Desgrabación
de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa
“Síganme los buenos” del 22/02/15 emitido por AM580 Radio
Universidad de Córdoba
Es probable que la intención sea deliberadamente distractiva para quitarle a la masiva convocatoria su verdadero espíritu de pésame, homenaje, protesta y casi rebelión frente a un poder cargado de ceguera y soberbia, que desconoce la sana práctica de la autocrítica y pretende imponer su modelo abjurando de las correcciones de rumbo que necesita.
Sin dudas los resultados de las últimas elecciones con su apreciable pérdida de votos, de nada sirvió al kirchnerismo para modificar una postura altanera y desafiante de la realidad, como la que viene sosteniendo, empeñándose en mirar solo hacia adentro, cerrando los ojos frente a todo lo que se le plantee como adverso y apoyándose en aquel lejano y ahora devaluado 54 por ciento que lo consolidó en el mando.
¿Que al final era cierto lo de la politización de la marcha?
¡Por supuesto! Tan cierto como en su momento se politizó a la Justicia, se politizaron los derechos humanos, se politizaron el dolor y el luto, se politizó la economía, se politizó el deporte, se politizó el asistencialismo “compra votos” y tantas otras actividades de la vida ciudadana.
Por eso es tan complicado, desde un plano neutral, saber ahora quienes son ellos y quienes nosotros, o quienes nosotros y quienes ellos, lo que de por sí es un planteo abiertamente discriminatorio porque todos debiéramos ser nosotros, unidos, codo a codo luchando por la grandeza del país y el bienestar propio y del prójimo.
Es la hora del abrazo fraternal y no de la odiosa e impuesta separación.
Porque en las masivas concentraciones del pasado miércoles no estuvimos nosotros y faltaron ellos, sino que todos pudimos sentirnos nosotros, si es que todos peleamos por el futuro sin marginar a nadie.
Más que una expresión popular fue un clamor; un llamado de atención que merece la grandeza y la humildad de ser escuchado, si aún subsisten esos valores en los centros del poder, encerrados en un sordo empecinamiento de atender los mensajes de los “ellos” ignorando a los “nosotros”.
Y nosotros -quedó demostrado- somos todos, incluidos los “ellos”.
¿CUÁNTAS
VÍCTIMAS FATALES?
El
altísimo precio de ocho vidas, se cobró la tragedia de las sierras
chicas que nos enlutó a todos los cordobeses y dejó abiertos
ciertos interrogantes, cuyas respuestas bien pueden servir para
evitar su repetición.
Los
impuestos que se pagan, incluyendo lo que nos confiscan con la
factura de EPEC sirven solo para luchar contra el fuego, pero con el
agua nada que ver, lo que asoma como una pesada y riesgosa
injusticia.
¿Por
qué no existen radares meteorológicos que puedan anticipar esos
desastres?
¿Tenemos
que seguir dependiendo exclusivamente del Servicio Meteorológico
Nacional o de los gurúes locales?
¿Qué
falló en las alertas tempranas que dicen tenemos en los principales
ríos?
No
es hora de buscar culpables sino de encarar las soluciones que eviten
la reiteración de este reciente desastre que es cierto: se cobró 8
vidas, lo que bien pudo evitarse.
Los
daños materiales, cuantiosos e inabordables por los damnificados,
vienen a ser otra manera menos dolorosa de morir pero igualmente
traumática por la impotencia.
Morir
no es tan solo perder la vida, sino ver naufragar los esfuerzos, los
sacrificios, los desvelos y los proyectos y de buenas a primeras
quedar con las manos y el alma vacías.
Ahora,
aquietado el estrépito mediático con las cámaras y los micrófonos
que se fueron, es cuando los afectados por la desgracia más solos se
sienten, abandonados a su pena por un Estado que se limita a prometer
soluciones, que por lo general demoran mucho más, sumado al machacar
de las angustias por lo vivido.
Ese
Estado, el que no proveyó las alertas debidas, es el responsable
directo de buena parte de los daños tanto físicos como mentales y
materiales, y tiene la obligación absoluta de hacerse cargo, no con
la imposición de créditos a la tasa que fuere, sino con ayuda real
e inmediata en efectivo y no reintregrable.
Es
el momento de postergar partrióticamente el sueño presidencialista
y asignar los cuantiosos medios económicos y financieros destinados
a esa utopía, en beneficio de quienes tuvieron la mala fortuna de
ser víctimas del aluvión.
Porque
si la asistencia monetaria y la contención no llegan, o demora como
está demorando, habrá ocasión casi inmediata de mostrarles a los
políticos que la fuerza del voto es más determinante y trascendente
que cualquier inundación.
PREMIOS
A LUSA Y COTRECO
La
verdad, a la gente poco le importan los tejes y manejes que existen
en torno del tercerizado servicio de recolección domiciliaria de
residuos y de limpieza de calles.
Primero,
que la recolección dejó de ser domiciliaria para transformarse en
casi barrial, con el esfuerzo de los vecinos para ahorro de personal
y mayores utilidades para las empresas prestatarias.
Si
a Lusa y Cotreco las beneficiaron dejándoles de cobrar algún
impuesto, los detalles acerca de la renovación o no del contrato de
prestación y los nuevos valores que entran a regir, no son
preocupaciones de la gente, porque lo único que nos interesa como
habitantes de esta ciudad, es que nos salven de la mugre, una mugre
que avanza más a prisa que la pachorra municipal en exigir el
cumplimiento del servicio.
Que
cobren lo que quieran porque les pagarán, que diagramen los
recorridos como se les antoje, total es para no cumplirlos, o que
pasen cuando se les antoje.
Pero
que retiren la basura y barran las calles, porque la salubridad
urbana así lo reclama.
Déjense
de joder con negociaciones que solo preocupan a la municipalidad y a
los dueños de Lusa y Cotreco.
Llévense
toda la porquería acumulada que es parte del paisaje ciudadano,
barran las calles alejando pestes y sigan prendidos a la ubre
estatal, que por ahora los alimenta, hasta que la propia gente los
deje en la calle.
Como
lo están haciendo ustedes con la basura, que alguna vez esa misma
gente les apilará sobre los escritorios a los burócratas
responsables de tanta suciedad que los cordobeses no merecemos.
AIMÈE
BOUDOU, AL BANQUILLO
Es
probable que el tema sea tomado, desde la cocina del poder, como una
estocada del que suponen naciente partido judicial, que busca tomar
posiciones en un año electoral como este.
El
tema es que Amado Boudou, nuestro motoquero y rockero vicepresidente
en ejercicio pese a estar procesado, deberá sentarse frente a un
tribunal que le pedirá cuentas por su vinculación con el sonado y
ardiente caso Ciccone y no con el tema del autito flojo de papeles.
Como
si un cerco se fuera cerrando, fue obvia la reacción de sus rentados
seguidores restándole entidad a la causa y sosteniendo que la
actualización del tema se dio por obra y gracia de la opo y del
concentrado poder mediático encabezado por Clarín y el indeseable
Magnetto.
La
detención de uno de los personajes sindicado como testaferro del
vice en sus negocios, empiojó de tal manera el panorama de su
posición frente a la justicia, que el temor actual es que
Vandenbroele hable y aporte detalles acerca de lo que se viene
investigando mientras se pisa el freno.
Dicen
algunos allegados, que ahora el peligro radica en lo que el detenido
en Mendoza pueda cantar, incluso, sin necesidad de acompañarse con
la guitarra de Aimée.
Hasta
es posible que lo torturen… para que se calle.
Porque
el vice cometería una imperdonable imprudencia si se quejara por lo
que está haciendo la justicia con él pese a su investidura.
¿No
es que le habían pedido a la Justicia que trabajara?
Ya
lo está haciendo.
Eso,
a Nisman, le costó la vida.
LA
MEGACAUSA Y DALMASSO
Solo
la Cámara Décima de los tribunales cordobeses, que tuvo el
privilegio histórico de inventar el mes de febrero con 30 días,
pudo haberlo hecho, citar a juicio a un acusado por la megacausa y
una semana antes avisarle que habían jubilado a su abogado defensor,
pero que no debía preocuparse, ya que le habían designado
reemplazante.
Un
reemplazante que en esos pocos días, tenía que leer más de 16
cuerpos que tiene el expediente.
Planteada
la suspensión del juicio a prueba por el afectado, al tribunal no le
quedó otra que hacer lugar a la prórroga.
Más
allá de esta curiosa situación, existe un interrogante: ¿Cómo y
sobre qué debe rendir cuentas el Sistema Judicial? Es como titula un
artículo del Dr Alberto Binder, vicepresidente del INECIP.
Afirma
que al Sistema Judicial debemos pedirle que se haga responsable de su
parte en la gestión de los conflictos de la sociedad según lo que
establece la ley, apartándose de criterios internos o arbitrarios.
Esto se logra con transparencia del trabajo, transparencia que
implica la producción de información clara, confiable y accesible a
la ciudadanía.
Sin
embargo, explica, la estadística judicial está atada a un simple
conteo de causas, trámites y expedientes, sin que exista una
práctica de análisis de esa información que permita controlar y
medir el cumplimiento de los objetivos y tareas del Poder judicial.
Por
esto propone fortalecer comunidades de analistas que realicen
investigación permanente sobre el sistema.
Y
trasladado este criterio a la causa del Registro vale preguntar si
Las oficinas de Estadística y Control del Poder Judicial de Córdoba
han registrado el número de personas que estuvieron en
prisión preventiva y cuánto duró esa prisión en cada caso,
si han detallado cuántos imputados llegaron a juicio presos y cuánta
pena adelantada habían cumplido previo a ser juzgados, si han
contado el número de veces que las mismas personas fueron a juicio o
que los mismos jueces juzgaron las mismas cosas y si han medido el
apego de estos datos a la normativa constitucional e internacional.
Sin
un análisis científico en esta causa, la tarea judicial permanecerá
oscura y el acceso a la verdadera justicia será improbable.
Y
peor aún, tras la virtual pantalla creada con criterios internos y
arbitrarios, el sistema se mantendrá alejado de los
verdaderos conflictos de la sociedad.
¡Ahh!
Y antes de olvidarme y hoy no quiero extenderme tanto en el asunto,
el domingo próximo les haré algunas aproximaciones, desconocidas u
ocultas hasta el presente, que emparentan a esta Megacausa del
Registro de la Propiedad con el irresuelto crimen del que resultara
víctima Nora Dalmasso.
Alguna
vez habrá, creo, una luz orientadora sobre ese homicidio que tanto
-dicen- desorienta a las autoridades.
LA
ALPARGATA ROSA
Alex
es un semihumano vomitado por el cielo y maquillado con pis.
Es
la media naranja del primer matrimonio gay nacional & popular de
Argentina, merced a la ley que aprobara el Congreso e impulsada por
el oficialismo en 2010.
Quien
fuera orgullo "K" ahora está en trámite de divorcio.
Sus
conocidos impíamente le llaman "Alpargata rosa" porque no
hay un gaucho que se la quiera colocar.
No
se trata de un exabrupto sino parte de la historia reciente de quien
se instaló en el barro más inmundo y desde allí lanzó sus
pretendidas "genialidades" cloacales.
Pido
perdón a la gente decente y bien hablada, pero no he bajado a ese
terreno porque sí: este despreciable personaje merecía recibir,
para su tratamiento, su propia medicina.
Y
colorín colorado, ni siquiera ha renunciado.
YA
SE ANUNCIA EL 1M
Para
ese día, que por suerte para el gobierno nacional es domingo, ya se
lanzó la convocatoria de una concentración popular en apoyo a la
Sra. Presidenta y obviamente, a su gestión.
Otra
magnífica ocasión para ejercer la maravillosa práctica de la
democracia que pocos días atrás tuviera otra manifestación, en ese
caso convocada y alentada por sectores de la oposición, y
exageradamente descalificada como lanzamiento del partido judicial,
como si la ciudadanía ajena al aplauso no tuviera el derecho
constitucional de expresarse.
Sería
bueno que desde el poder se entendiera el espíritu y la dimensión
de la democracia integral, que al mostrar la más leve de las
fisuras, deja de ser el más maravilloso instrumento para gobernar
hacia la grandeza de todos … y todas, transformándose en una
actitud de autoritarismo.
Roguemos
que todo sea en paz, sin que asomen la imprudencia de los agoreros
ni que a nadie se le ocurra caer a la bajeza de las amenazas
personificadas en represalias por la manera de pensar distinto.
El
Frente para la Victoria cuenta con recursos económicos sin medida y
una poderosa logística para la convocatoria y movilidad suficiente,
destinada como es costumbre al traslado de militantes, funcionarios y
adherentes desde cualquier punto del país.
Que
nadie busque entonces, tomando en cuenta esas ventajas, instalar una
mentirosa competencia cuantitativa cuando lo que está en juego no
son los números, sino las políticas que aporten soluciones a los
problemas de la gente tales como la inflación, la desocupación, la
corrupción, el respeto por las leyes y la independencia de los
poderes del Estado.
Todo
eso que, con espíritu de grandeza, pueden resolver juntos las
mayorías y las minorías.
Todo
lo demás es charlatanería política, que es lo que menos
necesitamos los argentinos.
VENEZUELA,
OPOSICIÓN PROHIBIDA
No
creo que sean muchos quienes recuerden algunos gestos en los tiempos
finales del gobierno peronista, de allá por mediados del siglo
pasado.
Corriendo
el riesgo de recibir las consiguientes y cómicas acusaciones de
gorilismo, cuando en realidad se trata de la historia negada por
ciertos sectores del poder, recuerdo la abierta aversión de los
gobernantes hacia la libertad de expresarse; a las críticas de los
diarios; al discurso de una oposición virtualmente condenada al
silencio.
Ese
modelo que en un momento creíamos superado por la vigencia de las
leyes y del sentido común, ha recobrado ímpetu en Venezuela, donde
el alcalde caraqueño está entre rejas por no ser del mismo palo del
presidente Maduro.
Lo
preocupante para los argentinos, es el peligro de contagio que
adquieren ciertas actitudes autoritarias, sobre todo cuando esas
conductas prepotentes son promovidas por aquellos gobernantes afines
a nuestro modelo nacional y popular.
A
los medios periodísticos adversos, la imposición del silencio.
Para
los déspotas, dentro de una ignorancia como la que luce Maduro, a la
oposición no se la neutraliza con gestión y bienestar para todos,
sino con violencia física, mordazas, humillación y cárcel.
Mucho
de lo que nos viene ocurriendo, se fue dando como correlato del
acaecer venezolano.
Imploremos
a los dioses de la democracia y del respeto que el caso del alcalde
de Caracas, un simple opositor acusado de destituyente, no sea para
nosotros ni siquiera un pedacito de ese espejo en el que se miran,
más allá de Maradona y de Victor Hugo, muchos de nuestros
políticos.
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