Desgrabación de
los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los
buenos” del 01-01-17, emitido por AM580 Radio Universidad de Córdoba.
POR EL FUTURO QUE ES DE TODOS
Feliz y próspero año nuevo para todos …
Será un año duro, habrá angustias, tendremos carencias, no faltarán los
desmemoriados y apocalípticos agitadores de fantasmas, profetas de fracasos,
agoreros y evocadores de helicópteros, pero nada podrá contra nuestra voluntad,
la actitud de todos, de salir adelante; de seguir peleando, de no bajar los
brazos y de reconquistar nuestra grandeza, esa grandeza de Nación que todos
merecemos y que algunos iluminados siguen negando su responsabilidad de haberla
dilapidado impunemente.
La única manera de recuperarnos es el camino del sacrificio y del
compromiso de todos con la sociedad de la que formamos parte, fortaleciendo el
esfuerzo por encima de las dádivas y del asistencialismo que degradó la
dignidad del trabajador.
Nos hagamos, todos, un firme propósito de prosperidad, porque nadie más
que nosotros somos los artífices del horizonte que enfrentamos y del Destino
que nos aguarda.
Seamos conscientes, todos, que nosotros y nadie más, somos los
responsables del triunfo o del fracaso.
Comienza también para todos un nuevo año, un renovado desafío, otra
encendida perspectiva que deje atrás a la ilusión, premie la paciencia y
derrote al desánimo y a esa enfermiza como pretendida instauración de viejos
miedos por parte de los dueños del fracaso de un modelo.
En ello, todos, dejemos la vida para que las generaciones futuras nos
honren por haber sido -todos- patrióticamente generosos a la hora de la
herencia que recibirán.
Soy Gonio Ferrari, 77 años, auténticamente cordobés, periodista
independiente desde hace 58 años, quien los abraza, a todos y a todas,
fraternalmente en la esperanza.
TRANQUILIDAD DE CONCIENCIA
Tres jornadas antes de expirar el año y como una travesura de eso que le
llaman Destino, el Dia de los Mártires Inocentes la Justicia ordenó el
procesamiento de la Sra. Cristina Fernández Vda. De Kirchner expresidenta de
todos los argentinos disponiendo el embargo preventivo sobre sus bienes, por
una cuantiosa suma de dinero.
Esa es la
frialdad de la noticia que calentó los ánimos tanto en una vereda como en la
otra de esa grieta histórica que todavía no se cierra, ahondando diferencias
entre quienes buscan fortalecer la gobernabilidad y aquellos nostálgicos que no
se resignan a la pérdida del poder que ejercieron a lo largo de más de una
década, para la actual minoría considerada “ganada” y para la mayoría electoral
que consagró a Mauricio Macri, diez años de saqueo.
La Sra. que se definiera como “exitosa abogada” deberá defenderse de las
acusaciones planteadas por el magistrado interviniente, de asociación ilícita
destinada a delinquir por haber conformado un grupo para operar en tal sentido
con otros funcionarios, parientes y amigos, destacándose entre ellos la figura
de un simple y llano cajero de banco que de buenas a primeras y por alguna
curiosa alquimia, se transformó en uno de los empresarios más prósperos y
poderosos del país, beneficiado con la realización de numerosas obras públicas,
primero en la provincia de Santa Cruz y luego a lo largo y lo ancho de la
geografía nacional.
Dicen los
que saben que Lázaro Baez -ya preso- era el socio principal.
Escuetamente planteada la situación, es que
surgen ingredientes que le aportan gravedad jurídica y alto impacto político,
para un análisis que es preferible dejar por una parte para los juristas y por
la otra, a cargo y responsabilidad de los analistas especializados.
Lo que el ciudadano común se plantea son
interrogantes propios de sus ansias por conocer el escenario, lo que ayuda a
elaborar el propio criterio acerca de la situación y de sus eventuales
consecuencias.
Sin embargo, sorprende el nivel de dudas y
descalificaciones que surgen desde las menguadas filas “K”, aunque olviden que
allá por el 2004 el que fuera promovido a Juez, Dr. Julián Ercolini, sobreseyó
velozmente a Néstor y a Cristina en una causa por enriquecimiento ilícito; el
mismo Ercolini cuatro años más tarde y por una denuncia de Lilita Carrió
sobreseyó a Néstor, varios de sus ministros, funcionarios y empresarios
santacruceños, sobre quienes pesaba la dura acusación de asociación ilícita.
Y también
Ercolini manejó una causa y la impulsó hasta llegar a juicio a raíz de la
investigación por el robo de datos de una base de la Anses, hasta que el caso
llegó a manos del inefable
Norberto Oyarbide -quien una vez emérito se transformó en cuartetero- sugestivamente
entendió que la violación de secretos era un delito de instancia privada y
anuló todo el proceso con ese fundamento.
Ercolini
está al menos sospechado de simpatizar con los “K” y una de sus ocupaciones fue
como secretario de la Corte y funcionario de la Oficina Anticorrupción donde
encaró la investigación de fraudes contra el Estado. Y por si nadie lo
recuerda, Ercolini encarceló a Ricardo Jaime en el marco de un expediente
impostergable: la inaudita e irritante adquisición de material ferroviario ya
inservible, a España y Portugal.
No es para pensar ni remotamente que la Sra. intente eludir la acción de la Justicia, por lo que sería altamente improbable que le decretaran la prisión preventiva con lo que saciarían las ansias de barrotes que alientan desde el sector más duro de los seguidores del actual oficialismo gobernante.
No es para pensar ni remotamente que la Sra. intente eludir la acción de la Justicia, por lo que sería altamente improbable que le decretaran la prisión preventiva con lo que saciarían las ansias de barrotes que alientan desde el sector más duro de los seguidores del actual oficialismo gobernante.
Lo que se ha venido ventilando en poco más de un año acerca de la
corrupción estructural a la que fue sometido el país está a la vista y no sería
inteligente pensar en la inocencia absoluta de todos los acusados. La situación
está en manos de la Justicia donde se terminan las especulaciones, los chismes
y el proceso se maneja en base a pruebas, si de excelencia podemos hablar en
cuanto a la independencia de los jueces.
Ella se
cansó de pregonar que está siempre a disposición de la otra señora, esa de la
balanza y los ojos vendados.
Y a la hora
de comparecer y sentarse en el banquillo al que nadie le inspira simpatía,
tendrá las garantías que otorga nuestro sistema democrático. Siendo así, ¿por
qué inquietarse, cuestionar, descalificar y menoscabar al prójimo a diestra y
siniestra incluyendo a los magistrados, si no se ha cometido delito?. No es el
patíbulo.
Porque de
última e íntimamente razonando, el juez más implacable e inapelable en sus
fallos es la propia conciencia.
EL CUADRADO, FOSAS COMUNES Y ANSENUZA
Al terminar cada año y mirar hacia lo que vamos dejando en los depósitos
de la memoria, nos encontramos con cuestiones pendientes que nos vinieron
agobiando y que no terminaron de cerrar el ciclo de su vigencia.
Entre otras tanto o más importantes, citaremos tres casos que bien
podemos considerar simbólicos y que seguramente tienen ya ganado un lugar en la
historia de los cordobeses.
Uno de ellos es el meneado asunto del costoso y casi faraónico hotel de
Ansenuza, cuyo precio jamás llegaremos a conocer con exactitud por las
sucesivas mejoras y arreglos que se le debieron ir incorporando, lo que elevó
su precio real a valores hasta el momento incalculables o al menos prolijamente
escondidos por el poder provincial actual y su antecesor, ambos cultores como
tantas veces dijimos, del “tomala vos,dámela a mí”.
Otro escándalo y no piensen que volveré a recordar el faro sin mar
porque eso directamente carece de goyete, es el del franeleado Camino El
Cuadrado, inaugurado una pila de veces por tramos, mientras se desarrollaba la
campaña preelectoral.
Tan como el tugget fue concebido, que necesariamente había que
clausurarlo cada vez que llovía, o sea que fue un camino turístico reservado a
tiempos de sequía.
¿Cuántas veces debemos los cordobeses multiplicar su valor original?
Le hicieron túneles, afirmaron las banquinas, pusieron piedras
encerradas en tejidos de acero, modificaron su traza y el camino en cuanto a su
calidad no ha dejado de ser una vergonzosa porquería, que a los cordobeses nos
está saliendo demasiado caro.
Y recordemos que aparte de la obligación de ponerlo en valor como
corresponde, está lo otro: saber quiénes fueron los responsables de la
imprevisión que lo transformó en la obra vial más costosa que recordemos.
Y el último tema, es el de los enterramientos y cremaciones clandestinas
que se hicieron en el cementerio San Vicente, episodio que provocó revuelo mediático
hasta que las aguas se calmaron cuando según comentan, intervino el Sindicato
Municipal para frenar la investigación, porque estaban comprometidos varios de
sus afiliados.
Alguna vez, si eso de que la democracia también sirve para movimientos
de limpieza, podremos conocer los detalles de estas tres situaciones y lo más
importante, quienes fueron los responsables de haber llegado a tales escándalos
que ofenden a la sociedad cordobesa.
Ese también debe ser un compromiso de la democracia y de la honestidad.
LA SEGURIDAD PRESIDENCIAL
Cualquier ciudadano conoce que la seguridad personal del Presidente de
la Nación es una delicada cuestión de Estado.
Es por eso que sorprende la liviandad con que a veces se la toma, por lo
general con el afán de instalar una imagen de cercanía con la gente; del
cumplimiento de ese nuevo rito de la “selfie”, de tocarle la mano, darle un
beso o abrazarlo.
Muchos han sido los resultados nefastos de cierta fragilidad en la
custodia, con personajes de la historia universal.
Maurico Macri ya fue víctima de dos o tres episodios, que se conocen, de
algún riesgo en su integridad y el último fue sin dudas el más importante,
cuando desde un grupo de protestones lanzaron piedras contra la camioneta en la
que viajaba, destrozándole un par de vidrios. Sucedió en el Sur.
Los autores del ataque fueron detenidos, les pintaron los dedos y la
justicia se ocupará de ellos en su momento pero con eso no basta, como tampoco
basta con pedir que los condenen, que les apliquen rigor o algunas otras
medidas de castigo.
Lo importante ahora, es replantearse a conciencia los desplazamientos
del primer mandatario, la inteligencia previa y el cometido de la custodia para
evitar la reiteración de esos hechos.
Eso de mezclarse con la gente puede ser muy grato para cualquier
empinado dirigente, pero así pensado y dicho entre nosotros, encierra un cierto
nivel de demagogia, que muchos dirigentes supieron explotar hasta el delirio.
El respeto y el cuidado por la integridad presidencial, debe estar por
encima de esas peligrosas tonteras.
LOS MUNICIPALES Y EL CONFLICTO PERMANENTE
Los últimos escarceos en las diarias batallas entre el sindicato
municipal y las autoridades tuvieron como pretexto la lucha por la
incorporación definitiva de más de un centenar de contratados, para lo cual la
dirigencia del gremio menos sensible a las necesidades vecinales fue
paralizando metódicamente, como siempre, las distintas áreas de la comuna.
Así se fortalece la vigencia del conflicto permanente que es la tenaza
que los gremialistas aprietan en las entrepiernas de los funcionarios
irresolutos, que no le encuentran la vuelta a eso de ejercer su autoridad.
Esto, porque si en nombre del poder suscriben actas que después no
cumplen, ya la culpa no es tanto de los empleados sino de quienes creen que los
dirigen, como creen también que están mejorando la ciudad, si es que para ellos
la ciudad son solo las luminarias, los desagues, el pavimento o las cloacas.
Son muchos los aspectos de la vida cotidiana que se descuidan, con
culpas compartidas de un sector por su angurria y en el otro por la inoperancia
o la falta de cumplimiento al compromiso que preelectoralmente firmaron con la
sociedad.
El pernicioso y estudiado “status” de conflicto permanente es una
perversa manera de presionar a las autoridades y menospreciar al ciudadano, que
no es culpable de la ineptitud de unos ni de la voracidad de los otros.
El vecino contribuyente, en Córdoba, es penosamente dicho, una
permanente víctima de dos contrincantes que viven peleándose, y ambos de alguna
manera tirotean a quien los sostiene.
A unos, con el pago de carísimos impuestos y servicios.
A los otros, con el voto.
LA MEGACAUSA Y UN BRINDIS DE INTENCIONES
En el caso de la causa del Registro de
la Propiedad, para este nuevo año abrigamos la esperanza de lograr una
mejor Justicia, una Justicia sin abusos de prisión preventiva, que honre la
libertad.
Una Justicia sin condenas anticipadas, que
respete la inocencia.
Una Justicia sin comisiones especiales, que
decida con imparcialidad.
Una Justicia sin tergiversaciones, que busque
la verdad.
Una Justicia sin abultados expedientes, que
hable con claridad y transparencia.
Una Justicia sin extorsiones, que proceda
con rectitud.
Una Justicia sin arbitrariedad, que se guíe
por la lógica y el sentido común.
Una Justicia sin opiniones preconcebidas,
que investigue con honestidad.
Una justicia sin íntima convicción, que
resuelva con objetividad.
Una justicia sin privilegios, que juzgue con
equidad.
Una justicia sin intereses, que trabaje con
integridad.
Si el terrorismo se define como una sucesión
de actos de violencia para infundir terror y lograr dominación, los abusos de
prisión, las condenas anticipadas, las comisiones especiales, las tergiversaciones,
las extorsiones, las arbitrariedades, las opiniones previas, las íntimas
convicciones, los privilegios y los intereses, bien encuadran en tal
categoría, aunque provengan del mismísimo Poder judicial.
Estamos aún muy lejos de
la Justicia.
Brindemos, para que con valor y
perseverancia podamos seguir reclamando hasta encontrarla.
REAPARECE “TOTO” COLOMBO EN RADIO UNIVERSIDAD
El
sábado próximo entre las 14 y las 17 por AM580 Radio Universidad de Córdoba,
reaparecerá el locutor y conductor Alejandro “Toto” Colombo, después de más de
tres años de ausencia de los micrófonos. “Sábados informales” es el título de
las entregas, y con ese motivo Gonio Ferrari conversó con este calificado
profesional con más de 30 años de trayectoria en la radiofonía cordobesa. El
audio de esa entrevista puede ser consultado en la sección respectiva, ubicada
en la columna derecha de este blogspot.
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LA MUGRE POLICIAL DEL CORDOBESISMO
Para muchos no
fue tanta la sorpresa enterarse que una gavilla de salteadores domiciliarios
era comandada por un jefe policial, que para colmo tenía a su cargo la
Dirección de Investigaciones de la institución con asiento en la cercana Villa
Allende.
El hampa
metida en la policía no es novedad como tampoco privativa de este gobierno sino
que todos y de cualquier color, en distinta medida, porque ninguno tuvo la
rigidez necesaria a la hora de las incorporaciones que por lo general han sido,
son y seguirán siendo la moneda de pago para cierto nivel de militancia, o el
reconocimiento por favores recibidos.
La policía
nunca dejó de ser “botín de guerra” para los gobernantes, que debieron entrar
en el maligno juego de compartir silencios, esconder hechos gravísimos,
deformar la verdad y dibujar las mañosas estadísticas en el vano intento de
vender una seguridad inexistente, derrotada por la impunidad permitida y
negociada y ese afán enfermizo de intentar meternos en la cabeza que el
creciente reinado de la delincuencia era y es solo una estúpida sensación de
los vecinos miedosos y una exageración de los periodistas .
¿Cuántos
hechos delictivos protagonizados por policías se han conocido en los últimos
años?. Si los números fueran honestos y se abrieran los escondrijos donde se
atesoran ciertos secretos internos, sería una terrorífica revelación para la
ciudadanía, ofendida por esa perversa sociedad que forman ladrones y policías.
Cuando a la
policía -más allá de lo científico y técnico- se la maneja políticamente con
todos los turbios intereses que a veces son parte de la personalidad de los
malos dirigentes, por errores o inacción se consigue llegar a lo que ahora
vivimos los cordobeses: una subversión tal en los valores, que los delincuentes
andan sueltos y los decentes y honestos debemos enclaustrarnos entre rejas.
Lo de barrio
Cofico es sólo una anécdota más dentro de la podredumbre, porque es el
resultado de la incorporación y a veces el ascenso de individuos a quienes se
“les lavó” el prontuario o cuentan con antecedentes descalificadores que no son
tomados en cuenta o se subsanan con un llamado telefónico “desde arriba” y a veces
desde demasiado arriba.
De la policía
entre otros elementos “desaparecen” (robadas o “alquiladas”) armas que luego
son usadas en asaltos y teniendo todos los elementos como para esclarecer esos
hechos perpetrados en la mismísima Jefatura, pasan con el tiempo al olvido,
casi como para empezar de nuevo.
Y empiezan de
nuevo. Y siguen…
¿Algún
resultado? ¿Alguna sanción? Nada que se sepa.
En los últimos
años se ha incorporado con una fuerza atroz y millonaria el elemento droga,
hasta el punto que hay sectores de la ciudad donde sólo ingresan lo que los
narcos consideran “cobanis amigos”. El descarado comercio de sustancias
prohibidas en las narices policiales no es sólo un agravio y un ultraje a la
inteligencia de los vecinos, sino que representa el triunfo de la indemnidad
por encima de la ley y de quienes están para hacerla respetar.
Lo penoso es que muchos buenos policías, honestos y sacrificados
servidores, arriesgan sus vidas en esta lucha desigual que ya la saben perdida
porque esos efectivos también son víctimas del desamparo de las propias
autoridades, que los dejan convivir con el enemigo que viste idénticas ropas
pero con intenciones oprobiosamente opuestas.
La podredumbre ya superó a esa manzana que
consideraban el foco de la criminalidad, de creciente contagio lo que con dolor
corroboramos cada vez que sale a la luz un hecho delictivo que mezcla y
complica a policías en actividad.
Es para rogar
que eso que se comenta que estaría sucediendo en el norte de la Provincia, con
efectivos policiales de alto rango involucrados en secuestros extorsivos, sea
tan patraña como lo que desde la gobernación se empeñan en insistir: que
seguimos padeciendo una sensación.
Toda la razón del mundo para estos conceptos
de Hugo Fóscolo: “En el tiempo de
bárbaras naciones, colgaban de
las cruces los ladrones; pero
ahora en el siglo de las luces, del
pecho del ladrón cuelgan las cruces”.
MILAGRO SALA
La señora Milagro Sala carga en sus espaldas una condena de ejecución
condicional, pero sigue en la cárcel a la espera de otros cinco o más juicios
por causas en las que ha sido involucrada, especialmente por el turbio manejo
de fondos públicos y otra supuestamente por homicidio.
La organización a su cargo, hasta un año atrás sostenida monetariamente
por el gobierno kirchnerista, parece que dejó de asignar cuantiosas sumas
dedicadas a la acción social, para embolsarla en cuentas personales
consolidando fortunas de las que serían beneficiarios Milagro Salas y algunos
otros dirigentes de su corriente, de abierta orientación hacia la izquierda.
Y es precisamente desde ese sector que ha sido severamente cuestionada
por el recordado “Perro” Santillán, activista jujeño de muy buena formación
intelectual, firmeza ideológica y magros depósitos en su cuenta de ahorro.
Santillán dijo entre otras cosas que la señora Milagro instauró el
terror en Jujuy y formó una especie de gobierno provincial paralelo y armado,
con el manejo de enormes cantidades de dinero que le giraban desde la mismísima
presidencia de la Nación.
Reconoció que algo se había hecho, pero que la mayoría de los fondos
tuvieron otros destinos y no los asignados en la prédica de Milagro Sala ni en
los postulados de su organización “Tupac Amarú”.
Muchos organismos se ocuparon de la situación de la Sra. Sala
considerándola presa política, aunque en verdad no se le cuestiona su acción en
beneficio de los pobres y postergados, sino por haberse apropiado de dineros que
estaban asignados a ellos y que jamás vieron en obras u otros beneficios.
Para algunos observadores de la realidad jujeña y conocedores de los
entretelones políticos de esta cuestión, el enfrentamiento de la Sra. Sala y
Santillán, no sería otra cosa que una lucha territorial entre “carteludos”.
Santillán nunca hubiera buscado el apoyo de un organismo internacional
como lo son las Naciones Unidas para que avalara sus posturas, porque
seguramente sospecharía que el lógico pase de factura, lo transformaría en
cómplice, lo que de ninguna manera podía aceptar.
La Sra. Sala, entre tanto, debe aguardar el curso de los otros procesos,
en los que al decir de los entendidos, no tiene para nada asegurada la certeza
de su libertad.
VIENEN LOS REYES MAGOS
El venidero jueves por la noche y en el amanecer del viernes, millones
de criaturas -cada vez de menor edad- van a renovar el rito milenario de la
curiosidad, la inocencia y la espera.
Esa vigilia tensa, nerviosa, sumida en cabeceos de sueño, despertares de
un solo ojo, ansias por el misterio y sospechas por alguna recóndita certeza.
Será la noche en que los mayores escondan más nervios que los pequeños,
por eso de que todos, aunque tengamos más pasado que futuro, guardamos un niño
adentro del alma.
Me viene al recuerdo la noche previa, de juntar el pasto para los
camellos, el balde o la palangana hasta el borde y preparábamos la jarra con
agua para Melchor, Gaspar y Baltasar.
Era el ritual de la fantasía, a sabiendas que tendríamos un despertar de
trompos, fútbol con tientos, autitos Matarazzo o un ovillo de hilo de algodón
para el barrilete.
Ellas, el muñeco malcriado, la pepona, el juego de ludo o el estanciero,
para pelear con los hermanos.
Los tiempos cambiaron.
Las cartas que enviábamos con el pedido, interceptadas por los padres,
eran el camino hacia el milagro.
Ahora que los chicos las mandan por Internet, wasap o mensajes de texto,
desorientan a cualquiera y nos sumergen en una molesta incertidumbre
cibernética: no sabemos si pidieron una laptop, una play, un reproductor de
MP3, un celular satelital o un secreto abono al Canal Venus.
Gracias a Dios y al progreso, muchos de los reyes ahora vienen en 4x4.
La del jueves próximo, será otra vez la noche universal de la magia.
Lo pido por Dios, que a nadie se le vaya a ocurrir destruir en los
esperanzados, ese secreto que fue parte de nuestras lejanas ilusiones.
Si todavía, y no me lo niegue, recordamos haberlos visto a los tres,
entre sueños, entrando y saliendo de casa con sus camellos pisando las
baldosas.
A los Reyes Magos
quiero pedirles un reloj sin agujas ni números, porque unas y otros son
implacables.
La mía no es
vocación de eternidad.
Son mis
ansias de vivir.
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