10 de julio de 2022

S.L.B.: ENORME RIESGO INSTITUCIONAL SI SE LIMITAN LAS LIBERTADES INDIVIDUALES - EL CASO DALMASSO DESNUDA LA IMPERDONABLE MOROSIDAD JUDICIAL - EL ORGULLO POR LOS LOGROS FUTBOLÍSTICOS DE TALLERES, BELGRANO E INSTITUTO - MEGACAUSA DEL REGISTRO SIGUE VIGENTE - DERROCHES INOPORTUNOS Y NO PRIORITARIOS EN LA MUNICIPALIDAD - CURIOSA ENCUESTA SOBRE EL HAMBRE EN EL MUNDO - ES LLAMATIVA LA DESORIENTACIÓN DEL PODER FRENTE A LA CRISIS, etc.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” edición nº 734 del 10/07/22 emitido en dúplex por la AM580 y la 88.5FM ambas dependientes de Radio Universidad Nacional de Córdoba. 

¿Será un error pasajero?
ENORME  RIESGO  INSTITUCIONAL SI SE
LIMITAN LAS LIBERTADES INDIVIDUALES
 
   A la hora de evaluar, pensar, analizar, comentar, discernir,  masticar y digerir acerca de las libertades individuales consagradas por nuestra Constitución Nacional, bastaría con enunciar textualmente su artículo 14, cuando menciona los derechos civiles que protegen las libertades individuales.
   Porque los habitantes de este país tenemos derecho a trabajar, navegar y comerciar, hacer pedidos a los gobernantes, andar con libertad por todo el país, entrar y salir del país, quedarnos en el país, pero han surgido algunas novedades que modifican esos objetivos tan claros que no ofrecen margen de duda en lo más mínimo.
   Debido a la ciclotimia de nuestra economía viajar al extranjero por eso de la devaluación que sufre el peso contra el dólar, hace ya muchos años se ha hecho complicado, oneroso y plagado de dudas muchas veces insuperables. Hoy, un dólar cuesta 126 pesos para la compra según los últimos datos aportados en un mercado permanentemente en movimiento según la cotización oficial, a lo que se le deben sumar dos fuertes imposiciones como lo son el impuesto PAIS y el impuesto a las Ganancias.
   Estas cargas se aplican a operaciones tales como la venta de pasajes y servicios con destinos en el exterior, lo que se suma a las compras hechas con tarjetas de crédito en países extranjeros y más servicios contratados, para las cuales, además, ya no se puede optar por las cuotas que era el mecanismo que permitía las consabidas facilidades a la hora de contraer deudas pagaderas en plazos determinados, en la mayoría de los casos con la aplicación de cargas financieras, medidas de alto impacto a los ya castigados rubros relacionados con los viajes, el turismo receptivo y las habituales compras que se concretan en los free-shop sin el pago de algunos impuestos, lo que los transforma en convenientes según se vaya dando el valor de nuestra alicaída moneda nacional.
   Pero ocurre que la recientemente nombrada ministra de Economía, Silvina Batakis, expresó que cuando los dólares se emplean para hacer compras en el exterior, se está “dañando el futuro de los argentinos”; además, lanzó una frase exageradamente condenatoria que activó la ya creciente indignación de un sector vital de nuestra economía como lo son las agencias de viajes, al decir la apocalíptica funcionaria que “el derecho a viajar colisiona con la generación de puestos de trabajo”.
   No es necesario ser versado en cuestiones de la alta política ni viene al caso considerar como mala costumbre sus yerros, omisiones, improvisaciones, desvaríos y fracasos para concluir que se trata de una expresión de peligroso autoritarismo hacia el respeto por la institucionalidad y los altos valores que encierra, porque afecta directa y ofensivamente a las libertades individuales consagradas por nuestra Carta Magna, tan vapuleada en otros aspectos.
   No quisiera caer en la torpeza ni en la vulgaridad de sostener, como seguramente lo evalúa la generalidad de los argentinos, que con nuestra plata, con mi dinero, hago lo que se me canta: lo gasto, lo presto, lo regalo, lo ahorro o lo bardéo en la timba, siempre y cuando haya sido el fruto de mi trabajo, de mi decencia o de mi buena suerte si gané la lotería, el Loto o el Quini 6 y todo haya estado dentro de la ley.
   Resulta que ahora un Estado donde el despilfarro es parte de su ADN, elefantiásico en su estructura burocrática y asistencialista, generoso a la hora de los amigos que muchas veces son cómplices y como consecuencia de otros pesados desajustes, quiere ajustar en nosotros, los ciudadanos, para seguir sosteniendo un estilo derrochón y dadivoso cuyos beneficiarios son siempre los mismos aplaudidores rentados y aquellos que siguen pensando que convertir los desaciertos en éxitos, es una comida que estamos dispuestos a seguir tragando.
   Todo autoritarismo o imposición que lesione derechos son nocivos y atentatorios al espíritu y la letra de la democracia correctamente entendida y mejor practicada, porque los hombres que nos consideramos libres sabemos que esa liberad es innegociable, digna del mayor de los respetos y repudiamos a todos aquellos que la ofenden, la condicionan o la degradan aunque sea en grado de tentativa o de experimento para medir y evaluar reacciones.
   Hay dos expresiones que calzan perfectas para esa intención de coartar la libertad, aunque ahora se pretenda atenuar el craso error amañando lo que fuera el contenido inicial del ofensivo anuncio.
   “La libertad de los pueblos -sostenía Mariano Moreno- no consiste en palabras ni debe existir en los papeles solamente. Cualquier déspota puede obligar a sus esclavos a que canten himnos a la libertad. Quiero más una libertad peligrosa que una servidumbre tranquila”.
   George Orwell por su parte en pocas palabras definió una postura inclaudicable: “Si la libertad significa algo, es el derecho a decirle a los demás lo que no quieren oir”.
   Que el poder busque otras maneras de llenar su alcancía que no tan solo desde los últimos años, sino que por varias décadas ha venido sufriendo saqueos que no tenemos por qué pagar quienes sostenemos esas arcas, para que sean otros, otras u otres quienes recojan los frutos de tantas semillas que hemos venido sembrando con sacrificio y patriotismo.
   Me veo entonces obligado a volver a las palabras de la nueva ministra, quien aconseja no viajar al exterior mientras tiene a un hijo paseando por Europa lo que también es su libre derecho como ciudadana de un país libre y seguramente contra lo que pregona, haciendo compras con lo que -siempre me atengo a lo que dijo- dañando el futuro de los argentinos cuando los dólares se emplean para compras en el exterior y si es como sostiene que
“el derecho a viajar colisiona con la generación de puestos de trabajo”, que desde su posición dentro del gabinete ministerial gobernante se esmere por incitar a la creación de puestos de trabajo genuinos, sin que dependan del Estado, ni que formen parte de las dibujadas estadísticas sobre desocupación, ya que sostienen que ha descendido y no es así: los planeros y beneficiarios de subsidios no son fuerza productiva.
   No son responsables los viajeros quienes se tragan las reservas, sino los gobiernos dueños de las llaves, los que se endeudan en vano y después es a nosotros a quienes se nos exige el sacrificio y se pretende imponernos privaciones.
   Eso no se llama gobernar, sino aprovecharse del pueblo que cada vez demuestra tener menos tolerancia y paciencia que tanto se les exigen.

Más de una década y media
EL CASO  DALMASSO  PONE AL DESNUDO
LA IMPERDONABLE MOROSIDAD JUDICIAL
 
   Ha pasado a ser un clásico para muchos sectores, eso de sostener la vigencia de una alarmante, perniciosa y pachorrienta lentitud de la Justicia cordobesa en todo el tramiterío emergente de los cientos y cientos de causas que mantienen su condición de casi perennes, que vencen a los almanaques y a la paciencia de todos los que están involucrados en ellas.
   Ya es viejo y percudido eso que “la justicia tardía es una injusticia” o un refrán parecido, pero por lo que se advierte, no hay manera de hacerla más ágil y dinámica, aunque sea cumpliendo los plazos existentes para cada trámite y es por eso que vemos causas que demoran años y años, caso emblemático es el tema Dalmasso, en Rio Cuarto, con una década y media de tramiterío, idas y venidas, imputaciones y desistimientos, demoras, detenciones y libertades, hasta llegar al grado menos deseado en lo que a la administración de justicia -pero justicia real- se refiere, que es a la prescripción ansiada por unos y repudiada por la generalidad de la ciudadanía porque no deja de ser una manera de consagrar la impunidad.
   En el sonado caso de la bella mujer asesinada en el imperio del sur han sido tantas las alternativas, que fueron el alimento de todas las demoras, aun no se sabe si involuntarias o impuestas, el caso es que un tufillo de sospechas se transformó casi en certeza, que esas dilaciones no tuvieron otro resultado que no fuera enterrar en el campo de las dudas la autoría material del asesinato que como hecho anecdótico -al menos uno de ellos- fue inicialmente sindicar como autor material del crimen a un pobre muchacho.
   Como el asunto parece no haber terminado merced a la voluntad férrea de los hijos de la víctima, no resignados al telón de impunidad impuesto sobre el caso, sería una imprudencia aventurar conclusiones que a la propia Justicia no le resultarían simpáticas, sino que cuando ello ocurre es que crecen las dudas acerca de la eficiencia en la aplicación de esa misma justicia, que pasa a figurar en el terreno de las utopías.
   Alguien muy poderoso sin dudas está gozando de alguna tranquilidad externa lograda en base a peso político, desborde económico u otras ventajas que suelen interponerse en muchas acciones materia de juicio.
   El tema de la conciencia corre aparte porque es un juez tan silencioso como implacable que tarde o temprano dicta veredicto y condena.
   Y como tampoco es cuestión de aventurar juicios desde una posición más cercana a la ignorancia que al dominio del complicado hecho de juzgar, es preferible al menos en mi caso coincidir -gratuitamente por supuesto- con la sabiduría de Santo Tomás.
   “La corrupción de la justicia -supo sostener- tiene dos causas: la prepotencia del poderoso y la astucia del sapiente. La astucia del sapiente que le demora los juicios indefinidamente y, por supuesto, muchas veces, la prepotencia del poderoso que impone condiciones”.
   Y por mi irrestricto respeto a la verdadera Justicia y su majestad, prefiero adherir a esos conceptos y seguir siendo el íntimo dueño de todas mis dudas y mi ciudadana indignación.
   Lo penoso es que hay alguien -vivo o muerto- que está gozando las mieles de su propia indemnidad…
 
¡Era hora!: cordobeses de fiesta
“TALLARINES”, “PIRATAS” Y “GLORIOSOS” NOS
COLMAN DE ORGULLO  CON SUS  DESEMPEÑOS
 
   Hacía tiempo que no se daban tantas coincidencias a la hora de los festejos por parte de simpatizantes de los clubes de fútbol con mayor caudal de seguidores como son los casos de Talleres, Belgrano e Instituto Atlético Central Córdoba, aunque me salten a la yugular los eternos hinchas de Racing de Nueva Italia y Estudiantes de Río Cuarto que vienen aquilatando méritos pero no tanto como los otros tres que mencioné al principio.
   Debe ser complicado para las dirigencias en el caso de los de barrio Jardín eso de sostenerse en más de un certamen con sus propias exigencias y llama la atención lo desparejos que aparecen los logros porque mientras para la Copa Libertadores es como si se sacrificaran y exigieran al máximo, y en los otros certámenes defeccionan al punto de figurar en primer lugar, si tenemos el consuelo de mirar la tabla de posiciones patas para arriba.
   Los celestes en cambio se dan el lujo, amplia y justicieramente logrado, de mirar desde arriba a sus lejanos perseguidores en la tabla, lo que marca la calidad de su desempeño.
   Lo de Instituto ha sido un comienzo vacilante pero poco a poco van ajustando los tornillos de su máquina y se notan los adelantos conseguidos, afianzando un estilo de juego para la alegría no tan sólo de Alta Córdoba.
   En pocas palabras, considero que todas esas instituciones merecen el apoyo creciente de la ciudadanía, respetando los colores de cada uno y llamando al solidario apoyo por el simple hecho de ser todos cordobeses.
   Y no olvidar porque sería una tremenda injusticia, los blasones que consiguiera el Rácing cordobés años atrás, para orgullo también de toda la provincia.
   El tiempo dirá si estos desempeños ascendentes han sido una casualidad o son resultado de los esfuerzos de la dirigencia, los planteles y los fieles seguidores, ya que todos con su empuje son parte de una sociedad fanatizada por los colores, en el buen sentido, y con legítimas ansias de triunfo, tan enormes como deben ser.
 
Megacausa del Registro de la Propiedad
AUNQUE  PARECE QUE PROGRESARA, ES
UN TEMA VIRTUALMENTE EMPANTANADO
 
   En un viaje imaginario al futuro, quizás algún recopilador de historias judiciales controvertidas rescate la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba.
   Si cayera en manos de un lector entendido, imparcial e independiente, es para vaticinar que se horrorizará con la prisión preventiva abusiva de esta causa, que transformó la ley excepcional en todos presos y con los tres años de encierro sin juicio, justificados como plazo razonable. Casi seguro lo asombrarán las listas de trabajadores comunes sin patrimonio, condenados como temibles delincuentes de guante blanco y la ausencia de acción ante funcionarios denunciados, ignorando la constitucional igualdad sin privilegios.   
   Indudablemente se extrañará con la presencia de una comisión especial juzgadora en reemplazo de los jueces por sorteo, lo que es una imposición legal y una sana costumbre que al parecer quedó al costado de esta sonada causa. 
   Es muy posible que después de un concienzudo análisis, nuestro catedrático pueda aclarar que un compañero de trabajo no es un cómplice, que un contacto de teléfono no es un socio, que una secretaria no es una partícipe, que una banda no se constituye por equívoca resolución fiscal y que los delitos se prueban y no se decretan.
   Comprometida tarea, porque implicaría, además de poner en tela de juicio lo actuado, salir a buscar a los verdaderos culpables. Como en tantos y tantos casos que la historia y la actualidad judicial exponen.
   En esta causa los Organismos superiores dictaminaron un actuar arbitrario, es decir contrario a lo escrito en las leyes. Sería algo así como si un ingeniero construyera un edificio haciendo lo opuesto a lo que los cálculos matemáticos le indican.
   Por íntima convicción nomás, como se justificó en la causa.
   Aunque nadie quisiera habitar ese edificio, el de la causa tiene obligados moradores.
   Quizás una ecuánime revisión de la historia pueda rescatarlos. 
 
La Municipalidad de Córdoba “en campaña”
DESDE  ADENTRO SE JUSTIFICAN  DERROCHES
QUE LOS VECINOS NO ALCANZAN A ENTENDER
 
   La verdad, gastar 60 palos para hermosear el despacho del Lord Mayor según me comentaron hasta con una suite para pernoctar allí, más suena a despropósito que una acción coherente al cuidado que merecen los dineros de la gente, colocados allí como impuesto para la aplicación de muchos objetivos que lejos están de cumplirse.
   Porque una cosa es la realidad y otra muy distinta es esa vocación por endeudarse a futuro con ánimo de eternizarse en la cúpula, porque seguramente alguien tendrá que pagar lo que se queda debiendo y más grave todavía si se trata de moneda extranjera. Y es injusto así se lo mire con indulgencia o con sentido crítico y acusatorio porque la realidad no dá para derroches y menos aun cuando no son imprescindibles.  
   Pero eso del despacho es sólo un símbolo, un modelo, un ícono porque tampoco eran ni son prioritarios los trabajos urbanos que crean más caos que facilidades al enloquecido tránsito cordobés, sino que le quitan recursos a necesidades tales como salud, educación, higiene urbana, atención barrial, transporte que luce en todo menos en calidad de servicio, cloacas y todo aquello que no se ve.
   Algunas administraciones anteriores basaban su gestión precisamente en los servicios ocultos, esos que no trasciendan aunque sean imprescindibles como cloacas y desagües, a diferencia de lo actual que busca resaltar el nombre del gestionante por encima de las prioridades verdaderas.
   No queremos una ciudad maquillada para dar buena impresión sino gestión integral hacia una urbe donde sea una delicia habitarla y no un padecimiento por la carencia o la deficiencia de servicios esenciales.
   Y un detalle, posiblemente el más enojoso para la gente que tributa y más vale que no se retrase, porque lo amenazan y luego lo ejecutan por tardanza u omisión del pago de impuestos, colocando al vecino en la desventajosa  situación de padecer por prestaciones inexistentes, mal encaradas y sin contar con mecanismos que le permitan emplazar al poder por el cumplimiento de todo lo prometido.
   Esa desventaja se acentúa en estos días, cuando por fin hubo un sinceramiento: todo lo que se hace por la ciudad y especialmente lo que la hermosee visualmente, es parte de la campaña partidaria para posicionar al intendente en su condición de candidato a la gobernación.
   Así son las cosas, cuando se utiliza al ciudadano para avanzar en la conquista de mayor poder, dejando para el recuerdo todo lo que le prometieran en los días de proselitismo y proximidad de elecciones.
   Nadie niega que desde una posición dominante se aliente la permanencia, pero eso es una conquista que hay que ganar haciendo y sin gastar más en publicidad de autobombo que en obras.
   Eso por otra parte puede ser un arma de doble filo, porque la gente ya está harta de pedir lo que le aseguraron que tendría y desde el poder no le cumplen.
   Para eso están las elecciones también con su doble filo: para elegir a quienes queremos que nos gobiernen y para marginar a todos aquellos que nos marginaron, ebrios de esa mala bebida que es la demagogia.
 
Más allá del dolor que provoca…
UNA PARTICULAR ENCUESTA MUNDIAL SOBRE
EL  HAMBRE  DESDE  SU  COSTADO  INFORMAL
 
   En estos vertiginosos tiempos de consultas, elecciones, encuestas y otras manifestaciones de las que se valen los estudiosos de tendencias ciudadanas con objetivos por lo general auscultativos de un futuro o de un pasado reciente, se han dado sorpresas llamativas y en muchos casos graciosas por sus contenidos y eventualmente por jocosas conclusiones, no siempre adornadas con la seriedad que todas esas expresiones debieran respetar.
   Por eso a veces a través del humor, digamos intelectual, aparecen  perlitas dignas de ser escuchadas con atención y sentido crítico, porque suelen servir para incitar al análisis de situaciones que suelen llegar a convertirse en nuestras propias vivencias.
   Lo que les haré escuchar ahora es uno de esos casos, pero bien vale la pena analizarlo, tomarlo en cuenta, para que cada quien adopte la postura que se le cante, apelando al respeto por la libre determinación y la libertad de pensar y de expresarse.
   Se trata de una encuesta sobre el hambre en el mundo.
   Lo escuchemos atentamente…
 
   El audio relacionado con esta información puede ser consultado en la columna respectiva, ubicada en la parte superior del costado derecho de este blog.
 
“Incomunicación interna” en evidencia
LLAMATIVA  DESORIENTACIÓN  DEL  PODER
EN LA INSTANCIA DE ENFRENTAR LA CRISIS
 
   A decir verdad, evaluar en un contexto tan amplio la crisis que vivimos los argentinos -en realidad hace años que vivimos en tal estado- resulta engorroso por la cantidad enorme de medios que analizan a su leal saber y entender la coyuntura del país, muchos con pasión ideológica, otros con mesura cercana al temor y otros que no confían en ninguna fuente y prefieren la óptica sobre nosotros que se cocina en España, por ejemplo, más alejados de lo que es el diario trajinar de la información aquí cerca, plagados de intereses, interpretaciones odiosas y ansias de confundir.
   En España tienen por cierto que la tregua política finalmente se ha consumado, a partir del discurso del viernes último de doña Cristina, en el que por primera vez, no atacó ni humilló en público al presidente Alberto Fernández aunque tuvo, eso sí, un blanco.   
    Ex ella cargó con dureza contra el exministro de Economía, Martín Guzmán, quien presentó su renuncia al cargo, sin previo aviso y por redes sociales. Fue “un acto de enorme irresponsabilidad” política, “ingratitud” y “desestabilización institucional”, dijo.
   Lo de Guzmán de acuerdo con lo que evalúan en el. exterior, fue un golpe muy duro para el presidente Fernández, quien llevaba más de dos años defendiendo su gestión contra los impiadosos ataques del kircherismo. Tras el acuerdo de enero con el Fondo Monetario Internacional, Cristina Kirchner comenzó un lento pero persistente trabajo de demolición. El resultado fue la salida de Guzmán, pero también la ruptura definitiva con Fernández.    
   Finalmente, el común y compartido miedo al caos terminó por acercar otra vez al presidente y su vice y durante la semana que siguió a la salida de Guzmán, se disparó la inflación, los bonos de la deuda argentina se derrumbaron y el Banco Central quemó 700 millones de dólares de sus reservas para contener la caída del valor del peso y la vocera del Gobierno, Gabriela Cerruti, tuvo incluso que aclarar que “el presidente está en control del país”, por si había dudas.
   ¿O acaso hoy no las hay?
   El tono de la pelea pareció suavizarse mientras en todos los sectores se hacía una especie de antiguo Prode acerca de quienes serían removidos del gabinete, hablaban de los desplantes del niño terrible que es Máximo mientras recordaban que en los últimos días perdieron sus cargos el ministro de Producción, Matías Kulfas, y Guzmán. “No voy a revolear a ningún ministro, quédense todos tranquilos”, dijo la doña en el arranque pero de inmediato se lanzó contra Guzmán, como si sus muchachos de La Cámpora no le hubieran serruchado el piso al que era mandamás de nuestra economía nacional & popular.
   El Dr. Fernández como Presidente había bancado a ese ministro de Economía como a nadie, enfrentándose inclusive a las propias fuerzas de su coalición. ¿Se merecía esto?”, se preguntó ella. La defensa de Guzmán que encaró Fernández arruinó su relación con la vicepresidenta, quien nunca aceptó el acuerdo que el exministro firmó con el Fondo, considerándolo responsable de un ajuste fiscal que, tarde o temprano, terminaría en una derrota del peronismo en las elecciones generales de 2023.
   Su hijo Máximo, el diputado, renunció en su momento a la dirección del bloque oficialista en desacuerdo con ese acuerdo de Guzmán. Desde entonces, la relación en la cúpula del peronismo no hizo más que deteriorarse.
    Ahora al menos la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis, tiene su visto bueno aunque la gran duda es qué nivel de autonomía tendrá la funcionaria para cumplir con lo que parecen agendas enfrentadas.       
   Dijo a horas de haber asumido que en sus planes está cumplir con las metas de déficit fiscal y emisión monetaria que acordó Guzmán con el Fondo. Se lo había pedido el presidente Fernández cuando le ofreció el cargo. El martes, Batakis se lo dijo en persona a la titular del FMI, Kristalina Georgieva, aunque esas metas son una mala palabra para el krichnerismo, que solo ve allí un duro ajuste de consecuencias catastróficas.
   Batakis es hoy una ministra entre dos aguas.
   Con ese panorama nacional, tan sombrío como cargado de escepticismo, es que esperamos los tiempos que se vienen, con un dólar enloquecido hacia arriba, con especuladores desatados, con inflación descontrolada aunque dibujada para las estadísticas y otros aspectos negativos como el aislamiento del mundo, la escasa credibilidad que gozamos, los bonos en caída libre al igual que muchas acciones y otras señales negativas como el descontrolado aumento en los precios de todo, desde el pan, pasando por los autos, los medicamentos y hasta los departamentos.
   No es un panorama apocalíptico el que pintamos, sino que es para el país un llamado de atención, en pocas y sencillas palabras, que hay que dejarse de joder peleando entre ellos y acordándose de gobernar para todos, todas y todes si así lo prefieren.
   Porque sin unidad, que ahora es imprescindible al precio que sea, estamos cada día más al borde del infierno.
   Un infierno que muchos merecen, pero no los otros 44 millones de argentinos.

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