22 de septiembre de 2019

S.L.B.: YA ES PRIMAVERA, LA ESTACIÓN MÁS BONITA - EL OBISPO DE SALTA Y LA HIPOCRESÍA - LA NUEVA POLICÍA DEL "CORDOBESISMO" -¿UNA JUSTICIA TRADICIONAL O EL ROBOT JUDICIAL? - BICISENDAS PARA CALLES ESTRECHAS - EMERGENCIA ALIMENTARIA EN UN PAÍS RIQUÍSIMO - FERNÁNDEZ SOSTIENE QUE NO NECESITA A NINGÚN GOBERNADOR, ETC.


Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” que emitieran en dúplex el 22/09/19 la AM580 y FM88.5 ambas de Radio Universidad de Córdoba.

La primavera del pic-nic
QUEDÓ  ATRÁS,  SUPERADA POR
LA EVOLUCIÓN DE LA JUVENTUD
Nosotros  soñábamos  con ellas 
 y con Sofía Loren mientras ellas
“se ratoneaban” con James Dean
                                       
    Me provoca un enorme placer evocar las expectativas con que esperábamos cada 21 de septiembre, porque eran mayores que para la nochebuena, el año nuevo o el propio cumpleaños.
   Más allá del clásico picnic junto al río, del acné, de la primera curda con sangría o del piquito que robamos a la compañera de banco, estaba aquella maravillosa actitud de saberse joven, mucho más joven que los anticuados y vetustos viejos de 30 años.
   Esperábamos ese día, el Día de la Primavera, el Día del Estudiante, sin conocer ni sospechar la preocupación de alguna profesora, que debía ingeniárselas para contener a esa banda mafiosa de 40 vándalos que aguardaban de ella algo más que el pancho, la medialuna y la coca, sino a veces descubrirla como mujer, hipnotizados en el escote o en las piernas.
   Y ellas, soñando con James Dean.
   Y nosotros, buscando fotos de Sofía Loren…
   Bariloche estaba demasiado lejos, no era moda y entonces el Parque Sarmiento, los Pozos Verdes, la pileta San Cayetano, las costas del Lago San Roque o las orillas del Suquía en La Calera eran las accesibles metas de nuestra liberada, evidente, húmeda e irrefrenable revolución hormonal.
   Nadie por entonces tenía la idea del paco, del raviol ni del porro, sino la fijación del Saratoga o el Wilton a escondidas y del porrón, en los tiempos que el fernet ¿saben lo que era? ¡un medicamento!.
   La mayoría de los enfervorizados varones tomaba a su cargo en la secundaria -esperando que atendiera el farmacéutico- la sonrojada vergüenza de comprar un preservativo, dentro de la mayor ignorancia acerca de su colocación y uso práctico.
   ¡Eramos tan pavos!, inequívoco signo de nuestra edad, el precio q     ue debíamos pagar como impuesto a la inexperiencia.
   Y ellas tan bellas, esquivas y deseables, como lo imponía nuestra libido en los gloriosos tiempos de su crecimiento y explosión, cuando tímidamente aparecían esos dos tentadores bultitos en los guardapolvos o en las blusas.
   Pero ahora, antes de encarar la inevitable tarea de plumerear el nicho y por una cuestión de nostalgia, asumimos pese a todo la íntima llegada de la mejor estación del año, divagando en sueños la quimera que los almanaques y los relojes se hubieran detenido allá lejos...
   Porque es una cuestión de saber vivir; de saber crecer y madurar con dignidad, porque es una afrenta a los tiempos y a la lógica empeñarnos en ser eternamente jóvenes.
   Lo trascendente, por convicción, es evitar la pena de sentirse viejo.
   Por esa juventud de hoy a la que miramos con el amor y el respeto de la inútil envidia, mi cariño y el jubiloso brindis en esta nueva Primavera.
   Como todos los jóvenes se lo merecen.
   Y que nosotros, alguna vez, también lo merecimos.

Otro amnésico en el escenario
EL OBISPO DE SALTA Y LA HIPOCRESÍA
DE  CREER  EN  SU  PROPIA  INOCENCIA
   No tuvo Macri los mismos reflejos de Raúl Alfonsín cuando pidiendo permiso en una iglesia, ocupó el púlpito para contestar a un comentario que le hiciera el cura luego de una homilía.
   Partiendo de una base apoyada en la realidad, vemos que el clero que siempre niega actividades partidistas, ha sabido modificar muchas instancias de nuestra historia y no es lo mismo negarles la posibilidad de hacer política, porque todo, en verdad, gira alrededor de ella y la Iglesia no puede estar ausente por ser, como dicen aunque no sea tan así, están al lado de la gente.
   La cuestión fue que un obispo de Salta aprovechando la visita que hiciera a esa ciudad el presidente argentino, se despachó con algunos conceptos duros y de ninguna manera cometería de mi parte un acto de censura, pero sí cuestionaría dos cosas: la inoportunidad o la oportunidad de hacerlo y lo intrincado de la trama porque el ministro de Dios habló de hambre, drama que sin dudas nunca vivió.
      El arzobispo, Mario Antonio Cargnello señaló que "los pobres no son una molestia, son una oportunidad" y tras recordarle a Macri que él había prometido luchar por el objetivo de alcanzar la pobreza cero en el país, el sacerdote lo convocó a escuchar a los pobres que, dijo, "son maestros que nos enseñan” y añadió: "Por eso Mauricio has hablado de la pobreza. Llévate el rostro de los pobres. Son dignos, ¡son argentinos!" y seguidamente acotó: "Son respetuosos y merecen que nos pongamos de rodillas delante de ellos”.
    Al arzobispo sus allegados le dicen el "Gringo" o el "Tano" por su carácter fuerte, además de su apellido con raíz italiana y entre las perlas de su curriculum, estuvo vinculado con el clan de los Saadi y de estrecha amistad con Luque, padre del condenado por el crimen de María Soledad Morales.
   Los memoriosos catamarqueños recuerdan que Mario Antonio Cargnello tuvo un trato desconsiderado con la monja Pelloni, quien fue una ferviente investigadora del caso que conmovió al país, razón por la cual sufrió persecución de los Saadi.
   Vale entonces alguna consideración, a título personal: ¿puede un ministro de Dios en la Tierra hablar de hambre, mientras sabe y es parte de las enormes riquezas acumuladas por su Iglesia en propiedades, campos, empresas, bancos y efectivo en cuentas por todo el mundo?
   Qué sabe ese curita lo que es el hambre si no lo ha padecido, porque es muy fácil condenar apartándose de la propia obligación moral, ciudadana y religiosa de ser parte de la lucha para abatirlo, y darle a la comunidad las soluciones que estuvieran a su alcance, que en este caso lo están y de sobra.
   Que me diga el obeso arzobispo qué hizo por las familias de los abusados por sus colegas si con un traslado, el silencio encubridor y la complicidad del perdón divino, cualquier ser humano, niño, seminarista o lo que fuere puede superar una violación.
   Me dirán que nada tiene que ver, pero no es así, como también le preguntaría por otro caso que lleva a la miseria humana y al hambre, ¿qué hizo por paliar las necesidades que tanto abruman a Salta con 36 años de gobierno provincial del mismo signo político?
   Estaría conforme si me dijeran que alguna vez el purpurado Cargnello se preocupó desde su magistratura eclesiástica por luchar contra la droga que allí en sus predios se multiplica al amparo de la impunidad…
   No puede hablar un ministro de Iglesia de “ponerse de rodillas ante los pobres” si nunca se arrugó la sotana en hacerlo y al seguir a Cristo, debiera predicar con el ejemplo más que con el verso.
   Después se asombran con el crecimiento de los cultos mediáticos, del alejamiento de los fieles hacia otros credos, del desprestigio cosechado tras el conocimiento de tanta pedofilia y otros pecados.
   Que sepa monseñor que los cristianos, seguidores del señor, al menos tienen presentes a la hora de hacer y de pensar, los 10 mandamientos.
   No es malo recordarlos a veces, aunque sea cuando dice la Santa Misa y es la hora de la confesión de los pecados.

La Megacausa del Registro
¿Y SI ENTRE TECNOLOGÍA Y MODERNIDAD
NOS  LLEVARAN  A  UN  ROBOT  JUDICIAL?
   Dice José Saramago que “cada día va quedando más claro en todo el mundo que el problema de la justicia no es de la justicia, sino de los jueces. La justicia está en las leyes, en los códigos, luego debería ser fácil aplicarla. Bastaría saber leer, entender lo que está escrito, escuchar de manera imparcial las alegaciones del acusador y del acusado, los testimonios, si los hubiere, y finalmente, en conciencia, juzgar."
   Se me ocurrió entonces y respetando ese criterio, analizar  la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba a la luz de este párrafo: nuestra Constitución y los tratados internacionales establecen como excepcional la prisión preventiva, garantizando la libertad y la presunción de inocencia como derecho fundamental.
   En la causa que nos viene ocupando periodísticamente desde hace ya varios años, se aplicó como regla la prisión preventiva, utilizando el encarcelamiento y la presunción de culpabilidad como práctica sistemática.
   Las Leyes prohíben las "comisiones especiales", por estar probado que  un juez que ya tiene una idea preconcebida de los hechos, carece de imparcialidad y objetividad para encontrar la verdad.
   En esta causa todos los imputados fueron juzgados y re-juzgados por una única comisión especial destinada a tal fin, lo que suena al menos, incomprensible.
   La Comisión Interamericana de Derechos Humanos y los Códigos de Procedimientos establecen un plazo para las investigaciones, considerando que si se dedica un tiempo ilimitado equivale a asumir de manera implícita que el Estado siempre enjuicia a culpables.
   En la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba todos los plazos han sido extensamente excedidos, “fabricándose” una investigación sin fin y desde el punto de vista personal, más que incomprensible me lleva a calificarlo -a la luz de la actualidad en la causa- como ligeramente sospechoso.
   Me gustaría proponer la idea de un robot judicial, que ajustara con precisión hechos y leyes. Tal vez así  se cumpla el rutinario “será justicia”, porque está visto que con el componente humano, queda demostrado que no.

Cuándo habrá limpieza?
NUESTRA “NUEVA POLICÍA”, UN
INVENTO  DEL  CORDOBESISMO
   Ya es pesadamente recurrente el tema de la inseguridad y del crecimiento exponencial de la delincuencia en Córdoba, aunque algunas voces que parten desde el poder se empeñan en seguir haciéndonos creer que sólo se trata de una sensación.
   Las estadísticas no siempre son certeras y menos aún en estos casos, ya que desde el comienzo, tenemos para seguir sosteniendo que de los hechos delictivos que el hampa perpetra en Córdoba, la gran mayoría ni siquiera se denuncian, otro porcentaje que la autoridad esconde para no aumentar el caos y otra proporción, por lo inútil que resultan las denuncias frente a la inacción.
   La cuestión parece ser simple, pero es en realidad demasiado complicada porque partiendo de una base lógica, lo ideal es integrar la fuerza con elementos que más allá de sus conocimientos en materia de procedimientos, habilidades para el uso de armas y otros atributos inherentes, deben ser correctos en condición de tales que pueden exhibir un curriculum en lugar de un prontuario manchado en ciertos casos con graves delitos.
   Y esto ocurre cuando a la policía se la toma como un “botín de guerra” para el pago de favores, militancia u otros rubros que las autoridades a la hora de designar, toman en cuenta como si pertenecieran a impecables y honrados ciudadanos cuando la verdad y los archivos certifican lo contrario.
   Por eso es la afirmación así de simple como incuestionable: si la policía no sabe, no puede o no quiere limpiar la mugre de adentro, mal pudiera hacerlo con la mugre exterior.
   Para ahorrar palabras y juicios, basta con  leer los diarios, escuchar radio o mirar televisión, para enterarnos de cuántos seres distinguidos con el uniforme azul que es orgullo para los decentes, aparecen involucrados en hechos delictivos, muchos de extrema gravedad.
   En este caso queremos ser reiterativos, hasta conseguirlo: el poder alguna vez debe entender que la policía está hecha para proteger y no para asustar.
   Es el mejor homenaje que se les puede hacer a los hombres y mujeres sacrificados, con alto sentido del cumplimiento del deber, que merecen más que respeto, mucho de admiración.

Caótico tránsito urbano
NUEVAS BICISENDAS, PESE
A LAS CALLES ESTRECHAS
   Córdoba, su capital, desde años atrás por su propio y alocado crecimiento, va incrementando el caos urbano porque pareciera que la planificación a mediano y largo plazo jamás existió, o que se toman medidas desacertadas, o que los controles en cuanto al cumplimiento de ordenanzas y normas es ciclotímico, pero la verdad es que la planta céntrica y sus adyacencias son virtualmente una trampa en su circulación, lo que supone un perdedero de tiempo meterse.
   Fue una creación aquello de las bicisendas, copia de las que existen en países desarrollados, que aquí chocaron con el descontrol en cuanto a la seguridad de recorrerlas, porque se transformaron en campo propicio para los delincuentes inclinados por el arrebato a los ciclistas y el despojo de cientos de bicis.
   Ya no son tan concurridas como al principio y se le sumaron otros problemas, como la imprudencia de los peatones al cruzarla, los casos de estacionamiento de automóviles en su trazado y el descuido de los márgenes en zonas donde el pasto crece sin ser controlado.
  No se sabe a quién se le ocurrió ahora establecer un carril sólo demarcado por pintura blanca, en un buen tramo de la vía que en ambas manos tiene como centro La Cañada, entre cerca de barrio Guemes y la esquina con Humberto Primero, traza de 1,20 metro de ancho.
   Sobre que nuestras calles son estrechas, en muchas de ellas hay estacionamiento en doble mano y para colmo, ese tramo ahora “beneficiado” con la bicisenda es de un movimiento infernal a ciertas horas.
   No olvidemos tampoco que las empresas afectadas a la recolección de residuos -tarea que en buen porcentaje están obligados a realizar los vecinos- tienen por costumbre colocar sus armatostes que llaman “contenedores” precisamente en los espacios destinados a ciclistas.
   La cuestión ahora será controlar que en realidad la novedad sirve para algo, porque si es solo para gastar dinero en mantenerlas, mejor sería que las borraran porque incluso, así como están trazadas, son un motivo más para que sigamos lamentando accidentes evitables.

¿Y aquél “granero del mundo”?
SEGUIMOS EN EMERGENCIA ALIMENTARIA
COMO SI FUÉRAMOS  PAÍS SIN RECURSOS
   Todavía atesoramos algo de orgullo cuando recordamos que muchos años atrás nuestro país recibiera la denominación de “granero del mundo” por su condición de agro exportador, y para llegar a comprenderlo, bien vale un repaso a la memoria, que como bien lo sabemos es el lápiz de la historia.
   Tras  la independencia en 1816, la actividad principal fue la ganadería, ya que la demanda exterior se orientaba hacia esos productos (cuero y carne salada, a los que luego se les sumó el sebo) produciendo grandes ingresos a la aduana porteña y desde 1840 se agregó la lana a los productos exportables.
   Dicen los libros que en 1873 se produjo una gran depresión, lo que obligó mundialmente a la aplicación de políticas proteccionistas, acrecentando la tendencia de los países hacia la industrialización, siendo líderes en este sentido, Alemania en el continente europeo, y Estados Unidos en América, mientras Argentina se consolidaba como nación, logrando un orden político conservador desde 1880, con la llegada al poder del Partido Autonomista Nacional.
   Nuestro comercio exterior creció, de la mano de una clase dirigente que era dueña de grandes extensiones de tierra y le interesaba que Argentina fuera proveedora de la materia prima que necesitaban los países extranjeros industrializados y mientras el valor de las exportaciones en 1870 fue de 30.000.000 de pesos oro, en 1914 pasó a 350.000.000, creciendo también las áreas destinadas al cultivo, de 500.000 hectáreas a 24.000.000.
   El destino mayoritario de los productos de exportación eran los mercados europeos. Al trigo Argentina lo importó hasta 1870, pero esa situación cambió.
   Hubo importantes inversiones extranjeras en infraestructura (vías férreas, puertos, frigoríficos) especialmente británica y desde 1890, los principales productos que se exportaban eran los cereales (lino, trigo y maíz) y carne congelada.
   Pasó el tiempo, pasaron cosas, hubo gobiernos democráticos, despóticos, golpistas y una amplia gama de elementos que terminaron con esa percepción de gran país, hasta que últimamente el trigo por su parte y la explosión que provocó la soja, ese llamado yuyo por la sabiduría egipcio-sureña, nos hizo pensar que las cosas se encausarían, que el hambre sería eliminado y que la prosperidad no estaría reservada solo para los grandes empresarios del campo o de la ciudad.
   Y resulta que ahora, hasta el año 2022 seguiremos en estado de emergencia alimentaria como desde los albores de este siglo, en un país donde si plantás un palo de escoba a la semana tenés brotes, o si en lugar de criar tantos perros para la calle tuviéramos gallineros y reemplazando los campos de cannabis sativa y quienes los explotan sembraran papas, zapallos, cebollas, pimientos, limones, peras, sandías o duraznos.
   Entonces debemos llegar a una penosa conclusión: que la vagancia ha sido consagrada y permitida por el poder ante la falta de su propia autoridad, que optó mayoritariamente por el populismo y la dádiva, hasta el punto que sólo 9 millones de argentinos tienen que trabajar a destajo para sostener a 15 millones de habitantes improductivos que viven de la teta del Estado.
   Lo lamentable, que para cambiar la mentalidad del ocio y del facilismo, nos llevará varias generaciones, siempre y cuando no sigan gobernándonos aquellos que para mantenerse con la sartén por el mango, necesitan un permanente aumento de la pobreza.
   Y en consecuencia, de los pobres…

Fernández, agrandado…
UN  ACTO DE SOBERBIA, SOSTENER QUE
“NO NECESITA A NINGÚN GOBERNADOR”
   En uno de sus recientes pasos por esta ciudad, el candidato kirchnerista a la presidencia Alberto Fernández concedió una entrevista a colegas de La Voz del Interior, donde deslizó algunas precisiones, que a primera lectura o escucha, sonaron como algo parecido al agrande, al triunfalismo y con un componente de soberbia, especialmente al referirse a su relación con el gobernador Schiaretti.
    Luego de esta introducción podrán escuchar parte del reportaje y como me tocó chequearlo antes, se me ocurrieron algunas consideraciones que me parece oportuno puntualizar.
(El reportaje realizado por La Voz del Interior, medio al que le agradecemos, puede ser encontrado en la columna derecha de este blog, en la sección dedicada a los audios)
   Dice que no necesita a ningún gobernador para la campaña, después de proclamar su vocación federalista que lógicamente se debilita y es como si todavía en el remanente “K” subsistiera esa aversión por los cordobeses.
   A esto lo consigno por el maltrato a que nos sometieran a la hora de la coparticipación y en otros aspectos de la igualitaria relación que debiera haber desde el poder central con todos los estados provinciales, sin estigmatizarlos por su color político o por falta de alineamiento con las decisiones nacionales, por eso de las autonomías provinciales.
   En realidad fueron respuestas de tribuna preelectoral en estos tiempos que el viejo mítin fue reemplazado por las incursiones mediáticas, que lógicamente suman mayor audiencia que las presentaciones sectoriales en vivo, con el folklore de siempre.
   Mal presagio entonces, si la intención es fortalecer el centralismo, sobre todo al expresarse el candidato en la seguridad de un triunfo en la provincia de Buenos Aires y dando por sentado que en Córdoba darían vuelta el resultado de las PASO.
   En definitiva y resumiendo, las PASO al modesto entender de este periodista y ciudadano, fueron más que nada un censo y una consulta que les sirvió a todos los partidos políticos para resolver sus internas.
   No hay nada mejor que con tiempo, saber cuántos porotos junta cada candidato.
   Y sobre todo, llama la atención que hable de un nuevo país, cuando en los últimos años, los que hicieron un país distinto, fueron los que gobernaron a lo largo de demasiados años y si en tanto tiempo no lograron que estuviéramos mejor, habrá que ver por qué y quienes fueron los culpables.
   Lo peor es que en la política argentina en general, en el partidismo y menos aún en el populismo, los términos autocrítica y sinceridad habían quedado en desuso.

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