SE ESTARÍA TRAMITANDO CRECIDO
NÚMERO DE RECURSOS DE AMPARO
La intención en cuanto a los objetivos venía siendo analizada y diversas
fueron las opiniones vertidas con relación a la compra, utilización y
aplicación del artefacto que propusiera la más aventajada discípula del
inefable GGG, el paseandero ex ministro que viajó a Europa para disipar su
mente, después de tanto esfuerzo por estudiar para rendir esa materia que
arrastraba como previa desde la secundaria: geografía, hasta que debió regresar
de España por problemas de idioma.
Todo venía de maravillas, hasta
que a la actual ministra se le ocurrió aportar detalles sobre el aparato de
madera para el que habría destinado una suma millonaria sin pensar que esos
dineros, que son del pueblo y no del gobierno y como acción social que sería
bienvenida, bien pudieran destinarse a la provisión de otros elementos para
calentarse como por ejemplo leña a granel, gas en sachet o carbón sintético.
Simultáneamente algo curioso sucedió cuando todo venía de maravillas, vale repetirlo, hasta que a la Sra. Ministra se le ocurrió graficar el tamaño requerido para el producto, instante debidamente documentado mediante oportunas tomas fotográficas que trascendieron hacia la curiosidad pública a través de las redes sociales, ya que la mayoría de los diarios optaron por omitir, en una respetable demostración de pudor, dado que las publicaciones gráficas no tienen espacios “prohibidos para menores de 16 años”.
Como derivación o consecuencia de la idea estatal, numerosos juzgados del país debieron soportar la presentación de miles de recursos de amparo, que basándose en el humano temor hacia el abuso en estos tiempos de encierros y castidades, exigían que el producto no fuera de ninguna manera autorizado para la vacunación.
G.F.
NÚMERO DE RECURSOS DE AMPARO
Simultáneamente algo curioso sucedió cuando todo venía de maravillas, vale repetirlo, hasta que a la Sra. Ministra se le ocurrió graficar el tamaño requerido para el producto, instante debidamente documentado mediante oportunas tomas fotográficas que trascendieron hacia la curiosidad pública a través de las redes sociales, ya que la mayoría de los diarios optaron por omitir, en una respetable demostración de pudor, dado que las publicaciones gráficas no tienen espacios “prohibidos para menores de 16 años”.
Como derivación o consecuencia de la idea estatal, numerosos juzgados del país debieron soportar la presentación de miles de recursos de amparo, que basándose en el humano temor hacia el abuso en estos tiempos de encierros y castidades, exigían que el producto no fuera de ninguna manera autorizado para la vacunación.
G.F.
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