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26 de julio de 2020

S.L.B.: PAROS DE LA UTA YA COLMAN LA PACIENCIA - LOS ABUELOS SOMOS MALCRIADORES SERIALES - EVA PERÓN, A 68 AÑOS DE SU DESAPARICIÓN FÍSICA - MEGACAUSA: NO ES SALUDABLE APLAUDIR INJUSTICIAS - AXEL KICILLOF, GENEROSO EL CHIQUITÍN - ¿PUEDE O DEBE SER INTERVENIDA LA APROSS? - LIBERTAD: SUS DISTINTAS PRÁCTICAS Y CONCEPCIONES - ¿SUELDOS MUNICIPALES "EN NEGRO"?, ETC.


Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del 26 de julio de 2020 emitido en dúplex por AM580 y la FM88.5 ambas dependientes de Radio Universidad Nacional de Córdoba.

Se viene otra paralización de UTA
ESTO DE LOS PAROS YA COLMA
LA PACIENCIA  DE  CUALQUIERA
   Mire, la verdad y en el ánimo de ser breve, es para morirse de bronca al saber que se viene otro paro de la UTA con lo que la situación de miles de trabajadores se agrava más allá de la pandemia, de los encierros, del virus, de la economía tan seriamente afectada, de la amenaza de quedarse sin trabajo y de otros detalles negativos que llevan la situación al rango de insostenible.
   ¿Que los reclamos son justos? ¿Qué les retrasan los pagos? ¿Qué no cumplen los acuerdos firmados?   No son novedades para nadie, en esta sucesión de quitas de servicio que han determinado serios daños en los bolsillos de los más vulnerables, impedidos de acudir a sus tareas por falta de movilidad, dejando de lado, si es preciso recalcarlo, la legitimidad de las demandas.
    Entonces la pregunta inevitable: ¿qué hace el poder concedente que es el Estado para salvaguardar los derechos también legítimos, de los afectados por esas continuas medidas de fuerza?
   Especula con la inmovilización de la gente, desoye el clamor de los comerciantes y al final buscando que las medidas adelgacen por cansancio, terminan cediendo terreno y accediendo a todas las demandas después de haber vendido una imagen equivocada de preocupación.
   La verdad, poco importa cuál es el motivo reciente para que desde el nivel nacional se determine una nueva paralización de los servicios, pero son precisamente los dirigentes del más alto rango los que mandan al frente a su tropa mientras ellos no dejan de gozar de privilegios y fortunas en muchísimos casos.
   El empresariado del ramo más que feliz, porque según ellos que tanto dinero perdieron con los últimos paros, volverán a lagrimear cuando en realidad su conveniencia es la paralización, siempre y cuando sigan gozando de los subsidios que les otorgamos nosotros, los que trabajamos y tributamos impuestos cada vez más onerosos y plagados de exigencias perentorias.
   El hartazgo suele tener y ocasionar reacciones tan violentas como desmedidas y no estamos muy lejos que esto pudiera ocurrir.
   Jugar con la paciencia de la gente, después de haberla ultrajado casi a mansalva, puede transformar a las ciudades en campos de batalla, porque los usuarios también, alguna vez, harán valer sus reclamos que por general son desoídos.

Hoy, Día de los abuelos
QUE  NADIE PRETENDA  NEGAR  NUESTRA
CONDICIÓN DE MALCRIADORES SERIALES
   Por allí escuché que hoy es el Día de los Abuelos, vaya a saber uno por qué capricho del calendario o necesidad de vender regalitos, para lo cual también tuvieron la ocurrencia de imponernos el día de la novia, del ahijado, del padrino, del tío, del vecino, del cuñado, de la madama, del amigo o del rectificador de llantas de jardineras.
   Más allá de esas creaciones nacidas de la permanente baja de ventas, es para pensar seriamente que los abuelos necesitan -necesitamos- tener un día especial.
   Un día distinto.
   Un día sin la rutina que consagra el tiempo.
   Un día en el que no ansiemos ver a los nietos, o tenerlos cerca, o apretarlos, jugar con ellos a las escondidas, remontar barriletes, ensuciar paredes, enseñarles a encender fósforos sin quemarse, darles algunos manguitos a escondidas, comprender sus reclamos, ser cómplices de sus cuitas o lo que en realidad se hace o mejor dicho hacemos: darles con todos los gustos y malcriarlos como debe ser, porque para educarlos están los padres.
   Asumir la condición de abuelo, más que una cuestión de generaciones, es un maravilloso virus que se lleva en el alma…
   ¡Bahhh..! En el almanaque…

68 años de su muerte
EVA PERON, EL SÍMBOLO, ES UN HISTÓRICO
CAPÍTULO  DE  LAS LEYENDAS ARGENTINAS

   Seguramente la historia, esa implacable madre de todas las verdades que atesora el tiempo, será la encargada de guardar y reflejar la realidad documentada de aquella época especial, para nuestro país, que fue la década -se sabrá algún día si ganada o perdida- del 45 al 55 a mediados del siglo pasado.
   Al reseñar algunos aspectos de la corta vida de Eva Perón, solamente podemos resumir las pasiones que inspiraba, entre la admiración y el recelo, según fuera quien opinara, porque la historia aunque parezca mentira es demasiado reciente como para poner en la balanza los criterios citados por distintos autores que, sin dudas, abrazan disímiles ideologías y corrientes de pensamiento.
   Pero a esta hora, cuando se cumple un nuevo aniversario de su muerte, el número 68, miramos en todas direcciones y llegamos al convencimiento que no fueron muchos los homenajes ni las evocaciones como lo eran tiempo atrás.
   El signo político que gobierna a la provincia, enfrascado en sus agudos problemas de índole social, acosado por compromisos contraídos internacionalmente y por una pandemia como todo el mundo y en otras cuestiones francamente traumáticas e irresueltas, cayó en la omisión, o en la desmemoria.
   La señera figura de Eva Perón, abanderada de los humildes, Santa Evita, líder de los descamisados, Jefa Espiritual de la Nación, no merece ser parte de ningún olvido. La fiel balanza de la historia aplicada además del sano y desapasionado ejercicio de la memoria, equilibrará detalles que hacen a su vida de lucha por la incipiente justicia social, con el despliegue de riquezas que la segunda esposa del General Perón solía lucir en las galas europeas y en las visitas que realizara a los primeros mandatarios de varias naciones, al igual que al Papa de entonces, Eugenio Pacelli ungido como Pío XII.
   Se hace aquí necesario establecer un breve paréntesis para evaluar en el recuerdo aquella histórica visita y audiencia porque nunca antes en el siglo XX Italia había recibido a una mujer de otro continente rindiéndole los honores pertinentes como en este caso, al considerarla casi como jefa de Estado por lo que su arribo a Roma, el 26 de junio de 1947 fue considerado como un acontecimiento social pero aún mayor, en el plano político.
   Era por entonces una Italia dividida en dos frentes: el que aclamaba y se enorgullecía de su presencia y el otro, herido por una reciente salida del nacionalismo fascista que veía en Perón la imagen del "Duce" Benito Mussolini, con el agregado de saber que Eva tras su paso por la España franquista, llegaría a la ciudad eterna.
   Pacelli recibió a Eva Perón en audiencia privada con los máximos honores conversando con ella en idioma español, agradeciendo el Papa a la Argentina por su respuesta y apoyo a los países devastados en la guerra. Ella ansiaba y pretendía recibir allí el título de Marquesa Pontificia como el que distinguía a María Unzué de Alvear que sólo podía ser adjudicada por el pontífice, pero sus deseos no se concretaron recibiendo en cambio un rosario, una medalla de manos de Pío XII y una condecoración para Perón.
    Allí afirmó su compromiso de crear una Fundación para ayuda a los desposeídos y tuvo encuentros con mujeres fortaleciendo lazos en muchos aspectos con grupos feministas.
   Ella escuchó a todas recibiendo incluso de manos de la diputada socialista italiana Lina Merlín quien le solicitó en nombre de las mujeres de esa corriente que considerara el caso de Alicia Moreau quien denunciaba en Buenos Aires que era perseguida políticamente por el peronismo.
   Son sólo algunos someros detalles que remarcan la importancia de Eva Perón en la vida argentina y los  descamisados, como llamaba a los seguidores de su doctrina y pensamiento, alcanzaron a fanatizarse de tal manera que llegaron incluso a pedir su canonización pocos años más tarde.
   Es mucho lo que se puede recordar de Eva Perón, su lucha social en un limitado escenario de oropeles por una parte y de sufrimiento físico por otra, cuando promediando sus 30 años comenzó a agravarse el mal que la fue minando hasta llevarla a morir con jóvenes 33 años para que a la vez naciera el mito, la leyenda, el símbolo que como tal se instalara en buena parte de la sociedad argentina.
   ¡Hay tanto para evocarla como ejemplo, como para cuestionarle ciertas actitudes frente a la vida en aquellos tiempos difíciles de carencias por una parte y espejismos demagógicos por otra! Amada y también odiada, fue un jalón trascendente de nuestra historia y desde aquellos convulsionados años aún ahora se la puede amar, discutir, imitar, tomar como ejemplo o repudiar.
   Su recuerdo y su estampa derrotaron a los tiempos y ganó un lugar en nuestra historia que se encargará de glorificarla o de negarle méritos pero nunca llegar al extremo de ignorarla.
   Y menos todavía a marginarla de la historia.

Megacausa del Registro
NO ES SALUDABLE  ESO DE
APLAUDIR LAS INJUSTICIAS
   Bajo el título “El deslizamiento de las fronteras entre lo legal y lo ilegal”:   ciudadanos, empresarios, Estado y poder judicial, en una jornada de Sociología se analiza el tema de la propiedad, los propietarios, la desposesión, el capitalismo y el desarrollismo en Córdoba.
   Las autoras del trabajo emparentan el tema con la causa del Registro de la Propiedad, relatando que funcionarios y empleados se dedicaban a sustraer y falsificar títulos para que empresarios y testaferros realizaran operaciones posteriores. Manifiestan que quienes han sido procesados en la causa no están acostumbrados a ser clientes del sistema penal y que les resulta “jocoso” que se auto identifiquen como “perseguidos y presos políticos de la democracia”, protestando mediante folletos y publicaciones en la web. 
   Dicho comentario, fruto exitoso de la propaganda mediática, expone el desconocimiento de las escritoras sobre aspectos esenciales de esta causa. Evidentemente no saben que la mayoría de los imputados-condenados, que “reclaman justicia” pertenecen al estrato que ellas mismas denominan víctimas: son ciudadanos comunes y trabajadores que viven de sus sueldos. 
   No son desarrollistas, no hacen negocios, no construyen. Tampoco deben saber que casi todos ellos fueron encarcelados en prisión preventiva sin justificación y que estuvieron presos hasta tres años sin juicio. 
   Repito para que se entienda por si el concepto no está claro: presos sin juicio. 
   Muchos murieron en esa prisión y no podrán ser nunca juzgados. Y es claro que menos saben que no existen funcionarios condenados, ni juzgados, ni siquiera sospechados, pese a haber sido denunciados.
   ¡Ni uno!
   Esta situación ¿será frontera o tal vez ilegalidad manifiesta?  Hay que ser cuidadosos sobre el lado de la frontera que se ocupa, cuando se aplauden ejemplos de injusticia.  

Generosidad llamativa
AXEL KICILLOF PAGARÁ FORTUNAS
PARA INCENTIVAR EL AISLAMIENTO
   El gobernador de la provincia más vasta del país con excepción de la Antártida según el inefable chiquitín que tiene a su cargo el comando de Buenos Aires, decretó que pagará 500 pesos por día como parte de un nuevo plan que pondrá en vigencia para combatir la pandemia.
   Se informó la iniciativa que entrará o ya entró a regir, tengo entendido, es el programa “Acompañar” que persigue como objetivo lograr que las personas contagiadas de coronavirus, pero son pacientes leves, cumplan el aislamiento afuera de sus casas para que de esa manera reduzcan la posibilidad de contagio a sus familiares.
   El incentivo para que se cumpla ese proceso es la asistencia del Estado mientras la persona se encuentra afuera de su domicilio, por lo que el Estado bonaerense le pagará 500 pesos por día a cada paciente que decida transcurrir el tiempo de cuarentena en uno de los centros de aislamiento que se instalaron durante la pandemia, señalando que el plazo máximo estimado para permanecer en esa condición de “asilados”, “aislados” o “internados” por voluntad propia, es de 10 días, con lo que cada uno embolsará 5.000 pesos obviamente y como se está haciendo mala costumbre, sin trabajar ni aportar nada positivo.
   El programa contempla un fondo especial para dar lo que el gobernador Kicillof consideró un “subsidio de desarraigo y solidaridad” porque “aporta haciendo la cuarentena en otro lado, pero también toma una decisión solidaria”. “No es aislar ni confinar. Es acompañar en buenas condiciones este proceso de aislamiento fuera de su casa”, sostuvo.
   Realmente, pocos imaginamos cuántas sorpresas nos depararía un bichito insignificante que para muchos fue una gripecita, para otros el comienzo de la tercera guerra mundial y para no pocos desconfiados, la pantalla de la que muchos se sirvieron para ocultar problemas, como por ejemplo, la caída abrupta y onerosa en lo social, de todas las economías.
DESDE CÓRDOBA EL HUMOR PANDÉMICO NO
PODÍA  DARSE  EL  LUJO DE ESTAR AUSENTE

   Córdoba dentro de sus características salientes o como parte de la personalidad de sus nativos, figura de manera preponderante la creatividad para el humor hasta el punto que más allá de la desgracia que significa la muerte, los cuentos de velorios, sepelios y afines ocupan buena parte de los repertorios mediterráneos de aquellos que cultivan esa graciosa manera de sobresalir. Ni siquiera en ocasiones críticas por otras razones el cordobés deja de reírse incluso de su propio infortunio. Y en estos tiempos de pandemia, es más que nutrida la cantidad de expresiones graciosas que circulan especialmente en las redes sociales y por esa razón desde SLB rescatamos una inocente como cómica situación que se encargó de contar una de sus protagonistas. La grabación correspondiente puede ser encontrada en la columna respectiva de audios, ubicada en la parte superior derecha de este blog.

¿Habrá que intervenirla?
EN LA APROSS PASÓ DEMASIADO TIEMPO
PARA ADVERTIR QUE ESTABAN ROBANDO
   Recientemente, pocas horas atrás para ser más preciso, la Justicia Federal ordenó la intervención de una obra social perteneciente a un cuestionado sindicato como es el que agrupa a los recolectores de residuos varios de cuyos dirigentes deben responder por algunos sospechosos manejos en la administración de esa entidad.
   Saludable medida, si lo que persigue es adecentar la gestión en beneficio de tantos afiliados en la protección de algo tan digno de ser amparado y salvaguardado como lo es la salud del trabajador y la de su grupo familiar.
   Por cuerda separada, suponemos, corre otra causa paralela que investiga desórdenes administrativos y otras maniobras que habrían sido consumados por la dirigencia de dicho gremio con la participación de extraños a esa actividad.
   Y otro caso que no es para emparentar con el del Surrbac pero puede llegar a brindar al conocimiento público, una serie de maniobras que habrían realizado desde adentro de la APROSS que bien vale reiterarlo, no es como muchos suponen la obra social de los empleados públicos cordobeses y los jubilados de esa órbita, sino una administradora provincial de servicios de salud, como lo indica la sigla.
   La avivada que habría enriquecido a sus responsables en más de 500 millones de pesos consistía de acuerdo con los trascendidos, en recibir dolosamente ciertos beneficios como medicamentos oncológicos, en extremo costosos, que después negociaban a buenos precios en el mercado marginal, para lo que contarían con la lógica complicidad de otras ramas del comercio de medicamentos.
   Estarían comprometidas algunas personas vinculadas con el Concejo Deliberante como empleados de planta y algunos otros especímenes relacionados con la actividad mediática.
   Hasta allí lo sucinto de las maniobras que se perpetraban, pero lo que llama la atención y de ninguna manera es para prejuzgar pero sí para sorprender, que a cualquiera de las jugadas que se hicieran en esas reprobables acciones, se torna virtualmente imposible que no contaran con la ayuda, por así decirlo, de algunos niveles de mando dentro de la Apross.
   Un organismo superpoblado de empleados que deja traslucir de acuerdo con muchas quejas que supieron tomar estado público, una tendencia a restringir beneficios, especialmente en lo atinente a considerar como enfermos crónicos a muchos pacientes de patologías tales como hipertensión, diabetes y otras, pese a estar debidamente fundamentadas y documentadas por profesionales idóneos, negativa que obliga a esos enfermos a gastos superiores a sus posibilidades, tomando en cuenta que como afiliados cautivos porque no les quedan opciones, aportan interesantes sumas de sus sueldos o jubilaciones.
   Hay que reconocer, en honor a la verdad, que en la parte asistencial el hospital Ferreyra, gerenciado por el Hospital Privado en el señorial edificio del Parque Sarmiento, presta servicios ejemplares, pero están los otros lugares, verdaderos agujeros negros en cuanto a prestaciones, guiándonos en tal sentido por el servicio de urgencias siempre plagado de demoras.
   El tema de la APROSS no se simple, porque es demasiado el tiempo en que la impunidad acompañó a quienes se sirvieron de las necesidades asistenciales de mucha gente para robar sin pudor y sin medida.
   Es por eso que así como la Justicia Federal ordenó la intervención de una obra social, que nuestra Justicia provincial estudiara la posibilidad de hacer lo propio con la APROSS, sería tan necesario como bien recibido por la sociedad.
   No es para poner en dudas la honestidad de quienes la dirigen, pero nada mejor que disipar dudas para fortalecer a las instituciones, porque si todo está en orden, si nadie tiene nada por lo que pudiera ser legalmente reprochado o investigado, no existirían motivos de ninguna naturaleza como para esconderse.
    Es indignante para muchos obligados sostenedores de este sistema, advertir que en un organismo tan celoso para el control de ciertas prestaciones, como es entre otras lo que ya puntualizamos de la medicación para casos de males crónicos, existan tantos remilgos y en cuestiones medianamente controlables se les escapen las más pachorrientas de las tortugas.

¿Todos los encierros son iguales?
DISTINTAS CONCEPCIONES DE LA LIBERTAD
SEGÚN MIRADAS TOTALMENTE DIFERENTES
   Tiempo atrás curtiendo lejanas geografías europeas en su descapotable Rocinante, Don Quijote supo decirle a su escudero que la libertad -se dirigía a Sancho Panza-  es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos. Con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre. Por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida. Por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.
   Y ambos seguían recorriendo caminos bebiendo entre otras cosas, la imagen de inigualable libertad que a cada paso les regalaban los molinos de viento.
   Tanto y variado se habla de la libertad, que a veces quienes mejor la definen son aquellos que de alguna manera la perdieron, o se la condicionaron, o jamás les permitieron gozarla.
   Esos tan despiadados para actuar así son los déspotas.
   Más cerca de nosotros Mariano Moreno, artífice y padre del primer medio periodístico gráfico después de mayo de 1810, La Gazeta (con “zeta”) de Buenos Ayres (con “y griega”) y padre del periodismo argentino sostenía que “la libertad de los pueblos no consiste en palabras ni debe existir en los papeles solamente. Cualquier déspota puede obligar a sus esclavos a que canten himnos a la libertad” y a eso nos ha tocado vivirlo cada vez que un golpe de estado o un cuartelazo avasallaba a la Constitución, a las leyes y al pueblo.
   Y nosotros individualmente como ciudadanos, de sólo pensar en la pérdida de la libertad, se nos erizan hasta los pelitos de la nuca y debo confesar que es lo que personalmente siento y me angustia.
   Posiblemente sea por eso que los encierros domiciliarios que nos impusiera la amenaza de un virus y hoy suma unos 130 días, o 3.120 horas, equivalentes a 187.200 minutos y no me hagan pensar en los segundos porque son instantes inconmensurables, ha modificado sin lugar a dudas todas las estructuras de la sociedad.
   Para quienes amamos y nos aferramos al goce de la libertad plena en su más salvaje e ilimitada expresión sin mordazas ni condicionamientos, saber que de alguna manera y así sea para nuestro bien nos inmovilizan y recluyen, lo tomamos como una violación a principios básicos del derecho más fundamental del ser humano.
   Pero hay otros casos de privación de la libertad, cuando la Justicia determina que alguien, por cometer un delito -o varios- tiene que pagar su culpa a la sociedad mediante el encierro carcelario.
   Entiendo que las situaciones son absolutamente distintas y lo único que las une es el efecto, muy lejos de las causas, que es el encierro.
   Para unos, actuales condenados a  la inédita obligación de la clausura y del recogimiento por la expansión pandémica, no debe ser igual a la situación de aquellos otros, sentenciados no siempre a fecha cierta por eso de la interpretación de las leyes y de los códigos, obligados a la prisión, celda, mazmorra o calabozo.
   Y para ambos casos, debe haber sin embargo algo en común, que es la concepción personal acerca de la libertad.
   A quienes les agobia la perspectiva del contagio los escuchamos a cada rato, pero no así a los que hace años viven la condena de la prisión y con el fantasma del contagio por hacinamiento.
   El domingo próximo en este espacio, sin mordazas ni condicionamientos, hablaremos con alguien que lleva, entre rejas, más de 30 años y quiero desde ahora que para entonces, lo tomen como una expresión testimonial, más allá de las causas que lo llevaron a esa condición.
   El domingo próximo, revelaciones pocas veces escuchadas. 

12 de julio de 2020

S.L.B.: ASISTENCIALISMO Y RECUPERACIÓN DE LA ECONOMÍA - PROTESTAS CADA VEZ MÁS VIOLENTAS - MEGACAUSA Y LOS FENÓMENOS PARANORMALES - NUESTRO HIMNO NACIONAL EN SU VERSIÓN CUARTETERA - LA CIUDAD CON NOTORIOS DESCUIDOS - EL TEMA DE LOS ODIADORES SERIALES, PARA UN CONGRESO DE PSIQUIATRAS - ¿EXISTE ALGUNA FORMULA QUE APORTE EXCELENCIA AL TRANSPORTE URBANO?


Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” edición n° 629 del 12/07/20 emitido en dúplex por la AM580 y la FM88.5 ambas de Radio Universidad Nacional de Córdoba.

No es el mejor camino
EL ASISTENCIALISMO NO PUEDE ESTAR POR
ENCIMA DE  LA RECUPERACIÓN ECONÓMICA
   Es probable que solamente se trate de una sensación que se percibe, especialmente en los que nos vemos obligados a transitar por una realidad de carencias, angustias, dudas y vacilaciones que se acentúan frente a la ciclotimia del poder en cuanto a encarar planes o proyectos con miras al tiempo siguiente que vendrá tras la pandemia, con sus consecuencias y secuelas a inmediato y largo plazo.
   Es esa especie de desorientación frente a una crisis inédita que hace comprensible esa manera ambigua de encarar la recuperación que mucho tiene que ver con lo social, ahora por el temor fundado ciertamente en el peligro de un desborde popular motivado por carencias en cuanto a la subsistencia y desde otro punto de vista, frente a las exigencias estatales en cuanto a tributos y valores de servicios esenciales que en lugar de ser subsidiados, se encarecen y aumentan las incertidumbres de la gente.
   Es cierto que eso del creciente riesgo de darle a la maquinita, de esas que quería vender Boudou, porque la inflación emergente sería galopante de acuerdo con los agoreros pronósticos de muchos especialistas, pero peor es la postración de saber que en la misma medida que caiga nuestra moneda se elevarán los índices de desocupación, que es a la
vez la aguja que lleva la pobreza hasta límites insospechados y peor aún, los menos deseados.
   En consecuencia no quedarían otras armas que consolidar la aplicación del asistencialismo, bandera del populismo, para calmar a una sociedad que dejó o está muy próxima a dejar de contar con esa clase media motorizadora del gasto como lógica consecuencia de la existencia de impostergables, ansiadas y necesarias fuentes de trabajo.
   En pocas palabras, el Estado tendrá que seguir subsidiando planeros porque todo parece indicar que carece de imaginación y ejecutividad para reemplazar esa mecánica de la dádiva por la creación de fuentes laborales, más allá de la dispendiosa generosidad que viene mostrando en la
ocupación de vacantes dependientes del Estado, o inventándolas para cubrirlas.
   Sea como fuere, la situación es demasiado delicada como para seguir con las improvisaciones, los remiendos y los parches en una economía que por efectos de la pandemia entre otros lastres, viene arrastrando una crisis que no me quieran vender que es del último lustro sino que tiene su nacimiento varios años atrás.
   De todas maneras manejar un auto fijándonos más en el espejo retrovisor que en el parabrisas, es una actitud suicida que inevitablemente lleva al desastre y es por eso que los gobernantes debieran tenerlo en cuenta a la hora de planificar un futuro próximo del que ellos como nadie, no tenemos la más mínima idea de cómo se presentará.
   Pero lo más importante, al menos, sería obrar con la necesaria mesura en materia económica y sobre todo a la hora de seguir tomando deuda, porque dentro de los egoísmos políticos figura ese detalle de ensartarnos ahora, para que lo paguen las futuras generaciones.
   Lo peor del caso es que las generaciones actuales ya no tienen más lugar para guardar los resúmenes de lo que nos vienen reclamando.
   Y si es por negociarlos, no olvidar de abandonar la soberbia política porque los deudores somos nosotros…

No es bueno perder la calma
UNA ADVERTENCIA DE ALARMA PORQUE LAS
PROTESTAS SON CADA  VEZ MÁS VIOLENTAS
   Todas las protestas en general, tienen un componente de violencia que va desde lo moderado hasta lo incontrolable y de lo suavemente exigente hasta el colmo del respeto por la vida ajena y es una realidad que lejos de ser exagerada, es el espejo donde a diario y con alarmante frecuencia rayana en la costumbre, nos estamos mirando los argentinos.
   El peligro del desborde que nos viene quitando el sueño y encendiendo las luces de advertencia en todos los ámbitos de la sociedad, debe ser posiblemente el factor que aporta mayor demanda de urgencias en las soluciones o medidas en que se basan las innumerables protestas ya sea de las que se hacen en círculos cerrados de la comunidad o en las que ganan las calles y en muchos casos con el agregado de inútiles como repudiables vandalismos.
   Y todo indica que aquello de la grieta que ha dejado de ser una sensación que antes del virus tendía al menos intentar a diluirse, ahora ha recobrado ímpetu y agresividad, caldeando los ánimos, agriando las discusiones, vulnerando los respetos y transformando cada manifestación en unas batalla en la que se enfrentan con armas que como van las cosas dejarán de ser inofensivas, los ejércitos de ambas veredas: los que ahora mandan con la consigna de ponernos de pié, y quienes dejaron de mandar porque los actuales llegaron al poder y estos en lugar de propiciar la paz productiva se empecinan en alcanzar eso que los guerreros le llaman el placer de la venganza, más que de la justicia.
   Aunque en realidad la aplicación de una justicia real, memoriosa y equilibrada no sería para ellos muy beneficiosa, porque se viene descubriendo que el hecho de manejarla desde el poder aporta algo muy parecido a sembrar de flores legales el camino hacia la indemnidad.
   Así las cosas es tan incorrecto presionar, menoscabar, insultar y atacar a periodistas enrolados según dicen con el oficialismo, como ensañarse con los remanentes de administraciones anteriores, porque es una actitud repudiable para ambas corrientes y contiene el agravante de desorientar a la sociedad en momentos que más necesita coherencia, responsabilidad de conducción y perspectivas de paz más que de sangrienta y cercana contienda.
   El mecanismo del escrache, siempre vil por la indefensión de la víctima, no tiene que seguir avanzando y es el poder, apelando a la Justicia, quien debe ponerle punto final por el único camino que lleva a la verdad, que es el que le ha trazado la ley.
   Seguir emperrados en hacernos daños entre nosotros desnuda a una sociedad intolerante, agresiva, traicionera y deleznable y no son adjetivos que pueden ser asumidos con resignación ni orgullo cívico por sus destinatarios.
   Porque si no aseguramos la paz, la concordia, el diálogo, el respeto y la tolerancia en el disenso, nos esperan días que sin ser agorero ni tremendista, asoman como memorables de tragedias y enfrentamiento entre hermanos.
   Es para confiar, patrióticamente, que nadie quiere llegar a eso.

La Megacausa del Registro
UNA  CURIOSA  EXHIBICIÓN DE
FENÓMENOS PARANORMALES

   Los recientes hechos de violación de la normativa vigente realizando megafiestas que atentan contra el bien común me trajo a la mente la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba, a la que también podría considerarse como una fiesta o megashow judicial acontecido en la última década y media en el edificio de Tribunales II. 
   Cientos de trabajadores desfilaron por el lugar acusados de planear, pensar, intentar, soñar, imaginar, conocer, presenciar, colaborar, etc, etc, la apropiación de algún inmueble. La profusa narrativa oficial ofreció un espectáculo con fenómenos fantásticos como la  telepatía, la teletransportación o la adivinación  que posibilitaron que los acusados, aunque no se conocieran entre sí, integraran peligrosas bandas dispuestas a estafar.
   También sortearon las leyes de la física, la matemática, la lógica y el sentido común para explicar cómo fue que 15 personas ingresaron a una oficina pública sin ser vistas, se comunicaron entre ellos sin verse ni llamarse o cometieron acciones a kilómetros de distancia.
   Al igual que en las fiestas recientes las leyes y normativas vigentes fueron ignoradas y los acusados terminaron encarcelados en prisión preventiva sin pasar por ningún juicio, fueron juzgados años después por una comisión especial designada por  superiores y no por sorteo y condenados por íntima convicción y no por pruebas en muchos casos. La diferencia, nada menor es que en la causa, quienes incumplen las  leyes son los mismos que deben administrarlas.

Acerca de una reciente versión
NUESTRO HIMNO NACIONAL ES FACTOR
DE UNION Y NO PARA DESENCUENTROS
    Tengo a la vista uno de los doce tomos que componen el “Gran Omeba”, diccionario enciclopédico ilustrado, edición argentina del año 1967 o sea de 53 años atrás, que casi desde su aparición fue mi mejor elemento de consulta que adopté como tal por considerarme un ardiente defensor de la pureza de nuestro rico y maltratado idioma, que sigue padeciendo estoicamente y pese a su avanzada edad, los embates de ciertos audaces innovadores que con deplorables resultados tratan de modificarlo acudiendo a torpes subterfugios y a graciosas como patéticas prácticas del variado repertorio de la estupidez disfrazada de erudición.
   Al requerir a la consulta del vocablo “sagrado, da” se lo califica como adjetivo en cuatro casos y en un restante como figura y considero ahora oportuno hacer un paréntesis para retomar el párrafo más adelante.
   Pocas horas atrás y con estrépito mediático involuntariamente oportuno ante nuestra pandémica realidad -es mejor calificarlo así- invadió canales de TV, frecuencias radiales y páginas gráficas la versión  en ritmo cuartetero de uno de nuestros más idolatrados y respetados símbolos patrios que es el Himno Nacional, cantado -de alguna manera es preciso tipificarlo-  por un artista popular del género que al decir de muchos es parte de la cultura cordobesa y no están del todo errados aunque no les guste pero lo bailen en las fiestas.
   La memoria reciente nos viene ofreciendo otros estilos musicales de la misma pieza patriótica que allá por los inicios de la segunda década del siglo XIX naciera de la creatividad de Alejandro Vicente López y Planes, a la que en 1813 le pusiera música el español Blas Parera, radicado en nuestro país y se estrenara pese a no existir fehacientes constancias de ello en la voz de Mariquita Sánchez de Thompson y su pianoforte. La letra original contenía conceptos antimonárquicos y antiespañoles pero en la intención que sirviera para un acercamiento con diplomáticos ibéricos, se abreviaron las estrofas e introdujeron cambios que eliminaban ciertos conceptos peyorativos sobre otras naciones y fue necesario aguardar hasta 1847 en que finalmente se lo llamó Himno Nacional Argentino.
   Prácticamente incólume desde entonces, nuestro Himno aguantó el cimbronazo de la versión que se le ocurriera a Charly García y que difundiera ante una multitud el 9 de julio de 1991 si es que son exactos los archivos y la memoria.
   Pueden decir lo que quieran de aquella aventura, calificarla de la manera que cada quien considere acertada, mostrar repulsión por lo que muchos la trataron como una ofensa y un menoscabo, pero nadie puede negar que nuestra canción identificada con la Patria Argentina dejó de ser un balbucear en los actos escolares, donde lentamente las raíces de la argentinidad volvieron tímidamente a germinar. Y cuando nuestros representantes nacionales en justas deportivas cumplían con un rito viejísimo de rendirle honores cantándolo, mascaban chicles, hacían “playback”, se arreglaban los rulos, escupían al piso o buscaban las cámaras que podían incorporarlos a las tapas de las revistas o a las páginas de los diarios.
   Reconozcamos el estilo de los “Pumas” del rugby que les enseñaron a los cultores de otras disciplinas, que al himno aunque no se lo cante, por lo menos hay que gritarlo desde
el corazón; desde los rincones más recónditos del alma y del sentir, sin timidez por desafinar y sin el rubor del llanto emocionado.
   Más recientemente fueron muchos los artistas y luminarias que lo cantaron dejando versiones decorosas como las de Patricia Sosa o de Jairo, Fabiana Cantilo, Fito Páez, Mecha Sosa, Ciro Martínez, Soledad y otras sin olvidar las que se hicieron con lenguaje de señas para hipoacúsicos y más recientemente, hasta con la voz y la expresión del payaso Piñón Fijo.
   ¿Qué nos puede extrañar entonces que un cuartetero cercano a su retiro, abrumado por el obligado encierro y condenado al silencio frente a las grandes multitudes haga su versión del Himno Nacional?
   Y es momento de volver al diccionario y su explicación sobre el vocablo sagrado. Dice como figura “Que, por el uso a que está destinado, merece veneración y respeto”, pero más se acerca al escenario de la novedad que recientemente nos invadiera, una de las acepciones de esa palabra, la repitamos, sagrado: “Entre los antiguos, lo que era muy difícil de conseguir por medios humanos” y eso está escrito y decretado mucho antes que naciera “La Mona” Carlitos Jimenez, vecino en barrio Luz y Fuerza junto a Bajo Palermo.
   Porque si se trata de recuperar cuando aún no es demasiado tarde la decadente cultura del respeto por los símbolos, que la modernidad ni los sectarismos sean obstáculo para que cualquier versión de nuestra Canción Patria sea no tan solo entonada sino sentida y pase a ser aceptada por la sociedad argentina sin distingos, marginaciones, discriminaciones ni estigmatizaciones de ninguna clase.
   La cante quien la cante o cómo la cante, mientras sea con un sagrado respeto por su espíritu.

Un lamentable enigma cordobés
¿ES  QUE  NADIE TIENE  LA  FÓRMULA PARA
QUE EL TRANSPORTE URBANO SEA BUENO?
  Han sido tan dolorosamente lamentables las prestaciones del servicio urbano de pasajeros en esta ciudad mediterránea, que tendríamos que escudriñar en varias generaciones atrás para saber si alguna vez fue, al menos, medianamente decoroso.
   Desde los tiempos del viejo y archivado tranvía, en que comenzaran a circular aquellos ómnibus que recordamos destartalados, o los coches verdes que les llamábamos “loros” por su color o todas las otras incontables experiencias que encararon todos los intendentes buscando dignificar la prestación, al menos en lo personal no recuerdo haber gozado un servicio que mereciera ser calificado como digno de la gente, con tarifas que nunca fueron baratas.
   Y luego vinieron las concesiones, los acuerdos, los problemas de todo orden desde la diagramación de recorridos, la aplicación de frecuencias hasta las discusiones por el precio del boleto, que contribuyeron a la permanente desorientación y descontento del usuario.
   Se inventaron varios sistemas de prestaciones con alternativas importadas desde otros
países no tan solo cercanos sino de la vieja Europa, pero  ninguno pudo adecuarse a nuestras necesidades y menos aún a la pretensión del pasajero cordobés que casi exige que el bondi pare en la puerta de su casa y lo lleve hasta la puerta de su destino.
   Todos fracasaron en cuanto a lo prestacional, pero no fueron pocos los empresarios que la juntaron a mansalva, llenaron sus bolsillos y se mandaron a mudar dejándonos el kilombo de un servicio cada día más decadente, con el agravante de su costo tanto para el poder concedente que es el Estado, como para quienes teníamos la desgracia de depender de ellos para movilizarnos.
   Ahora con el despelote actual que es una mezcla de coacción empresaria por un precio más elevado del boleto, en concubinato con una dirigencia gremial  insaciable que aprovecha la facilidad de contar con miles de rehenes para que les sean concedidas sus demandas, el panorama es tan incierto como siempre: días y días de paro que se suman a otros problemas pero la cuestión es que caminar puede llegar a ser el problema que deban afrontar los empresarios de la FETAP, cuando los cordobeses se convenzan de lo saludable que es caminar.
   Dicen que la solución está cercana, que las negociaciones están avanzadas, que las posibilidades son buenas al menos en lo que aventuran medio tímidamente desde la Municipalidad.
   Quedaría por superar eso que aunque pueda ser tomado como rumor de conventillo, en estos momentos nada debe ser despreciado: la conveniencia del poder, al saber que por la falta de transporte público, es mucho menor el riesgo que la gente se amontone en las calles para protestar por todo lo que les están negando como ciudadanos.
   Nada debe ser descartado, en estos tiempos de encierros y pandemia.

Lo instaló el Sr. Presidente
EL TEMA DE LOS ODIADORES ES COMO
PARA UN  CONGRESO DE PSIQUIATRAS
   ¡Tantas cosas se han escrito sobre el odio! Desde tratados que auscultan en la mente humana, estudios a los irracionales, calificación de actitudes que lo manifiestan y un sinfín de elucubraciones científicas y otras improvisadas que no hacen otra cosa que confundir al menos precavido.
   Entre lo que recuerdo, solía decir Daudet que el odio es la cólera de los débiles, Lord Chesterfield, el fumador compulsivo, sostenía que la gente odia a quienes hacen sentir su propia inferioridad y Victor Hugo quien lejos estaba de ser analfabeto era partidario de sostener que cuando más pequeño es el corazón, más odio alberga.
   Un pensador de apellido Manzoni -y una vez lo anoté para no olvidarlo- fue terminante al declamar que ciertamente se hallarán pocas cosas que contribuyan a corromper a un pueblo tanto como la costumbre de odiar.
   Pero como en los momentos actuales que la desgracia mundial debiera propender y contribuir enormemente a la reconciliación de la raza humana consigo misma, es que surgen diferencias y broncas inimaginables casi en tiempos de normalidad y se considera tan importante su evaluación, que el propio presidente de la Nación, Dr. Alberto Fernández, hizo un llamado para terminar con los que calificó como odiadores seriales, según tengo entendido porque la realidad, es que los descalificó.
   Pero se me hace que cometió la travesura de la parcialidad porque no fue amplio conceptualmente y entre otros detalles marginó hechos que en su momento adquirieron notoriedad por lo fuertes y debo confesar ahora que involuntariamente apelé a la memoria de una persona que seguramente ni se enterará que lo estoy -en el buen sentido- utilizando
como archivo,  a la que definiré como el señor Braulio “C”, con la letra c de camión, de casamiento o de covacha por dar ejemplos.
   Y esta buena y memoriosa persona hace alusiones que pasado el tiempo se transformarán en históricas: doña Hebe incitando a quemar campos de soja y otras cosechas antes que los gringos las levanten, D’Elía pidiendo que cuelguen a Macri de espaldas al pueblo en la Plaza de Mayo, el camionero sindicalista preferido de la doña que prefiere para el “gato” algo más benévolo como fusilarlo en la plazoleta frente a la Casa Rosada, a la funcionaria de la Ansess que pide ver a los manifestantes pasar en camiones frigoríficos en camino directo a la morgue, a los cultores del Instituto Patria ¡menos mal! que escracahan a periodistas opositores al modelo nacional & popular, a la abogada Peñafort que adelantó que si la Corte no acepta lo que piden, lo van a conseguir con sangre…
   El “Cuervo” Larroque pidió que Macri se calle, como si él no hubiera sido agitador de masas. Y les comento que el legislador rionegrino Juan Martín, del PRO, detectó y denunció amenazas y presiones contra el colega periodista Baby Echecopar y se comenta por aquellos pagos que ya se hizo cargo del caso la Justicia lugareña.
   Ya me parece demasiado seguir aportando detalles, porque la verdad sea dicha, odiadores habrá siempre y no es cuestión de andar catalogándolos porque sería como alentar sus malsanas intenciones.
   Si les parece, el domingo próximo puedo abrir un registro de los odiadores de la otra vereda, para que nadie diga que soy propenso a divulgar los odios parcializados.
   Es una simple cuestión de necesario e impostergable equilibrio, al menos con los odios…
   Porque los amores, si son amores, se equilibran solos, por lo general horizontalmente…

Córdoba no se resigna sólo al maquillaje
LA CIUDAD MUESTRA DEMASIADOS DESCUIDOS
COMO  PARA  APLICAR TAN  ALTOS IMPUESTOS
   La verdad, no es bueno ponerse en la tarea mecánica de enlistar todas las carencias urbanas de esta Córdoba siempre sorprendente, lo que sin dudas más debe azorar a quien la administra, por el hecho de ser un capitalino como de paso, pero sin haberla vivido a nuestra Córdoba como los que tenemos nuestras raíces y afectos en ella.
   Pero la verdad, culpa del virus, del encierro, del estado de huelga casi permanente que distingue a los municipales, de la dejadez, de la mala conducta de los vecinos desaprensivos y de otros factores negativos, la ciudad en muchos aspectos ofrece una imagen deplorable y lo que en verdad indigna y apena, es que los vecinos siguen sometidos a una presión tributaria que no se condice con los servicios deplorables que recibe, en el mejor de los casos cuando ciertamente se los brindan, lo que ha pasado a ser más una excepción que una obligación municipal.
   Dicen que reemplazan luminarias pero la mayoría de los barrios sigue sumida en las tinieblas en tiempos más peligrosos que los habituales. Es cierto que una de las culpas es del vandalismo nacido de la falta de patrullajes y la ausencia policial, que los enemigos de la ley aprovechan para perpetrar sus fechorías en la seguridad que cuentan con la ayuda de las sombras que consagran su impunidad.
   El descontrol en el tránsito es irremediable; la mugre suele invadirnos cuando se encapricha el gremio de los recolectores; el transporte si se lo califica como porquería sería un acto de generosidad y el respeto por el vecino ha pasado al terreno de las utopías.
   Mire, la verdad, no quiero atosigarlo con pálidas, pero voy a ejemplificar el desorden con un simple y cercano ejemplo: meses atrás, en la Córdoba AB que significa antes del bicho, el vecinalmente histórico Parque Autóctono al pie del nada elevado Cerro de las Rosas, era escenario de festicholas nocturnas que generaban un sinnúmero de problemas a los vecinos por los ruidos, la mugre que dejaban y el daño emergente a las instalaciones que pagamos todos.
   Se dieron uno o dos procedimientos, creo que policiales, que aplacaron esa costumbre de la joda, la pandemia hizo que el parque se cerrara, pero apenas aflojó el coronavirus y las autoridades dieron una semi piedra libre, los cultores de la joda en aquel lugar volvieron, rompieron el candado con el que se aseguraba la puerta principal de acceso y este jueves pasado a la noche, regresaron la música estridente, el consumo de bebidas y la mugre que dejan al retirarse de madrugada.
   Relevemos entonces a los municipales porque siguen de paro.
   Pero ¿a dónde carajo fue a parar esa policía que nos dijeron se la pasaba patrullando la ciudad para evitar que la gente abusara de la calle?
   La verdad, si se hubieran avivado las autoridades, mandaban dos o tres empleados con un talonario de multas y recaudaban como para pagarles la dieta y el ansiado medio aguinaldo a los legisladores y concejales, muchos de los cuales gozan de vacaciones desde hace más de tres meses.
   Hubiera sido un acto de impostergable justicia, al menos para los vecinos, digo…