Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio
Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del 14/08/16 emitido por AM580
Radio Universidad de Córdoba.
GUSTAVO CORDERA, EL DESCEREBRADO
Seguramente amparado en sus
viejos lauros y creyendo que son algo así como un certificado de impunidad, el
peladito Cordera se despachó con algunos conceptos que rozaron lo asqueroso,
que para colmo encerraban un marcado sesgo de desprecio hacia la condición
femenina en una actitud no tan solo discriminatoria sino ofensiva y repudiable.
Como si no tuviera hijas en edad de merecer, el vetusto rockero expresó
definiciones torpes, groseras y descolgadas y al darse cuenta que había
escupido hacia arriba y orinado contra el viento, intentó suavizarlas haciendo
lo que siempre hacen los imbéciles: acusar al mundo que sus palabras habían
sido manipuladas fuera de contexto.
Si desde su posición de algo exitoso todavía pensó que podía
aprovecharse de ese decadente prestigio para recobrar notoriedad por vía del
escándalo, es probable que algo haya cosechado, pero ya verán que no es otra
utilidad que una fama momentánea y devaluada a través de la estupidez, de donde
es complicado regresar.
A lo mejor el problema de Cordera es el pánico al abandono, en un tipo
que se ufanaba de motivar los instintos más recónditos y pudorosamente
atesorados por las adolescentes, a las que ya no convencía como años atrás y
con su falta de dignidad no supo vacunarse contra los olvidos.
Si fue o no abusador, porque en tal sentido las opiniones están
divididas, es un tema que queda para la discusión de sus aún seguidores y de
los que no lo tienen como personaje simpático o ejemplar.
Eso de pontificar que hay mujeres que necesitan ser violadas porque a su
vez necesitan tener sexo y que quieren jugar a eso, es meterse en un laberinto
de ignorancia dejando las huellas de la personalidad de un violador que intenta
justificar su bajeza.
Y que por sus dichos y para colmo, las más apetecibles para esas
prácticas serían las menores de edad.
No son necesarias ningunas otras consideraciones, porque una persona
-por así rotularla- que piensa de esa manera, es porque ha descendido a los
abismos de la demencia, posiblemente por consumir de no tan buena calidad o por
pensar que su palabra pretendidamente bíblica pudiera arrastrar las multitudes
cuya ausencia ahora extraña.
Es evidente que Gustavo Cordera, su fama y sus blasones derraparon
escandalosamente, dejando al descubierto que lo suyo no es alopecia, sino
calvicie cerebral.
EL MIEDO Y LOS DESAPARECIDOS
Inspirar miedo es la bravata de los cobardes, por falta de armas o de
argumentos y esto no es nuevo sino que viene desde el fondo de la historia y ya
los cavernícolas utilizaban esa “técnica” para amedrentar al adversario o al
enemigo.
No hace mucho tiempo y en ejercicio de la presidencia, La Sra. Que Ahora
Quiere Volver supo decir que era bueno que le tuvieran un poquito de miedo, a
lo mejor por la férrea mano que ponía en muchas de sus determinaciones, salvo
con aquellos funcionarios que mostraban cierta propensión a zambullir sus manos
en algunas latas del Estado, del que somos parte todos nosotros.
Por aquello de que “aquel que se quema con leche ve una vaca y llora”,
fue también ella quien, en una reciente visita a doña Hebe y a la hora del brindis
por el festejo de las 2.000 marchas alrededor de la mítica Pirámide de Mayo,
intentó corregir a la verborrágica y agresiva dueña de esa organización de
DD.HH cuando ofrendó su copa de rubio champán (la Sra. “K” limitó su libación a
un vaso con agua) alentando el anhelo “que Mauricio Macri nos tuviera un
poquito de miedo”.
Más allá de cualquier consideración política o ideológica que se le
quiera incorporar a esa situación entre patética y risible, quedó flotando en
el aire algo cercano a una certeza: los violentos, los mediocres y los
desencantados por naturaleza prefieren inspirar miedo en lugar de respeto, como
históricamente quedaron rotulados los tiranos.
Pero la semana que pasó fue pródiga en dichos desafortunados,
inoportunos y cuestionables al menos aquellos que aludieron a situaciones
altamente sensibles para la sociedad o a buena parte de ella, como lo es el
tema de los desaparecidos durante el terrorismo de Estado que se inició con
López Rega y sus secuaces y recrudeció luego con el advenimiento de la
sangrienta dictadura militar.
Porque como si la trascendencia de una criminal política represiva fuera
más o menos importante según el número de víctimas, es ofensivo hacia la
historia y el dolor de los familiares, que el propio Presidente de la Nación
haya planteado sus dudas que van desde nueve mil a los declamados 30 mil que
sostienen las organizaciones defensoras de los derechos humanos, de al menos
uno de los sectores aún en pugna.
Imponerle un sentido cuantitativo a la medida del luto es menoscabar una
lacerante realidad que todavía nos abruma en el momento de la evocación o en el
simple ejercicio de la memoria.
Trasladando esa manera de pensar, evaluar y analizar veremos que a la
hora del saqueo y del latrocinio que se perpetrara contra las arcas del Estado
en los últimos años, llegaremos a la convicción que los millones y millones de
pesos que fueron a parar a las manos y los bolsillos de los ávidos funcionarios
corruptos, sus amigos y sus cómplices, tendría idéntica gravedad si el robo se
hubiera limitado a un puñado de billetes.
En la vida, no todo se mide por la cantidad y equivocarse en tal sentido
es para pensar que lo que se busca es disfrazar la realidad en los dos casos:
el de doña Hebe y el de Mauricio Macri.
Todo se clarifica si tomamos en cuenta las sabias palabras de Aldoux
Husley: “Los hechos no dejan de existir por el simple hecho de que se les
ignore”.
EL INMOBILIARIO RURAL
Una de las maneras más elegantes, poco ruidosas pero altamente efectivas
para aumentar la presión impositiva sin aumentar el porcentual de los tributos,
es revaluando las propiedades, porque se paga siempre teniendo en cuenta su
valor fiscal.
En tal
sentido el campo se venía beneficiando por la inmovilidad de las tasaciones de
sus fundos y viviendas, razón por la cual no era poco el dinero que no entraba
a las exhaustas arcas provinciales, sujetas últimamente a tantos manejos poco
claros y la asignación de partidas para remiendos tales como caminos y otras
obras, que pudieron haberse evitado.
Las bases imponibles de la propiedad muestran una brecha que supera el
1300 por ciento entre el tributo urbano y el rural y la actualización fiscal
que se está estudiando ahora, se aplicaría con el buen criterio de la
progresividad para no hacerlo tan gravoso.
Aunque las entidades del campo sostienen que desde más de un lustro
atrás aportan más por otras cargas que no se aplican en las ciudades, han entrado
en un atendible estado de alerta.
Las tierras rurales del territorio cordobés producen enormes utilidades
y los impuestos que por ellas se pagan están visiblemente desactualizados y si
se trata de sincerar los valores fiscales frente a situaciones francamente
ridículas, en buena hora porque según se comenta, tal medida sería paralela con
una baja en el impuesto a los bienes personales.
En definitiva, ya es hora que toda la economía entre a una etapa de
sinceramiento, como la mejor manera de saber sobre qué estamos parados, que es
la mejor base para aspirar a una mejora, también gradual, de la comprometida
situación económica que atraviesa el país.
CLAVES DE NUESTRO SOSTENIDO
CRECIMIENTO
Quienes tenemos a cargo la diaria tarea de “alimentar” al blog www.gonioferrari.com más allá de los contenidos del
espacio radial de cada domingo, asistimos con una mezcla de sorpresa y enorme
satisfacción, a su marcado crecimiento.
El hecho de haber superado las 700.000 vistas -con una medición que realiza
Google sin intervención del Indec- nos ubica en una posición de prevalencia con
un alto promedio de consultas.
No es casual la incorporación de publicidad en dicho espacio, lo que se
alcanza cuando accede a los altos niveles de audiencia que se han logrado en
base a la tarea periodística, las ilustraciones y el formato que día a día irá
mostrando a partir de ahora ciertas innovaciones e incorporación de secciones
como por ejemplo videos de entrevistas de archivo, buena música y sitios para
la realización de consultas.
Este objetivo hubiera sido inalcanzable si no mediara la activa participación
de la gente, que cada domingos a las 21 ya puede consultar el espacio difundido
por la tarde a través de AM580 Radio Universidad de Córdoba, a cuyas
autoridades agradecemos nos hayan renovado su confianza por un ciclo más.
Haber alcanzado “Síganme los buenos” el segundo lugar (29,25%) en el segmento horario de acuerdo con la
medición anual de Ibope, a escasos ocho puntos del líder que es Cadena 3
(37,70) y superando a Radio Nacional (16,57), Radio Mitre (10,59) y Radio
Sucesos (5,89), es para considerarlo casi un triunfo habida cuenta de la
prolongada supremacía de la Cadena 3 en todos los horarios.
Seguimos en marcha después de haber superado incomprensiones e
instancias críticas que en lugar de abatirnos nos fortalecieron en la lucha por
brindar honestidad periodística en un escenario de disenso.
No somos muchos quienes asumimos la maravillosa tarea de comunicar a
través de la radio con “Síganme los buenos” y en el blog de permanente
actualización. Pero unos y otras lo hicimos con el cariño que es necesario
incorporar a los proyectos sanamente ambiciosos, porque nuestra pasión es
progresar y elevarnos en la consideración de la gente.
¡Mil gracias de todo corazón y desde el alma, a todos los que nos
siguen, nos alientan y hacen posible que sigamos creciendo!
LA MUNI NECESITA RECAUDAR
Debe ser sumamente complicado equilibrar el
presupuesto de una Municipalidad como la de Córdoba, que tiene una planta de
personal, contando los cargos políticos, que supera los 11 mil empleados y la
masa salarial se lleva algo así como el 60 por ciento de lo que se recauda.
De esa manera y desde hace tiempo, se vienen haciendo malabares que
llevan al inevitable y abultado endeudamiento porque la gente reclama servicios
y obras postergadas porque hay que cumplir con los sueldos, embates y caprichos
de un gremio insaciable a cuyos dirigentes poco le importan la ciudad y los
vecinos.
Pese a que el cordobés es bastante buen cumplidor en el pago de
impuestos, ya no es cuestión de remolonerías sino de la imposibilidad de
abonarlos porque en el hogar se plantean prioridades como alimentación, salud,
escuelas, indumentaria y otros rubros mucho más justificables que la ausencia
de obras y las prestaciones de servicios, anestesiadas siempre por algún
motivo.
El
mecanismo de las reiteradas moratorias, injusto premio para los incumplidores
ya no alcanza y lo que se impone es recaudar de cualquier manera y por eso
vemos la intensificación de controles, especialmente en el tránsito, acerca del
cumplimiento de la inspección técnica vehicular, los papeles de los coches en
orden, el pago de la patente, la vigencia de la licencia para conducir y otras
exigencias que de no estar satisfechas, generan la multa respectiva que eso si,
ha trepado inusitadamente en sus valores.
Pero si miramos con objetividad el drama interno de la Muni donde nunca
alcanza el dinero, debiéramos convencernos de una gran verdad: el presupuesto
nunca alcanzará si el cargo de empleado municipal sigue siendo botín de guerra
de cada intendente que se aposente en el sillón mayor del palacio 6 de Julio.
MÁS SOBRE LA MEGACAUSA
La
investigación de la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba, que encontró
un grupo de personas que cometían estafas con inmuebles aprovechando vínculos
con la Institución es excelente, pero no se entiende ni resulta loable, el
hecho de haber transformado a ese grupo y a cualquiera que pasara cerca, en una
inmensa fábrica de juicios y condenas.
Cada hecho
investigado se desmembró en cientos, y así, cualquier pobre secretaria,
empleado, tramitador, conocido, familiar, proveedor de celular, profesional
consultado, (a excepción de parientes o amigos del Poder Judicial de Córdoba)
fueron convertidos en partícipes necesarios de alguna causa, por estar en una
agenda, en un teléfono, vivir cerca o cumplir un mandado, conformando una gran
bolsa donde se castigó por igual a culpables e inocentes.
El primer
enjuiciado y autor confeso de varias estafas, de apellido Cerdá, fue sentado en
el banquillo alrededor de 40 veces, acumulando una condena de aproximadamente
150 años.
Es curioso,
extraño y lamentable que a lo largo de una década se continúen gastando
los raquíticos recursos judiciales en las mismas personas, mientras se
desatienden asuntos de muchísima gravedad.
¿Cuál es la
finalidad que se persigue? No se necesita ser abogado para saber que lo lógico
sería un juicio justo, cumplir condena si corresponde, buscar la reinserción y
¡¡ya!!
Pero este
despliegue, promocionado por muchos medios como grandiosa megacausa, resulta
muy oscuro, a la vez que mediocre y miserable en su
provisión de Justicia.
Para
encontrarla deberemos esperar que otros ojos, objetivos, imparciales y
honestos vuelvan a revisar cada caso…acá o más allá de nuestras fronteras.
DIRIGENTES SINDICALES, LOS
PARIENTES DE LA ETERNIDAD
Políticos y
funcionarios están obligados a presentar una declaración jurada de sus bienes,
que en buena proporción de casos son “dibujos” que enmascaran posesiones que
con tiempo ya fueron “desviadas” a escondrijos familiares o de testaferros o
“prestanombres”. El trámite debe hacerse -según me comentaron los que saben- al
asumir y al finalizar la gestión o sus respectivos mandatos.
En el caso de los dirigentes sindicales,
en verdad es parte de mi desconocimiento si están obligados a la presentación de
sus estados patrimoniales al hacerse cargo de la conducción y al dejarla,
aunque esto suele darse por alejamiento sin regreso, después de haberse
transformado en un buen porcentaje de casos, en prósperos empresarios con el
futuro asegurado al menos para un par de generaciones.
Si no hay ley que obligue a los “capos”
del sindicalismo a cumplir con ese juramento, bueno sería que a algún
legislador se le ocurriera elaborar un proyecto en tal sentido, llevarlo al
parlamento y buscar su unánime aprobación.
Y si ya existe, procurar hacerla cumplir
y divulgar sus resultados.
De lo contrario, se estarían consagrando
un privilegio y un encubrimiento realmente inadmisibles.
LOS DEPORTISTAS OLÍMPICOS ARGENTINOS
Sorpresas, desencantos, triunfos y derrotas jalonan cualquier edición de
los juegos olímpicos que desde la vieja Grecia se recrean ahora cada cuatro
años en algún punto del planeta, que hoy le tocó a Rio de Janeiro ciudad
símbolo por lo maravillosa.
Y la delegación argentina, compuesta por algo así como 400 deportistas,
viene teniendo un desempeño ciclotímico que va desde el oro hasta el papelón
por improvisación como lo fue el caso de nuestra selección de fútbol, que no le
hace un gol ni al arco iris.
Pero para mitigar ese dolor que nos golpeó a todos, están algunos
ejemplos de sacrificio y éxito como la pequeña judoka de pechito dorado, la fantástica
entrega física de Del Potro y sus tres exigentes partidos jugados dentro del
marco de 24 horas, el triunfo del equipo de básquetbol en los últimos segundos
del tiempo reglamentario y luego de dos suplementarios, precisamente ante el
dueño de casa, lo de las Leonas, lo de los pibes del volley y algún otro
destacado deportista que se me hubiera pasado por alto.
Estamos hablando de deportistas amateurs, salvo los casos del fútbol y
del básket cuyos jugadores reciben abultadas sumas de dinero en su desempeño
dentro de distintos clubes.
Es entonces que surge la comparación y la afirmación inevitable: cuánto
progresaríamos en el mundo del deporte y en cada olimpiada, si a las
monstruosas cifras que el Estado paga al fútbol -cuyos dirigentes y
practicantes son empresas personales- si esas partidas se asignaran para el
perfeccionamiento de los deportistas amateurs y en este caso es válido el modelo
cubano.
A lo mejor el tiempo convence a las autoridades que es necesario
subvencionar a los amateurs antes que seguir engordando a los ricachones.
HOMENAJE A LA MEMORIA DE SAN MARTIN
Las versiones escolares sobre la vida y la obra de José de San Martín,
por allí no encajan con lo que fue la realidad del Padre de la Patria.
Se sabe que nació en los últimos días de febrero en Yapeyú, de donde un
par de años atrás habían expulsado a los jesuitas.
Seguramente los únicos españoles de por allí eran don Juan de San
Martín, designado allí por la corona gobernador intendente, y su familia.
El enclave era tan poco acogedor, que no se sabe si el nombramiento
representaba un premio o un castigo.
El matrimonio no era noble ni mucho menos porque doña Gregoria Matorras
no aportó dinero ni alcurnia, vivieron y murieron en un marco de pobreza.
José de San Martín fue hijo de carenciados, no tuvo sangre azul, cuna de
oro ni privilegios y hasta se rumoreaba que era hijo de una india.
Los libros de la primaria sostenían que San Martín era hijo de nobles y
debía casarse con una dama de la sociedad porteña y por eso es que se casa con
Remeditos, hija de un comerciante ligado a intereses británicos.
No se dice, pero la familia de ella cuestionaba esa relación y tanto fue
así, que al pariente lo nombraban despectivamente como plebeyo, soldadote, indio o el tape.
Cuentan que una vez, cuando los Escalada no invitaron a que se sentara a
la mesa familiar el asistente de San Martín, el Libertador se instaló en la
cocina para comer con él.
Y cuando le regalaron un costoso ajuar a la novia, hizo que lo
devolviera al considerar que la esposa de un soldado no necesitaba tales lujos.
San Martín formó el Regimiento de Granaderos a Caballo, lo armó y
adiestró uno a uno a oficiales y soldados.
Lo integró con gauchos, indios oriundos de su tierra, artesanos y
algunos marineros varados en el puerto de Buenos Aires y después incorporó a un
grupo muy reducido de jóvenes de la alta sociedad.
A este ejército de composición popular se agregaron en Mendoza algunos
escuadrones de negros, ex esclavos.
En el actual norte argentino, San Martín hizo buenas migas con otros
grandes revolucionarios de la época como Manuel Belgrano y Martín Güemes, ambos
despreciados por los poderosos.
Fue con Güemes que acordó una táctica de
pueblo en armas para contener a los realistas que se proyectaban desde el Alto
Perú.
Con Belgrano, abogado y economista, hizo buena amistad y recibió
experimentados y oportunos consejos para la lucha contra la minoría conservadora,
provinciana y porteña y los libros de la primaria omiten por ejemplo, que
Güemes fue muerto por una partida realista, a la que Martín Miguel fue
entregado por la oligarquía salteña.
El guerrillero patriota irritaba a los grandes terratenientes, ya que la
aplicación de la Ley Gaucha, una especie de reforma agraria en medio de la
guerra, era perjudicial para sus consolidados intereses.
Tanto se acosó a Manuel Belgrano, que murió pobre y abandonado, cuando
había dado generosamente su fortuna a la causa revolucionaria
Y cuando en la ciudad puerto las masas populares se levantan contra los
déspotas de Buenos Aires, los poderosos convocaron al Ejército de los Andes para
reprimir a los insurrectos pero San Martín se niega; no acepta ser verdugo de
su pueblo y esa desobediencia le cuesta la enemistad de la oligarquía
rioplatense.
En la proclama de 1820
a sus soldados, entre otras cosas San Martín dijo “la
guerra tiene que hacerse como podamos, si no tenemos dinero, carne ni tabaco y
cuando se acaben los vestuarios nos vestiremos con balletillas que nos dejen
nuestras mujeres y si no, andaremos en pelotas, como nuestros paisanos los
indios.
Seamos libres y lo demás no importa nada.
Compañeros, juremos no dejar las armas de las manos hasta ver el país enteramente libre, o morir por ellas
como hombres de coraje”.
Después el penoso exilio y la muerte.
Fue en Boulogne-sur-mer, de hoy hacen casi 166 años.
En estos datos, por supuesto que coinciden los libros.
Desde entonces, ¡cuánta falta nos hace un San Martín!
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