Desgrabación
de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los
buenos” del 22/01/1|7 emitido por AM580 Radio Universidad de Córdoba.
FRONTERAS PERMEABLES
Quisiera saber si algún
ciudadano argentino con
antecedentes penales es aceptado en los EE.UU. y si miramos en otras direcciones,
el acceso a países europeos no es tan controlado y es así que terroristas y
narcos aprovechan para ingresar y en nombre de la hospitalidad hacer sus
“negocios” por un lado y aportar caos por el otro.
Entonces, es medio hipócrita sostener que significa un atropello a los
derechos humanos, o una medida de neto corte discriminatorio y racista,
negarles la entrada a nuestro país a los extranjeros con antecedentes penales
de relevancia, porque se desvirtuaría su condición de turistas o visitantes,
para erigirse en sospechosos que estamos incorporando a nuestra sociedad.
Con los nuestros ya tenemos bastante, como para incrementar los
planteles del hampa, que en su momento comprendieron que la política de puertas
abiertas imperante en Argentina les venía como anillo al dedo para ampliar los
horizontes del narcotráfico y agregar delincuencia a todas las expresiones en
tal sentido que están entre nosotros.
Tiempo atrás y hasta no hace mucho, se podía cruzar Europa de punta a
punta sin necesidad de andar mostrando el pasaporte con las visas
correspondientes, y así es que ahora duele saber que muchos delincuentes
enrolados en los ocultos ejércitos del terrorismo internacional se han mezclado
con los residentes nativos, haciendo base para sus tropelías.
Tampoco es cuestión de cerrar las fronteras y erigirnos en intolerantes
cancerberos porque Argentina por tradición siempre abrió su casa grande a los
inmigrantes, que con el paso de los años conformaron una población multirracial
en la que tenemos italianos, españoles, galeses, uruguayos, judíos, paraguayos,
centroamericanos, brasileros, bolivianos, sirios, libaneses, peruanos, chilenos
y de otras nacionalidades.
Controlar el acceso de extranjeros contribuye a sanear la sociedad de la
que también forman parte y evitar la presencia de indeseables de la misma forma
que en los países avanzados aplican estrictas restricciones, basándose en la
globalización emergente del cruzamiento de datos por parte de los organismos de
seguridad,
Sin embargo todo lo que se consiga en tal sentido para evitar “contaminaciones”,
naufraga cuando advertimos de qué manera escandalosa el contrabando ataca los
cimientos de nuestra economía, porque más que el tráfico “hormiga” de
mercaderías variadas, está la desprotección de nuestras amplias fronteras no
tan solo terrestres sino las aéreas y fluviales.
Para todos aquellos que se oponen a que les cerremos las puertas a
quienes en lugar de datos filiatorios tengan prontuarios, que recuerden cuántos
años llevamos –se comenta que más de diez- con fronteras desprotegidas y
virtualmente liberadas para la impunidad de la delincuencia internacional.
No nos asombremos cuando
miramos hacia adentro y sin que esto signifique un juicio de valor hacia países
amigos, advertimos de qué manera escandalosa crece la participación de ellos en
los hechos delictivos, especialmente en todo lo referido al narcotráfico.
Estuvimos a un paso de ser
Colombia, la Colombia de años atrás y ahora, peligrosamente, es como si
camináramos en dirección al sangriento México actual.
Y no es un futuro con el que
tendríamos que resignarnos.
OSCURAS PERSPECTIVAS DE NUEVOS AUMENTOS
Pueden intentar convencerme que
las últimas medidas que viene adoptando el gobierno nacional representan la
única opción para terminar con la inflación, reactivar la economía y entrar a
la senda de la recuperación y el progreso.
Lo peligroso del asunto, es que
tome como costumbre lo que tanto hemos venido padeciendo, esos ajustes a veces
salvajes que siempre, inevitablemente, deben soportar los segmentos menos
afortunados de la sociedad.
Tampoco es cuestión de
reconocer la validez de aquellas afirmaciones de Barrionuevo, cuando el
dirigente gastronómico sostenía que el país pasaría al frente, si al menos los
gobernantes y la clase dirigente dejaran de robar por un par de años.
Todos los sectores ligados a la
vida argentina tienen la obligación de contribuir, primero a despejar los escombros,
y desde esa base construir los cimientos de la recomposición de nuestra
vapuleada economía.
El problema es que los intereses sectoriales, para quienes los manejan,
son más importantes que nuestro futuro y se empeñan en cuidar su quintita, abusarse
en lo que pueden, aunque perjudiquen a otros estamentos.
La dirigencia gremial, ese
gigantesco super exponente de la burocracia, tendría que ser el primer ejemplo de
apoyo, solamente con no impedir que la gente trabaje, que es lo que ahora están
haciendo con el disfraz del descontento y de la protesta.
De esa manera son inevitables
los aumentos en cuestiones básicas como lo son los combustibles que hacen que
todo dispare hacia arriba; los alimentos con su notable injusticia de valores
existentes entre el productor y el consumidor, mediando las etapas de intermediación
que son las más onerosas y con menor riesgo.
¿A dónde quiere llegar, por
ejemplo, la gente del campo con su permanente disconformismo que no les impide
acumular riqueza, renovar su flota de vehículos y viajar a Europa o a Miami
cinco veces al año?
¿Qué pretenden conseguir los
laboratorios, que roban a mansalva aprovechando que tienen de rehenes a miles y
miles de enfermos, con lo que logran excepcionales utilidades, hasta el punto
que en el exterior los medicamentos de origen argentino cuestan la mitad que
aquí?
Todo el sistema está podrido
porque si interviene el Estado lo acusan de autoritario, mientras siguen
embolsando a costa del sacrificio de la gente.
La clase media camina hacia su
extinción si no empezamos a nivelar para arriba, en lugar de empujarnos hacia
abajo.
A nadie le caería bien que
aumenten la electricidad, el gas, los alimentos, los medicamentos y todo en general,
si el nivel de salarios se incrementara en idéntica medida.
Pero no hay caso: los avivados
de siempre siguen levantando dinero en pala, ayudados por un gobierno que no
sabe o no se anima a ejercer su autoridad de tal por temor a las protestas.
Peor sería que con el correr
del tiempo, lleguemos a la penosa convicción que si eso es la Democracia, nos
han vendido un modelo equivocado.
Y reincidimos en el error de
comprarlo.
¿POR QUÉ CRECE EL TURISMO EXTERIOR?
Existe una doble interpretación
de la merma en la cantidad de turistas que están recibiendo los principales
centros del país, tales los casos de Mar del Plata, Villa Carlos Paz, Iguazú,
Bariloche o el Norte argentino.
Desde algunos sectores identificados
políticamente con el pasado reciente se sostiene que tal situación se debe a la
pobreza de la gente, que privilegia otras necesidades por encima del
esparcimiento.
Otros le echan la culpa a los
abusos que se cometen en los precios, sentido en el cual se han dado situaciones
penosas como los casos de una pizza a 300 pesos, un cafecito a 50 pesos o un
almuerzo llamado económico para dos personas, rondando los mil pesos.
Cualquiera de las opciones por
las que cada uno se incline, se dará un porrazo al chocar con la cantidad de
gente que ha viajado y la que tiene reservas hasta marzo próximo en las costas
de Brasil, en las compras de electrónicos y todo tipo de mercadería en Chile o
los más costosos viajes al Caribe, a Miami o a destinos europeos.
Entonces y por lógica, la culpa
no solo la tienen los precios en general, sino la actitud expulsiva de muchos
operadores turísticos argentinos acostumbrados al “colchón” que les permite
vivir a lo largo del año con un trabajo que a lo sumo se extiende por cuatro
meses.
Si seguimos expulsando al turismo
interior, la situación se agravará hasta llegar a niveles irrecuperables.
De alguna manera el Estado
tendría que intervenir en la regulación de ciertas prestaciones, sin caer al
control de precios cuyo costo político nadie quiere asumir.
No es posible que el turismo
internacional muestre rasgos florecientes, mientras los desplazamientos por
nuestro territorio queden reservados, ilógicamente, para los más pudientes.
JUSTICIA PARA EL MALTRATADOR DE ANIMALES
Tan hondo caló el sufrimiento y
la muerte del perrito “Chocolate” que fue noticia no tan sólo en nuestro país,
sino que de tal episodio se ocuparon los principales medios periodísticos de
muchas lejanas geografías.
El espanto de las imágenes del
pobre y torturado animalito recorrió el mundo, fortaleciendo esa actitud
compasiva que podemos lucir la mayoría de los seres humanos, por una simple
cuestión de cariño o de sensibilidad.
La información posterior al
hecho da cuenta que hay un detenido, de 36 años, oriundo de San Francisco, de
profesión peluquero, quien confesó que había desollado viva a la mascota
después de entrar al patio donde estaba, porque le molestaban sus ladridos.
Realmente, hay que ser muy obtuso
y desequilibrado para adoptar ese temperamento criminal, contra una criatura
irracional e indefensa, sin el menor atisbo de compasión ante el sufrimiento
que le provocara.
El hombre está preso y deberá
enfrentar a un tribunal que juzgue su inconducta.
Y al respecto, quiero conversar
con el abogado Rubén Solé Dolphin, quien no milita en ninguna entidad
protectora de animales, pero me interesa su opinión, más que nada, por un dato
relevante que le aporta validez a su testimonio: en los últimos tiempos, en su
casa del barrio Las Palmas, está dando asilo, comida y cariño a ocho perros
casi guasos, sin pedigrée, que fue encontrando abandonados en la calle, uno de
los cuales es ciego.
Dr. Solé, con admiración lo
saludo …
(La conversación con el
abogado Dr. Rubén Solé Dolphin se puede encontrar en la columna del audio,
ubicada a la derecha de este blogspot)
LA MEGACAUSA EN TIEMPOS TURÍSTICOS
Cual oferta veraniega de destinos turísticos, la justicia cordobesa en
la causa del Registro de la Propiedad, prepara para sus obligados
imputados diferentes paquetes que incluyen pasajes, estadías y traslados,
siempre con destino al encierro.
El combo habitual o stándar se compone de prisión preventiva por tres
años, distintas excursiones a Tribunales y agotadores viajecitos al juicio, en
todos los casos encadenados.
El especial tour cuenta con la particularidad de que sus
organizadores poco conocen, o al menos poco hablan el idioma de la justicia,
ignorando el principio de inocencia, el derecho a la libertad, la objetividad,
la imparcialidad, la igualdad ante la ley, y en general la existencia de una
Constitución que garantiza los derechos fundamentales.
Los curiosamente elegidos son embarcados en esta experiencia de la noche
a la mañana, sin tiempo de despedidas ni de equipajes, sin demasiada
explicación, aunque con abundante difusión.
Algunos no sobreviven la travesía, transformándose en voces que
interpelan por la verdad. A las muchas incertidumbres de esta causa se agrega
la incógnita de saber quién financia tanto turismo de encierro.
Mientras, es una realidad que muchos familiares de imputados
siguen parados frente a la puerta de Tribunales reclamando por una Justicia que
también está de viaje.
PEAJES CAROS Y CAMINOS ROTOS
Es invariable, si tenemos algo
de memoria, que con los precios del peaje siempre ocurrió lo mismo: les otorgan
aumentos a los concesionarios, que prometen encarar obras de mantenimiento y
mejoras, incluyendo las que no se hicieron en los últimos años.
E invariablemente también para
verguenza del empresariado de esa actividad, cuyos capitostes ni siquiera se
ponen colorados, esas promesas jamás se cumplen o apelan al viejo recurso del
maquillaje vial y profusión de cobertura mediática que para algo pagan
fortunas, y todos contentos.
Todos contentos ellos y los
funcionarios del área, que son arrastrados a la inevitable política de la
ceguera y el desconocimiento, porque hacen oídos sordos a la necesidad de un
control a cargo del ERSEP que parece ha fallecido y por cuenta propia no mueven
ni un dedo.
Cobrar 20 pesos por pasar por
un camino que tiene policía caminera solo para controlar las luces encendidas y
el cinturón colocado pero nunca desplazarse por las rutas, es un abuso
inadmisible, si tomamos en cuenta que las trazas muestran un penoso deterioro,
pésima iluminación y falencias en el sistema telefónico para el aviso de
accidentes.
Las riquezas que injustamente
embolsan los aprovechados que se hicieron de las concesiones y después cayeron
a un estado de amnesia, es una injuria a la sociedad y una estafa a los
sostenedores de ese sistema que han privilegiado lo recaudatorio por encima de la
calidad de la prestación.
Los nuevos aumentos en la Red
de Accesos a Córdoba aparte de ser inoportunos, representan más de un 20 por
ciento agregado a la tarifa.
Después, cuando la propia
ineficiencia, la falta de personal o cualquier otra circunstancia lleva a la
liberación de las barreras, se escucha la plañidera queja de los empresarios
del ramo, acostumbrados a obtener las ventajas y luego meditar acerca de lo que
pueden mejorar en cuanto al servicio.
Otra vez, el Estado de por
medio.
Si los controles fueran reales
y serios como los pliegos mandan, este comentario nunca hubiera salido al aire.
RECRUDECEN LOS ASALTOS DOMICILIARIOS
No decrece la ola delictiva
pese a las motos, los autos, las armas, los teléfonos, los uniformes y la
exagerada publicidad que se divulga por una tarea dispersa y sin coordinación,
que como se advierte, nació condenada al fracaso.
Antes era noticia nacional que
se registrara un hecho delictivo a 200 metros a la redonda de una comisaría, y
ahora a nadie sorprende que los asaltos y los robos se perpetren en la misma
cuadra, o a la vista de alguna dependencia policial.
Y casi me olvido, por lo
importante, hay robos en las mismísimas oficinas de la Jefatura de Policía y me
comentaron que hasta en el despacho de un comisario hubo faltantes de un arma o
de una suma de dinero.
Me parece que es cierto
considerar lo que tantas veces dijimos, por el riesgo de ser acusado de
desestabilizar a una institución, pero es necesario repetirlo: si la Policía no
limpia la mugre de adentro, es difícil que pueda combatir la mugre de afuera, y
a eso lo venimos padeciendo y viéndolo crecer, aunque el ocultamiento de las cifras
estadísticas se haya instalado como costumbre en todas las conducciones de la
institución azul en los últimos tiempos.
Es como si se negara la
existencia de la tarea preventiva, que es lo más efectivo contra el accionar
del hampa, porque hay que demostrarle a la sociedad amenazada que hay más
inteligencia en la policía que en la delincuencia.
El delito se combate con
presencia; con rotación de controles, con patrullajes intensivos no tan solo en
el centro para que la gente los vea, sino en los barrios y en la periferia más
alejada para que los ladrones se sosieguen.
Y no olvidar al postergado
interior de la provincia, porque los cacos cuando los corren de la ciudad se
van al campo donde encuentran la impunidad.
En la capital y provincia adentro
hay que perseguirlos y aniquilarlos, o reconocer el fracaso, mandarse a mudar y
dejar que el área sea manejada por profesionales que saben.
Y no por improvisados que
remienden.
TRUMP Y CARLOS I DE ANILLACO, UN SOLO CORAZÓN
La verdad, si lo que uno
intenta es evaluar aunque sea epidérmicamente la situación de los Estados
Unidos de Norteamérica, lo más probable será la inevitable caída a la banquina
del papelón y del fracaso.
Pero hay algunos indicativos
que es bueno tomar en cuenta como para orejear lo que hará este ricachón
devenido en presidente, aunque doña Clinton cosechara tres millones de votos
más que el colorado.
Se puede llegar a suponer que
no lo alienta la posibilidad cierta de robar porque tiene tanto dinero como
para no saber de cuánto es la fortuna que viene acumulando, y servirse de
dineros del Estado lo pondría ya demasiado en evidencia.
Descartado el robo, surge su
sentido patriótico visto desde el costado derecho, en su intención de proteger
lo nacional, privilegiando entre otros aspectos, el fortalecimiento de la
demanda de mano de obra, pero para los nativos.
Que busque fama, es relativo
como intención porque es preferible ser notable por tener fortuna incalculable
que por haber hecho acuerdos personalmente provechosos, con otra potencia o en
la actividad financiera interna.
Ese sentido nacional de Donald
Trump lo ha llevado a enfrentarse por ahora con un gesto, a la oblicuidad
visual de los chinitos que no son pocos ni están lo que se dice desarmados,
porque nadie conoce su verdadero arsenal nuclear y se asume un peligro de
consecuencias impredecibles.
Le queda en consecuencia un
solo camino: el de gobernar honestamente para todos, sin exclusiones y con alto
sentido patriótico que refuerce su compromiso con la sociedad de una de las
potencias más poderosas del mundo, tanto en tiempos de paz o si se le ocurriera
exportar su violencia, como siempre lo hicieron.
Lástima el cierre de su discurso,
que seguramente puso más que contento a un solo argentino, más aún, riojano,
que con tioda razón y por vía diplomática le pedirá cuentas a Trump por haberle
plagiado la síntesis de su demagogia.
Porque el colorado pidió, casi
textualmente, que lo acompañaran porque no los iba a defraudar.
Aunque no lo crean, Carlos Saul
I de Anillaco, a su edad, tuvo un tardío
como añorado orgasmo … político.
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