Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su
programa “Síganme los buenos” del 23/10/16 emitido por AM580 Radio Universidad
Nacional de Córdoba.
LA JODA DELIBERANTE
Presten atención que les voy a leer la información oficial que aparece
en el portal del Concejo Deliberante de nuestra ciudad, donde textualmente se
expresa:
“El Concejo Deliberante declaró asueto administrativo para mañana jueves
y el viernes (20 y 21 del corriente), con motivo de la realización de trabajos
de mantenimiento del sistema eléctrico, red de gas y WIFI de la sede de Pasaje
Comercio.
En los considerandos de la nota
enviada por la Secretaría Administrativa a la Presidencia Provisoria, se evalúa
que las tareas de mantenimiento mencionadas ‘no solo traerá aparejado el
movimiento de obreros, y traslado de materiales sino también el corte del
servicio eléctrico y de gas de todo el edificio, se hace hincapié también, en
que no solo se verá afectada la circulación y tránsito sino que esas tareas
podrían resultar peligrosas para la seguridad de las personas’.
Debido a esta medida el cuerpo
legislativo comunal retomará sus funciones normales el próximo lunes 24, o
sea mañana reprogramando la sesión ordinaria del período legislativo en curso”.
Es casi, casi como para creerlo, sobre todo por los sesudos fundamentos
que pretenden justificar una tarea que bien se puede hacer durante un fin de
semana, sin resentir el funcionamiento -de alguna manera hay que llamarlo- del
cuerpo legislativo municipal que tiene en carpeta varios asuntos importantes
para considerar.
Sin embargo y como nunca falta algún comedido que cometa la torpeza de
levantar la tapa de la olla mientras se cocina, se supo que la verdad es muy
distinta y tiene que ver con la ausencia de seis ediles de la mayoría que no
andaban recorriendo los barrios, interiorizándose de los problemas y carencias,
sino de viaje por el exterior, vaya Dios a saber en cumplimiento de qué
trascendente y secreta misión.
El intendente municipal que es joven pero no tonto, deslindó
responsabilidad en el asunto sosteniendo, con razón, que el departamento
ejecutivo no manda sobre los fabricantes de ordenanzas ni vulnera su autonomía.
Al menos en eso de justificar lo injustificable e imperdonable, porque
esos señores que han sido elegidos por el pueblo pero son servidores de los
vecinos, no tienen derecho a tamaña falta de respeto, sobre todo en una ciudad
que día a día y pese a lo que se hace, incrementa su deuda con los cordobeses.
Ahora es sólo cuestión de verlos pasar de regreso por el Aeropuerto
Taravella y ver si lucen cansados.
O bronceados …
LAZARO BAEZ, ALÉRGICO A LAS REJAS
Al fin y al cabo con enorme respeto por los
derechos humanos, es que cualquier argentino pudo suponer que en ciertos casos
la indulgencia y una postura humanitaria, imponían un tratamiento preferencial
hacia esa “nave insignia” del kirchnerismo saqueador, responsable -en lo que
por ahora se sabe- de uno de los despojos más alucinantes que registran las
páginas de nuestra rica historia.
El dueño de las bóvedas, variedad de
escondrijos y “canutos”, al amparo de lo que pensó y en ese sentido especularon
sus encumbrados mandantes, que gozarían la eternidad y la indemnidad del poder,
concretó multimillonarias compras como testaferro por sumas siderales, y
pasaron a su compartido y societario patrimonio empresas, inversiones,
cuantioso efectivo y otras adquisiciones.
Pero las cosas no se dieron como lo
apetecían los dignatarios del modelo nacional y popular, pero ya era demasiado
tarde para los súbitos arrepentimientos y arranques de honestidad, más aún
cuando al igual que la autocrítica el mea culpa jamás existió, hasta el punto
que muchos funcionarios pensaban que eso -el “mea culpa”- era “tomar
diuréticos” y luego confesar haberse hecho encima.
Y como si a
los números de los malestares físicos a Lázaro Baez se los hubiera manejado el
Indec de sus buenos tiempos, había bajado en realidad 4 kilos pero el preso
-alojado en el penal de Ezeiza donde hace gala de su proverbial generosidad y
le paga la comida a varios reclusos- acusaba, enjuto y dolorido, una pérdida de
16 kilos.
Uno de sus abogados, solicitó días atrás a
través de un escrito, que “de manera urgente le otorguen la prisión
domiciliaria” porque según su apreciación, “padece un estado depresivo
ansioso”.
El empresario presenta un trastorno de
adaptación con un estado de “ánimo depresivo” y está “angustiado por su
situación judicial”.
Le recomendaron tratamiento sicológico, algo
que ya está haciendo en el penal”, indicaron las fuentes judiciales agregando
los peritos oficiales que “el lugar donde cumple su detención es adecuado para
su tratamiento”.
Sin embargo, en un nuevo escrito, el abogado
del gran preso, Maximiliano Rusconi, insistió con que "Báez padece de
sobrepeso, sedentarismo y dislipemia, con diabetes tipo II de 7 años de
evolución, además de hipertensión arterial y adicionalmente, asma bronquial
leve persistente y gastritis crónica en tratamiento", sumando a todo esto
que su defendido presenta una "alta morbimortalidad de acuerdo con su
edad" (60 años), y añade que a esto se suma "el estrés constante
al que está expuesto producto de su detención" lo que le genera "un
aumento de sus niveles de adrenalina y cortisol, con el desequilibrio
metabólico".
Resumiendo,
solo le falta la caspa.
Y si es por el estrés y la ansiedad que
agobia a los reclusos, abramos todas las celdas, viva la joda y clausuremos las
cárceles.
Como respuesta, el cuerpo forense le informó
al Fiscal Casanello -aún vivo y sin vocación suicida- que el bueno de Lázaro
"se presenta lúcido, afebril, hemodinámicamente compensado, orientado
en tiempo y espacio" y destacaron: "Sin signo de enfermedad física
aguda en evolución".
Y con 60
pirulos encima, bien alimentado, robusto, risueño y saludable como luce, es
para pensar que Lázaro Baez tiene la obligación de empezar a pagarle a la
sociedad todo el daño que hizo; todos los infartos que seguramente provocó,
todas las carencias en hospitales por su vocación de rapiña; todas las
indignaciones de verlo rodeado de dinero malhabido; todas las penurias
ocasionadas a tantos argentinos que vieron y todavía miran con espanto la
impúdica manera de robar que exhibieron.
Tiene al menos
una década para purgar sus delitos que ya dejaron de ser
sospechas.
Aunque en
verdad con el tiempo veremos que sucede lo de siempre en cuanto a la
consagración de la impunidad: las trenzas políticas y la debilidad de la
justicia llevan a la liberación por los oscuros vericuetos de las
negociaciones, las complicidades y los silencios compartidos.
Y seguramente
cuando salga, después de los abrazos con sus cómplices, abrirá sus escondites y
podrá gozar de nuestro dinero.
No es una
mirada sesgada ni un pronóstico apocalíptico, sino la más pura interpretación
del futuro con base en la memoria y en la historia.
Los argentinos
humillados, ofendidos, menoscabados y despojados, tenemos la obligación de
exigir, más allá del rigor, el simple respeto por lo que dice la ley.
Y eso para
todos … y todas, debe ser innegociable.
URGENTE LIMPIEZA EN LA POLICÍA
Si se le busca una explicación emparentada con la lógica estadística, es
cierto que si aumenta el número de integrantes de cualquier concentración
humana, aumentará también en proporción el número de gordos, de flacos, de
pelados, de lindos y de feos, de honestos y de indecentes.
La fuerza policial no puede ser la excepción aunque en cuanto a la
honestidad, si se cumplieran todos los requisitos de estudiar antecedentes,
opiniones vecinales y otras formas de expulgación, sería menor el riesgo de
darle arma y uniforme a una menor cantidad de indeseables.
Pero como a veces el amiguismo y los compromisos políticos están por
encima de los currículum y los prontuarios, vemos con asombro que con demasiada
frecuencia se descubren ovejas negras con rango policial, integrando bandas
dedicadas a quedarse con lo ajeno, estafar o en cualquiera de las otras formas
que adquiere la costumbre de militar en las filas de la delincuencia.
Es probable que desde el poder se pretenda buscarle alguna explicación a
este fenómeno que no es de ninguna manera privativo de los cordobeses, sino que
esos malos ejemplos se pueden encontrar en las policías de cualquier provincia,
en la Federal o en instituciones del exterior, esas que suelen gozar de una
fama y notoriedad que a veces, al confundirla con la calidad de la gestión,
podemos llegar a envidiar.
Duele en el alma enterarnos de casos resonantes en los que están
implicados quienes debieran garantizarnos integridad absoluta, tanto en la vida
como en los bienes de la sociedad y que por alguna razón militan en el campo
adversario.
Esas son las razones que el Estado tiene la obligación de estudiar,
evaluar, investigar y obrar preventivamente en consecuencia para que la
ciudadanía recobre la confianza en una institución que por culpa de esos
descarriados, ha venido perdiendo con el tiempo y con la lectura de diarios o
siguiendo las noticias de radio y televisión.
Es bueno para la gente que la policía limpie de la ciudad a los
elementos que la hacen peligrosa e invivible.
Pero los tiempos y las circunstancias actuales imponen la limpieza hacia
adentro, que adquiere mayor trascendencia porque es donde se apoyan la
credibilidad y la certeza de sentirnos protegidos.
No olvidemos de cuando nos mentían que la inseguridad era sólo una
sensación.
La realidad nos impulsa a sentir que hemos caído al abismo de llegar a
pensar que la decencia de la policía también lo es.
¿PEDIMOS OTRO MILAGRO A SAN BROCHERO?
Dos comprobados milagros hicieron que el
Cura Brochero ya en condición de primer santo genuinamente argentino, pasara a
figurar seguramente en los próximos almanaques y se incrementara la veneración
que se le tiene, de manera especial en la zona de Traslasierra.
El sacerdote que no conoció de remisses ni de celulares o las
facilidades que otorga internet, se sacrificó en vida devorando kilómetros en
su mula y en lugar de esperar los reclamos de su feligresía, prefería
visitarlos así estuvieran separados por el macizo montañoso donde reina el
Champaquí y la altiplanicie de Achala es un gigantesco mirador que con
generosidad regala una maravillosa vista de los valles.
José Gabriel Brochero desde el pasado domingo ya es santo, ungido en
condición de tal por su compatriota Francisco, y para deleite de los argentinos
que tuvieron la dicha de presenciar la ceremonia, emocionarse con el anuncio
formal y seguir todas las alternativas de la santificación a través de los
enviados especiales que destacaron todos los canales y algunas radios
cordobesas.
Fue todo impactantemente emotivo, memorable e irrepetible, como son los
grandes acontecimientos de la historia, aunque sea de nuestra acotada y
sencilla historia de cabotaje.
José Gabriel Brochero, el de la mula, ya es santo y vale repetirlo.
Roguemos entonces que desde donde esté, el flamante santo interceda para que se produzca el milagro de que cada funcionario compatriota que viajó a Europa, solo o acompañado, en clase turista o en “first class” tenga la grandeza moral y cívica de pagar de su bolsillo los pasajes, estadías y suculentos viáticos, porque nuestros jerarcas, aunque sea con una mínima cuota de poder, resaltan por una propensión a las comitivas numerosas en que la mayoría se desvive por aparecer en la foto y que las cámaras de la tevé los enfoquen.
Roguemos entonces que desde donde esté, el flamante santo interceda para que se produzca el milagro de que cada funcionario compatriota que viajó a Europa, solo o acompañado, en clase turista o en “first class” tenga la grandeza moral y cívica de pagar de su bolsillo los pasajes, estadías y suculentos viáticos, porque nuestros jerarcas, aunque sea con una mínima cuota de poder, resaltan por una propensión a las comitivas numerosas en que la mayoría se desvive por aparecer en la foto y que las cámaras de la tevé los enfoquen.
En lugar de trabajar por el país y buscar las soluciones esenciales sin
irse al exterior, es como si buscaran que la historia los recuerde más por
haber estado en el Vaticano para ligar algo de ansiada y necesaria santidad,
que por haber sido útiles a la recuperación de los argentinos.
LA MEGACAUSA SIEMPRE ACTUAL
Las recientes
novedades de la Justicia Penal desnudan enfrentamientos entre abogados y
funcionarios judiciales, involucrando a los vecinos en una especie de culebrón
más apto para la televisión que para los Tribunales.
Sin pretender
dictaminar en la situación, es una realidad que el derecho de cualquier
imputado a elegir el abogado que se le antoje, es tan legal como el que desde
el otro lado esgrimen cuando encarcelan sistemáticamente en prisión preventiva
a quien quieren, con ninguna esmerada justificación.
Poco importa a
la población si un fiscal y un defensor son parientes, si sus padres son
hermanos a medias o completos y quién debe reemplazarlos en cada caso.
Las
particularidades internas de cada oficio no son para los diarios y mientras, no
parece generar inquietud que en la causa del Registro de la Propiedad de
Córdoba la prisión preventiva haya superado largamente cualquier cifra
establecida, que muchas condenas se edifiquen sobre una frágil íntima
convicción y que, para muchos, los juicios en cuotas continúen, por los mismos
supuestos delitos, y esperando interminablemente en prisión.
Infinidad de
pedidos de las defensas demoran meses en ser respondidos y muchas apelaciones
permanecen durante años guardadas en las instancias superiores de la Justicia
Provincial.
Y de esto, nada
se dice.
El Poder
Judicial no es una víctima si una oficina se titula de Delitos Complejos, y
hasta un preescolar razonaría que un sólo fiscal no puede ocuparse de todos los
casos.
El celo por
descubrir la verdad no está reñido con la cantidad de operadores judiciales
intervinientes; todo lo contrario, siempre y cuando lo que se quiera encontrar
y “publicar” no se pretenda “acomodar”.
*********************************************************************************
EL ACAMPE
POLICIAL Y PENITENCIARIO
La
conversación con uno de los principales referentes del acampe de policías y
penitenciarios retirados, en la plaza San Martín, Dn. Darío Almada, se puede
escuchar en los audios que aparecen en la columna derecha de este blog.
*********************************************************************************
LOS EMPRESARIOS Y EL BONO
Suponer que la mayoría del empresariado argentino, plañidero y quejoso
de toda la vida, aceptaría de manera unánime eso de pagarle a cada empleado dos
mil pesos para fin de año, es como volver a creer en los Reyes Magos.
Es la situación la que impone de alguna manera no perder tanto frente a
una inflación que supiéramos conseguir, por obra y gracia del gobierno anterior
y que resulta complicado dominar, con lo que la culpabilidad de la herencia
pasa a segundo plano, reemplazada por medidas demasiado severas para ser
asumidas de un solo impacto.
Por otra parte el temprano cierre de las paritarias deparó con el paso
de los meses una mayúscula sorpresa ante el crecimiento sincero de los índices,
muy alejados de la realidad y dibujados desde tiempo atrás por organismos
dependientes del gobierno nacional y de sus políticas de engaño y ocultamiento
malintencionado.
Al manejarnos ya con números reales, caímos en cuenta que el poder
adquisitivo del salario se había deteriorado muy por encima de los reajustes
operados a duras penas en los sueldos de cualquier actividad productiva, porque
se reiteró aquello que los precios subían por el ascensor y los salarios por la
escalera.
Mucha de la responsabilidad que esto ocurriera hay que cargársela a
parte del empresariado argentino, acostumbrado por demasiado tiempo a obtener
utilidades salvajes, con abusivos incrementos sobre los costos de producción.
Y ahora, cuando la realidad reclama dignificar la mensualidad del
trabajador para lo cual es imprescindible sacrificar una mínima parte de las
ganancias, los llorones de siempre elevan su protesta y su negativa, pregonando
que no están dispuestos a perder dinero cuando en realidad lo que puede ocurrir
es que ganen lo correcto y se terminen las especulaciones y los abusos.
No están en condiciones, se lamentan, de asumir el pago de dos mil pesos a sus dependientes,
con lo que presionan al Estado para seguir siendo beneficiarios de subsidios
inmerecidos, agorando una explosión social que ellos mismos alientan con su
actitud mezquina, pijotera y miserable.
Existen también muchos empresarios, comerciantes y emprendedores conscientes
de la realidad que vivimos y que están dispuestos al patriótico aporte de una
parte de la solución -porque dos mil pesos no lo es- con tal de contribuir a un
principio de salida a la situación que a todos nos aqueja.
Poner en marcha al país desde los escombros no es tarea fácil para
nadie, pero son los trabajadores los más vulnerables a la hora de las carencias
y las postergaciones.
Lo malo del caso es que la situación de malaria, vulgarmente hablando,
es aprovechada precisamente por los responsables de habernos sumergido en un
abismo del que ahora, los mismos que cavaron el pozo, quieren enseñar a salir.
Y los laburantes no están en condiciones de esperar.
De cualquier manera, aunque genere algo de inflación, el bono de 2000
pesos tiene que ser para todos, salvo para funcionarios y legisladores y los miembros
del poder judicial que no tributan ganancias
La indigencia y la desocupación son primos demasiado cercanos como para
permitir que vuelvan a reinar en la familia argentina.
FEMINISMO DAÑINO Y POLITIZADO
Al final de cuentas y viendo las pancartas, las banderas y otros
elementos de expresión como estribillos y cantos, era para pensar que la marcha
se hizo, más que para repudiar la violencia de género, contra el gobierno
nacional en lo que hace a muchos de sus participantes.
Hay que entender a todos los nostálgicos que nunca estuvieron preparados
para perder, asumir la derrota y dejar los puestos y los privilegios que fueron
acumulando a lo largo de más de una década que consideraban ganada, otros
perdida y muchos, a la luz de lo que se está ventilando, saqueada.
Por allí no se entienden las motivaciones de ciertas manifestaciones
populares motorizadas a lo mejor con una buena y positiva intención, que se
desvirtúa cuando los oportunistas de siempre bastardean la protesta, desvían el
eje de atención ciudadana y transforman ese clamor de la gente en algo que al
final resulta tan reprobable como patético.
Es cierto que en los últimos tiempos las agresiones contra las mujeres
se han multiplicado de manera espantosa y pareciera que las autoridades no
encuentran la manera de neutralizar esa tendencia.
Una de las causas es por supuesto la inseguridad, otra el componente de
droga, odios, celos y despechos, pero se me ocurre pensar que la actuación, o
la omisión de la justicia hace que no ceda esta oleada de crímenes de los que
resultan víctimas mujeres de cualquier edad.
Volviendo a la marcha, que alguien por favor me explique por qué, en ese
marco de temática definida, tamaña e imprudente exaltación de la homosexualidad
y el lesbianismo como si fueran los motivos convocantes, y otras manifestaciones
del más exagerado feminismo con agresiones incalificables hacia la condición
del macho.
Y otro detalle: pintarrajear iglesias más que una demostración de
incultura y vocación por el daño, está el ataque a las creencias, todas las
cuales merecen respeto o al menos tolerancia dentro de un escenario de
convivencia ciudadana.
La iglesia católica ni ningún otro credo tienen la culpa que las mujeres
sean ultrajadas, torturadas o asesinadas por sus maridos, parejas, novios, ex
convivientes o extraños a sus vidas.
Pero tampoco es saludable para la sociedad esa corriente antimasculina
que por poco, transforma en un monstruo de lascivia a todo aquel que mire un
par de piernas apenas cubierto por una minifalda, descerraje un piropo aunque
sea respetuoso, le llame la atención un escote audaz o tenga la pésima suerte
de rozar a una mujer a bordo de cualquiera de los ómnibus que circulan
atestados en la ciudad.
Porque entre otras cosas, ese cartelito que proclama la prohibición de
rozarse entre pasajeros, que podemos leer en el transporte urbano, está dando a
entender que hasta ahora estaba permitido hacerlo, pero que ahora se terminó la
joda.
Roguemos que a ninguna feminista a ultranza se le ocurra que tengamos
que andar por las calles con la mirada fija en el piso o dirigida hacia el
cielo.
Y que para apoyar ese delirio organice una marcha, en la que los
desplazados del kirchnerismo se zampen para insultar al presidente, las
lesbianas inviten a plegarse a su movimiento y los homosexuales a predicar que
lo de ellos es lo mejor que nos puede ocurrir.
Todo esto, simplemente porque desde el poder no se han aportado
soluciones coherentes, como para poner fin a una sucesión de muertes que no
tiene precedentes al menos aquí en Córdoba.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Su comentario será valorado