10 de febrero de 2015

¿Llegará ese día de la libertad? ----

VIRTUAL E INÉDITA CONDENA A
PERPETUA EN EL MARCO DE LA
MEGACAUSA” DEL REGISTRO

Desde poco más de un par de años atrás, en el programa periodístico “Síganme los buenos” que me toca conducir y que emite AM580 Radio Universidad de Córdoba en la tarde de los domingos, asumí el compromiso profesional de ocuparme de la exagerada aplicación de la prisión preventiva en el marco de la “megacausa” del Registro de la Propiedad.
La culpabilidad o la inocencia son cuestiones técnico-jurídicas que manejan fiscales, defensores y camaristas.
Sin embargo y como postura personal, adherí a los reclamos en el sentido que la prisión preventiva, establecida como excepción, se aplicaba y se aplica como regla casi intimidatoria, a contrapelo de los dictámenes y pronunciamientos de caracterizadas organizaciones jurídicas tanto de nuestro país como internacionales.
El menoscabo moral, familiar, social, laboral, etc. emergente de esa medida pretendidamente “cautelar” no se ha tenido en cuenta desoyendo postulados constitucionales básicos y la opinión de calificados pensadores, defensores del espíritu de la libertad.
Se ha producido un hecho que sin dudas destrozará la solemne rutina maquiavélica de encarcelar por las dudas, en esa costumbre de la condena anticipada.
El viernes pasado el Sr. Héctor Cejas recibió una notificación de las tantas que se cursaron a su nombre en los últimos años, proveniente de la Cámara Décima de los tribunales cordobeses, a través de la cual -como si no lo supiera- le informan que fue a juicio en el año 2012 en el marco de la llamada “megacausa” del Registro de la Propiedad.
Le avisan de paso que había sido condenado y luego liberado.
Pero lo más trascendente de ese documento oficial, es el alarde y el uso de la cabal conciencia (y la propia torpeza) sumada a una indudable sapiencia matemática, ya que le notifican que cuatro años contados desde el 16 de mayo de 2010, se cumplen ¡el 30 de febrero (30-02-16) de 2016!
Es una pena y seguramente omisión involuntaria, que en la cédula se omita mencionarle que desde 2010 estuvo “gozando” de prisión preventiva y ¡que ya cumplió su condena el 16 de mayo de 2014!
No hay que descartar que frente al papelón, se pretenda restarle autenticidad a la graciosa notificación.
Lo más triste de todo, es que Héctor Cejas seguramente está afrontando una profunda crisis temporo-espacial porque supone que deberá aguardar su libertad terrenal cuando alguna vez en la historia aparezca el día 30 en el mes de febrero.
Concretamente, el sello inconfundible de una ritual y enfática seriedad jurídica que aporta para la anécdota más que para la jurisprudencia.
¡Que Dios, Alah, Jehová, Adonai, Visnú, los códigos y las leyes nos amparen!
Con tal argumento, ¡qué brillante alegato hubiera pronunciado el Dr. Jorge Ferro!

Gonio Ferrari

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