Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio
Ferrari en su programa “Síganme los buenos” edición n° 605 del domingo
26/01/20, emitido por AM580 Radio Universidad Nacional de Córdoba.
¿Esto es
fidelizar al turista?
NUMEROSAS DENUNCIAS POR
ABUSOS QUE
SE COMETEN CONTRA NUESTROS VISITANTES
Convengamos en que siempre ha
sido la intención de todos los operadores vinculados con la actividad
turística, propender a un aumento en el arribo de visitantes, aceitar los
mecanismos para que sean bien tratados y poder cosechar, a la vuelta de la temporada
y el comienzo de la siguiente, que esos mismos viajeros vuelvan y por sus
recomendaciones, nos traigan a más turistas.
Para que eso ocurra deben darse
coincidencias en muchos aspectos, como ser fundamentalmente el buen tiempo, los
precios de alojamiento accesibles y acompañados por el respeto a las
posibilidades materiales que cada uno tiene, de asumir los costos del rubro
comidas y entretenimientos, porque la planificación de la vacación pasa por la
ensoñación y el deseo, luego el paisaje, después las comidas regionales y todo
eso va a parar al bolsillo, que es el juez inapelable que evalúa y determina si
el viaje se hace o no.
Es para pensar entonces que los
sectores vinculados con el tema de los precios deben tomar conciencia de su
responsabilidad, acerca de esa equivocada percepción de algunos operadores que
les interesa el hoy, sin importarles un bledo del mañana porque para ellos si
el visitante queda disconforme y se va malhumorado, seguramente serán muchos
más los que vengan en el próximo año a descubrir lo que la nutrida publicidad
le ofrecerá.
Tal actitud nos ha costado
demasiado en varias ocasiones pero quienes fueron responsables del fracaso ni
lo sienten porque hicieron la diferencia y se mandaron a mudar esperando que el
tiempo les aporte una nueva oportunidad de capitalizarse y seguir jodiendo
incautos.
El cuidado extremo que se debe
prestar a la cuestión precios es fundamental para mantener la vigencia de la
promoción y del conocimiento “boca a boca” que es multiplicador tanto de
lucrativas bondades como de dañinas e irreparables ausencias. Todo tiene que
ver con todo, porque más allá de los precios está la calidad de los servicios,
la seguridad, la aceptación o no de los espectáculos tanto teatrales por así
llamarlos como deportivos y de otra índole que se pudieran promocionar, como lo
son los festivales de música variada o de otras temáticas.
Permitir que al visitante se lo
esquilme, se lo ofenda limitándole accesos a playas de ríos, lugares atractivos
que ofrece la naturaleza y otros sitios que permanecen vedados a las visitas
gratuitas, es una actitud tan negativa como perniciosa que hace a la seriedad o
su carencia, de quienes gobiernan las poblaciones de las cuales geográficamente
dependan.
Tratar bien al turista no es
tan sólo entretenerlo en un rio, convidándole productos regionales, llevarlo a
que pruebe suerte en el casino o cobrarle razonablemente por la comida que
exija. El visitante volverá el año próximo o en el cercano invierno, si lo
hacemos sentir que no es un extraño al que es imprescindible saquear sino un
futuro amigo que nos extrañará cuando esté lejos y eso lo haga regresar.
Mientras el turista para la
mayoría de quienes viven de ellos siga siendo destinatario de malos tratos en
la comida, de limitaciones en sus desplazamientos o de otras iniquidades de las
tantas que ocurren, como eso de volver a la casa o departamento que alquilaron
para encontrarse con la horrenda sorpresa que a plena luz les robaron todo, ni
sueñen con que volverá.
Al turista, para que se
entienda de una buena vez, hay que mimarlo y no asaltarlo.
Para eso, ya tienen suficiente
con la presión tributaria y los servicios más esenciales.
Sonó la
campana, primer round
PREVISIBLE PELEA ENTRE LOS
CAPRICHOS
DEL SUOEM Y LOS PODERES DE
LLARYORA
No han pasado muchos días en
que el poderoso y exigente sindicato de empleados municipales de esta ciudad,
consiguiera mediante conversaciones y una que otra presión, asegurarse un
aumento de casi el 5 por ciento sobre los haberes de diciembre último,
aplicándose la clausula gatillo, como parte de un compromiso suscripto con
anterioridad.
O sea en buen romance, que tanto
los sindicalistas y las flamantes autoridades, ingresaron a un apacible tiempo
de tregua con Nochebuena, Navidad, fin de año, la festividad de los Reyes Magos
y de rebote, la feria judicial.
Sin embargo y para incrementar muchas cefaleas y el consumo de ansiolíticos en el equipo gobernante del Palacio 6 de Julio, quedó flotando en el ambiente la seguridad que más que tregua, era esa peligrosa calma que suele preceder a la tempestad.
La conducción gremial del SUOEM
a cargo de Beatriz Biolatto pero seguramente monitoreada y corregida llegado el
caso por el eterno volvedor que es Ruben Daniele, vendría teniendo en carpeta
algo así como una reconfiguración de las relaciones con la conducción comunal
-dejando momentáneamente a un costado eso de ser del mismo palo- lo que le
permitiría encarar pendientes acciones reivindicatorias con mayor firmeza y
argumentos.
Por ejemplo, asegurarse la
permanencia de un número determinado o no de contratados heredados de la
gestión anterior, pero a la postre cotizantes de la organización gremial, que
según comentan en el aspecto números está consolidada.
Y allí asoma otro agregado, que
es la apetencia nunca negada de la dirigencia sindical de intervenir en la
aceptación o no de ciertos nombramientos, para los que según se comenta,
siempre se busca beneficiar a parientes o allegados.
Estas negociaciones para nada
serán fáciles porque Martin Llaryora aunque no sea de raigambre mediterráneo
capitalina tiene amigos que desde tiempo atrás lo vienen poniendo al día y en
lugar de aparecer como “fusible” en las negociaciones que se supone serán
arduas, eligió a una persona experta en estas lides, con carácter dicen quienes
la conocen, demasiado fuerte, que le permite no aceptar presiones ni aprietes
como las del extenso catálogo que posee Daniele para estas circunstancias.
Es la secretaria general de la
Municipalidad de Córdoba, Verónica Bruera, quien será cabeza del equipo que
subirá al ring para una disputa calculada como para varios rounds, la que no se
definirá por nocaut aunque caben las posibilidades de los puntos o del
abandono.
La cuestión es que en todos los
temas ultra sensibles que atormentan a las autoridades, entre ellos los de la
basura y del transporte, el chisperío trascendería los confines del Paseo
Sobremonte y llegaría hasta el mismísimo y gigantesco “rallador de queso” que
es la nueva Casa de Gobierno.
Es allí donde doña Bruera
abrevó conocimientos de la mano y la sabiduría del desaparecido José Manuel,
quien dejó al parecer una interesante herencia que será aplicada a la hora de
las conversaciones, con sus previsibles diferendos.
Lo importante es que, más que
los negociadores y sus intereses, resulten o mejor dicho resultemos gananciosos
los sufridos cordobeses, tan maltratados en nuestra condición de ciudadanos
obligados más a los desaires que a los logros.
No queremos que los pomposos
anuncios queden en eso.
Aunque el estilo del SUOEM sea
la vigencia del conflicto permanente…
Registro de la
Propiedad
LA MEGACAUSA, UNA ESPECIE DE SEMANAL
MUESTRARIO DE INFALTABLES SORPRESAS
La
causa del Registro de la Propiedad de Córdoba continúa siendo motivo de
reflexión y aguardando la revisión de tantos reclamos huérfanos de resolución
como si hubieran tenido destino de archivo que vendría a ser el umbral de los
olvidos.
Un
organismo que se ocupa arduamente del tema de la prisión preventiva,
cuestionando a los Estados la política con respecto a estos encierros utilizada
por las Fiscalías, es la Organización de las Naciones Unidas.
Así
pregunta si solicitan la prisión en todos los casos, si existen
protocolos para valorar el riesgo de fuga o el peligro del acusado y si
utilizan la prisión preventiva prolongada para conseguir declaraciones de
culpabilidad.
También
indaga los plazos máximos de encarcelamiento y el rigor con que los Jueces
cumplen las normas internacionales al decidir la permanencia del encierro. La
ONU recuerda a los Estados que la prisión preventiva es el último
recurso y que su abuso es un indicador de la calidad de Justicia que el sistema
dispensa y de la integridad del Poder Judicial. Aquí no es excepción sino
una norma.
Debo
confesar entonces que me gustaría mucho saber qué respuestas brindó la justicia
cordobesa a estos interrogantes en la causa del Registro, sabiendo
objetivamente que la prisión preventiva se usó como regla en forma sistemática
y prolongada, pese a los cuestionamientos realizados por numerosos organismos
idóneos.
Resulta
ruidosamente llamativo que cuando el Poder Judicial o los medios periodísticos
informan sobre esta causa, omitan absolutamente el término prisión preventiva.
Al
menos una curiosidad, a la luz de lo comentado.
Un
olvido, nada pequeño, que posiblemente desnude que la
"calidad e integridad" judicial desplegadas en
la causa, sean merecedoras de absoluta vergüenza.
Medios
periodísticos del Estado
NO ES LÍCITO NI CORRECTO CONSIDERARLOS
PARTE DEL PODER POLÍTICO DE LA REPÚBLICA
Son tan disímiles los estilos
de conducir a los medios periodísticos del Estado, que por lo general se suele
acudir a la irregularidad, con tal de ponerlos al servicio de los gobiernos de
turno, transformándolos en voceros poco creíbles del mensaje único con
escasísima cabida a las corrientes de pensamiento que no coinciden con la de la
dirigencia nacional.
No me pidan ejemplos porque
nuestra historia es pródiga en esas situaciones tan ilegales como enojosas y
antidemocráticas, que profundizan las diferencias e instalan en el ambiente político y en el
seno de la ciudadanía esa sensación del autoritarismo y la prepotencia
encriptados en el poder.
No quiero evaluar, para no caer
en inútil pérdida de tiempo, las diferencias que saltaron a la vista en los
últimos años, con la vigencia de dos corrientes antagónicas y su manejo de la
agencia oficial de noticias Télam y la Radio Nacional, que alternativamente y
en algunos casos menos que en otros, se transformaron en usinas para albergar a
militantes y operadores de una corriente ideológica o de la otra.
Que se estimularon las cadenas
de radios que respondían a un signo y la caprichosa digitación de las
millonarias partidas de publicidad oficial, tenían una clara dirección
oficialista, mediante cuyo sistema se otorgaban premios o se aplicaban
castigos.
Pensamos que eran tiempos
superados pero no ha sido tan así.
Días atrás asumió un cargo
relevante en esas áreas, a cargo de la Televisión Pública o ex ATC una colega
con quien me tocara compartir años atrás la nómina en el viejo Canal 11 de
Buenos Aires, hoy Telefé.
Rosario Lufrano amorosa,
comunicativa, analítica, frecuente concurrente cuando tenía un par de días
libres a “El Pungo” en nuestras sierras, pronunció al asumir un discurso que
enrareció el aire por su carga de agresividad, de revancha, de algo muy cercano
a la sed de venganza, que desorientó incluso a varios funcionarios de su mismo
palo.
Habló de volver a costumbres
que creíamos superadas; a usos que la propia democracia y su lenta
consolidación han venido contribuyendo a erradicar en beneficio de la armónica
convivencia.
Resumiendo, fue como si diera
por sentado que desde ese momento tanto Télam como Radio Nacional que siempre
supuse aunque no siempre se dieron así las cosas, eran del Estado y no del
Gobierno de turno, pasaran a tomar un rol tan antiguo como desacreditado.
Interpreto que fue algo
parecido a un ataque de militancia por parte de mi amiga Rosario Lufrano, quien
siguió trabajando en la TV hasta mucho después que Macri asumiera la
presidencia, sin que se le negara su participación en la pantalla.
Finalmente, como se dice,
“arregló” su desvinculación por algo cercano a los 100 mil dólares según se
comenta, y pasó a otro medio. Para la demanda laboral, Rosario Lufrano contó
con el patrocinio profesional del abogado Alberto Fernández, actual Presidente
de la Nación.
Se entienden entonces las
aclaraciones a las que debieron apelar altos funcionarios que han demostrado su
vocación por el respeto a la diversidad de opiniones y contrarios al discurso
único, mecanismo que aun alienta un sector definidamente catalogado.
Pero todo mal, a veces tiene su
buen costado, porque en la ceremonia lo acompañaba uno de los talentos más
encumbrados de la producción y realización de documentales históricos: me
refiero a Eliseo Alvarez, uno de los creadores, tengo entendido, del Canal
Encuentro, con quien tuve el placer de trabajar años atrás.
De todas maneras, mis augurios
de éxitos para ambos, es decir Lufrano y Alvarez, porque interpreto en el caso
de ella que a veces la sed de revancha suele enturbiar la mente del más sereno
de los mortales.
En cuanto a Eliseo, seré feliz
de saber que es la misma persona de siempre, apasionado por su trabajo y
poseedor de una creatividad excepcional…
No recuerdo qué cargo es el que
le confían ahora, pero cualquiera que sea, tengo la certeza que su tarea será
descollante, más allá de su vieja militancia radical que en ningún momento fue
cuestionada por nadie.
La calidad humana y la decencia
no tienen colores políticos.
¿Amparar a
inmigrantes que delinquen?
PARA ESTAR A TONO CON EL MUNDO HAY QUE
LEGISLAR CON COINCIDENCIAS
UNIVERSALES
Cuando diga lo que me apresto a
decir, seguramente alguno me saltará a la yugular acusándome como otras veces
ha sucedido, de hacer bandera con los pasaportes que tengo llenos, muestra
inequívoca de haber frecuentado distintas y lejanas geografías de nuestro
castigado planeta.
Pero no importa, porque correré
el riesgo en este nuestro país donde a veces no te perdonan la experiencia, o
le piden experiencia en el trabajo a un jovencito de 17 años.
No es fácil trabajar en el extranjero, aunque
no sea tan complicado conseguir trabajo, valga el casi contrasentido, porque
por lo general son tantas y a veces costosas las exigencias, que la mayoría
opta por enrolarse en las huestes de los desprotegidos laburantes “en negro”.
En los Estados Unidos conseguir
un puesto medianamente seguro significa el tramiterío de una radicatoria que
lleva su tiempo, dentro de un sistema altamente controlado por la tecnología de
super avanzada que vemos en todas las actividades en las tierras de Trump a
quien ni siquiera le alcanza con la indigna barrera que piensa erigir.
En Europa suele ser más simple
o es que los controles no son tan estrictos, que si se busca en España no
existe con nosotros la molesta y a veces infranqueable, esa otra barrera la del
idioma.
Pero no tan solo trabajar, sino
intentar quedarse por ejemplo en Bolivia, en Chile o en algún otro país hermano
y que te toque una desgracia que necesite atención médica, hay que rogar y
resignarse al rechazo, por la exigencia de dinero y de otros engorrosos
trámites.
Resumiendo, nunca he visto que
entre nosotros rechacemos en un hospital a un boliviano, chileno, uruguayo,
norteamericano, cubano, venezolano, árabe, judío, nigeriano, brasileño, español
ni siquiera a un inglés, muchos de los cuales vienen para que aquí los
atendamos y los curemos.
Por eso e intentando resumir,
suena doloroso que así como somos generosos a la hora de recibirlos y
atenderlos, dejando de lado esos casos en que los asaltan, ellos en sus países
nos sometan a tantos requisitos para cuestiones básicas y casi intrascendentes.
Al ser el nuestro un país
acogedor por aquellos postulados insertos en el preámbulo de nuestra
Constitución cuando dice “…asegurar los beneficios de la libertad para
nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que
quieran habitar en el suelo argentino…” suponemos que afuera de Argentina nos
tratarán igual con idéntica generosidad pero no es así.
Por todo ello, eso de permitir que sigan entre
nosotros los inmigrantes que cometan delitos en nuestro suelo, suena a burla
contra la reciprocidad.
Así como a los delincuentes que
“se exportan” desde aquí incluso los condenan a muerte, de la misma manera
tendríamos que actuar con quienes delinquen en nuestra tierra: expulsarlos -como
lo hacen en algunos pocos países- en el primer avión que parta hacia cualquier
rumbo o destino.
Esos visitantes no nos hacen
falta…
¿Por qué mezclar al rugby en el tema?
EL DRAMA DE
VILLA GESSEL, LA JUSTICIA Y
LAS PATOTAS CON SU
EVIDENTE IMPUNIDAD
La Justicia desde minutos
después del absurdo crimen está actuando con seriedad y celeridad, sin dejar
dudas acerca de su cometido que consiste en esclarecer el hecho y continuar
luego con las actuaciones de rigor que llevarán a lo que seguramente será un
juicio oral y público.
La severa acusación puede
determinar que uno o más de quienes golpearon tan salvajemente a un chico
virtualmente indefenso, reciban el rigor de la ley que llegado el caso puede
ser la condena a cadena perpetua.
Dejemos de lado las terribles
amenazas que les hacen llegar a los imputados desde la cárcel a donde serán
alojados, especialmente por conocerse el, digamos tratamiento, que se les
prodiga a condenados por ciertos hechos aberrantes y este ha sido uno de ellos…
Tal el costado judicial del
tema, pero el vértigo que requieren las noticias llevó a muchos colegas a
mezclar la actuación de un grupo de asesinos, con eso que se le llama al menos
por quienes hemos tenido el placer de practicarlo por muchos años, “el espíritu
del rugby”.
Y se me ocurrió entonces
escribir algunas líneas, cuyos conceptos mantengo y mantendré pese a las
críticas, algunas airadas, que por ignorancia se desparraman y consideré, en
consecuencia, poner algunos puntos en claro.
Horas después del sangriento
episodio y sus fatales consecuencias, decía, lo que también publicó con mi
firma el diario La Voz del Interior:
“Muchas veces la ignorancia y
si queremos ser indulgentes, le llamemos desconocimiento de la realidad, lleva
a rotular como bruscos y agresivos a los jugadores de rugby, trasladando esa
supuesta actitud fuera del campo de juego y llevándola a otros ámbitos dentro
de la comunidad. Son los mismos equivocados que frente a hechos delictivos que
culminan en violencia asesina, más que el sangriento episodio resaltan que los
autores o los protagonistas están vinculados con el rugby.
Como si no estuviéramos
cansados de enterarnos de crímenes, robos, asaltos, estafas, secuestros o
agresiones relacionadas con personas allegadas al mundo del fútbol, del boxeo,
del básquetbol, del automovilismo o de cualquier otra disciplina.
En el rugby no existen como en
el fútbol las “barras bravas” que subsisten por recibir dádivas de los
dirigentes que así como les permiten viajar a confines inimaginables siguiendo
a sus equipos, muchas veces les compran la impunidad por las relaciones que
conectan a esa dirigencia con el poder.
¿Cuántos hechos sangrientos se
han perpetrado en las tribunas, a la vista del mundo?. ¿Cuántos muertos y
heridos se han producido por el uso de material pirotécnico prohibido que
misteriosamente tiene libre acceso a las canchas?. ¿Cuántos comerciantes en
todos los rincones del país han sido despojados por determinados
“simpatizantes” que se desplazaban en despreciables patotas que con la tiranía
del número y los efluvios del alcohol y de otras sustancias, hacían del saqueo
una repudiable diversión?
El rugby que en su momento fue
virtualmente estigmatizado como deporte de elite, de “chicos bien”, de “fifi’s”
y de “reservado a integrantes de familias adineradas”, se popularizó de tal
manera y sin perder su espíritu ancestral, hasta el punto que actualmente
existen equipos en barrios marginales e incluso en cárceles.
El rugby más que violento, es
un deporte que hace prevalecer la fuerza, el compañerismo, la solidaridad, el
respeto por el adversario que es tal y no su enemigo a quien hay que destruir.
El ímpetu y la dinámica del juego imponen la certeza que los caballeros no
pelean sino que disputan supremacía deportiva, cohesión de conjunto y lazos
fraternos dentro del mismo equipo.
Y que terminado el partido así
como en el ajedrez el peón y el rey van a parar a la misma caja, los jugadores
de rugby sólo se diferencian por sus camisetas porque el festejo es compartido
y no sólo reservado a los triunfadores sino a celebrar el final de una disputa
entre hidalgos devotos del mismo esfuerzo.
El rugby no es un colectivo de
prepotencia aunque la rudeza del juego así lo haga suponer, porque no reinan el
golpe, la zancadilla o la alevosía en un entrevero donde todo parece impune,
sino la habilidad y el vigor adheridos a la responsable fuerza física al
servicio de la diversión.
Confesiones de este viejo
enamorado de la ovalada y uno de los más antiguos comentaristas de esa actividad
en diversos medios periodísticos, no son para defender o liberar de culpa a
nadie que se hubiera involucrado en hechos delictivos.
Es, simplemente, una sentida
defensa del rugby y de su espíritu que viene derrotando a los tiempos.
Y la violencia,
lamentablemente, es eterna”.
Cabe agregar que es por eso que
no encubro a delincuentes.
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