12 de febrero de 2023

S.L.B.: NINGÚN FUNCIONARIO ESTÁ ATORNILLADO EN SU SILLÓN - SEGUIR EL MODELO VENEZOLANO ES CONFESAR ADHESIÓN A LA DECADENCIA - ¿AUN ESTAMOS A TIEMPO DE NO EMPARDAR A ROSARIO EN ESTADÍSTICAS DELICTIVAS? –PRECIOS ALOCADOS EN LA PROXIMIDAD DE CLASES - ¿PUEDE ALGUIEN EXPLICAR LA DESAPARICIÓN DEL “CAMBIO CHICO” EN NUESTRA ZARANDEADA MONEDA? – DESPEDIDA DE HOY CON ANTONIO MACHADO, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” nº 765 del domingo 12/02/23 emitido por la AM580, Radio Universidad Nacional de Córdoba.
 
Poco novedoso control de precios
SI SEGUIMOS EL MODELO VENEZOLANO ES
QUE HEMOS OPTADO POR LA DECADENCIA
 
   Todo indica que la maquinaria de las usinas de la creatividad han entrado a una crisis por lo que se advierte terminal, a la luz de los resultados obtenidos cuando apreciamos, por ejemplo, que ya no quedan maneras de parecer innovadores, frente al drama de los precios alocados que diariamente nos vienen castigando sin ninguna misericordia y socavando el respeto por un poder político que alegremente sostiene que es un tema que lo tienen bajo control.
   Y a tono con esa fantasía a esa tramoya la pretenden apoyar con una estadística que seguramente elaboró Piñón Fijo (aunque lo dudo porque es un tipo serio) o bajo la carpa de algún circo, porque adhieren a la broma de mal gusto que asegura que nuestra economía, a la que el delirio tomó como modelo en el mundo, ha crecido tanto como la de los chinos.
  Decididamente, estamos en una etapa en que progresamos hacia atrás, lo que no es un contrasentido ni un absurdo, porque lo padecemos todos los días en disímiles terrenos de la vida cotidiana de nosotros, los argentinos que pese a todo no conseguimos acostumbrarnos a los dislates, los versos y las mentiras con pretensiones de credibilidad que los hechos se encargan de destruir.
   ¿Cuántos experimentos sobre control de precios venimos padeciendo en los últimos años de crisis?
   ¿Qué obtuvimos de positivo, aparte de esa penosa certeza de sentirnos usados como cobayos, defraudados en nuestras esperanzas y sin que viéramos el más mínimo de los resultados?
   Pero esta técnica profusamente mediática y distractiva no fue una política aislada, sino aplicada por todos los colores políticos salvo una o dos honrosas excepciones, porque en el año 1953 impusieron una lista de precios máximos y ya en un par de minutos le voy a refrescar la memoria de aquellos tiempos.
   Allá por el 75 hubo un drástico congelamiento de precios y en el 83 otro, pero por un término de 40 días y de allí saltamos al 2014, con esa patraña de los precios cuidados de lo que se burlaron solidariamente el sector industrial como la cadena de comercialización y pese al derrape, con el mismo título nos charlaron en el 2020 con precios máximos, reiterados en el mismo año como “precios cuidados”.
   ¿Qué productos bajaron sus precios? Probablemente hayan sido los rotores para helicópteros, los estropajos artesanales, el nabo híbrido importado de las Bahamas o el champú para los calvos, con el agravante que todo el resto de la mercadería desde la lechuga, los autos usados, los departamentos y casas de barrios cerrados, el matambre de ternera, la nafta se fueron para arriba.
   Pero al colmo lo vivimos poquito tiempo atrás, cuando los funcionarios del área asomaron sus narices y pletóricos de orgullo anunciaron la novedad de la instauración de los “precios justos” aún vigentes pero prolijamente escondidos y nada respetados.
   Hagamos un paréntesis en esta historia, con merecido homenaje a la memoria de Juan Domingo Perón, quien a mediados del siglo pasado metió presos a comerciantes violadores de la ley, decomisó toneladas de mercadería y expulsó del país a los extranjeros que en sus comercios violaron la promulgada ley peronista “contra el agio y la especulación”.
   Todas las ediciones posteriores, cada una de ellas un penoso fracaso.
   Volvamos entonces a la actualidad: siempre imaginativos, lanzaron desde el poder eso de “precios justos” sin tomar en cuenta la inmediatez de las redes sociales y las comunicaciones con sus progresos: ese mismo plan, los vigentes “precios justos” fueron idea de un régimen cuya economía no es floreciente ni mucho menos: fue un invento del inefable Maduro, en Venezuela, y así les va…                    
 
Márgenes que diariamente se estrechan
¿AÚN ESTAMOS A TIEMPO DE NO EMPARDAR A
ROSARIO EN  LAS ESTADÍSTICAS  DELICTIVAS?
 
    Desde muchos años atrás, cuando cursaba mi incompleto ciclo de estudios secundarios en el viejo, querido y añorado Monserrat, recuerdo muchas discusiones a veces acaloradas que solía tener con un alumno rosarino de otro curso, con quien solíamos intercambiar antipatías a la hora de los recreos.
    Que Córdoba es mejor, que Rosario es la ciudad más grande y poblada fuera de Buenos Aires, que allá tenemos río ancho y puerto y aquí un hilito de agua que se enloquece con las lluvias y las crecientes, pero aquí tenemos sierras, que Ñuls y Rosario Central no le llegaban ni a los tobillos a Talleres y a Belgrano y pavadas por el estilo -ahora decimos que son pavadas- que a nada positivo conducían.
   Aquello quedó en la bruma de los tiempos y ahora nos separan, cada día con menor distancia, la vigencia y el espanto de la inseguridad; de vivir en tierra de nadie, en zonas liberadas y con la amenaza siempre renovada y latente del imparable crecimiento del narcotráfico, como una de las más violentas expresiones de lo delictual, al amparo de una impunidad tan negada desde el poder, como evidente para cualquier cordobés.
   Y el penoso resultado de esta ofensiva e irresuelta realidad es el fracaso de la tarea preventiva, si es que de alguna manera se encaró, y de la fantasía de gastar dinerales en elementos de lucha para resultados cada vez más catastróficos y magros porque no existe una política integral de seguridad y esto que sostengo no es ninguna exageración, y desafío desde la jefa de Policía, sin es que todavía está, hasta al propio gobernador, para ver si alguna vez tienen la grandeza de enfrentarse mediáticamente con una realidad negada, escondida o maquillada con el falso apoyo de estadísticas amañadas o dibujadas.
   Uno de cada dos cordobeses, dicen que ha quedado demostrado, en los últimos tiempos ha sido víctima de algún hecho delictivo y eso de comprobarse, es gravísimo porque destroza todo un discurso triunfalista y exagerado, para colmo en un año electoral y con la inseguridad reinante como el principal flagelo que padece la ciudadanía.
   Dejemos de lado por ahora esa lamentable estadística de policías infieles con la fuerza azul porque ese es otro tema, pero por favor, es el clamor de la ciudadanía, rómpanse el alma por proteger a quienes con impuestos exagerados ,aportan para los sueldos de todos esos servidores públicos que en la intimidad y tratando que nadie de adentro los escuchen, reconocen que no tienen armamento, que el combustible para los móviles escasea, que los patrulleros con fallas mecánicas no son reparados y otros detalles que suman para avalar la decrepitud de la tarea, especialmente preventiva.
   Al paso que vamos y por ser ahora más grandes que Rosario, estamos demasiado cerca frente al riesgo de vernos superados más aún por la violencia que nadie se anima, o no puede instrumentar medidas para controlarla y díganme si exagero que cualquier cordobés medianamente despierto sabe dónde, quienes, a qué hora, cuánto cuesta y cómo se comercializa cualquier merca de las prohibidas,  y me digan cuántos “delívery” de la blanca y de marihuana pasan por sus narices, datos que lógicamente no desconocen las autoridades que parecen seguir durmiendo sobre laureles que por omisión no merecen.
   No quiero para mi Córdoba llegar a ser como Rosario.
   Quiero para mi Córdoba poder vagar de noche, pasear por sus peatonales, parques y plazas y no vivir con el cagazo permanente del ataque de un hampa que se ha hecho más fuerte al amparo de la impunidad.
   Una impunidad que pocos entienden, pero a la pregunta sobre quiénes lo saben, los cordobeses se la harán a las urnas.
 
Canasta escolar y clases cercanas…
LOS  PRECIOS  DISPUTAN UNA CARRERA Y LOS COMERCIANTES VAN A PERDER POR ANGURRIA
 
   Esa vieja táctica comercial que consiste en crear nuevas modas e instar a inclinaciones por gustos distintos de vestir, maquillarse, peinarse o de alguna manera variar estilos y costumbres, ha venido sirviendo para estimular las ventas en todos los rubros dejando atrás el riesgo del “clavo” con mercadería no vendida y en consecuencia desactualizada porque lo que se impone es renovarla.
   Por eso se entiende al recordar que un tiempo atrás los pantalones de hombre eran “bombilla”, tiempo atrás mutaron a “Oxford” o “marineros” y después adquirieron el estilo “chupín” y otras designaciones que los distinguían, lo que en una ciudad seca pero consumista al fin, la renovación de vestuario era y sigue siendo virtualmente anual.
   Con las mujeres ocurre lo mismo y en cuanto a los colores, porque los artífices de la moda imponen un año el tono pastel, después mutan a la gama de los turquesas o rojo y así van modificando la masividad de la vestimenta y por consiguiente el gasto emergente para no perder la evolución de lo que se usa.
   Sin embargo se me ocurre que con los útiles escolares la realidad es otra porque los cuadernos siguen siendo iguales de rayados, cuadriculados o lisos, las carpetas conservan el mismo formato, las biromes son todas iguales salvo las marcas, las fibras se inclinaron por tonos más brillantes y flúo y en general las canoplas siguen siendo canoplas aunque les varíen el formato y otros detalles que obliguen a su actualización y los niños en ese aspecto suelen ser enfermizamente exigentes, siempre que los papis tengan con qué.
   Pero lo que más llama la atención es el tema de las mochilas, tan generalizado para el uso corriente y no tan solo escolar y es para estimar que un bajísimo porcentaje de mujeres no las usa y basta con pararse en cualquier esquina del centro para corroborar una estadística innecesaria.
   Es cuando nos preguntamos con asombro: ¿los precios exorbitantes de las mochilas han sido acordados por el conjunto de los fabricantes?
   La verdad no creo que sean tantos entre nosotros, porque una mochila fabricada por ejemplo en China, con todos los chiches, luces, adelantos, brillos, rueditas, frenos, etcétera, seguramente no supera los 10 dólares de costo con flete incluido, pero en nuestro medio se comercializan en muchos casos a valores superiores a los -escuche bien- ¡90 mil pesos! y cifras parecidas, hacia abajo y hacia arriba.
   Lo bueno para los comerciantes que especulan con el cercano comienzo de las clases, es que cuentan con un apreciable margen de utilidades para “liquidar” por así decirlo, en los días previos inmediatos y en las dos o tres semanas del dictado de clases.
   Pero clavos, lo que se llaman clavos, es difícil que los tengan, porque el material no se degrada, los lápices no de echan a perder y los precios quedarán esperando hasta el próximo período lectivo.
   Lo que alguien debiera controlar, y sería en beneficio de la sociedad y si es que existen facultades para hacerlo, las reales utilidades que se logran, la documentación con relación a las importaciones y todo lo que necesita ser declarado en materia impositiva.
   Así al menos, el sistema sería sincero y no sujeto a tantas dudas y también a privaciones que los niños, sobre todo, no merecen…
 
La Megacausa del Registro y su lozanía
EL HECHO DE REVISAR UNA ACTUACIÓN
NO ES OTRA COSA QUE HACER JUSTICIA
 
   Ver con atención y cuidado, someter algo a nuevo examen para corregirlo, enmendarlo o repararlo y actualizar o poner al día, son distintas acepciones con las que nuestro diccionario -fiel y consultado amigo que nos ayuda a entender algunos aspectos tortuosos de curiosas escrituras- define al término revisar.
   Sus sinónimos son los vocablos observar, inspeccionar, explorar, investigar, controlar, comprobar, reconocer, considerar y verificar, entre otros. este despliegue de acciones, largamente reclamado por muchas personas imputadas en la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba, podría encomendarse a alguna visita especializada de Naciones Unidas.
  ¿Por qué? es entonces el interrogante que cabe.
   Porque existen cosas que llaman la atención, como la prisión de trabajadores comunes durante años, sin que pasaran previamente por juicio, incluso sin denuncia de víctimas, ni querellantes particulares, mencionando, como lamentable ejemplo, el caso del juez que encerró a imputados escribiendo que no tenía pruebas, pero él estaba convencido. Porque queda fuera de las leyes que se nombrara una comisión especial para todos los casos, en lugar de jueces por sorteo y que no se respetara la doble instancia con otro fiscal al llegar a juicio.
   Más aún, porque hace ruido el “vistagordismo” judicial para con los funcionarios y responsables de altos cargos, jamás citados ni molestados, pese a ser señalados y denunciados reiteradamente en muchos casos. También, porque numerosas organizaciones de derechos, locales, nacionales e internacionales, como nuestra Corte Suprema de Justicia de la Nación y la Organización de las Naciones Unidas, dictaminaron la existencia de arbitrariedades en la causa.
   Por todo esto, y ante la anestesia local de cualquier sentido, pedir una vez más a esta instancia internacional que observe, inspeccione, explore, investigue, controle, compruebe, reconozca, considere y verifique lo actuado en la causa, no es ningún delirio ni es pretender el triunfo por cansancio, sino la urgente necesidad de enmendar y reparar el perdido equilibrio de la justicia.
   Y si tenemos el diccionario abierto y buscamos los sinónimos del vocablo “equilibrio”, veremos que por la realidad que nos abruma, los conceptos igualdad, armonía, proporción, ponderación, estabilidad, contrapeso, vendrían a ser inútiles términos olímpicamente pasados por alto.
 
No nos equivoquemos
NADIE ESTÁ ATORNILLADO NI ES INTOCABLE
EN  SU  HABITUAL DESTINO DE COMPROMISO
 
   Es nuestra historia, elemento base de la docencia bien entendida, el factor que mejor nos enseña con su sabiduría y más que nada por su insobornable memoria, los errores cometidos y por su omisión, cuál es el camino ideal para no repetirlos bobamente y sin justificaciones ni molestos cargos de conciencia.
   Muchos de los exponentes de nuestra política partidista pueden ser tomados, no todos como ejemplos dignos de ser imitados, pero sí como modelos de gestiones olvidables que suele ser el maquillaje del fracaso jamás asumido ni patrióticamente reconocido.
   No se trata de enumerarlos ahora por cuestión de respeto hacia el tiempo que disponemos, y más aún porque basta con evocar cada uno de esos tristes y traumáticos casos, para trasladarlos a un eventual futuro de reiterar los fracasos por caer en reincidencias, sin tomar en cuenta aquello del tropezón con la misma piedra.
   Que sea el oyente quien evalúe y premie o castigue de acuerdo con su buen criterio, teniendo presentes varios apellidos y gestiones llevadas a cabo, y no me pidan que aporte fechas porque no son necesarias y me vienen a la cabeza Perón, Menem, Rodriguez Saa, Capitanich, Insfran, De la Rua, doña Cristina, Angeloz, Schiaretti y otros más recientes que vienen demostrando por encima de sus ansias, una especie de indisimulada desesperación por atornillarse a sus cargos.
   Si bien aquello de la sensualidad del poder y su atracción a veces fatal fue parte de la historia, cuando analizamos la situación de cada uno de los nuevos postulantes a la eternidad de la batuta en sus manos, advertimos que las gestiones cumplidas u omitidas, pudieron tener algún brillo inicial pero se fueron destiñendo no tan solo por el paso del tiempo, sino por la erosión provocada a veces con alguna malignidad desde adentro, gobernantes aburguesados y sospechados de haber incrementado sensiblemente sus patrimonios y no por ahorros sino a través de otros mecanismos que lejos están de ser investigados.
   No estoy con aquellos conceptos de Lord Acton en lo que sostenía que el poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente, más me acerco a Lyn Yutang, autor de aquella temeraria frase que el máximo del poder es la iniciación de la decadencia.
   Consideración aparte cuando sobresale el egoísmo y una vocación de eternidad que actúa como “tapón” de las legítimas aspiraciones de una entusiasta militancia joven, de la que se aprovechó la gerontocracia partidaria y en este aspecto, no existen diferencias dentro del amplio espectro de las ideologías.
   La realidad, esa cruda realidad que tiene la pésima costumbre de cachetearnos demasiado seguido cuando pensamos que tenemos derecho a la felicidad sin restricciones hace que me incline por Morón Alcain, quien sintetiza que se dominan las cosas, las circunstancias y, lo que es mucho más, a los hombres; se goza de esa sensación de estar por encima de los demás, de tener sus halagos, sus privilegios. El poder encandila y enceguece al que es dominado por él.
   Todo en la vida es perfectible y no es bueno resignarse a una negatividad que nos daña, que condiciona el futuro y nos provoca un pernicioso abatimiento. Es probable que los chinos en las antípodas, piensen totalmente al revés que nosotros, pero si lo sostienen es por algo de todo lo que les ha tocado padecer: ellos, según un antiguo proverbio, están seguros que el poder es el mayor enemigo de su dueño.
 
Billetes de 5, 10, 20 y 50 pesos, volaron…
¿ALGUIEN PUEDE EXPLICAR LA DESAPARICIÓN
DEL “CAMBIO CHICO”  EN  NUESTRA  MONEDA?
 
   Tiempo atrás, y no son muchos los años que tomo como referencia y posiblemente por el impacto que representa reconocer que no ha pasado tanto tiempo desde entonces, que pagar con monedas era parte de la diaria rutina argentina y un explicable motivo más que seguro para culpar al autor de la deformación y rotura de los bolsillos de sacos, camperas y pantalones.
   Pero las monedas no es que pasaron de moda, sino que con lo que sospecho fue por inteligencia y matemáticas, desde el poder se entendió que el valor metálico de las chirolas era y sigue siendo mayor que el valor monetario que el destino, la inflación y las carencias le venían asignando.
    En definitiva, las monedas quedaron destinadas a dos sectores: el banco emisor que sabrá qué hacer con ellas y para dominio de los coleccionistas, y en tal sentido es aconsejable si intentan venderlas, por ejemplo, en la feria de San Telmo, en Buenos Aires, porque aquí casi no vale la pena preguntar porque el valor está siempre localmente deprimido.
   Quedan los billetes, cuyo mayor exponente no alcanza ni para cambiar por menos de tres dólares del mercado marginal, y ahora salieron con el anuncio de los billetes de 2.000 mangos, o sea que si la inflación continúa su ritmo actual aunque no se incremente, en abril con el papel nuevo podremos comprar menos de 5 dólares, los cajeros automáticos tendrán problemas porque su capacidad de almacenamiento se reduce frente a la demanda y el traslado de dinero que antes se hacía por avión, los costos me comentan que obligaron al traslado por tierra, sistema que poco duró.
   Y allí surgió otro inconveniente porque para hacerlo se necesitan vehículos especiales equipados con seguidores satelitales, personal de relevo, custodia estrecha a esos vehículos y otros detalles -viáticos por ejemplo- que encarecerían sobremanera esa práctica de distribuir los billetes por tierra aunque no quedarían otras alternativas.
   Y es que uno obligadamente se pregunta, si quitarle un par de ceros a nuestro raquítico peso mejoraría la situación, pero a las autoridades les mencionan la palabra “devaluación” y se les encrespan hasta los pelos del cutis, así que tendríamos que darlo por descartado como solución.
   ¿No será acaso que se espera un nivel tal de descontento, que no quede otra alternativa que devaluar?
   No es cuestión de vivir desconfiando, pero la verdad, que la realidad no nos deja suficiente margen como para pensar que algún funcionario puede tener la solución mágica y a bajo costo, para que podamos andar con el dinero en los bolsillos o caer al modelo venezolano de llevarlo en carretillas.
   Otra que se me ocurre la mejor, es emitir de una vez por todas los billetes de 5.000 pesos, de 10.000 y dejarse de joder con que de hacerlo así, desde arriba estarían reconociendo una inflación que siempre intentaron ocultar.
   Pero aquí, eso es pretender esconder un elefante atrás de una ita…
 
Nos volvemos a encontrar en 7 días…
EN  LA POÉTICA  DESPEDIDA  DE  ESTE  DOMINGO
OPTAMOS POR UNA JOYA DE ANTONIO MACHADO
 
   En lo personal es una manera cercana a eso tan necesario para aflojar tensiones, después de un par de horas de intenso abuso del cerebro, de la garganta y de la paciencia de nuestra audiencia, siempre generosa en su dominical participación.
   Es por eso que opté por despedirme por siete días, a través de creaciones ajenas y en este caso encontré esta maravilla de Antonio Machado que la quiero compartir:
 
LA TITULÓ PARÁBOLAS…
 
Era  un niño que soñaba un caballo de cartón.
Abrió los ojos el niño y al caballito no vio.
 
Con un caballito blanco el niño volvió a soñar;
y por la crin lo tenía… ¡Ahora no te escaparás!
 
Apenas lo hubo tenido, el niño se despertó.
Tenía el puño cerrado. ¡El caballito voló!
 
Quedóse el niño muy serio pensando que no es verdad
un caballito soñado. ¡Y ya no volvió a soñar!
 
Pero el niño se hizo mozo y el mozo tuvo un amor,
y a su amada le decía: ¿tú eres de verdad o no?
 
Cuando el mozo se hizo viejo pensaba: todo es soñar,
el caballito soñado y el caballo de verdad.
 
Y cuando vino la muerte, el viejo y su corazón
preguntaba: ¿tú eres sueño? ¡Quién sabe si despertó!

 

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