Fue
tema caliente de la semana el escándalo judicial en el que una Fiscal denunció
haber sido presionada por un superior. Más allá de las internas
judiciales y políticas que parecieron salir a la luz, aunque todos las
conozcan, no faltó quien se rasgara las vestiduras manifestando que nunca se
había visto en el Poder Judicial una situación así.
Cuestionado
comentario si hurgamos en la historia de la independencia de poderes
cordobesa. Veamos si no un ejemplo con la causa del Registro de la
Propiedad:
En el
primer juicio realizado, el principal imputado denunció con nombre y apellido
al ex gobernador y a varios funcionarios como responsables de los delitos.
En una
entrevista periodística el ex gobernador anunció, antes de la realización de
muchos juicios, que los imputados pasarían “muchos años a la sombra”.
Diferentes
testigos han declarado sobre funcionarios que estaban al tanto de lo que
ocurría.
Hace
pocos meses, el Juez Esteban Díaz, reconoció haberle dado la razón al Fiscal en
causas del Registro en las que aparentemente no la tenía, lo que implicaría
haber confirmado prisiones preventivas injustas.
Aunque
se pretenda ser ciego, sordo y mudo, sería difícil alejar de la
mente la sospecha de una intromisión de un Poder en el otro, o falta de
independencia.
La
diferencia, quizás sea, que los perjudicados en este caso son ciudadanos
y familias comunes y no, otros poderosos.
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