22 de enero de 2023

S.L.B.: EL INDOMABLE DÓLAR “BLUE”, TAN CAPRICHOSO COMO BUSCADO – HAY EXPLICACIÓN PARA EL ÉXITO DE LA TEMPORADA TURÍSTICA – LOS ÓMNIBUS SON FLAMANTES PERO LAS FRECUENCIAS SIGUEN EN DEUDA – LA CAUSA DEL REGISTRO NO REPOSA NI DURANTE LA FERIA – UN CANDIDATO PRESIDENCIAL RODEADO DE DUDAS Y DESMEMORIA- LA POLICÍA NO CAMBIARÁ MIENTRAS MANTENGA SU CONDICIÓN DE BOTÍN POLÍTICO, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” edición nº 762 del 22/01/2023 emitido por la AM580, emisora dependiente de Radio Universidad Nacional de Córdoba.
 
Un billete que nos maneja a su antojo…
EL DÓLAR “BLUE” TAN INDOMABLE COMO
CAPRICHOSO E INTENSAMENTE BUSCADO
 
   Seguramente con el tiempo surgirán los historiadores que con quirúrgicas precisiones estadísticas dejarán testimonio de los avatares, idas, venidas, vueltas y una sarta de situaciones que le tocara vivir a nuestra moneda, ya de por sí maltratada desde el fondo de un siglo y algo más, que nos permita tener un panorama acerca de esa verdad que aún ni siquiera tenemos ahora pero que será imprescindible rescatarla para ofrecerla a las nuevas generaciones.
   Porque el asunto es que los malos ejemplos son por lo general los que más se repiten, por esas fatalidades del ser humano de inclinarse por lo complicado, en lugar de buscar los sencillos caminos del conocimiento por encima de la ignorancia que para muchos es más fácil de sobrellevar.
   Dirán dentro de un tiempo que alguna vez estuvimos a la par del codiciado billete verde norteamericano, en aquellos días felices del uno a uno de la convertibilidad, que nos hacía sospechar de tanta bonanza porque viajando al exterior, por ejemplo, advertíamos que podíamos ocupar una suite de hotel a la par de algunos jerarcas árabes y sus petrodólares,
   Entonces, tardíamente, llegamos a comprender que algo tenía que pasar para que estallara la verdad y eso ocurrió, hasta el doloroso presente que nos ofende con la penosa comparación que nos lleva a convencernos que con el billete más grande que los argentinos hacemos circular, no alcanzamos a comprar ni tres dólares, porque el billete de Fort Knox se vende a 375 pesos y multiplicado por 3 la aritmética nos ofende con su verdad incontrastable e indiscutible, avergonzándonos que aparte necesitamos agregar un billete de 100, otro de 20 y una moneda de 5 que ya ni circulan, para comprar 3 piojosos dólares.
   Pero así y todo con el dolor que genera eso de ver pasar al “blue” frente a nuestras narices de olfato subdesarrollado por las carencias, miramos un poquito hacia atrás en nuestra eterna búsqueda de culpables o al menos responsables de la hecatombe de sobremorir en un país riquísimo como el nuestro, que arrastra la historia y el problema de tener malos políticos más que buenos administradores, de todo lo valioso y codiciado mundialmente que atesora nuestro expandido y muy desaprovechado territorio.
   Porque si nos tomamos el trabajo de recordar mirando hacia atrás, veremos con bronca y algo de culpa porque somos en definitiva los que votamos para aceptar o rechazar, que el año pasado y no tan pasado porque me refiero al 2022 que pareciera que todavía no se fue del todo, el dólar marginal, azul o como le quieran llamar pero es el que anda de mano en mano, aumentó el 25,3 por ciento o sea algo así como 42 pesos pero en el año 2020 había crecido un 111 por ciento, frente a una inflación de entonces que llegó al 36 por ciento. Para colmo en julio del año más reciente el dólar blue creció el 24,4 por ciento o sea unos 58 mangos por unidad.
   Si todo esto que vino sucediendo aflojó los cimientos de un país tan ubérrimo como el nuestro, es para preguntarnos quién tiene la culpa que ello ocurriera, pero lamentablemente y por imposición de reciente costumbre, las culpas son siempre de los otros y la autocrítica es cosa de maricones y lo mejor es ni siquiera nombrarla.
   Ahora navegamos una vez más en el mar de las incertidumbres y las angustias, mientras los políticos en lugar de gobernar están buscando la manera de perpetuarse para que nadie les pida rendiciones de cuentas y asegurar el futuro… el futuro de ellos y de su descendencia tanto ideológica como familiar.
   Y el peor de los detalles, es que si tanto nos hemos empobrecido, es porque muchos se enriquecieron y eso si, pensándolo con seriedad y espíritu de justicia, llegamos a la triste convicción que la traición a la Patria no es una fantasía de opositores o de delirantes, sino de un pueblo cansado que lo esquilmen.
 
Desfavorable escenario de crisis
HAY UNA EXPLICACIÓN PARA EL ÉXITO
DE LA ACTUAL TEMPORADA TURÍSTICA
 
   La verdad  es para la evaluación de los sociólogos este fenómeno del éxito que a primera vista se aprecia en cuanto al turismo receptivo, que nos muestra visitantes que llegan aparte desde otras provincias hermanas, de países tanto limítrofes como alejados de nuestro territorio.
   Es claro que las explicaciones, más allá de lo técnico, tienen su costado lógico y más aún con la existencia de factores otrora extraños, que influyeron en el espíritu de la gente que llegó a convencerse que era aconsejable poner distancias con lo cotidiano y gratificarse con un buen paseo, así fuera individual o familiar.
   Esta vez y esta es una apreciación alimentada por la intuición y no por los tecnicismos ni las estadísticas, que en el mundo durante más de dos años estuvimos condenados al encierro atroz y angustiante, guardando dinero porque no había dónde gastarlo a menos que fuera en medicamentos, consultas médicas particulares o flores con el destino que todos nos imaginamos, aunque se dejaran de lado las despedidas y todo el otro ritual de cada penosa circunstancia.
   Sin embargo advertimos ahora superada la dura contingencia y rogando que no vayamos a un camino de reincidencias, que hemos tomado eso de vacacionar como una cuestión impostergable y absolutamente necesaria, más allá de ser merecida reparación a tantas angustias, ausencias, privaciones y claustros a los que no estábamos acostumbrados y ahora aunque no nos hayamos habituado a ello ni por casualidad, vemos y apreciamos la libertad de movernos de aquí para allá como un don divino que nos regalaran los dioses.
   Es por eso que en Brasil hay récord de argentinos, como seguramente entre nosotros tenemos una cantidad tal de visitantes que nos sorprende y nos demuestra que estamos en condiciones de recibirlos y atenderlos como se lo merecen, sin caer a los abusos en los que muchos, incluso ahora está reincidiendo, basados en el estúpido criterio de afanarlos y que si no vuelven, habrá otros que los reemplacen.
   La temporada turística pese a la escasez de lluvias, a los devaluados niveles de los ríos y lagos, pero ya considerada exitosa incluyendo hasta para los artistas o sospechados de tal condición, que nos han elegido para colmar sus salas o fracasar estrepitosamente pero con gracia y donaire.
   Es enorme la cantidad de personas e intereses económicos  que mueve el sector turístico en el mundo y nosotros como anfitriones que tenemos todo lo que nos distinguió la naturaleza con tantos  paisajes, procuremos que el material humano se comporte acorde con las ansias que tenemos para que regresen en la próxima temporada.
   Pero si los maltratamos, los llenamos de multas, pretendemos encasillarlos como ganado, los estafamos en los alquileres, en las comidas y en las excursiones, así tendremos asegurado el fracaso y además, por merecerlo.  
   Que esa industria sin chimeneas que es el turismo, tal como lo definieran años atrás los españoles, nos tenga en cuenta para transformarnos en gentiles y atentos a la hora de hospedar, alimentar, llenarles los ojos de paisajes y el alma de simpatías y saber que a la vuelta de un año, los volveremos a tener con nosotros.
   Hagamos que el turismo sea una actividad receptiva y no una actividad expulsiva, por pretender enriquecernos en un par de meses, porque después no nos alcanzará el tiempo que tendremos para llorar ausencias.
   Porque el turista maltratado, en el 90 por ciento de los casos jamás vuelve a los lugares donde no fue recibido y atendido como lo merece.
 
Las esperas en tiempos modernos
LOS ÓMNIBUS SON FLAMANTES PERO AÚN
SE APLICAN LAS VETUSTAS FRECUENCIAS
 
   La verdad, es algo cercano al abuso tanto en la mentalidad de la gente como en las arcas municipales, esa recargada y reciente costumbre de las promociones personales por encima de las obligaciones funcionales, de aquellos jerarcas a quienes les pagamos el sueldo para que dentro de sus posibilidades hagan las cosas bien.
   Hay que entenderlos que en estos anticipados como apresurados tiempos de campaña proselitista, el que pega primero pega dos veces, como se dice en el boxeo, pero todos esos golpes son afrontados no por el partido gobernante en el caso del oficialismo, sino por los tributos ciudadanos que cada día son más exigentes y menos retribuidos para conformidad de los miles de contribuyentes.
   Es cierto que hay cien, doscientos o más ómnibus nuevos a los que solo les falta el baño porque tienen todo lo necesario en estos tiempos cibernéticos, y los elementos de confort y tecnología -salvo los troles rusos que son un sauna andante todo el año- por lo que no se estima necesario ni aconsejable, atormentarnos con los anuncios cada pocos minutos por radio y televisión, que están andando por la ciudad porque se los vé, están a la vista, recorren Córdoba de norte a sur y de este a oeste y la gente los ve pasar y los utiliza, por lo que tanto mencionarlos es un gasto que debiera aplicarse en otras prioridades.
   Está bien: tenemos ómnibus para regalar, son cómodos y bonitos pero en el sistema subsiste un drama que pocos se ocuparon de solucionar, y es una especie de contrapeso a los anuncios rimbombantes de haber mejorado las prestaciones, porque a las frecuencias las manejan seguramente algunos burócratas que nunca subieron a un bondi ni tampoco les tocó esperarlos en las paradas más de 20 o 25 minutos asándose los sesos en verano y cagándose de frío en los crudos inviernos mediterráneos.
   Están los ómnibus, tienen aire acondicionado, enchufes para celulares y computadoras, monitores de televisión donde se multiplica el autobombo de lo buenos y eficientes que son gobernando, pero las prestaciones en muchos casos son un desastre, especialmente en eso que le llaman “horas pico” porque en una ciudad tan dinámica como la nuestra, a toda hora las exigencias de transporte son casi las mismas, salvo cuando estamos en el tiempo de vacaciones escolares.
   Bueno sería que cuando nos hartan con esa cantinela de “gestión de tal o cual”, pusieran en claro de quién es la gestión de manejar las frecuencias, si del poder concedente que es la Muni, los beneficiarios de ese gran negocio que son los popes de la FETAP o la otra pata del trípode que es la UTA.
   Lo mejor, que entre ellos, ya que se reúnen con cierta frecuencia para hablar de las tarifas y de los sueldos y diseñar la manera que protestará cada uno hasta llegar al aumento del boleto, que dediquen aunque más no fuera unos minutos para establecer algún control de las frecuencias, porque cuando el pasajero ha esperado casi media hora y sube, no lo hace con lo mejor de su humor, sino con la indignación de haber sido usado, pagando el boleto más caro del país, como parte pasiva de una campaña proselitista.
   Y que tengan en cuenta, aquellos que privilegian la gestión por encima de tantas otras prioridades, que esos pasajeros, también votan y suelen hacerlo apelando a la memoria…
  
Megacausa del Registro de la Propiedad
UN DESAFÍO A LA MEMORIA COLECTIVA EN
LA CONTINUIDAD DE UN TEMA SIN TIEMPOS
 
   La magnitud de lo actuado en Córdoba en la causa del Registro de la Propiedad, y sus sobrados puntos sin explicación, calificarían fundamentadamente para crear una nueva ciencia, a la que podemos llamar Registrología, cuyo objeto de estudio sería específica y casi excluyentemente esta causa.
   El nombre surge de sumar a la palabra Registro, el término logos, que significa explicar, conocer o dar razón de algo, y promete gran utilidad habida cuenta de todo lo que no se entiende, no se aclara, no se desentraña, no se busca y no responde al común sentido en esta meneada como casi eterna causa del Registro que venimos abordando desde más de una década y media.
   Podrían ser temas centrales entonces en esta ciencia “explicar” el fenómeno de la prisión preventiva convertida en regla, que posibilitó -y aunque suene por su propio peso a broma de mal gusto- que el 70 por ciento de los condenados cumplieran pena antes de ser juzgados.  
   También, “dar razón” del accionar de los magistrados convertidos en comisión especial, que con afán encerraron a ordenanzas, secretarias, empleados comunes, amas de casa, profesores y trabajadores de sueldo diario y con agilidad y prestancia de toreros esquivaron a encumbrados funcionarios oportuna y formalmente denunciados, relacionados con el poder en cualquiera de sus tres versiones. 
   Sería importante esclarecer la pomposa referencia a tres mil inmuebles afectados, de los que poco se sabe, cómo quiénes son sus dueños o a dónde están, ya que escasean los querellantes particulares en la causa y al grueso de los condenados nada les quitaron, resultando crucial “conocer” si existe alguna relación con los grandes y abultados patrimonios de funcionarios de la época. 
   Sin duda que tendrá trabajo quien se dedique a esta ciencia, pero, por estricta justicia, es de esperar que se ponga en práctica con científicos de otro planeta, para evitar cualquier riesgo de comprometer el imprescindible atributo al que llaman “objetividad”.
 
Hay algunos complicados escollos
CANDIDATO PRESIDENCIAL  RODEADO DE
DUDAS Y ACOSADO  POR  LOS  ARCHIVOS
 
   La mayoría de los argentinos, seguramente y entre ellos me incluyo, están o estamos sorprendidos por el apuro que se aprecia en las autoridades del poder central, por adelantarse a los almanaques para llegar a las elecciones donde serán consagradas desde la cúpula del poder, gobernadores y otros candidatos a cargos electivos por los que demuestran un apetito cercano a la ferocidad y uno no sabe si es por vocación patriótica, por llegar a ciertas cimas o en algunos casos para quedarse donde están gozando de la magnanimidad de las leyes que protegen la condición de funcionarios en ejercicio, alejados de todo aquello que se parezca a un tribunal de justicia .
   “La prisa engendra el error en todo, y del error sale muy a menudo el desastre”, supo sostener Herodoto y la verdad es que la historia universal viene registrando muchos casos en que tal acerto es tal, sin necesidad de agregados.
   Porque ya que estamos me viene al recuerdo un pensamiento de Marañón, quien consideraba que la rapidez, que es una virtud, engendra un vicio que es la prisa, como si afirmara la sentencia del bueno de Herodoto que hace un ratito les consigné.
   Todos están apurados, unos por avanzar, otros por llegar, muchos por quedarse y los más ansiosos, los que imperiosamente necesitan la protección necesaria de las leyes que les aseguren la libertad.
   Este muchacho Sergio Massa, político no sé si de raza pero sí de vocación y ansias de poder, ha recorrido un largo camino en la búsqueda de un nivel de conducción que al principio era como que le tiraba de sisa, y después de algunas vacilaciones en cuanto a sus preferencias ideológicas, cayó en cuenta que su destino es el sillón de Rivadavia y la coqueta y “fashion” comodidad de la quinta de Olivos.
   Y allí lo ven y lo vemos, tratando de convencer al electorado que no es él quien cambia, sino los gobiernos y los demás, porque después de haber cultivado relaciones estrechas con la familia Kirchner y casi fraternal relación con el heredero que dejó la presidencia de su bloque -creo que fue así- tejió buenas relaciones con ese curioso segmento de origen “K” que es La Càmpora, desprestigiada después por algunos hechos que no cayeron del todo simpáticos al Presidente Fernández y algunos de sus ministros.    
   Pero “Massita” como cariñosamente algunos lo llaman, no se inmuta, pero a veces los problemas de memoria llevan a cometer imprudencias que solamente la hipocresía política actúa como antídoto de monumentales papelones, insalvables para muchos pero tomados como simples equivocaciones de rumbos para otros.
   Y por eso de la vigencia de los archivos y su peligrosidad para aquellos que no los toman en cuenta al momento de discursear en la búsqueda de esos o de otros apoyos, hay veces que guardar recuerdos nos ayuda a repensar en la personalidad y la seriedad de algunos que muestran desmedidas pretensiones de poder.
   Quiero que lo escuchen a Sergio Massa, postulando su calidad política frente a desplantes de quienes alguna vez, supongo, fueron sus amigos. Y para el final, les comento porque es oportuno hacerlo, que Shakespeare aseguraba que “el que va demasiado aprisa llega tan tarde como el que va muy despacio”
   Pero lo mejor es escucharlo…
   (El audio con las palabras de Sergio Massa puede ser consultado en la columna correspondiente, ubicada en la parte superior derecha de este blog.)
 
Lento camino a la profesionalización
LOS RIESGOS Y PENOSOS RESULTADOS SI
LA POLICIA SIGUE SIENDO BOTÍN POLÍTICO
 
   La policía necesita profesionalizarse para encarar una reconstrucción humana hacia adentro, después de los descréditos emergentes de tantos hechos delictivos en los que se descubriera la participación de efectivos de esa fuerza.
   El riesgo que implica mantener esa postura de tomar a la policía como una especie de bolsa de trabajo para la militancia, o para los recomendados del poder de turno, es lo que ha llevado a un cierto nivel de alarmante descomposición en la fuerza, por lo que así abundan los casos de gatillo fácil, cuando con las armas reglamentarias están para prevenir y cuidar y de intervención en hechos de asaltos y otros delitos, con secuestro incluso de uniformes y armamento que son de la policía provincial.
   La verdad, es que se debiera legislar con urgencia acerca del nivel requerido para el ingreso, porque últimamente se han dado casos en los que si se hubiera actuado de manera preventiva y a conciencia, sin privilegios ni recomendaciones, nunca hubiera sido posible que se perpetraran hechos que después lamenta la sociedad, y pasan a ser nuevos baldones para la fuerza azul, siempre y cuando dejemos a salvo el sacrificio, la honestidad y el compromiso de los que son fieles e incorruptibles uniformados.
   No es una locura y menos es irrealizable conseguir el nivel universitario de los policías, en todas sus jerarquías, pero es necesario desterrar el sentido político y partidista de muchas designaciones que terminan siendo un contrapeso para la fuerza, aparte del requerimiento con carácter urgente, de controles más meticulosos y frecuentes de los antecedentes de cada policía, especialmente de aquellos destinados a portar armas.
   El policía merece una buena paga que le alcance para vivir dignamente y más aún si tiene familia, porque es tan triste como negativo advertir muchas veces, que por la sobrecarga de adicionales, lo que les permite aumentar algo su mensualidad, se embrutecen de sueño y agotamiento y son poco menos que inútiles tanto para la función normal como para la que apelan para sobrevivir con dignidad.
   Tener una policía de alto nivel no es complicado, pero necesita ese tema estar entre las prioridades de quienes nos gobiernan.

 

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