22 de enero de 2017

S.L.B: NUESTRAS PERMEABLES FRONTERAS – NO ES BUENO AVIZORAR AUMENTOS O AJUSTES - ¿POR QUÉ SE VAN LOS TURISTAS? – EL DELITO DE MALTRATAR A UN ANIMAL – LA MEGACAUSA Y LAS VACACIONES – PEAJES CAROS PARA CAMINOS ROTOS – RECRUDECE LA OLA DELICTIVA – TRUMP Y UNA PROMESA NADA ORIGINAL, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del 22/01/1|7 emitido por AM580 Radio Universidad de Córdoba. 
FRONTERAS PERMEABLES 

   Quisiera saber si algún  ciudadano  argentino con antecedentes  penales es aceptado en  los EE.UU. y si miramos en otras direcciones, el acceso a países europeos no es tan controlado y es así que terroristas y narcos aprovechan para ingresar y en nombre de la hospitalidad hacer sus “negocios” por un lado y aportar caos por el otro.
   Entonces, es medio hipócrita sostener que significa un atropello a los derechos humanos, o una medida de neto corte discriminatorio y racista, negarles la entrada a nuestro país a los extranjeros con antecedentes penales de relevancia, porque se desvirtuaría su condición de turistas o visitantes, para erigirse en sospechosos que estamos incorporando a nuestra sociedad.
  Con los nuestros ya tenemos bastante, como para incrementar los planteles del hampa, que en su momento comprendieron que la política de puertas abiertas imperante en Argentina les venía como anillo al dedo para ampliar los horizontes del narcotráfico y agregar delincuencia a todas las expresiones en tal sentido que están entre nosotros.
   Tiempo atrás y hasta no hace mucho, se podía cruzar Europa de punta a punta sin necesidad de andar mostrando el pasaporte con las visas correspondientes, y así es que ahora duele saber que muchos delincuentes enrolados en los ocultos ejércitos del terrorismo internacional se han mezclado con los residentes nativos, haciendo base para sus tropelías.
    Tampoco es cuestión de cerrar las fronteras y erigirnos en intolerantes cancerberos porque Argentina por tradición siempre abrió su casa grande a los inmigrantes, que con el paso de los años conformaron una población multirracial en la que tenemos italianos, españoles, galeses, uruguayos, judíos, paraguayos, centroamericanos, brasileros, bolivianos, sirios, libaneses, peruanos, chilenos y de otras nacionalidades.
   Controlar el acceso de extranjeros contribuye a sanear la sociedad de la que también forman parte y evitar la presencia de indeseables de la misma forma que en los países avanzados aplican estrictas restricciones, basándose en la globalización emergente del cruzamiento de datos por parte de los organismos de seguridad,
Sin embargo todo lo que se consiga en tal sentido para evitar “contaminaciones”, naufraga cuando advertimos de qué manera escandalosa el contrabando ataca los cimientos de nuestra economía, porque más que el tráfico “hormiga” de mercaderías variadas, está la desprotección de nuestras amplias fronteras no tan solo terrestres sino las aéreas y fluviales.
   Para todos aquellos que se oponen a que les cerremos las puertas a quienes en lugar de datos filiatorios tengan prontuarios, que recuerden cuántos años llevamos –se comenta que más de diez- con fronteras desprotegidas y virtualmente liberadas para la impunidad de la delincuencia internacional.
   No nos asombremos cuando miramos hacia adentro y sin que esto signifique un juicio de valor hacia países amigos, advertimos de qué manera escandalosa crece la participación de ellos en los hechos delictivos, especialmente en todo lo referido al narcotráfico.
   Estuvimos a un paso de ser Colombia, la Colombia de años atrás y ahora, peligrosamente, es como si camináramos en dirección al sangriento México actual.
   Y no es un futuro con el que tendríamos que resignarnos.


OSCURAS PERSPECTIVAS DE NUEVOS AUMENTOS

   Pueden intentar convencerme que las últimas medidas que viene adoptando el gobierno nacional representan la única opción para terminar con la inflación, reactivar la economía y entrar a la senda de la recuperación y el progreso.
   Lo peligroso del asunto, es que tome como costumbre lo que tanto hemos venido padeciendo, esos ajustes a veces salvajes que siempre, inevitablemente, deben soportar los segmentos menos afortunados de la sociedad.
   Tampoco es cuestión de reconocer la validez de aquellas afirmaciones de Barrionuevo, cuando el dirigente gastronómico sostenía que el país pasaría al frente, si al menos los gobernantes y la clase dirigente dejaran de robar por un par de años.
   Todos los sectores ligados a la vida argentina tienen la obligación de contribuir, primero a despejar los escombros, y desde esa base construir los cimientos de la recomposición de nuestra vapuleada economía.
   El problema es que los intereses sectoriales, para quienes los manejan, son más importantes que nuestro futuro y se empeñan en cuidar su quintita, abusarse en lo que pueden, aunque perjudiquen a otros estamentos.
   La dirigencia gremial, ese gigantesco super exponente de la burocracia, tendría que ser el primer ejemplo de apoyo, solamente con no impedir que la gente trabaje, que es lo que ahora están haciendo con el disfraz del descontento y de la protesta.
   De esa manera son inevitables los aumentos en cuestiones básicas como lo son los combustibles que hacen que todo dispare hacia arriba; los alimentos con su notable injusticia de valores existentes entre el productor y el consumidor, mediando las etapas de intermediación que son las más onerosas y con menor riesgo.
   ¿A dónde quiere llegar, por ejemplo, la gente del campo con su permanente disconformismo que no les impide acumular riqueza, renovar su flota de vehículos y viajar a Europa o a Miami cinco veces al año?
   ¿Qué pretenden conseguir los laboratorios, que roban a mansalva aprovechando que tienen de rehenes a miles y miles de enfermos, con lo que logran excepcionales utilidades, hasta el punto que en el exterior los medicamentos de origen argentino cuestan la mitad que aquí?
   Todo el sistema está podrido porque si interviene el Estado lo acusan de autoritario, mientras siguen embolsando a costa del sacrificio de la gente.
   La clase media camina hacia su extinción si no empezamos a nivelar para arriba, en lugar de empujarnos hacia abajo.
   A nadie le caería bien que aumenten la electricidad, el gas, los alimentos, los medicamentos y todo en general, si el nivel de salarios se incrementara en idéntica medida.
   Pero no hay caso: los avivados de siempre siguen levantando dinero en pala, ayudados por un gobierno que no sabe o no se anima a ejercer su autoridad de tal por temor a las protestas.
   Peor sería que con el correr del tiempo, lleguemos a la penosa convicción que si eso es la Democracia, nos han vendido un modelo equivocado.
   Y reincidimos en el error de comprarlo.

¿POR QUÉ CRECE EL TURISMO EXTERIOR?

   Existe una doble interpretación de la merma en la cantidad de turistas que están recibiendo los principales centros del país, tales los casos de Mar del Plata, Villa Carlos Paz, Iguazú, Bariloche o el Norte argentino.
   Desde algunos sectores identificados políticamente con el pasado reciente se sostiene que tal situación se debe a la pobreza de la gente, que privilegia otras necesidades por encima del esparcimiento.
   Otros le echan la culpa a los abusos que se cometen en los precios, sentido en el cual se han dado situaciones penosas como los casos de una pizza a 300 pesos, un cafecito a 50 pesos o un almuerzo llamado económico para dos personas, rondando los mil pesos.
   Cualquiera de las opciones por las que cada uno se incline, se dará un porrazo al chocar con la cantidad de gente que ha viajado y la que tiene reservas hasta marzo próximo en las costas de Brasil, en las compras de electrónicos y todo tipo de mercadería en Chile o los más costosos viajes al Caribe, a Miami o a destinos europeos.
   Entonces y por lógica, la culpa no solo la tienen los precios en general, sino la actitud expulsiva de muchos operadores turísticos argentinos acostumbrados al “colchón” que les permite vivir a lo largo del año con un trabajo que a lo sumo se extiende por cuatro meses.
   Si seguimos expulsando al turismo interior, la situación se agravará hasta llegar a niveles irrecuperables.
   De alguna manera el Estado tendría que intervenir en la regulación de ciertas prestaciones, sin caer al control de precios cuyo costo político nadie quiere asumir.
   No es posible que el turismo internacional muestre rasgos florecientes, mientras los desplazamientos por nuestro territorio queden reservados, ilógicamente, para los más pudientes.

JUSTICIA PARA EL MALTRATADOR DE ANIMALES
   Tan hondo caló el sufrimiento y la muerte del perrito “Chocolate” que fue noticia no tan sólo en nuestro país, sino que de tal episodio se ocuparon los principales medios periodísticos de muchas lejanas geografías.
   El espanto de las imágenes del pobre y torturado animalito recorrió el mundo, fortaleciendo esa actitud compasiva que podemos lucir la mayoría de los seres humanos, por una simple cuestión de cariño o de sensibilidad.
   La información posterior al hecho da cuenta que hay un detenido, de 36 años, oriundo de San Francisco, de profesión peluquero, quien confesó que había desollado viva a la mascota después de entrar al patio donde estaba, porque le molestaban sus ladridos.
   Realmente, hay que ser muy obtuso y desequilibrado para adoptar ese temperamento criminal, contra una criatura irracional e indefensa, sin el menor atisbo de compasión ante el sufrimiento que le provocara.
   El hombre está preso y deberá enfrentar a un tribunal que juzgue su inconducta.
   Y al respecto, quiero conversar con el abogado Rubén Solé Dolphin, quien no milita en ninguna entidad protectora de animales, pero me interesa su opinión, más que nada, por un dato relevante que le aporta validez a su testimonio: en los últimos tiempos, en su casa del barrio Las Palmas, está dando asilo, comida y cariño a ocho perros casi guasos, sin pedigrée, que fue encontrando abandonados en la calle, uno de los cuales es ciego.
   Dr. Solé, con admiración lo saludo …
 (La conversación con el abogado Dr. Rubén Solé Dolphin se puede encontrar en la columna del audio, ubicada a la derecha de este blogspot)


LA MEGACAUSA EN TIEMPOS TURÍSTICOS

   Cual oferta veraniega de destinos turísticos, la justicia cordobesa en la causa del Registro de la Propiedad, prepara para  sus obligados imputados diferentes paquetes que incluyen  pasajes, estadías y traslados, siempre con destino al encierro.
   El combo habitual o stándar se compone de prisión preventiva por tres años, distintas excursiones a Tribunales y agotadores viajecitos al juicio, en todos los casos encadenados.
   El especial tour cuenta  con la particularidad de que sus organizadores poco conocen, o al menos poco hablan el idioma de la justicia, ignorando el principio de inocencia, el derecho a la libertad, la objetividad, la imparcialidad, la igualdad ante la ley, y en general la existencia de una Constitución que garantiza los derechos fundamentales.
   Los curiosamente elegidos son embarcados en esta experiencia de la noche a la mañana, sin tiempo de despedidas ni de equipajes, sin demasiada explicación, aunque con abundante difusión.
   Algunos no sobreviven la travesía, transformándose en voces que interpelan por la verdad. A las muchas incertidumbres de esta causa se agrega la incógnita de saber quién financia tanto turismo de encierro.
   Mientras, es una realidad que muchos  familiares de imputados siguen parados frente a la puerta de Tribunales reclamando por una Justicia que también está de viaje.

PEAJES CAROS Y CAMINOS ROTOS

   Es invariable, si tenemos algo de memoria, que con los precios del peaje siempre ocurrió lo mismo: les otorgan aumentos a los concesionarios, que prometen encarar obras de mantenimiento y mejoras, incluyendo las que no se hicieron en los últimos años.
   E invariablemente también para verguenza del empresariado de esa actividad, cuyos capitostes ni siquiera se ponen colorados, esas promesas jamás se cumplen o apelan al viejo recurso del maquillaje vial y profusión de cobertura mediática que para algo pagan fortunas, y todos contentos.
   Todos contentos ellos y los funcionarios del área, que son arrastrados a la inevitable política de la ceguera y el desconocimiento, porque hacen oídos sordos a la necesidad de un control a cargo del ERSEP que parece ha fallecido y por cuenta propia no mueven ni un dedo.
   Cobrar 20 pesos por pasar por un camino que tiene policía caminera solo para controlar las luces encendidas y el cinturón colocado pero nunca desplazarse por las rutas, es un abuso inadmisible, si tomamos en cuenta que las trazas muestran un penoso deterioro, pésima iluminación y falencias en el sistema telefónico para el aviso de accidentes.
   Las riquezas que injustamente embolsan los aprovechados que se hicieron de las concesiones y después cayeron a un estado de amnesia, es una injuria a la sociedad y una estafa a los sostenedores de ese sistema que han privilegiado lo recaudatorio por encima de la calidad de la prestación.
   Los nuevos aumentos en la Red de Accesos a Córdoba aparte de ser inoportunos, representan más de un 20 por ciento agregado a la tarifa.
   Después, cuando la propia ineficiencia, la falta de personal o cualquier otra circunstancia lleva a la liberación de las barreras, se escucha la plañidera queja de los empresarios del ramo, acostumbrados a obtener las ventajas y luego meditar acerca de lo que pueden mejorar en cuanto al servicio.
   Otra vez, el Estado de por medio.
   Si los controles fueran reales y serios como los pliegos mandan, este comentario nunca hubiera salido al aire.

RECRUDECEN LOS ASALTOS DOMICILIARIOS

   No decrece la ola delictiva pese a las motos, los autos, las armas, los teléfonos, los uniformes y la exagerada publicidad que se divulga por una tarea dispersa y sin coordinación, que como se advierte, nació condenada al fracaso.
   Antes era noticia nacional que se registrara un hecho delictivo a 200 metros a la redonda de una comisaría, y ahora a nadie sorprende que los asaltos y los robos se perpetren en la misma cuadra, o a la vista de alguna dependencia policial.
   Y casi me olvido, por lo importante, hay robos en las mismísimas oficinas de la Jefatura de Policía y me comentaron que hasta en el despacho de un comisario hubo faltantes de un arma o de una suma de dinero.
   Me parece que es cierto considerar lo que tantas veces dijimos, por el riesgo de ser acusado de desestabilizar a una institución, pero es necesario repetirlo: si la Policía no limpia la mugre de adentro, es difícil que pueda combatir la mugre de afuera, y a eso lo venimos padeciendo y viéndolo crecer, aunque el ocultamiento de las cifras estadísticas se haya instalado como costumbre en todas las conducciones de la institución azul en los últimos tiempos.
   Es como si se negara la existencia de la tarea preventiva, que es lo más efectivo contra el accionar del hampa, porque hay que demostrarle a la sociedad amenazada que hay más inteligencia en la policía que en la delincuencia.
   El delito se combate con presencia; con rotación de controles, con patrullajes intensivos no tan solo en el centro para que la gente los vea, sino en los barrios y en la periferia más alejada para que los ladrones se sosieguen.
   Y no olvidar al postergado interior de la provincia, porque los cacos cuando los corren de la ciudad se van al campo donde encuentran la impunidad.
   En la capital y provincia adentro hay que perseguirlos y aniquilarlos, o reconocer el fracaso, mandarse a mudar y dejar que el área sea manejada por profesionales que saben.
   Y no por improvisados que remienden.

TRUMP Y CARLOS I DE ANILLACO, UN SOLO CORAZÓN

   La verdad, si lo que uno intenta es evaluar aunque sea epidérmicamente la situación de los Estados Unidos de Norteamérica, lo más probable será la inevitable caída a la banquina del papelón y del fracaso.
   Pero hay algunos indicativos que es bueno tomar en cuenta como para orejear lo que hará este ricachón devenido en presidente, aunque doña Clinton cosechara tres millones de votos más que el colorado.
   Se puede llegar a suponer que no lo alienta la posibilidad cierta de robar porque tiene tanto dinero como para no saber de cuánto es la fortuna que viene acumulando, y servirse de dineros del Estado lo pondría ya demasiado en evidencia.
   Descartado el robo, surge su sentido patriótico visto desde el costado derecho, en su intención de proteger lo nacional, privilegiando entre otros aspectos, el fortalecimiento de la demanda de mano de obra, pero para los nativos.
   Que busque fama, es relativo como intención porque es preferible ser notable por tener fortuna incalculable que por haber hecho acuerdos personalmente provechosos, con otra potencia o en la actividad financiera interna.
   Ese sentido nacional de Donald Trump lo ha llevado a enfrentarse por ahora con un gesto, a la oblicuidad visual de los chinitos que no son pocos ni están lo que se dice desarmados, porque nadie conoce su verdadero arsenal nuclear y se asume un peligro de consecuencias impredecibles.
   Le queda en consecuencia un solo camino: el de gobernar honestamente para todos, sin exclusiones y con alto sentido patriótico que refuerce su compromiso con la sociedad de una de las potencias más poderosas del mundo, tanto en tiempos de paz o si se le ocurriera exportar su violencia, como siempre lo hicieron.
   Lástima el cierre de su discurso, que seguramente puso más que contento a un solo argentino, más aún, riojano, que con tioda razón y por vía diplomática le pedirá cuentas a Trump por haberle plagiado la síntesis de su demagogia.
   Porque el colorado pidió, casi textualmente, que lo acompañaran porque no los iba a defraudar.

   Aunque no lo crean, Carlos Saul I de Anillaco, a su edad,  tuvo un tardío como añorado orgasmo … político.

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