EL GOBIERNO LLEGA A DESTIEMPO
PARA LIMPIAR LA MUGRE INTERIOR
DE SU POLICÍA LLENA DE PARCHES
Tienen que metérselo en esas duras cabezas
que por momentos muestran una alarmante carencia cerebral, porque de lo
contrario no se entiende que se cansen de tropezar con la misma piedra, cuando
ni siquiera los orangutanes incurren en esa actitud.
La delincuencia les viene ganando “por
afane” y siguen en la soberbia de sostener dos absurdos que de nada sirven:
“que la tienen controlada” y que “en otros lugares del mundo la inseguridad es
igual o mayor que en Córdoba”, lo que a los cordobeses nos importa medio bledo
porque nosotros vivimos aquí y poco nos afecta o beneficia lo que ocurre en Rio
de Janeiro, Brisbane, San Petersburgo, Buenos Aires, Caracas o allá en las
mentadas pudendeces de la lora.
Esa perversa maniobra de vender tranquilidad
escondiendo importantes hechos delictivos nunca dio resultados, porque el “boca
a boca” y las redes sociales con su vértigo son más creíbles y positivos que
los silencios policiales que pretenden apoyar la estúpida creencia que los
hechos, al no divulgarse, es como si no existieran y lo que consiguen es
aumentar en la gente un sentimiento de desamparo y desprotección, basados en
mentiras y en ocultamientos de la realidad.
Todo esto es consecuencia y resultado de una
certeza absoluta demostrada palmariamente: no existe una política integral de
seguridad que parta desde la prevención, porque en Córdoba solo se aplican
remiendos a los remiendos con que parcharon los parches anteriores. Parece un
galimatías pero esa es nuestra diaria vivencia rodeados de sospechas.
La policía dice esmerarse en la lucha contra
el hampa y durante mucho tiempo le restó importancia o no quiso ver la mugre
interna, esa que carcome los cimientos de la credibilidad del ciudadano y lleva
al descubrimiento de casi diarios escándalos en los que están involucrados
efectivos policiales.
¿Los están sancionando y separando? ¿No
sabían acaso toda la porquería que había en desmedro de los sacrificados
hombres y mujeres de azul que obligadamente deben reemplazar con la vergüenza
el íntimo orgullo de vestir ese uniforme? ¿Creyeron acaso que la improvisación,
el apresuramiento, el pago de favores políticos y la estudiada ceguera eran
buenos elementos para aplicar en el reclutamiento de efectivos?
¡Allí tienen -tenemos- los resultados!
¿Ahora qué vendrá? ¡Ya lo sabemos!
La indignación oficial, la promesa de
severidad ante los casos de corrupción interna, bla, bla, bla …
Mientras tanto los cordobeses nos debatimos
en la angustia de sospechar si quien nos está asaltando, arrebatando, cagando a
tiros, robando el auto o allanando es un “caco” o un policía de malos pasos y
peores compañías.
Señores del Gobierno: el mismo signo
político lleva un montón de años al frente de la Provincia y la seguridad jamás
fue controlada. Los funcionarios se limitaron a comprar y comprar (alguien
alguna vez debiera auditar cada precio real) vehículos de todo tipo (recuerden
el papelón de las motos con sidecar) armamento, comunicaciones, tecnología y
todo eso que se fue deteriorando lastimosamente (o que lo robaron) no sirvió
para nada. Nunca se informó sobre el estado real y no disfrazado de la flota y del
equipamiento policial, por ejemplo …
¿Hasta cuándo los cordobeses debemos tolerar
esa ineptitud que nos abruma?
Unos días antes de las próximas elecciones
harán un desfile, mostrarán 100 autos nuevos y presentarán ooootros mil
efectivos y el tontaje los volverá a votar cayendo nuevamente en la trampa de
su mediático y costoso marketing.
Y la rueda sigue girando y no se detendrá
hasta que la decencia triunfe sobre la deshonestidad interior.
Porque vale reiterarlo hasta el hartazgo: si
la Policía no sabe, no puede o no quiere limpiar su mugre interior, será
difícil que pueda terminar con la mugre de afuera.
Gonio Ferrari
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