Desgrabación
de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los
buenos” del 9 de octubre de 2016 emitido por AM580 Radio Universidad de
Córdoba.
DEVOLVER LA HERENCIA
Días pasados ella, La Que Ahora Quiere Volver, hizo que su menguada
militancia le realizara un acto en cuyo transcurso virtualmente lanzó su
campaña para las elecciones del 2017 en las que se haría postular para legisladora
por la provincia de Buenos Aires.
Y fiel a su estilo, la doña que entre sus carencias sigue luciendo una
tradicional falta de autocrítica, con marcada indignación criticó a la actual
conducción nacional a la vez que reivindicaba la suya, como un ejemplo claro
que tampoco ella como la mayoría de los que la acompañaron, estén libres o no,
parecieran no haber leído los diarios del 11 de diciembre pasado.
Y un “blooper” que se suma a la colección de los argentinos memoriosos y
detallistas, hizo que calificara a la actual inseguridad como “de proporciones
dantescas” y como las metáforas a veces desvían su esencia, olvidó o no sabe
que el Dante escribió sobre las llamas del infierno y cayó al mismo error en
que a veces incurren incluso periodistas de nota, calificando como “dantesca” a
una inundación.
Pavadas aparte, la parte medular de su encendida arenga estuvo centrada
en un desafío que lanzó a los líderes del gobierno nacional, retándolos a que
si como dicen, la herencia es tan pesada, que la devuelvan.
Como pesada, es una vaca en brazos y la estamos padeciendo, sumada a
ciertas medidas que se aplicaron como para agravar el panorama de ahondar las
dificultades tanto en el campo económico como en el social.
Hay mucho para comentar respecto de esa que más que una sugerencia fue
una provocación, porque sería igual que si por herencia te toca recibir un auto
sin frenos, múltiples “detalles de chapa” en el 70 por ciento de su carrocería
y flojo de papeles.
Te cayó de arriba, de parientes lejanos que creías honestos y
cuidadosos.
¿Tendrías cara para devolverlo?
Es de mal gusto y la sociedad no acepta la devolución de regalos.
Después de todo, si es por una obligación de devolver, señora, mejor no
hablemos…
CIUDAD CON TERROR A LA LLUVIA
Aquello de que caen cuatro gotas y en Córdoba se vive un drama, es más
viejo que la espalda y este tiempo loco de los últimos años nos viene
castigando bastante seguido con ese problema.
Tiempo atrás y esto es innegable, eran muchos los barrios que padecían
agudos problemas con un mísero chaparrón, lo que se multiplicaba cuando la
lluvia adquiría dimensión de temporal.
El intendente Mestre tiene razón cuando para cubrirse de las notorias
falencias de su gestión, apela a mencionar las obras que no se ven, pero que se
han hecho.
Los desagues son un ejemplo que
han liberado a muchos sectores de la angustia de las lluvias y sus
consecuencias porque dejaron de inundarse y el retiro de las aguas se hace en
minutos, cuando antes demandaba varias horas.
El miedo que las nubes oscuras le mete en el alma a los cordobeses tiene
sus razones por varias causas: colapsan las cloacas, las bocas de tormenta
están taponadas por basuras que alocadamente arrojan los vecinos, los taxis que
viven clamando por trabajo desaparecen de la escena y se vive un húmedo,
molesto e injuriante caos urbano.
Quedan todavía calles de tierra que se tornan intransitables por varios
días, los pobladores ribereños se resisten a abandonar esos lugares porque eso,
en cierta medida equivale a dejar de recibir la ayuda de siempre, los
recolectores de basura domiciliaria y callejera tampoco circulan cuando llueve
demasiado y la mugre se acumula junto con el riesgo de transmitir enfermedades.
En pocas palabras, la lluvia cuando nos amenaza, nos transforma también
el carácter porque estamos pensando en qué hacer si la situación se agrava.
Distinto sería si cada uno respetara las normas de convivencia no
arrojando la basura a la calle cuando viene tormenta y la gestión municipal fuera
más positiva en obras y en el control de los servicios que se deterioran,
precisamente, desde las cuatro gotas locas que caen, hasta la dimensión de un
temporal.
Será la única manera de no seguir perdiendo calidad de vida ni sentirnos
atacados en nuestra dignidad de contribuyentes.
REPARACIÓN HISTÓRICA: PEOR ES
NADA
De acuerdo con la pasión o la indiferencia con que cada uno mire,
estudie y ahonde, es que se formará una idea propia de eso que le llamaron
“reparación histórica” en beneficio de uno de los segmentos sociales más
castigados por todos los gobiernos, como es el de los jubilados.
Ya resignados, sin dirigentes de peso que los representen y con escaso
poder de fuego y la pólvora mojada para la protesta, los viejos -cariñosamente
dicho- son destinatarios de una casi inhumana indiferencia, que es una grave
ofensa al reconocimiento y al respeto que se les deben.
Pero esa es la tendencia y a veces los pasivos adultos mayores son
tenidos en cuenta un par de meses antes de las elecciones porque algunos -por
aquello de bajar los brazos- ni siquiera se molestan en consultar los padrones
porque han comprobado que de nada sirve votar a los que prometen, porque
ninguno les cumple.
Y entonces se desató la ola de juicios que llegaron a miles y miles en
una programada dilación que no tan solo por pensar mal sino que la realidad así
lo indica, como esperando que los viejos se mueran, los gobernantes siempre
atentos a la evolución de la expectativa de vida.
Y cuando al arrancar la segunda década de este siglo el máximo tribunal
nacional ordenó al Estado aplicar el pago del 82 por ciento que establece la
ley, desde la Presidencia de Ella, la del Sur partió el veto -absolutamente
ajustado a la Constitución- con el argumento que eso llevaría al quebranto de
las Cajas, y por cuerda separada esos fondos fueron al Fútbol para Todos, a
ayudar a empresas privadas en crisis y otros destinos, menos a quienes
aportaron durante años para recibir este mal parido “jubileo” en la vejez.
Había, si, aumentos de monedas en cada marzo y septiembre, modalidad que
todavía se mantiene.
Y ahora, cuando aparece esta medida reparatoria, los que no supieron
administrar esas fabulosas masas de dinero califican como insuficiente la
solución y no están del todo equivocados, pero hay que entender lo difícil que
es edificar un país nuevo desde los escombros.
Dejando de lado los detalles por su engorrosa enunciación, al menos la
medida comprende a todos los jubilados nacionales, históricamente postergados
hasta padecer la injuria de quedar por debajo de la línea de pobreza.
Las ventajas o no del sistema implementado pueden ser o no aceptadas por
los involucrados, pero al menos se les deja esa opción, de saber cuánto y
cuándo van a cobrar.
En resumen, esta “reparación histórica” y la verdad sea dicha, no es
otra cosa que una vacuna contra la incertidumbre.
ORIENTACIÓN Y SOLIDARIDAD A SALA LLENA
Ni una butaca quedó libre en el Cine Teatro
Córdoba, cuando se concretó el miércoles último una charla tendiente a disipar
dudas que los jubilados pudieran abrigar con motivo de las leyes relacionadas
con ese sector de la comunidad.
A sala llena
el abogado Héctor Mario Silvestro, especialista en temas previsionales, desmenuzó los alcances de esos instrumentos legales
y mantuvo un extenso intercambio de conceptos con aquellos que buscaban orientación.
No faltó el aporte de la música
característica de este nuestro espacio y fueron un suceso las entregas que con
sus canciones hicieron Carina Ciceroni, la pureza de su canto y un particular
estilo que conmovió a la concurrencia, sucediendo otro tanto con la
presentación de la joven y ascendente Lisette, quien acompañándose con su
bandoneón deleitó con creaciones tangueras y temas internacionales.
Dos cordobesas
que son un orgullo por su calidad artística, pero más que eso, por su solidario
compromiso de apoyo a quienes todo lo merecen, que son los adultos mayores.
El encuentro,
técnica y musicalmente, fue operado por el joven aunque experimentado Juan
Meis.
Las
explicaciones del Dr. Silvestro estuvieron centradas especialmente en los beneficios
a nivel nacional, y luego la avalancha de preguntas al letrado especialista con
relación al tema convocante.
Me tocó cerrar el acto con palabras a través
de las cuales reafirme mi posición acerca de las jubilaciones provinciales, sus
rarezas, perspectivas, temores y rumores.
Seguidamente,
el texto de dicha alocución:
“Señoras,
señores: Tomados en su conjunto, los montos jubilatorios en la provincia son
altos en comparación a los que erogan la Nación y el resto de las provincias
argentinas.
Así y todo, la
injusticia del despojo comenzó a maquinarse cuando en pago de favores políticos
se otorgaron beneficios a miles y miles de beneficiarios que jamás habían
aportado un mísero peso, con lo que la estabilidad financiera de la Caja sufrió
un colapso que aún perdura pese a las argucias por esconderlo.
Una travesura
matemática a la que llegaron los avezados manipuladores que luego fueron
premiados con cargos de alto nivel, derrotó a la lógica, y apoyada tal maniobra
en la abierta inconstitucionalidad de la ley 10.333, el declamado y ya
percudido 82 por ciento se transformó en un indigno y ofensivo 73 por ciento, o
menos, merced a una curiosa, inédita y caprichosa manera de liquidar las
jubilaciones sin respetar la relación con lo que cobra un activo del mismo
cargo.
La frialdad
matemática y la necesidad imperiosa de contar con el dinero ajeno -porque es de
los jubilados y no del gobierno- transformó al beneficio en una maligna y
perversa costumbre mensual, sinónimo de abandono e indiferencia, al amparo de
una ley nacida en las tinieblas de una madrugada.
A este
desatino debemos agregarle el agudo problema de la pésima atención médica a los
pasivos, en establecimientos privados que son los puntales del sistema, como
los hospitales Italiano y Privado y el Sanatorio Allende, tanto o más saturados
como los estatales, donde se otorgan turnos con dos meses de espera para
consultas que no pasan de los 10 minutos y con el pago muchas veces, sin recibo
por cierto, de un coseguro ilegal que antes se le llamaba plus y que tanto
médicos como sanatorios negaban su existencia, pero si no se pagaba, no había
atención.
Es hora de
hacerle entender al poder que las confiscaciones y las retenciones indebidas a
los jubilados, configuran también una injuria a los derechos humanos de lo que
tanto se habla a la hora de los discursos y de las promesas.
Estaría
avanzado el estudio de un sistema que terminaría con el pago de la pensión al
viudo o la viuda del afiliado fallecido, con lo que la Caja dispondría entonces
de una respetable suma mensual que le serviría para seguir tapando huecos en
sus desquiciados números.
Roguemos que
sólo sea una versión o un chisme.
El Estado no
debe, aunque puede hacerlo y lo hace, disponer de los dineros que están
asignados a la previsión social y está en la lucha y la constancia de cada uno,
hacer que se respete la ley.
No hacerlo,
equivale a transformarnos, a todos y a cada uno de nosotros, en cómplices y
encubridores.
Queremos
agradecerles de corazón que hayan venido; que nos hayamos acompañado; que las
dudas no sean tantas; que nos ayudaran a recuperar la fraternidad perdida frente
a la desidia instalada.
Y les ruego
unos instantes de silencio, como homenaje a todos aquellos jubilados para los
que el adiós fue más rápido que la Justicia.
Volvamos a
nuestros hogares con el espíritu renovado y confiados en un futuro mejor a través
de la lucha a la que nos obligan quienes nos despojan.
Basta de
tolerar que ellos aseguren su futuro robándonos un pasado de sacrificio, a
cambio de un presente de ofensas, de lo que se aprovechan porque nos ven
callados y dispersos, casi resignados.
Basta de
silencios.
Basta de
miedos.
En paz y del
brazo de la ley nos hagamos escuchar y cuando se nieguen a escucharnos, a
nuestra manera hagamos tronar el escarmiento.
Sepan, señores
gobernantes, que aún pensamos.
Somos muchos y
todavía votamos”.
LA MEGACAUSA DEL REGISTRO
Así como el domingo pasado hicimos una
curiosa mezcla entre la Megacausa y el arte culinario, hoy nos hemos inclinado
por el parentesco de ese asunto con la agricultura.
La cizaña es una planta gramínea bien
parecida al trigo, aunque la harina de su semilla es venenosa. Crece entre los
sembrados siendo difícil de extirpar.
Esta convivencia puede retratar los grupos
humanos, en los que los trabajadores, responsables y honestos se mezclan
con los que no lo son. El popular refrán de separar el trigo y la cizaña alude
claramente a la habilidad de poder diferenciarlos para no perder la cosecha ni
envenenarse.
Llevado al ámbito de la Justicia Penal no
sólo es habilidad, es obligación y función de los jueces extremar los esfuerzos
para discernir entre culpables e inocentes. Nuestro sistema penal condena actos
con pruebas objetivas y no sólo por contactos. No son culpables los conocidos
del que cometió el delito.
Sin embargo así se ha edificado la
causa del Registro de la Propiedad de Córdoba: la cadena de contactos de
cualquier imputado es el frágil criterio con el que se cosechan trigo y cizaña,
rellenando una inmensa bolsa de condenas indiscriminadas.
La prisión preventiva sistemática y una
única comisión especial a cargo ciñen el nudo, evitando diferenciar culpables
de inocentes. La mezcla espanta la credibilidad y oculta a
los beneficiados.
Sin una buena zaranda, honesta y sin
compromisos jamás conoceremos la verdad, ni veremos presos a los
verdaderos culpables.
LA BOINA BLANCA Y LOS TRAIDORES
Otro de los gloriosos instantes
que vivió la Sra. Cristina fue el que compartiera con ese engendro de la
felonía que le llaman “radicalismo K”, algo así como los flecos de la que fuera
paqueta y burquesa izquierda, genial idea de uno de los que fundara junto a
“Changui” Cáceres, “Coti” Nosiglia, Carlos Becerra, “Cachi” Casella, Storani
(h) y otros, la Junta Coordinadora Nacional del radicalismo, al asumir la
presidencia Raúl Ricardo Alfonsín.
Es entonces que, cuando cualquiera podía reconocer la inteligencia de
Leopoldo Moreau, jamás podía llegar a pensar que pudiera coincidir con un
modelo que al final demostró su base de rapiña y despojo por encima de los
logros que -justo es reconocerlo- también alcanzó.
Pero cuando también cualquiera conoce las debilidades humanas, bien sabe
que la sensualidad del poder suele empujar a ciertas actitudes emparentadas con
la traición y la deslealtad, en algunos casos por tardías venganzas que
adquieren la calidad de pos mortem.
La historia alguna vez contará detalles que en los círculos del
radicalismo se conocen desde tiempo atrás, como que Moreau era -o al menos así
lo creía- el candidato “puesto” para acompañar a Alfonsín en la fórmula del
’83.
Ocurrió que por eso de lo imprevisible de la política partidaria, cuando
el joven y ascendente Leopoldo Moreau ya se había hecho confeccionar el traje
de asumir, se enteró que quien ocuparía el sitial de acompañante de Alfonsín
sería el cordobés Victor Martínez.
Todo indica que allí nació la bronca, pero en el reino de la hipocresía,
todo pasa casi desapercibido hasta que en casos parecidos, uno de los
protagonistas de la historia no tiene cómo hacerse escuchar y el otro sabe cómo
pasar facturas.
La cuestión es que la Doña “K” se colocó la boina blanca, verdadera
escarapela de la UCR y para colmo enfrentando a las cámaras hizo el tradicional
saludo que impusiera Alfonsín.
Comentan los que saben que desde hace pocos días, en la tumba de quien
se ocupara vehementemente de recuperar nuestra Democracia mancillada, ofendida,
degradada y ensangrentada por una dictadura, los correligionarios ya no dejan
flores.
Dejan cajitas con “Reliverán”.
LA SELECCIÓN SIN MESSI
Debo comenzar honestamente, pidiendo disculpas por hablar de fútbol, un
deporte apasionante que se transforma en deleite cuando deja de ser una
expresión de la habilidad y del músculo para pasar a ser ballet.
No pretendo asumir la talla del analista especializado, pese a que por
allí uno escucha por radio, lee o ve en la pantalla cada ejemplar, que son más
“showman’s” que periodistas.
Simplemente, quiero opinar como espectador en este caso ajustado a las estadísticas,
cuyos números en cierta medida contradicen eso tan viejo que la gente mayor
sostiene: que en el fútbol la lógica no existe.
Y es probable que eso sea cierto en algunos aspectos de esta hermosa
diversión como por ejemplo los resultados como local o como visitante, donde
prevalecen los triunfos que alcanzan los dueños de casa.
Pero hay otras cifras que llevan a la certeza que las estadísticas son
contundentes.
Lionel Messi no jugó contra Perú ni integrará el equipo ante Paraguay el
martes próximo en nuestro principal escenario deportivo que es el estadio Mario
Alberto Kempes que luce una maravilla, de acuerdo con las imágenes que desde su
“drone” ofreciera Canal 8 en sus noticiarios.
Nuestra selección nacional en las actuales eliminatorias para el Mundial
de Rusia del 2018, lleva disputados nueve encuentros y sin contar en el equipo
con “La Pulga” jugó seis, de los cuales ganó uno, empató cuatro y perdió uno.
Messi jugó los tres restantes, todos ganados.
Como simple y llano “mirador” del fútbol, la verdad es que en el partido
contra Perú me quedó la fea impresión de la improvisación y el remiendo, dos
acendradas costumbres argentinas; como que sin plan definido, táctica ni
estrategia, no jugaran a nada.
Es por eso que me extraña y lo reitero como diletante del fútbol, que
muchos que se autotitulan entendidos en esto de la magia con un cuero inflado,
sigan sosteniendo que la “messidependencia” es un invento de los que nada saben
de esta pasión…
Creo que la realidad, con sus números inapelables, está sentenciando
para la Selección Nacional de Fútbol, una dependencia al menos matemática, del
mago del Barcelona.
El D.T. jamás lo reconocería, porque sería confesar algo así como falta
de imaginación y creatividad para superar cada una de las ausencias del
rosarino.
Y eso, a nadie le puede gustar.
CORDOBA, VOCACIÓN POR EL PARO
Mientras la conducción nacional
de los trabajadores anunció con demasiado tiempo pero sin fijar fecha, la
posibilidad de un paro nacional contra la política económica, los tarifazos y
otros rubros pocos simpáticos, sus pares de Córdoba desoyen esa postura y
anuncian que ya están decididos a ordenar una paralización, independientemente
de lo que resuelvan los porteños.
Es al menos sugestivo y curioso que quien enarbola la bandera del paro
mediterráneo sea el máximo dirigente de los empleados del gobierno, a la vez
legislador por el oficialismo y delasotista confeso.
Es para pensar al menos en una interna y eso de mezclar a los laburantes
con la política, no hace más que confirmar el siempre vigente anhelo peronista
de servirse de los trabajadores, como si fueran una parte inseparable de las
cuestiones sindicales.
El movimiento obrero, en realidad, debiera contener a todas las corrientes
de pensamiento y a lo mejor lo hace, pero siempre las decisiones son tomadas
por la dirigencia, donde la mayoría es casi siempre justicialista.
De un sector o de otro, pero del mismo árbol aunque a veces se aparten
del tronco y busquen irse por las ramas, como los casos concretos del SUOEM que
sigue siendo kirchnerista cuando eso ya pasó de moda.
Y algo enojoso también sucede en el gremio docente mayoritario, con el
enfrentamiento entre la cabeza de su conducción y el ministerio respectivo, que
ahora ocupa quien fuera por muchos años secretario general de la Unión de
Educadores.
En la UTA, otro de los gremios cordobeses con más acentuada conflictividad
las cosas no son muy distintas, y la población siempre rehén se ha visto
perjudicada en demasiadas ocasiones como resultado de la feroz lucha interna
entre los choferes, que desembocó en la destitución de quien fuera el último
secretario general.
Los gremios, alguna vez, dejarán de ser coto de caza de los dirigentes
para volver a ser genuinos representantes de sus bases.
De todas, no tan solo de los que viven soñando con hacer paro y después
quieren cobrar por lo que no trabajaron.
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