidel Castro y sin pedir permiso se piantó al Gran Lagarto Verde también para vacacionar.
Se habló que se pedirían renuncias y otras cosas parecidas pero me parece que fueron meras exageraciones porque nada de eso ocurrió y a lo sumo habrá ocurrido algún tibio tirón de orejas a ella y a los muchachos otros tirones, pero supongo que de pudendas partes.
De todas maneras la vocera oficial, Gabriela Cerruti, asumió con holgura su papel de disculpadora oficial, de todo aquello que despierta comentarios adversos.
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA ES EL BLANCO
QUE ELIGIÓ EL PRESIDENTE PARA “HACER CENTRO”
Fue todo tan confuso y entreverado, que no se sabe a ciencia cierta si la convocatoria partió desde el ocupante del sillón mayor de la Pinck House, de uno de los tantos sectores cegetistas o fue una de las tantas ocurrencias de ese aparato de hacer daño que se llama Luis D’Elía, piquetero rentado, “ocupador” de comisarías, apretador inveterado aunque para muchos sea un luchador contra las injusticias, más allá de un incitador a las más crueles de las violencias urbanas.
El tema es que la intención es motorizar algo que tendrá que ser histórico, como lo sería una marcha multitudinaria para pedir algo así como que la Corte Suprema de Justicia de la Nación se mande a mudar, intención avalada y entusiastamente fogoneada por el ala dura del kirchnerismo remanente.
La convocatoria sería para el primer día del venidero febrero en Capital Federal, territorio del calvo Rodriguez Larreta y se comenta que habrá una movilización general desde todos los sectores porteños y Gran Buenos Aires para asegurarse la contundencia del curioso reclamo y realmente los organizadores cuentan con fondos suficientes como para solventarla.
La verdad, apelar a ese tipo de acción por encima del respeto y la autonomía consagrada por la Constitución Nacional, tales golpes de efecto suelen ser, con perdón de la mesa, tiros por la culata porque entre líneas está en forma paralela una demanda para la inmediata liberación de doña Milagro Sala, condenada y con sentencia firme por la autoría de varios delitos en su condición de agitadora en versión femenina, pretendiendo ser considerada presa política cuando la ley dictaminó su ingreso a la condición de política presa purgando condena tras juicio con todas las garantías de ley.
Es para rogar que prevalezca el respeto por la ciudad porque cada vez que el guerrero D’Elía comandó un kilombo parecido, todos los argentinos debimos pagar a través de nuestros impuestos, los daños que se perpetraron contra la ciudad, sus monumentos y negocios del sector.
Por allí uno se pregunta para qué apelar a esa violenta metodología, cuando votar es más saludable, menos riesgoso y enormemente democrático…
Porque aunque haya que esperar, bien vale esa espera.
UN BELLO ESCRITO DE MARIO BENEDETTI
QUE CONVOCA A NO DEJAR DE LUCHAR
QUE CONVOCA A NO DEJAR DE LUCHAR
Para el cierre, un hermoso escrito de Mario Benedetti interpretado por varias voces, que es un canto a la lucha con esperanzas. Puede ser consultado en la columna de audios, ubicada en la parte superior, en el costado derecho de este blog.
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