Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio
Ferrari en su programa “Síganme los buenos”, emisión nº 770 difundida el 19 de
marzo der 2023 por la AM580 Radio Universidad Nacional de Córdoba.
Alto riesgo de ponerse en evidencia
¿TENEMOS POLÍTICOS IMPROVISADOS O SON
ESPECÍMENES SURGIDOS DE LA NECESIDAD?
En cualquier actividad humana son infaltables los casos de cultores de la improvisación y es por eso que solemos encontrarnos con improvisados prestidigitadores, adivinas, desafinados cantantes, falsos médicos que sospechosamente trabajan como tales en dependencias del gobierno, abogados que se dicen y no han pasado de aprobar Derecho Romano, futbolistas mediocres con veleidades de cracks, periodistas que ni siquiera saben escribir malas palabras en las paredes, sanadores egipcios, expertas y expertos en dietas, pero son indisimuladamente gordas o gordos y cientos de otros ejemplos.
Y como no podían faltar por su sentido del oportunismo o por imperio de propias necesidades, o ante la falta de oferta laboral y escasez de subsidios y otras becas a la vagancia, suelen aparecer de vez en cuando los políticos mediocres en cualquiera o en casi todos los colores del amplio panorama de esa actividad, desde la derecha más recalcitrante, pasando por las variantes centristas, hasta las más peligrosas y agresivas expresiones izquierdosas en este caso con una salvedad: quienes provienen del sector paquete y cuentan con algo de poder se inclinan por instalarse en Puerto Madero y ni siquiera se les cruza por sus cabecitas, irse a la zafra azucarera de Cuba, llorar por el frio siberiano o correr la coneja en Venezuela.
Hablo en este caso de los que quedan entre nosotros, avanzan hacia sus soñados horizontes y consiguen encaramarse en conducciones envidiables, y ya sin mirar hacia atrás, porque se encontrarían con un paisaje no deseado de carencias y frustraciones.
Y como la experiencia se demuestra con hechos, viene al caso respetando su juventud -y con un dejo de propia envidia- consignar el nivel actual de un político que gobierna nada menos que la provincia de Buenos Aires, tuvo a su cargo entre otros mandados el manejo de la economía nacional y popular y que, numéricamente hablando, dirige los destinos de una población que supera en número a varios países del orbe.
Y como el tema en este momento es hablar de la experiencia puntualmente política, viene bien escuchar a Axel Kiciloff, en un fragmento de su mensaje a la asamblea legislativa de su provincia en la apertura de sesiones.
Y no es una imitación. Es él…
Lo escuchemos atentamente…
El
audio correspondiente a parte de la disertación del gobernador de Buenos Aires
en la apertura de sesiones de su Congreso, puede ser consultado buscándolo en
la parte superior de la columna ubicada en el costado derecho del blog.
Pesado letargo el del cordobesismo
EL GOBIERNO TENDRÍA QUE AGRADECER AL
CURA OVERLIN POR HABERLO DESPERTADO
Un viejo y anónimo dicho sostiene que la demora es la forma más mortal de la negación y en miles de circunstancias así queda demostrado precisamente porque sus consecuencias suelen ser letales, hasta el punto que es posible agregar a ese aserto, que parte del ADN argentino radica en la existencia de soluciones pos morten cuando fracasan o no existen acciones preventivas, por ejemplo, en la lucha contra la delincuencia ahora agrandada, desde el momento que un alto ministro nacional reconoció que los narcotraficantes habían ganado la batalla, lo que para colmo y asombro, el presidente de la Nación comentó lacónica y tardíamente “algo tenemos que hacer”.
Ese fue más o menos el panorama de negación que viene padeciendo, con sus graves y peligrosas consecuencias, un cura que entre sus obras de bien, sostiene una organización que lucha para que los jóvenes de su barrio superen la drogadependencia y se dediquen a tareas solidarias, al deporte y otras actividades.
Sin embargo es tal el nivel de impunidad que reina especialmente en ese sector de la ciudad, que con dolorosa frecuencia ocurren episodios sangrientos, despojos individuales, asaltos domiciliarios y otros desastres, todos motivados por la inacción policial en materia de prevención, aunque de vez en cuando se secuestren unos gramos de merca a las decenas de vendedores establecidos en el sector.
Hasta que las amenazas recrudecieron, contra el cura Overlín, atacaron a balazos su domicilio y todo esto en un marco de ominoso silencio oficial, reconociendo el fracaso de su pobre gestión en materia de combate al tráfico de drogas, que en esa zona de la ciudad puede calificarse como alevoso, a la vista y conocimiento de los impotentes vecinos y con la sugestiva ausencia de control policial, pese a que suele ser costumbre de noche, hacer sobrevolar helicópteros con potentes luces y lo que se consigue es poner en guardia a los narcos, como aviso -quiero suponer que involuntario- de inminentes operativos.
Frente a la reacción popular de exigir ahora barrio por barrio que las autoridades muevan las cachas, dejen de sacarse tantas fotos para la campaña, mostrando que compran armas, motos y más patrulleros que de poco sirven mientras no se instrumente una auténtica política integral de seguridad, la situación parece calmarse pero es una falsa sensación, porque no se calma un corno, ni un ápice y recrudece, porque el hampa dejó de creer en los anuncios de represalias y se fortalece al amparo de la indemnidad que le regalan.
Es un papelón institucional que la policía ahora dependa de los cazadores de infractores de tránsito, utilizando las cámaras callejeras de la recaudadora municipal, tan endeudada con la publicidad mediática.
Muy de a poco, se conocen casos de vecinos que apelan a la única solución que los proteja y es la de armarse, y allí saltan los negadores de la realidad con su mensaje que no es para tal reacción, porque no son ellos las víctimas.
Sostienen aunque íntimamente no lo crean, que no somos Rosario, pero por favor, que hagan su trabajo sin demoras, discursos ni las promesas de siempre para impedir que en corto plazo lleguemos a lo mismo o peor.
Puede que ahora se preocupen, porque el año electoral apura su calendario y las ansias de quedarse o de renovarse entre ellos, ha llegado a un nivel cercano a la desesperación.
Pero nunca tan acentuada ni mortal como la que agobia e injuria a los cordobeses.
Y agradézcanle al cura Overlín por haberlos despertado de su modorra.
Es comprensible: están en campaña
MÁS ALLÁ DEL MAQUILLAJE, LA GESTIÓN DE
LA INTENDENCIA QUEDÓ TILDADA ‘EN PAUSA’
¿Qué se hacen cosas en la ciudad? ¡La pucha que se hacen! Un digno y oneroso homenaje a las expectativas de la gente en el más amplio sentido, sobre todo teniendo en cuenta todo lo trascendente que está en juego, entre otros objetivos el de quedarse, una circunstancia que aporta incontables beneficios no tan sólo políticos.
Siempre nuestra lucha periodística se ha centrado en el respeto por las prioridades, aunque el resultado de esa prédica haya sido una campana de madera.
Pero ahora, cuando parecen apresurarse las agujas de los relojes por acortar los tiempos, es que aparecen los apuros y las urgencias desatendidas, algunas de las cuales son irremediables.
El angostamiento de calles ya está; la instauración del caos vehicular se hizo molesta realidad, la broma de sostener que el transporte de pasajeros es óptimo, el control al servicio de recolección de basura y limpieza de calles que hace agua por los cuatro costados, mientras en tiempos de sequía se derrochaba el agua regando en las plazas que podían esperar, subsisten cuadras y cuadras barriales sin iluminación con el agravante casi cómico que algunas están encendidas, pero de día…
Y agreguemos otras falencias que si bien son pequeñeces para el poder, significan mucho en cuanto a lo que merecemos los cordobeses con los elevados impuestos que tributamos y basta citar los yuyales de muchos terrenos desocupados, que aunque no lo haga la Muni, al menos que emplace a los propietarios para que cumplan con la ordenanza que les obliga a mantener esos predios, que ahora suelen ser refugio de los pacientes ladrones que esperan el descuido de los vecinos y esos yuyales son una óptima ayuda para los cacos.
Debo volver al comienzo, recalcando todo lo bueno que se viene haciendo, aunque no es para que exclusivamente se ate los moños de la victoria quien ahora quiere llegar al Gran Rayador de Queso que algunos le llaman El Panal.
Si realmente se regresara al respeto por las reales prioridades, mucho sería lo que ganaríamos en bienestar y quedaríamos conformes con que nos esquilmen exigiendo puntualidad en los pagos, cuando la verdad sea dicha, las demoras en las que incurren con nosotros, son imperdonables por los millones de mangos que recaudan, y que alguna vez tendrán como destino exclusivo, nuestra felicidad como ciudadanos y contribuyentes.
Ya terminó la larga sesión de maquillaje y es hora que alguien accione el botón que termine con la pausa.
Apelo simplemente a una actitud de justicia…
Megacausa del Registro aún vigente
CUANDO SE VENTILEN CIERTAS IRREGULARIDADES
HABRÁ QUE APELAR OTRA VEZ AL LIBRO GUINNESS
La palabra “curioso” surge con gran frecuencia como natural asociación cuando se lee sobre la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba, porque entre sus distintas acepciones este vocablo es un adjetivo, que indica que algo llama la atención o despierta interés por su rareza u originalidad.
Y claro, esta causa llama la atención cuando se leen cifras de casi 70% de imputados en prisión preventiva, renovada al vencer cada plazo, hasta el máximo de tres años. En este contexto, resulta raro conocer que en muchas acusaciones no se establece fecha, lugar, o en qué circunstancias se habría participado de los hechos, no se establecen roles, no se cuenta con testigos, y lo reprochable resulta haber sido compañero de trabajo, vecino, conocido o amigo de otro imputado, estar en la misma oficina, figurar en la agenda de un celular, llevar el auto a determinado mecánico, o dar clases en la misma cátedra de la universidad.
Es original que los investigadores policiales aporten datos obtenidos de testigos no identificados, quienes, al ser anónimos, no pueden ser confrontados por la defensa.
Además, si es necesario agregar algún otro detalle, despierta profundo interés que no se interrogue o investigue a los altos funcionarios de moda y desempeño por aquel momento, o que durante un juicio se haya indicado apagar las cámaras que estaban filmando en el momento en que un testigo mencionó a un poderoso funcionario.
Y se puede seguir con las dificultades de los defensores para acceder a los expedientes o presentar pruebas, con la contradicción de que la causa es una sola y varias a la vez, como fundamento para mantener los mismos jueces, o comisión especial, con la íntima convicción para justificar condenas y mucho más.
Pero es de pensar, con peregrina posibilidad de tener éxito, que tantas rarezas y originalidades judiciales, debieran incentivar cuanto menos y siendo mezquinos, alguna investigación.
De verificarse algunas de ellas, con absoluta certeza e íntima convicción, será necesario otra vez ser parte del libro Guinness de los récords…
El silencio pertinaz ya no es sugestivo
¿HAN ENCRIPTADO LAS RESPONSABILIDADES
POLÍTICAS EN EL CASO DEL CRIMEN DE BLAS?
Realmente, si estamos a pocos días del dictado de sentencia en el caso del crimen que efectivos policiales de Córdoba perpetraran contra un adolescente, con los agravantes que luego hicieron lo posible para encubrirse de tal atrocidad, plantando un arma como si el muchacho hubiera sido el autor de un ataque contra ellos, y nada exigieron para que a la víctima se la atendiera en una clínica privada mientras conservaba un hilo de vida, es para que nos armemos de paciencia alimentada por la expectativa, y sepamos esperar el dictamen técnico de la Justicia.
Pero mucho fue lo que vino ocurriendo junto al tiempo transcurrido desde el asesinato, pero lo que más indignó y llamó la atención de la sociedad, fue el empecinado y vil silencio en el que se refugiaron las autoridades policiales, con la sospecha popular que se trataba -ese silencio- de una cuestión de obediencia debida por la complejidad del caso, que perjudicaba terriblemente a las autoridades, que ya habían encarado con inútil aunque costosas erogaciones, una campaña precomicial, sobre elecciones que no tenían ni siquiera una remota fecha de realización.
La Jefa de policía, sindicada según se sostiene como responsable de la presencia y portando un arma, de quien a la postre resultó el asesino, porque ella estaba en su momento a cargo de las selección del personal que pretendía entrar a las filas de la fuerza azul, y el tipo ingresó pese a sus antecedentes, fue el primer escollo para intentar llegar a la verdad por vía de la consecuencia.
Y como la Sra. Belletti depende de arriba, el mismo empecinado silencio anuló las cuerdas vocales de quien era ministro de Gobierno y Seguridad, el Dr. Mosquera, quien seguramente también y con escaso margen de resolución, no tuvo otra alternativa que silenciarse provocando, vaya ironía, un contagio hacia arriba porque el Sr. Gobernador se encerró mentalmente, desaparecio, y fue el más estruendoso de los silencios lo que pasó a dominar la escena de un drama en el que una mujer, virtualmente sola, se debatía en la tristeza y la impotencia.
Soledad Laciar tiene aspecto frágil, pero demostró poseer atributos ausentes en muchos de los hombres que tenían la obligación cívica, política y humana de dar la cara y contribuir a la investigación de un caso conmocionante, que pasó a tener en el silencio gubernamental como su principal protagonista.
Los telones de la impunidad y el engaño uniformado se fueron corriendo y tímidamente apareció la verdad que ahora tiene su centro en los funcionarios allegados al juicio y en los jurados populares, todos sobre quienes recaerá la enorme y patriótica misión de impartir justicia.
Y en este panorama casi novelesco, aparecieron actitudes que asomaron como altisonantes pero que a su momento adquirieron el calificativo de bobadas, como eso de sostener “que no pienso renunciar” por parte de Mosquera, para en unas horas tener que dimitir pero sin admitir ni reconocer el papelón histórico que le tocó representar, aunque muchos sostienen que fue un acto de lealtad hacia arriba, al oficiar de fusible en este cortocircuito irreparable.
Soledad Laciar siguió, sigue y seguirá luchando.
No se calló ni se callará jamás ante nadie y su insistencia en reclamar justicia le confiere una imagen imborrable de luchadora, basada en el amor por su hijo joven, cargado de futuro y de expectativas felices y no del drama que debió padecer por la ignominia de gente deshumanizada que jamás debió vestir la ropa azul de los abnegados, sacrificados y honestos policías que también existen.
En pocas horas, por fortuna, la comunidad sabrá en realidad quienes nos gobiernan: si son las leyes que se aplican, la Justicia que imparte las condenas, o los silencios que oportunamente se instauran, como siempre, desde arriba hacia abajo.
¿Inyección de optimismo precomicial?
HAY DUDAS SOBRE EL MENTADO PROGRESO
DE MILEY EN LAS MÁS RECIENTES ENCUESTAS
¿Por qué son tan certeros, creativos y desenfadados los cordobeses a la hora de aplicar mote, sobrenombre, apodo o actitudes parecidas que luego se difunden y se generalizan con casos similares?
Para qué entrar en detalles si hay ejemplos de sobra que han recorrido el mundo y me ha tocado alguna vez advertir que en un lejano país de habla hispana, usaban una de esas creaciones que alguien trasplantó desde estas serranías o pampas hasta esas lejanías. ¿Alguien sería capaz de discutir el acierto de llamar “cara de chofer de autito ‘e lata” a un flaco macilento y poco provisto de masa muscular?
O que alguien no entienda por qué tildan de “ángel de la guarda de la familia Kennedy” a un tipo que se destacó siempre por lo inútil.
En este momento, es necesario que haga un paréntesis en el comentario, porque debo referirme seriamente a un caso virtualmente explosivo, que se viene dando, con la manera multiplicada que está cosechando adherentes el libertario Javier Milei, dueño de sólidos principios al menos para él, pero que arrastra a una creciente cantidad de jóvenes enrolados en esa edad de las indefiniciones en materia política o ideológica, que a veces los supera en ansiedad a la duda de casarse, apalomarse, vivir soltero, o dedicarse a pellizcar y luego huir, aparte de todas las otras opciones que suelen presentarse en la vida, al menos en la vida de ellos…
Es indudable que su crecimiento virtualmente exponencial en las encuestas, revela que Milei lidera esa franja etaria con su estilo descontracturado, casi insolente, apasionado y en definitiva con el distintivo común a todos o a la inmensa mayoría de los políticos aunque no sean antiguos, que es su inclinación por la demagogia.
Y a su papel lo desempeña a la perfección con el suficiente respaldo monetario, o la insistencia mediática de invitarlo a programas y entrevistas, porque sucede casi lo mismo que ocurría con la “Mole” Moli cuando aquí entre nosotros hizo prevalecer la palabra torpe, hurgarse la nariz o saltar con esa palabreja tan usada por los cordobeses, incluso al saludarnos, que ustedes ya imaginan y que ahora adoptaron los porteños con absoluta naturalidad e impunidad. Milei sigue empecinadamente con lo suyo, fabrica polémicas, insta debates, empuja al intercambio de pareceres no siempre respetuosos, pero bien vale reconocer que no le vá tan mal…
¡Uy…! Casi olvido retomar el hilo del comentario, porque volviendo a los apodos, me viene a la mente la palabra de un joven, uno de mis nietos, quien cuando le pregunté por la aparición de Milei, se limitó a decirme ¿ese tipo? Parece un león que lo han traído en moto.
Los juicios de los jóvenes suelen ser inapelables.
¿Habrá sido difundido con seriedad?
D’ELIA ACONSEJÓ AL PRESIDENTE PARA QUE
GANE PUNTOS EN LA CARRERA ELECTORAL
En realidad y como expresión de respeto hacia nuestros oyentes y oyentas, y apelando al lenguaje inclusivo que me resulta aberrante, dañino hacia nuestro rico idioma y expuesto a malos entendidos, el comentario que ahora encaro debiera ser nada más que un epígrafe para una foto, si es que consigo alguna del protagonista que les voy a mencionar.
Todos conocemos a D’Elía, sus despistes, incoherencias, actos prepotentes e incitaciones a la violencia colectiva, que es de donde sobreviven muchos vivillos, que tomaron precisamente a la violencia como argumento superador del diálogo, del disenso y del posible acuerdo entre seres civilizados que es la manera más placentera de coronar una pacífica convivencia de partes enfrentadas.
Ya es conocida la molesta aunque a veces negada rivalidad en el seno del oficialismo nacional & popular, los desencuentros que involucran al Sr. Presidente, a Ex Ella, a La Cámpora, a la vocera siempre sonriente, al especialista en “play” y a un montón de otros personajes ligados a las tormentas que vienen generando, internamente, tanto los gobernantes como la oposición.
En tal escenario, D’Elía fiel a su costumbre, se ubicó en la posición de sacro “gurú” y le aconsejó al Dr. Fernández -al abogado presidente y no al otro que perdió la batalla con los narcotraficantes- que despidiera, que se deshiciera de tres capos de La Cámpora y que con esa acción, treparía al menos 10 puntos en las encuestas…
Así fue la realidad y ya es parte de la historia…
Despedida poética con aire ciudadano
La nueva modalidad que incorporamos desde hace cuatro o cinco ediciones de “Síganme los buenos” consiste en despedirnos hasta la semana próxima, con alguna expresión poética y domingo a domingo leemos, buscamos, encontramos y nos enamoramos con algunas creaciones tiernas y contundentes.
Y el tango no es ninguna excepción a la hora de maravillarnos con la ajustada descripción, digamos, de los tipos humanos que representan a distintos personajes de la vida cotidiana, no siempre con ternura pero sí con una vehemencia casi salvaje.
Y en el tango titulado Audacia, con letra de Esteban Flores que han recreado los más renombrados vocalistas rioplatenses, rescatamos la estrofa final de esa pieza cuya música corrió por cuenta de Hugo La Rocca:
Te han cambiado. ¡Pobre mina! Si tu Vieja la finada
levantara la cabeza desde el fondo del cajón
y te viera en esa mano, tan audaz y descocada,
se moría nuevamente de dolor e indignación.
Vos, aquella muchachita a quien ella santamente
educó, tan calladita, tan humilde y tan formal;
te han cambiado ¡pobre mina! Te engrupieron tontamente
bullanguera mascarita de un mistongo carnaval.
Agradezco a los oyentes que nos hayan acompañado.
Estaremos cerca, otra vez, el
próximo domingo…
Pesado letargo el del cordobesismo
EL GOBIERNO TENDRÍA QUE AGRADECER AL
CURA OVERLIN POR HABERLO DESPERTADO
Un viejo y anónimo dicho sostiene que la demora es la forma más mortal de la negación y en miles de circunstancias así queda demostrado precisamente porque sus consecuencias suelen ser letales, hasta el punto que es posible agregar a ese aserto, que parte del ADN argentino radica en la existencia de soluciones pos morten cuando fracasan o no existen acciones preventivas, por ejemplo, en la lucha contra la delincuencia ahora agrandada, desde el momento que un alto ministro nacional reconoció que los narcotraficantes habían ganado la batalla, lo que para colmo y asombro, el presidente de la Nación comentó lacónica y tardíamente “algo tenemos que hacer”.
Ese fue más o menos el panorama de negación que viene padeciendo, con sus graves y peligrosas consecuencias, un cura que entre sus obras de bien, sostiene una organización que lucha para que los jóvenes de su barrio superen la drogadependencia y se dediquen a tareas solidarias, al deporte y otras actividades.
Sin embargo es tal el nivel de impunidad que reina especialmente en ese sector de la ciudad, que con dolorosa frecuencia ocurren episodios sangrientos, despojos individuales, asaltos domiciliarios y otros desastres, todos motivados por la inacción policial en materia de prevención, aunque de vez en cuando se secuestren unos gramos de merca a las decenas de vendedores establecidos en el sector.
Hasta que las amenazas recrudecieron, contra el cura Overlín, atacaron a balazos su domicilio y todo esto en un marco de ominoso silencio oficial, reconociendo el fracaso de su pobre gestión en materia de combate al tráfico de drogas, que en esa zona de la ciudad puede calificarse como alevoso, a la vista y conocimiento de los impotentes vecinos y con la sugestiva ausencia de control policial, pese a que suele ser costumbre de noche, hacer sobrevolar helicópteros con potentes luces y lo que se consigue es poner en guardia a los narcos, como aviso -quiero suponer que involuntario- de inminentes operativos.
Frente a la reacción popular de exigir ahora barrio por barrio que las autoridades muevan las cachas, dejen de sacarse tantas fotos para la campaña, mostrando que compran armas, motos y más patrulleros que de poco sirven mientras no se instrumente una auténtica política integral de seguridad, la situación parece calmarse pero es una falsa sensación, porque no se calma un corno, ni un ápice y recrudece, porque el hampa dejó de creer en los anuncios de represalias y se fortalece al amparo de la indemnidad que le regalan.
Es un papelón institucional que la policía ahora dependa de los cazadores de infractores de tránsito, utilizando las cámaras callejeras de la recaudadora municipal, tan endeudada con la publicidad mediática.
Muy de a poco, se conocen casos de vecinos que apelan a la única solución que los proteja y es la de armarse, y allí saltan los negadores de la realidad con su mensaje que no es para tal reacción, porque no son ellos las víctimas.
Sostienen aunque íntimamente no lo crean, que no somos Rosario, pero por favor, que hagan su trabajo sin demoras, discursos ni las promesas de siempre para impedir que en corto plazo lleguemos a lo mismo o peor.
Puede que ahora se preocupen, porque el año electoral apura su calendario y las ansias de quedarse o de renovarse entre ellos, ha llegado a un nivel cercano a la desesperación.
Pero nunca tan acentuada ni mortal como la que agobia e injuria a los cordobeses.
Y agradézcanle al cura Overlín por haberlos despertado de su modorra.
Es comprensible: están en campaña
MÁS ALLÁ DEL MAQUILLAJE, LA GESTIÓN DE
LA INTENDENCIA QUEDÓ TILDADA ‘EN PAUSA’
¿Qué se hacen cosas en la ciudad? ¡La pucha que se hacen! Un digno y oneroso homenaje a las expectativas de la gente en el más amplio sentido, sobre todo teniendo en cuenta todo lo trascendente que está en juego, entre otros objetivos el de quedarse, una circunstancia que aporta incontables beneficios no tan sólo políticos.
Siempre nuestra lucha periodística se ha centrado en el respeto por las prioridades, aunque el resultado de esa prédica haya sido una campana de madera.
Pero ahora, cuando parecen apresurarse las agujas de los relojes por acortar los tiempos, es que aparecen los apuros y las urgencias desatendidas, algunas de las cuales son irremediables.
El angostamiento de calles ya está; la instauración del caos vehicular se hizo molesta realidad, la broma de sostener que el transporte de pasajeros es óptimo, el control al servicio de recolección de basura y limpieza de calles que hace agua por los cuatro costados, mientras en tiempos de sequía se derrochaba el agua regando en las plazas que podían esperar, subsisten cuadras y cuadras barriales sin iluminación con el agravante casi cómico que algunas están encendidas, pero de día…
Y agreguemos otras falencias que si bien son pequeñeces para el poder, significan mucho en cuanto a lo que merecemos los cordobeses con los elevados impuestos que tributamos y basta citar los yuyales de muchos terrenos desocupados, que aunque no lo haga la Muni, al menos que emplace a los propietarios para que cumplan con la ordenanza que les obliga a mantener esos predios, que ahora suelen ser refugio de los pacientes ladrones que esperan el descuido de los vecinos y esos yuyales son una óptima ayuda para los cacos.
Debo volver al comienzo, recalcando todo lo bueno que se viene haciendo, aunque no es para que exclusivamente se ate los moños de la victoria quien ahora quiere llegar al Gran Rayador de Queso que algunos le llaman El Panal.
Si realmente se regresara al respeto por las reales prioridades, mucho sería lo que ganaríamos en bienestar y quedaríamos conformes con que nos esquilmen exigiendo puntualidad en los pagos, cuando la verdad sea dicha, las demoras en las que incurren con nosotros, son imperdonables por los millones de mangos que recaudan, y que alguna vez tendrán como destino exclusivo, nuestra felicidad como ciudadanos y contribuyentes.
Ya terminó la larga sesión de maquillaje y es hora que alguien accione el botón que termine con la pausa.
Apelo simplemente a una actitud de justicia…
Megacausa del Registro aún vigente
CUANDO SE VENTILEN CIERTAS IRREGULARIDADES
HABRÁ QUE APELAR OTRA VEZ AL LIBRO GUINNESS
La palabra “curioso” surge con gran frecuencia como natural asociación cuando se lee sobre la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba, porque entre sus distintas acepciones este vocablo es un adjetivo, que indica que algo llama la atención o despierta interés por su rareza u originalidad.
Y claro, esta causa llama la atención cuando se leen cifras de casi 70% de imputados en prisión preventiva, renovada al vencer cada plazo, hasta el máximo de tres años. En este contexto, resulta raro conocer que en muchas acusaciones no se establece fecha, lugar, o en qué circunstancias se habría participado de los hechos, no se establecen roles, no se cuenta con testigos, y lo reprochable resulta haber sido compañero de trabajo, vecino, conocido o amigo de otro imputado, estar en la misma oficina, figurar en la agenda de un celular, llevar el auto a determinado mecánico, o dar clases en la misma cátedra de la universidad.
Es original que los investigadores policiales aporten datos obtenidos de testigos no identificados, quienes, al ser anónimos, no pueden ser confrontados por la defensa.
Además, si es necesario agregar algún otro detalle, despierta profundo interés que no se interrogue o investigue a los altos funcionarios de moda y desempeño por aquel momento, o que durante un juicio se haya indicado apagar las cámaras que estaban filmando en el momento en que un testigo mencionó a un poderoso funcionario.
Y se puede seguir con las dificultades de los defensores para acceder a los expedientes o presentar pruebas, con la contradicción de que la causa es una sola y varias a la vez, como fundamento para mantener los mismos jueces, o comisión especial, con la íntima convicción para justificar condenas y mucho más.
Pero es de pensar, con peregrina posibilidad de tener éxito, que tantas rarezas y originalidades judiciales, debieran incentivar cuanto menos y siendo mezquinos, alguna investigación.
De verificarse algunas de ellas, con absoluta certeza e íntima convicción, será necesario otra vez ser parte del libro Guinness de los récords…
El silencio pertinaz ya no es sugestivo
¿HAN ENCRIPTADO LAS RESPONSABILIDADES
POLÍTICAS EN EL CASO DEL CRIMEN DE BLAS?
Realmente, si estamos a pocos días del dictado de sentencia en el caso del crimen que efectivos policiales de Córdoba perpetraran contra un adolescente, con los agravantes que luego hicieron lo posible para encubrirse de tal atrocidad, plantando un arma como si el muchacho hubiera sido el autor de un ataque contra ellos, y nada exigieron para que a la víctima se la atendiera en una clínica privada mientras conservaba un hilo de vida, es para que nos armemos de paciencia alimentada por la expectativa, y sepamos esperar el dictamen técnico de la Justicia.
Pero mucho fue lo que vino ocurriendo junto al tiempo transcurrido desde el asesinato, pero lo que más indignó y llamó la atención de la sociedad, fue el empecinado y vil silencio en el que se refugiaron las autoridades policiales, con la sospecha popular que se trataba -ese silencio- de una cuestión de obediencia debida por la complejidad del caso, que perjudicaba terriblemente a las autoridades, que ya habían encarado con inútil aunque costosas erogaciones, una campaña precomicial, sobre elecciones que no tenían ni siquiera una remota fecha de realización.
La Jefa de policía, sindicada según se sostiene como responsable de la presencia y portando un arma, de quien a la postre resultó el asesino, porque ella estaba en su momento a cargo de las selección del personal que pretendía entrar a las filas de la fuerza azul, y el tipo ingresó pese a sus antecedentes, fue el primer escollo para intentar llegar a la verdad por vía de la consecuencia.
Y como la Sra. Belletti depende de arriba, el mismo empecinado silencio anuló las cuerdas vocales de quien era ministro de Gobierno y Seguridad, el Dr. Mosquera, quien seguramente también y con escaso margen de resolución, no tuvo otra alternativa que silenciarse provocando, vaya ironía, un contagio hacia arriba porque el Sr. Gobernador se encerró mentalmente, desaparecio, y fue el más estruendoso de los silencios lo que pasó a dominar la escena de un drama en el que una mujer, virtualmente sola, se debatía en la tristeza y la impotencia.
Soledad Laciar tiene aspecto frágil, pero demostró poseer atributos ausentes en muchos de los hombres que tenían la obligación cívica, política y humana de dar la cara y contribuir a la investigación de un caso conmocionante, que pasó a tener en el silencio gubernamental como su principal protagonista.
Los telones de la impunidad y el engaño uniformado se fueron corriendo y tímidamente apareció la verdad que ahora tiene su centro en los funcionarios allegados al juicio y en los jurados populares, todos sobre quienes recaerá la enorme y patriótica misión de impartir justicia.
Y en este panorama casi novelesco, aparecieron actitudes que asomaron como altisonantes pero que a su momento adquirieron el calificativo de bobadas, como eso de sostener “que no pienso renunciar” por parte de Mosquera, para en unas horas tener que dimitir pero sin admitir ni reconocer el papelón histórico que le tocó representar, aunque muchos sostienen que fue un acto de lealtad hacia arriba, al oficiar de fusible en este cortocircuito irreparable.
Soledad Laciar siguió, sigue y seguirá luchando.
No se calló ni se callará jamás ante nadie y su insistencia en reclamar justicia le confiere una imagen imborrable de luchadora, basada en el amor por su hijo joven, cargado de futuro y de expectativas felices y no del drama que debió padecer por la ignominia de gente deshumanizada que jamás debió vestir la ropa azul de los abnegados, sacrificados y honestos policías que también existen.
En pocas horas, por fortuna, la comunidad sabrá en realidad quienes nos gobiernan: si son las leyes que se aplican, la Justicia que imparte las condenas, o los silencios que oportunamente se instauran, como siempre, desde arriba hacia abajo.
¿Inyección de optimismo precomicial?
HAY DUDAS SOBRE EL MENTADO PROGRESO
DE MILEY EN LAS MÁS RECIENTES ENCUESTAS
¿Por qué son tan certeros, creativos y desenfadados los cordobeses a la hora de aplicar mote, sobrenombre, apodo o actitudes parecidas que luego se difunden y se generalizan con casos similares?
Para qué entrar en detalles si hay ejemplos de sobra que han recorrido el mundo y me ha tocado alguna vez advertir que en un lejano país de habla hispana, usaban una de esas creaciones que alguien trasplantó desde estas serranías o pampas hasta esas lejanías. ¿Alguien sería capaz de discutir el acierto de llamar “cara de chofer de autito ‘e lata” a un flaco macilento y poco provisto de masa muscular?
O que alguien no entienda por qué tildan de “ángel de la guarda de la familia Kennedy” a un tipo que se destacó siempre por lo inútil.
En este momento, es necesario que haga un paréntesis en el comentario, porque debo referirme seriamente a un caso virtualmente explosivo, que se viene dando, con la manera multiplicada que está cosechando adherentes el libertario Javier Milei, dueño de sólidos principios al menos para él, pero que arrastra a una creciente cantidad de jóvenes enrolados en esa edad de las indefiniciones en materia política o ideológica, que a veces los supera en ansiedad a la duda de casarse, apalomarse, vivir soltero, o dedicarse a pellizcar y luego huir, aparte de todas las otras opciones que suelen presentarse en la vida, al menos en la vida de ellos…
Es indudable que su crecimiento virtualmente exponencial en las encuestas, revela que Milei lidera esa franja etaria con su estilo descontracturado, casi insolente, apasionado y en definitiva con el distintivo común a todos o a la inmensa mayoría de los políticos aunque no sean antiguos, que es su inclinación por la demagogia.
Y a su papel lo desempeña a la perfección con el suficiente respaldo monetario, o la insistencia mediática de invitarlo a programas y entrevistas, porque sucede casi lo mismo que ocurría con la “Mole” Moli cuando aquí entre nosotros hizo prevalecer la palabra torpe, hurgarse la nariz o saltar con esa palabreja tan usada por los cordobeses, incluso al saludarnos, que ustedes ya imaginan y que ahora adoptaron los porteños con absoluta naturalidad e impunidad. Milei sigue empecinadamente con lo suyo, fabrica polémicas, insta debates, empuja al intercambio de pareceres no siempre respetuosos, pero bien vale reconocer que no le vá tan mal…
¡Uy…! Casi olvido retomar el hilo del comentario, porque volviendo a los apodos, me viene a la mente la palabra de un joven, uno de mis nietos, quien cuando le pregunté por la aparición de Milei, se limitó a decirme ¿ese tipo? Parece un león que lo han traído en moto.
Los juicios de los jóvenes suelen ser inapelables.
¿Habrá sido difundido con seriedad?
D’ELIA ACONSEJÓ AL PRESIDENTE PARA QUE
GANE PUNTOS EN LA CARRERA ELECTORAL
En realidad y como expresión de respeto hacia nuestros oyentes y oyentas, y apelando al lenguaje inclusivo que me resulta aberrante, dañino hacia nuestro rico idioma y expuesto a malos entendidos, el comentario que ahora encaro debiera ser nada más que un epígrafe para una foto, si es que consigo alguna del protagonista que les voy a mencionar.
Todos conocemos a D’Elía, sus despistes, incoherencias, actos prepotentes e incitaciones a la violencia colectiva, que es de donde sobreviven muchos vivillos, que tomaron precisamente a la violencia como argumento superador del diálogo, del disenso y del posible acuerdo entre seres civilizados que es la manera más placentera de coronar una pacífica convivencia de partes enfrentadas.
Ya es conocida la molesta aunque a veces negada rivalidad en el seno del oficialismo nacional & popular, los desencuentros que involucran al Sr. Presidente, a Ex Ella, a La Cámpora, a la vocera siempre sonriente, al especialista en “play” y a un montón de otros personajes ligados a las tormentas que vienen generando, internamente, tanto los gobernantes como la oposición.
En tal escenario, D’Elía fiel a su costumbre, se ubicó en la posición de sacro “gurú” y le aconsejó al Dr. Fernández -al abogado presidente y no al otro que perdió la batalla con los narcotraficantes- que despidiera, que se deshiciera de tres capos de La Cámpora y que con esa acción, treparía al menos 10 puntos en las encuestas…
Así fue la realidad y ya es parte de la historia…
Despedida poética con aire ciudadano
LE TOCA AL TANGUERO ESTEBAN FLORES LA
RITUAL CEREMONIA DE
AGITAR EL PAÑUELO
La nueva modalidad que incorporamos desde hace cuatro o cinco ediciones de “Síganme los buenos” consiste en despedirnos hasta la semana próxima, con alguna expresión poética y domingo a domingo leemos, buscamos, encontramos y nos enamoramos con algunas creaciones tiernas y contundentes.
Y el tango no es ninguna excepción a la hora de maravillarnos con la ajustada descripción, digamos, de los tipos humanos que representan a distintos personajes de la vida cotidiana, no siempre con ternura pero sí con una vehemencia casi salvaje.
Y en el tango titulado Audacia, con letra de Esteban Flores que han recreado los más renombrados vocalistas rioplatenses, rescatamos la estrofa final de esa pieza cuya música corrió por cuenta de Hugo La Rocca:
Te han cambiado. ¡Pobre mina! Si tu Vieja la finada
levantara la cabeza desde el fondo del cajón
y te viera en esa mano, tan audaz y descocada,
se moría nuevamente de dolor e indignación.
Vos, aquella muchachita a quien ella santamente
educó, tan calladita, tan humilde y tan formal;
te han cambiado ¡pobre mina! Te engrupieron tontamente
bullanguera mascarita de un mistongo carnaval.
Agradezco a los oyentes que nos hayan acompañado.
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