Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su
programa “Síganme los buenos” del domingo 8-12-13 por AM580 Radio Universidad
de Córdoba.
EL
REGRESO AL MIEDO
Los gobiernos de la prepotencia, del
sojuzgamiento y del desprecio por la libertad, apoyaron siempre su repudiable
estilo en la instauración del miedo; del miedo a reunirse, del miedo a opinar,
del miedo a pensar, del miedo a no ser carne de rebaño, del miedo a ser libres
e incluso del miedo a ser íntimamente feliz.
En los más penosos tramos de nuestra
historia reciente los miedos fueron protagonistas casi excluyentes que nos
anularon la personalidad, la sociabilidad y llevaron al tenebroso reino de las
dudas algo tan sagrado como lo ha sido siempre la amistad. ¿Se acuerdan cuando
tratábamos de no saber, por miedo, cómo pensaban los amigos?
Las mordazas y los silencios impuestos a
sangre, tortura y muerte mutaron nuestra rebeldía en supervivencia y la
valentía en temores, angustias y mutismos que derrumbaban el recóndito estruendo
de nuestros pensamientos e ideologías. El poder del terror nos hizo distintos y
el fuego sagrado tuvo un indigno destino de freezer.
La desconfianza pasó a ser primera actriz y
el recelo su amante inseparable.
Los sicólogos y los sociólogos pueden tener
sus posturas académicas, pero tengo la convicción que cada miedo es celoso
dueño de su impronta; de su sello personal que lo transforma en único.
Tuve miedo, el miedo atroz a saberme solo en
la soledad del abandono por la injuria del desgobierno.
Somos prisioneros del más atávico y horrendo
de los miedos: el miedo a la soledad.
Porque aunque vociferen un discurso que ni
ellos creen, la verdad fue que la Nación y la Provincia nos dejaron solos, indefensos y
desamparados porque para ellos era más importante -y lo sigue siendo- la
miseria política de su ciega y demencial lucha por espacios y por poder.
Serán las urnas, en su momento seguramente,
las que le pondrán precio a esa egoísta, desalmada y mezquina actitud.
HORA
DE GOBERNAR EN SERIO
Que ustedes nos deben, que no les debemos,
que no pensamos pagarles, que se las arreglen como puedan, son las frases
comunes y lamentables que escuchamos en las peleítas entre pendejos que se
pasan facturas.
No es bueno para nosotros, y menos en cuanto
a imagen internacional, que políticos pretendidamente adultos se sigan mojando
las orejas en lugar de ponerse a gestionar en serio para superar esta crisis
que en los dos niveles, siempre se pretendió ocultar.
Una actitud tan tonta y poco creativa, como
pretender esconderle la trompa a un elefante.
Ahora vendrá sin dudas una ronda de
reuniones, se constituirán comisiones de estudio, se harán números entre los
técnicos en economía y los iluminados en política, mientras el efecto dominó
copa la escena en todo el país.
Todo esto se pudo haber evitado, solamente
aplicando políticas viables que desde el principio con los récords de la
recaudación sojera, hubieran optado por la creación de genuinas fuentes de
trabajo, antes que la solución inmediata, facil e indigna del subsidio
indiscriminado.
Con la mira permanente en los votos, es que
las equivocaciones se hacen más dolorosas y evidentes, siguiendo con la
argentina costumbre del cortoplacismo por encima de la planificación seria,
medulosa y a términos más prolongados.
Eso se llama edificar un futuro, que no es
lo mismo que vivir atados a remiendos, improvisaciones y desaciertos, que nos
están liquidando las reservas tanto monetarias, como las que atesoramos los
ciudadanos en el plano de la moral y la ética.
Es hora de gobernar en serio, pensando hacia
fuera, para la gente, y no hacia el egoísmo interior que alienta vigencias y
perpetuidades.
Porque si los políticos no saben ni siquiera
resolver el presente, no les pidamos el milagro de la construcción de un
futuro.
LOS
CHICOS DE NUEVA CORDOBA
Esto sirve para que muchos adultos,
tiranizados por los eternos preconceptos que dividen a las generaciones, se
convenzan que aún son rescatables estos gestos de grandeza y solidaridad.
Cuando de ahora en adelante esos mismos
chicos se diviertan, hagan ruido y molesten, recuerden que lo que ellos
hicieron fue un acto de amor por encima de todo lo que se pueda discutir al
respecto.
Es cierto que hubo algunas equivocaciones
comprensibles aunque injustificables, pero cuando colocamos las situaciones en
la balanza, allí los buenos ganaron con holgura.
Es en los momentos críticos que más resaltan
los gestos solidarios, desinteresados, que conmueven y llevan a ser imitados.
La actitud de los chicos de Nueva Córdoba
que se lanzaron a las calles en defensa de sus vecinos, bien se puede inscribir
en el libro donde constan las acciones que impactan y enaltecen, en una
sociedad donde el egoísmo y el sálvese quien pueda es un rótulo que le cabe a
la mayoría.
Estoy seguro que ahora, los jóvenes
estudiantes y trabajadores de ese ruidoso e hiperactivo sector urbano, serán
mirados con un cariño y una comprensión que a lo mejor venían reclamando
infructuosamente.
Fue necesaria una desgracia, para que los
conocieran en la maravillosa capacidad de su grandeza.
ADIOS A MANDELA

Pero hay que vivir, palpar y padecer una
situación de tan brutal sometimiento como el que los blancos ingleses y
holandeses asestaban a la población negra.
Eran dos mundos divididos por el color de la
piel, donde los odios, la represión y la matanza estaban siempre de la mano de
los carapálidas, aunque es bueno reconocer en este punto que para la percepción
de un argentino, existía también más odio del negro pobre al negro rico, que a
los blancos.
Visitar el Soweto era una aventura de
extremo peligro, porque esa ciudad satélite exclusiva para negros estaba
enclavada en Johannesburgo, a donde iba a trabajar la población negra en las
ocupaciones peor remuneradas.
Las amuralladas mansiones de la población
blanca lucían torretas de vigilancia, y en los negocios del centro impactaba
leer los carteles con el aviso de rejas electrificadas para espantar a quienes
llegaran a tentarse por lo ajeno.
Bares para blancos donde no podían entrar
los negros y viceversa; transporte para negros a los que ni locos subían los
blancos.
Mandela estuvo 27 años preso por encabezar
una lucha pacífica y tenaz que buscaba terminar con todo eso, y establecer
planos de igualdad en todos los aspectos de la vida sudafricana.
Los blancos no lo entendieron al principio,
hasta que venció la constancia de un luchador empedernido, maravillosamente
negro, que conquistó una victoria para la civilización ya que virtualmente
desde la cárcel pasó a presidir el país.
Un triunfo de la lucha que no fue incruenta
pero sí inteligente, sostenida, valiente y patriótica.
Cuando regresé y me enfrenté a los cambios,
comprendí la grandeza inconmensurable de la lucha de Mandela, porque más que
terminar con las diferencias, implantó la convivencia donde parecía imposible
alcanzarla.
Sudáfrica tiene muy buenos vinos,
especialmente blancos, y por consiguiente buen champán.
Con una copa de burbujas me dí el gusto,
años atrás, de brindar por Mandela, en un bar que antes era solo para negros.
Y ni siquiera me dejaron pagar la cuenta.
MAS
ACERCA DE LA MEGACAUSA
La Cámara Décima negó la excarcelación a un
imputado que reclama poder asistir al juicio que se sustancia en su contra en
libertad, como mandan la
Constitución y el derecho internacional.
La prisión preventiva, como ya se ha dicho,
es el encarcelamiento de una persona cuya culpabilidad no se ha probado y
que por lo tanto se considera inocente. En resguardo de este derecho es que
muchas ONG se pronuncian en contra de esta medida, que debe ser utilizada sólo
en casos excepcionales.
La
Red
inocente es un programa de educación y abogacía pública sin fines de
lucro dedicado a la liberación de personas sentenciadas erróneamente, y a
fomentar legislación y reformas de leyes que disminuyan el número de condenas
erradas.
Este proyecto, nacido en California hace 21
años, se ha extendido por todo el mundo y ha logrado la liberación de cientos
de personas inocentes, así como también la implementación de importantes
reformas judiciales.
En el año 2012 el proyecto llegó a América
Latina, se ha iniciado en Argentina y en todos los casos el objetivo es también
exhortar a los actores del sector legal para que hagan lo que les corresponde:
resolver el desafío de construir sistemas de justicia en donde nadie sea
condenado injustamente.
Debido a que no existe ningún sistema de
justicia infalible, siempre existirá la posibilidad de errores, y con ello de
condenar a un inocente. Por ello, esta organización trabaja en la detección de
las causas que llevan a las condenas erradas, a fin de poder revertirlas.
Entre las siete causas más comunes que el
proyecto ha identificado como generadoras de condenas erróneas se incluye
mala conducta del gobierno y se afirma en ese punto que, mientras algunos
errores son honestos, en muchos casos, las mismas personas que son responsables
de buscar la verdad y sobre todo, asegurar la justicia, agentes de la policía y
fiscales, pierden la visión de estas obligaciones y por el contrario, se
enfocan únicamente en buscar una condena.
Manifiesta asimismo que dado que la justicia
penal depende de un esfuerzo humano, existe la posibilidad de negligencia, mala
conducta y corrupción. En el listado que enumera estas malas conductas
judiciales, varias coinciden con las irregularidades que se han denunciado en
esta megacausa que nos ocupa, del Registro de la Propiedad.
Por ello, y sin jugarse por la inocencia de
nadie, si el Poder Judicial debe extremar los cuidados para evitar errores, si
numerosas ONG y la propia Procuración de la Nación están señalando la
incorrecta aplicación de la prisión preventiva en esta causa, ¿cuál es el motor
que perpetúa estas prisiones y no permite ninguna libertad?
La respuesta no está en los rehenes.
La tienen sus captores.
¿DONDE ESTABAN PREGNO,
GONZALEZ Y MONTEOLIVA?
Cuando nuestro gobernador pronunciaba su
discurso a los queridos cordobeses, los aplaudidores oficiales y rentados se
pelaban los metacarpos saludando el éxito de una gestión que llegó a la paz, en
una guerra que era más fácil evitar, que librar para perder así, tan
groseramente.
Días atrás, al conocerse la designación de la Sra. ministra de seguridad,
el descubrir su curriculum encendió una luz de esperanza por los cursos que
había hecho en el exterior y por todos los otros antecedentes profesionales,
prolijamente divulgados.
Y me dije “esta mujer, sabe”.
Me pido disculpas por haberme equivocado,
porque entre el gobernador itinerante, ella y el superministro vocero y
justificador de errores, no alcanzaron a mover un dedo para evitar el
crecimiento del malestar policial, el abandono de los vecinos a su suerte y el
altísimo costo material y político de los saqueos y actos de vandalismo.
Por un momento era para pensar que estaban
de vacaciones, “abatatados” como solían decir las tías, o en el mejor de los
casos, padeciendo las consecuencias del pánico escénico.
Para colmo y avivando las llamas, al
gobierno de la provincia no se le ocurrió nada mejor, cuando las mujeres de los
policías reclamaban en la calle creando caos de tránsito, que anunciar que de
ninguna manera concederían el más mínimo aumento.
Porque de allí a la solución del conflicto,
bajarse los lienzos tan torpemente fue una actitud inesperada incluso para los
que reclamaban.
De última y enfocado la situación desde un
plano estrictamente institucional, quien debiera haber manejado la crisis es la Sra. Vicegobernadora
que supongo, por entonces, en ejercicio de la gobernación de Córdoba.
Pero prefiero no preguntar, porque en una de
esas la Sra. Pregno
renunció y no hay quien se anime a que esa información tome estado público.
En suma, la línea de sucesión no fue
respetada, todos miraron hacia otro lado o los cargos no son otra cosa que una
infame patraña que les vendieron en las boletas a los queridos cordobeses.
La ambición presidencialista y el reclamo de
respeto, se me ocurre que ahora, es solo un cucurucho servido en una heladería
del Sahara.
Porque el respeto es, idealmente, un
sentimiento de reciprocidad que va y vuelve.
Cuando unilateralmente se quiebra, es cuando
se pierde y jamás se recupera.
Como ahora, con el agravante que los
perdedores de la batalla pretenden desfilar con la corona de laureles.
CAPITANICH - DLS, UNIDOS POR EL ESPANTO
Alguien tendría que comentarle a ese
muchacho, el mismo que en el Chaco no tuvo una gestión muy lucida, que aquí los
cordobeses en su momento y entre otras cosas, fuimos los responsables de la Reforma Universitaria
de 1918, de la revolución del 55, del cordobazo en 1969 y de alguna que otra
escaramuza que está inscripta en la historia y la memoria de los argentinos.
Y que desde los cuatro puntos cardinales de
la geografía nacional se sabe que cuanto Córdoba estornuda, es porque el país
está resfriado, o como en estos últimos tiempos, al borde de la neumonía.
Ese mismo muchacho, super ministro, que
mientras en todo el mundo se veía lo que acontecía en Córdoba, prometió antes
que nada “monitorear” la situación, cayó derrotado por dos factores
trascendentes: el creerse inteligente y minimizar la fuerza de la verdad.
Casi lo mismo ocurrió con De la Sota, quien a lo mejor confió
demasiado en los amigos a los que dejaba el poder de la provincia para que lo
manejaran, y no hicieron otra cosa que chocarlo.
Es la desesperación de ambos lo que les
impulsó a una especie de anestesia de la memoria, para reunirse este martes
próximo, conciliar números y llegar a clarificar los motivos por los cuales
cada uno piensa tener razón sobre la posición del otro.
Por fin, estarán juntos en la consideración
de una situación que sin dudas les preocupa y enciende una luz de alarma.
Eso se llama espanto, temor a lo
desconocido, desorientación frente a la realidad o llámenlo como quieran, pero
es lo que ha logrado el milagro del diálogo que jamás se debiera haber
interrumpido.
No hay caso.
Siempre pasa lo mismo, cuando las
personalidades son tan disímiles en el plano político, y de acuerdo con las
experiencias individuales que pudieran haber cosechado.
De la Sota tiene su kilometraje, aunque haya sucumbido
a un motín policial que pudo haber evitado, la injuria a los jubilados que no
tienen quién los defienda, o la caprichosa aplicación de un sobreprecio a los
combustibles, solo para recaudar más.
Y si se mantiene en pié aunque tambaleante,
es un síntoma de tener calle porque en los peligros urbanos es bueno saber
esquivar ataques.
Capitanich se olvidó del hambre y la
desnutrición en su provincia, de los pueblos originarios, de los desalojos a
los aborígenes y seguramente de otras lindezas de su gestión como gobernador.
Y con esa mochila tuvo que radicarse en
Buenos Aires.
No se le augura un brillante futuro.
Por lo demostrado, tiene menos calle que
Venecia.
PRESUPUESTO DESQUICIADO
El presupuesto y las previsiones para el
2014 ya tuvieron la aprobación de la unicameral y en mi ignorancia que al menos
reconozco, imagino también que son números idealizados en un contexto
artificial, porque los políticos, y
perdón si hablo de bolas, no tienen la de cristal ni apelan a pitonisas ni
adivinadores.
Así las cosas, el aumento para la policía,
previsto en otras cifras, se multiplica hasta llegar a la camionada de plata,
debiéndosele agregar lo que demande el aumento fuera de programa para los
judiciales, los maestros, los de EPEC, en fin, todos los empleados públicos que
se agarraron de la cola del reclamo policial.
Por suerte para el gobierno, los jubilados
que no pueden acuartelarse han sido marginados, por ley y eso es aborrecible,
de cualquier mejora que reciban los activos, porque los viejos cobran medio año
después, indignas monedas de un dinero devaluado y devorado por la inflación.
El tema preocupante, es saber a qué apelará
el gobierno de la provincia para que los números del rubro sueldos, le cierren
sin más escándalos, peleas, manifestaciones, paros, autoencierros y destrozos.
Barajando utopías, sabemos que los enormes
gastos de publicidad no van a disminuir, porque a la gente hay que hacerle ver
lo que no existe, y eso bien sabemos que cuesta demasiado dinero.
Paralizar la obra pública es complicado,
porque aparte de los juicios que plantearían los adjudicatarios de
licitaciones, dejaría de ser la vidriera para mostrar una gestión que se ocupa
de hacer caminos que no llevan a ninguna parte, puentes donde no hay ríos,
terminal de ómnibus enorme que no se usa y faro para un mar lejano y peor aún,
inexistente.
Que los funcionarios y legisladores se bajen
los sueldos, ya es para entrar al terreno de lo cómico, imaginando ese gesto
¡de acá! que inmortalizara Olmedo.
A lo
mejor quedan otras alternativas y posibilidades, pero prefiero no ser cargoso.
Entonces, si la imaginación no alcanza para
inventar la salida más o menos decorosa, solo queda la alevosa solución de
aumentar los impuestos, acelerar la espiral de endeudamiento o ambos desquicios
a la vez.
Que De la Sota y su brillante equipo fracasen no sería tan
grave, por aquello de los merecimientos por la gestión cumplida.
Pero que la gente otra vez deba pagar
imperdonables errores ajenos, se me antoja que sería consumar una nueva y
lacerante injusticia.
Porque el fracaso se impone que sea un
castigo para los que mandan.
Y no para sus víctimas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Su comentario será valorado