Desgrabación
de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los
buenos” n° 617 del 19 de abril de 2020, emitido en dúplex por AM580 y FM88.5
ambas de Radio Universidad Nacional de Córdoba.
Escraches
imperdonables
ESTUPIDEZ HUMANA DE CONSIDERAR
DEMONIOS A
LOS MÉDICOS QUE LUCHAN CONTRA LA
PANDEMIA
Terreno escabroso es el que se hace necesario recorrer
para simplemente intentar un análisis de la trascendencia que asumen los
médicos -como profesionales pero más como personas- en este complejo escenario
de penurias, dudas, contagios, vacunas y condicionamientos que nos impone una
pandemia que pocos meses atrás no entraba ni siquiera en las utopías de los más
pesimistas.
Sin dudas que la profesión
médica es una de las que mayor responsabilidad asumen quienes la abrazaron,
especialmente si nos atenemos a lo que comentara cierta vez Francis Quarles, al
sostener que “los médicos son los más felices de los hombres: los éxitos que
puedan tener son proclamados por el mundo mientras que a sus errores los cubre
la tierra”.
Y si es por sintetizar, hay que
dar la razón a tales conceptos, aunque a veces existen estados de crisis que
llevan al individuo potencialmente en vías de contagiarse y morir, a la
adopción de actitudes francamente repudiables, no obstante lo cual en los
últimos días se han hecho palpables, como lo son los escraches a médicos y toda
persona vinculada a la lucha frontal contra el corona virus por parte de
vecinos o allegados, que los prefieren lejos de ellos por el peligro potencial de
transmisión del mal.
Para esos imbéciles que
privilegian su miedo por encima de la sacrificada tarea de quienes están más
expuestos que los protestones, a sufrir los efectos del mal, queda solo el
repudio de una sociedad consciente que de mil maneras, más allá de los aplausos
nocturnos desde los encierros, manifiestan su agradecimiento por tan abnegado
cometido que los supera en esfuerzo, abandono a sus familias, días sin descanso
y horas cruciales.
El simplismo, que no sabe de
cadenas de contagio, de curvas estadísticas ascendentes, del temor
generalizado, abraza un postulado reduccionista que sostiene que es imposible
que no se encuentre una vacuna para combatir a un virus que se lo mata con agua
y jabón.
Pero lamentablemente debemos
volver a esas conductas antisociales manifestadas en los últimos días, de
pretender que toda persona vinculada de cerca a la lucha contra la pandemia
desatada, no comparta su edificio, sus cercanías vecinales, sus lugares dentro
de la sociedad y por poco les falta exigir que se muden de barrio o de ciudad.
A todos esos ciudadanos,
hombres y mujeres o mujeres u hombres enrolados en este ejército que procura
ponernos a salvo, no les debemos más que gratitud y agradecimiento por la
entrega, por el esfuerzo, por el sacrificio de honrar el juramento hipocrático
que alguna vez hicieron frente a la sociedad y de manera especial a los
profesionales que ya por su edad, bien pudieran apoltronarse en sus casas y ver
el incesante desfile de temores, de encierros y de algunas acciones que los
infaltables imbéciles que como las cucarachas son inextinguibles , y son dignos
de aquel pensamiento de Fuller, quien pontificó que los médicos, como la
cerveza o los buenos vinos, son mejores cuanto más viejos.
Es probable que algunos se
limiten a sostener que para eso estudiaron, pero la verdad sea dicha, cualquier
profesional estudió y se graduó para ejercer una actividad dentro de la
sociedad.
Pero ninguno, ninguno, tiene el
horrendo privilegio de caminar por esa estrecha cornisa que separa a la vida de
la muerte.
En tal sentido, para los
médicos es el escenario más frecuente…
Politización de la
angustia
NO EXISTE CORRIENTE IDEOLÓGICA QUE
PUEDA GARANTIZAR LA RECUPERACIÓN
Hay tantas cosas, rumores,
especulaciones, juicios aventurados, tendencias y alocadas suposiciones en
torno del escenario que estamos viviendo en el planeta, que sería imposible
ponerse en el trabajo y el esfuerzo de desmenuzarlas en un intento -que sería
vano- de llegar a la verdad.
Por una parte está la cercanía
del drama que en un principio nos tuvo como espectadores de lo que sucedía en
la geográficamente remota China, luego comenzamos a temer de su arribo a la
vieja Europa y cuando nos descuidamos unos días, nos encontramos con dos
alternativas impensadas: que mister Trump, el líder máximo de una de las
potencias más importantes del mundo, tomara el tema como una simple gripe con
algún riesgo de mayor virulencia, pero hasta allí nomás; y por otro carril esa
versión no del todo alocada que hacía y aún hace referencia a una alianza
chino-soviética para dominar el mundo, por parte de los chinos en su intento
por evitar la superpoblación muy difícil de atender.
Y por la otra los rusos que pretenderían
aunque fuera compartida, su hegemonía en cuanto al poderío nuclear lo que
garantizaría a esos socios, el dominio universal.
Esto pone en evidencia que las
ideologías en los tiempos actuales son innegables acerca de su poderío, porque
el eje chino-ruso arrasaría -lo que en parte ya se ha logrado- con las pretensiones
de Europa y su tácita alianza con los Estados Unidos de Norteamérica.
Y nosotros los latinoamericanos
y el Africa negra que estamos al medio, bien podíamos ser manejados por los triunfadores
de la que no pocos llamaron una tercera guerra mundial son las armas más
milimétricas que recuerde la historia, que son los virus.
Lejos quedarían los misiles intercontinentales,
la guerra por el espacio multiestelar, la movilización de multitudes y
supersónicos aviones de guerra para la lucha tan antigua como frontal y ya
superada por la propia historia.
En pocas palabras, el arma
ideológica sería la más aplicada porque en una de esas se puede suponer que es
la menos cruenta si es que aún en algo valoramos la vida y el sufrimiento.
Planteadas las cosas así como
las estamos viviendo, será el mediano plazo el que corra el telón para terminar
de vivir entre sorpresas, temores y angustias como las que padecemos
precisamente por esa indefinición, acerca de las causas que llevaron
voluntariamente o no a los chinitos, a elaborar un arma barata que no necesita
grandes aviones para viajar, ni que gigantescos portaviones con armamento
nuclear los custodien de seguras reacciones internacionales.
El sueño de cualquier dictador
o loco potencial: contar con un ejército al que no hay que alimentar, vestir ni
armar.
El coronavirus, convengamos
aunque parezca un delirio, es el arma más barata, casi insignificante y letal
que pudo haber parido alguien en la historia de la Humanidad.
¿Y cuáles son el detonante y la
pólvora que se aplican?
Un elemento que cada uno lleva
metido en el alma: la ideología.
Así de simple…
Adultos mayores, al
íntimo exilio
INEXPLICABLE INTENTO DE INSTAURAR UN
CURIOSO “ESTADO DE SITIO
SELECTIVO”
Bien sabemos los argentinos y
en especial aquellos a quienes nos tocó vivir personalmente esos momentos de la
historia que ahora muchos tocadores de oído se aventuran a juzgar y analizar,
que cuando se pierden las garantías consagradas por la Constitución, para
algunos sectores significa la oficialización del caos y de la irrespetuosidad.
Personalmente y en esto quiero
ser claro, me parece que la iniciativa que comparten Larreta como virtual presidente
de la ciudad de Buenos Aires con el legítimo presidente de todos los
argentinos, el Dr. Alberto Fernández, de aplicarse rozaría la certeza, ya
anunciada por algunos especialistas, de la inconstitucionalidad.
Así se entiende al peregrino
intento de encarcelar en sus casas a los adultos mayores que hayan superado una
cierta edad, creo que los 70 años, desde algunos sectores considerados como
fuerza improductiva y desde otros más radicalizados, como no dignos de
sobrevivir frente a la disyuntiva de optar por ellos o por los más jóvenes o
menos viejos.
Y es cierto que tal actitud
equivaldría a un penoso e irreparable acto de discriminación, condena al
abandono e infantilización de la ancianidad tomando a ese segmento etario como
un estorbo; una rémora para el progreso de quienes sobrevivan.
¿No resulta espantoso tan
siquiera pensarlo?
No se trata de una defensa
personal por mi caso puntual, de octogenario aún lúcido e integrante de una
productividad que, lo digo seriamente, envidia más de un vago alimentado a
populismo y prebendas.
Sería, palabra más o palabra
menos, una especie de instauración de un estado de sitio selectivo que sólo
alcanzaría a ciudadanos que superaran cierta edad.
Aparte de configurar un acto
feroz por su gravedad e implicancias sociales, no deja de ser una muestra de
egoísmo por parte de ciertos personajes que están demasiado cerca de alcanzar
ese límite mínimo para ser considerados descartables, porque si miramos nuestra
clase política dirigente, como asimismo a los líderes sindicales eternizados
con su poder, la chequera y sus fortunas nunca puestas en claro acerca de los
orígenes, no son muchos los que aceptarían ser considerados una carga para el
país, aunque actualmente lo sean y todos conocemos de quienes se trata,
remachados en sus cargos y burlándose del paso del tiempo.
La Constitución Nacional ha
sido aprobada para su cumplimiento y no tan sólo para su caprichosa
interpretación, y muchos debieran aceptar que el respeto hacia tal instrumento
de la democracia, no admite modificaciones salvo mediante una convención
especial.
Que el apego a los decretos de
necesidad y urgencia, que en verdad muchos son justificables, no nos lleve a
tener que pelear bajo el estandarte que ni en nombre de la salud, la
Constitución puede ser franeleada.
Es para implorar que así se
entienda…
La tortura y sus
mecanismos
AQUELLAS “MALAS ARTES” QUE VIENEN
DE LA REMOTA Y SUPERADA EDAD MEDIA
La tortura se define como
dolor físico o psicológico aplicado a alguien con el fin de obtener una
confesión o como medio de castigo. En la Edad Media cualquier acusado, aún sin
certeza, era apedreado, convertido en chivo expiatorio y objeto de
venganza social.
Los años de la
Ilustración aportaron un derecho penal más justo, que se proclamó en contra de
la arbitrariedad, los abusos de la prisión preventiva, las penas
desproporcionadas y los castigos innecesarios.
Sin embargo en Córdoba, para la meneada causa
del Registro de la Propiedad, este avance de los siglos no llegó porque los
imputados son sistemáticamente encarcelados sin ningún tipo de
juicio, y después de años una única comisión especial se encarga de confirmar
la condena ya cumplida.
Y en muchos casos, cuando
quedan pocos meses para la libertad, la misma comisión
especial inicia un nuevo juicio por otro supuesto delito de la misma
época, extendiendo la prisión. Un mecanismo tan cíclico como perverso que
perpetúa el encierro que bien podría ser definido como una novedosa máquina de
torturar, y que nada tiene que envidiar a las inventadas en la Edad Media.
Este procedimiento no es
igual para todos, dado que en la misma causa se ha denunciado a funcionarios
del gobierno y también judiciales, aunque para ellos no existen sospecha ni prisión.
Es entonces que me
pregunto qué pasaría si por eso dela igualdad ante la ley, se decidiera
encarcelar a los magistrados denunciados por las dudas… tal como ellos hacen
con los imputados del Registro de la Propiedad.
Así también ¿sería
justicia…?
Un
paro nacional “por las dudas”
LA DIRIGENCIA DE LA U.T.A. TOMÓ DE
REHENES A SUS PROPIOS AFILIADOS
Una curiosidad para inscribir
en los anales de la actividad sindical argentina, significó el paro por 24
horas desde un mediodía hasta el mediodía siguiente, decretado por la cúpula
nacional de la UTA con el inédito motivo que “por las dudas” no se abonaran
ciertas acreencias a un sector de sus afiliados.
La raíz del conflicto se supone
que estaba aquí en Córdoba, la situación se superó por los buenos oficios de la
Municipalidad y la Provincia que tengo entendido prometieron aportar fondos,
todos cobraron y la medida de fuerza se levantó antes del plazo que
originalmente se había anunciado.
Un curioso caso, como les dije
al principio, porque siempre fue motivo para paralizaciones de servicios tan
vitales, a veces con características salvajes, en que la mejor garantía para
obligar al Estado a salir en la búsqueda de subsidios que colmaran exigencias y
caprichos de la conducción local de la UTA, y de paso quedar bien con las
empresas que aplaudían por el hecho de tener guardadas sus unidades luego de haber
reconocido, aunque no fuera así, que las prestaciones les ocasionaban pérdidas.
Los rehenes para esos casos -que
llegó uno de esos paros a durar 10 días- fueron los miles de frustrados
usuarios que por tales medidas perdieron suplementos salariales por
puntualidad, presentismo, etc. lo que no les importó un carajo a los eternos
creadores de conflictos.
Nunca se había dado una situación
similar, pero ahora, vaya ironía, los cordobeses dejamos de ser rehenes de un
paro “por las dudas” a nivel nacional, para que en cambio los choferes pasaran
a ser rehenes de sus propios dirigentes.
Era para preguntarles a los
genios del manejo de afiliados, que si alguien llegaba a tener, por ejemplo, un
ataque de apendicitis, no se les ocurra apelar a uno de los médicos que la
estupidez humana se encargó de escrachar.
Y que que le pidieran una mano
a un dirigente de la UTA, que a lo mejor tiene más sensibilidad humana que un
médico.
Quebrantos, cierres,
etc.
Avenida Castro Barros
EL CASO DE UNA MUERTE ANUNCIADA Y DE
PASO UN NECESARIO “TIRÓN DE OREJAS”
Le cuento que la desesperación
de los comerciantes que aún sobreviven en la castigada Avenida Castro Barros,
es equivalente a la angustia del naufrago que ve alejarse en lontananza el humo
del último barco que pasó por las cercanías y podía auxiliarlo.
Vamos a hablar con alguien
vinculado a ese sector, apenas termine este comentario más que breve, pero que
lleva adentro una expresión de anhelos, en parte para desenmascarar a los
especuladores de siempre con marcada vocación por victimizarse y para clamar al
Estado protector que de alguna manera opere en salvaguarda de los intereses de
un sector productivo como lo es, entre otros, el de aserraderos, carpinterías,
la venta de muebles y de todos los comercios establecidos -los que sobreviven-
en ese concurrido sector de la ciudad.
Antes de eso, la imperiosa
necesidad y urgencia que el Estado debiera exigir como obligación si está en
sus facultades, un detallado informe contable a las empresas que en nombre de
la pandemia reducen haberes a su personal, haciéndoles trabajar un par de horas
menos o sin ninguna concesión en tal sentido.
Esos empresarios ya llenaron
sus alcancías, amarrocaron utilidades o las giraron al exterior, pero clavan ignominiosamente
a sus fieles servidores.
Deben entender aunque lo saben
pero se hacen los osos, que la actividad comercial tiene sus riesgos: se gana,
se empata o se pierde.
Pero aquí entre nosotros los
empresarios carentes de sensibilidad social y respeto por el prójimo, son
socios del personal en las pérdidas pero jamás están con ellos al momento de
las ganancias. Ahora si, vamos con eL Sr. Rafael Astigueta, uno de los tantos
comerciantes seriamente perjudicado por dos factores: la demora en las obras de
la Av. Castro Barros y los daños emergentes de la cuarentena que les cerró las
posibilidades de seguir vendiendo… (El audio completo de la conversación entre el Sr. Astigueta y Gonio
Ferrari forma parte del sitio correspondiente, situado en la parte superior de
la columna derecha de este blog.)
Empleados públicos
provinciales
TIENDEN A DISIPARSE LAS DUDAS SOBRE
EL COBRO DE SUELDOS Y JUBILACIONES
Pocos días atrás, cuando
nuestro gobernador deslizó la posibilidad que para este mes de abril, no
alcanzaran los fondos para cumplir con los sueldos de la administración pública
y las jubilaciones de sus ex agentes, con algo de conocimiento de las picardías
de las que se aprovechan los políticos, pensamos en eso de las presiones indirectas
para provocar reacciones.
La verdad, desconozco si ese
fue uno de esos casos en particular, pero la realidad es que en las últimas
horas, el Presidente Fernandez aseguró que si Córdoba necesita una mano para
cumplir con tales compromisos, aportará la ayuda que le demanden.
Hay mucho para hablar en cuanto
a lealtades, enojos, alejamientos, indiferencias y otros sentimientos que
albergan en general los políticos acostumbrados a las negociaciones bajo
presión. Por lo general en los contenidos de tales conversaciones existe un
componente más que importante que son las apetencias personales que se
traducen, lógicamente y con el tiempo, en acrecentamiento de poder.
Y no hay político en el mundo
que abdique de esa sensual sensación y certeza que sin dudas agrega a la
personalidad eso de contar con más poder.
Córdoba está pasando por un
momento crítico en materia de recaudación tributaria, pese a que la rigidez no
aflojó para demandar el cumplimiento del pago de impuestos a un estado que no
se achicó, con funcionarios con ametralladoras y alarmas en sus bolsillos que
no piensan resignar ni una moneda mientras las nóminas de empleados siguen
aumentando aunque desde las cúpulas se lo niegue.
En buena hora que al menos por
intereses comunes vuelvan Fernández y Schiaretti al abrazo que alguna vez tuvo
un perfume a hipocresía, pero que ahora ese codo a codo con el mismo perfume es
el que ambos necesitan, si es que sus aspiraciones de continuidad no son una utopía
sino una íntima posibilidad individual.
Ninguno de los dos está en
condiciones de mojarle la oreja al otro, porque se avecinan años durísimos en
materia de presupuestos, inflación, emisión de moneda sin respaldo y aunque se
haya aventado por el momento aquello de los viejos Lecor, ese fantasma nos sigue
inquietando.
Fernández necesita recuperar
tropa en una provincia que lo cacheteó duro en las últimas elecciones y el
Gringo por su parte, es un experto luchador a la hora de manejar la cintura.
Bueno…casi como Locche, pero
algo más gordito…
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