Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” edición nº 657 emitido en dúplex por AM580 y FM88.5 ambas de Radio Universidad Nacional de Córdoba, el domingo 24 de enero de 2021.
¡Tantas idas y venidas!
LA CUESTIÓN DE LAS VACUNAS
VIENE DEMASIADO MANOSEADA
Es probable, si queremos ser
indulgentes, pensar que todos los desajustes que se vienen cometiendo en
materia de manejo de la pandemia, lo concerniente a las actividades de la
gente, la ciclotimia que va del encierro a la disipación descontrolada y el sainete
en el que las vacunas son principales protagonistas, son el resultado de la
inexperiencia en la atención de una situación virtualmente inédita tanto para
las autoridades como para la población en general.
Es cierto que supimos vivir situaciones parecidas en los últimos tiempos con la poliomielitis, la gripe “A” y el HIV, pero ninguno de esos casos alcanzó la masiva proyección de la peste actual, su duración cercana a cumplir un año y la permanente actualización de las cifras de contagiados y de víctimas fatales, como resultado de la mediatización de una realidad agobiante.
Pasamos de ser al principio lejanos espectadores del drama como si nunca pudiera alcanzarnos, luego cuando fueron cada vez más cercanos y conocidos los afectados empezamos a tomar real conciencia de la situación y el mazazo final sobrevino cuando nos fuimos enterando de cuántos afectos estaban partiendo sin regreso, llevados por el coronavirus.
Nació luego y por imperio de circunstancias el sainete de las vacunas, las especulaciones en cuanto a las demoras por llegar a su aplicación salvadora, con activa participación de varios países y sus ideologías, intereses propios, especulaciones de los laboratorios internacionales y apetencias de quienes negociaban.
Decidieron por nosotros, quienes desde tiempo atrás mostraron determinadas simpatías hacia la izquierda y sin que se cumplieran -al menos públicamente y para conocimiento previo en nuestro país- todas las etapas científicas, desde el poder se optó por el producto ruso dejando de lado, se dijo que momentáneamente, otras alternativas que a medida que cumplían etapas, iban haciendo conocer sus características.
Vino luego el tema logística, los viajes, las negociaciones, las revelaciones de contactos anteriores a través de los cuales quedamos enganchados con los rusos, hasta que finalmente sobrevinieron los pinchazos inaugurales, la determinación de prioridades para todos aquellos vinculados con la salud y la escala descendente en cuanto a quienes serían beneficiarios de la inmunización por cumplir tareas de alto riesgo.
Todo esto en un marco de idas y venidas, anuncios y desmentidos, improvisaciones y remiendos y por encima de todo, la necesidad gubernamental de reinstalar la confianza de la gente en un operativo que de por sí, contiene la obligación de ser exitoso y sin marginaciones.
Y dentro de este panorama de incertidumbres mientras advertimos que en otras geografías la organización de la vacunación es impecable, aquí entre nosotros reaparecieron las diferencias que más allá de lo científico contienen discrepancias ideológicas, enfoques políticos y cuantiosos intereses económicos sin dejar de lado la activación de esa tan argentina usina de rumores, que hasta refería que había con la Sputnik V que nos impusieran, un sobreprecio de 8 dólares por unidad, astronómica cifra con destinatarios inciertos.
Se me ocurre que es la hora de dejar de lado todas esas intrigas, pensar con grandeza y patriotismo, superar los escollos sin dejar heridos ni marginados y aprestarnos a ser destinatarios de la ansiada inmunización con cualquiera de las vacunas, pero que sirva.
Esto no es joda y está en juego aparte de la vida de millones de argentinos, nuestra propia subsistencia como sociedad y como república.
Además y suponiendo que nada tiene que ver con la vacuna rusa que nos impusieran, todo indica que Putín hará instalar en nuestro territorio nacional y popular una base satelital.
No para nosotros. Será para ellos.
¿Será nada más que una inocente coincidencia?
Presenciales, no presenciales,
mixtas…
EL DILEMA ACERCA DE LAS CLASES LO QUE
CONSIGUE ES UNA MAYOR INCERTIDUMBRE
Pareciera que la disyuntiva
oficial acerca de la reanudación o no de las clases escolares ingresa a un
tiempo de definiciones, aunque se vislumbran ya las posiciones adoptadas que
desde el poder es hacerlo y desde el gremio parece que no quieren saber nada.
A lo mejor el mecanismo de la negociación contribuye a zanjar diferencias, aunque en realidad debiera anteponerse ante cualquier argumento, la necesidad imperiosa e impostergable de cortar con la inactividad, por lo nocivo que representa para la mentalidad del alumnado que ya es consciente de haber perdido un año aunque hayan pasado de grado o de curso.
Y eso visto desde el punto de vista parcial pero es obligación del Estado tener presente que ya padecemos un déficit educativo cuyas consecuencias las sufriremos en el mediano y el largo plazo, cuando nos abrume la convicción de haber contribuido a la pérdida de un enorme caudal de aprendizaje, diluído en las borrascosas aguas de las diferencias en este caso absolutamente salvables.
El retraso que significa más allá del aspecto individual, como sociedad, la pérdida de un ciclo lectivo entero y con pespectivas que sean dos, puede llegar a ser una catástrofe de la que tendremos que arrepentirnos.
Quedará asimismo marcada a fuego la diferencia entre los que tienen acceso a modernas tecnologías y aquellos otros, los marginados que por carencias acentuadas en una crisis que muchos se empeñan en negar, jamàs pudieron alcanzar los conocimientos de aquellos que en sus casas tienen tecnología como para ser partícipes de clases no presenciales.
Hay que pensar que también en este escenario están los que comen y los que ayunan; los que se abrigan y los que tienen al frío como compañía de siempre, porque es la escuela pública, a mi modesto entender, la que iguala por presencia a los pudientes con losmarginados.
Quieren desde el poder reabrir las escuelas, y se encuentran ahora en muchos casos con el desolador panorama de las fallas edilicias, de los problemas conexos y olvidan que han tenido casi un año para aprovechar esa contingencia de la pandemia y poner a los edificios escolares en un estado impecable, como jamás debieron dejar de lucir.
Miren… hagan lo que quieran, lo que decidan, lo que les parezca más conveniente y más atinado, pero jamás olviden que hay niños de por medio; que son pequeños pero ya pensantes; que ustedes mismos, desde el poder, los tienen como la reserva de nuestro futuro y los tienen ahora como víctimas de tironeos, diferencias y posturas caprichosas o endurecidas.
Cuando decidan, por un instante dejen de pensar en ustedes, en que este es un año electoral y pongan la mirada y el corazón en los pequeños que estamos fabricando para el reino de la ignorancia.
Y ya que están en el poder, traten de recordar aquellas palabras de Perón, cuando sentenció que en la nueva Argentina, los únicos privilegiados son los niños.
Tal acerto no debe perder vigencia, aunque ahora pasó a ser “eran los niños”…
Ciertos abusos y descontroles
LA TEMPORADA TURÍSTICA TIENE ASEGURADO
SU FRACASO NO TAN SÓLO POR LA PANDEMIA
Iluso aquel que abrigara algo
de optimismo con relación a la temporada turística, más aún en una provincia donde
mucho de su prosperidad depende del poder de gasto de los que nos visitan en
cada verano, pese que nadie por el momento abatió aquel concepto que Córdoba
está siempre de temporada.
La pandemia nos ató los brazos, escondió las mallas, nos hizo olvidar del bronceador y muchos ni siquiera renovaron sus pasaportes porque representaba un gasto inútil para quedarse en su casa.
Los espectáculos teatrales -de alguna manera hay que llamarlos- que aprovechan las sierras para vacacionar barato incluso ya mostraron grietas, las grietas propias del fracaso y tuvieron que meter violines en bolsa y dejar los escenarios, porque las regulaciones en cuanto a protocolos no tienen la sensibilidad que luce la amplitud de los dueños de las boleterías.
La presencia juvenil al principio se retrajo sensiblemente, pero explotó con los primeros soles bronceantes y devino en rebeldía frente a los mandatos de la ciencia preventiva que mandaba guardarse, respetar la distancia social y no dejar el barbijo colgado en alguna percha de su casa, sino considerarlo parte esencial del cuerpo y del respeto por la vida y la salud tanto propia como del prójimo.
Las reuniones clandestinas se multiplicaron al igual que las estadísticas de contagios y se observa al menos para algunos, que la curva de casos fatales tiende a descender.
Dicen los empresarios del ramo que en las sierras cordobesas, número más o número menos, la ocupación llega a un 40 por ciento lo que consideran dentro de la malaria, un hecho auspicioso que si bien no los salva integralmente del desastre, sería como ir perdiendo al fútbol por 6 a 1 y terminar el partido 6 a 5 abajo, pero menos tristes.
De todas maneras el empresariado hotelero, de comidas, de excursiones, de cámping y de todo lo conectado con el turismo, no baja los brazos aunque haya caído en la generalidad de los casos, al error de querer salvar una temporada semi muerta, en escasos 15 días y llevaron los precios a un nivel de abuso incomprensible y en muchos casos impagable.
Los alquileres han llegado a valores alucinantes y eso que estamos ya en los finales de un enero que dentro de todo está siendo pròdigo en buen tiempo y clima saludable. Solo resta que toda la comunidad cordobesa afectada a la atención del turista, entienda que en los negocios se gana, se empata o se pierde y que para cicatrizar ciertas heridas están los dineros que pudieran haber juntado en temporadas brillantes.
Así al menos, cuando pasemos esta terrible pandemia, puedan decir que están heridos, pero que siguen luchando, para que Córdoba siga siendo siempre de temporada.
Megacausa del Registro de la
Propiedad
UN LARGO PROCESO BASTANTE MEZQUINO
EN CUANTO A LA APLICACIÓN DE JUSTICIA
Las curiosidades de la causa
del Registro de la Propiedad de Córdoba recorren el mundo, y han llegado
también al Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la Detención
Arbitraria, organismo creado en 1991 para investigar casos de detenciones
impuestas arbitrariamente, e incompatibles con las normas internacionales
aceptadas por los Estados interesados.
Detenciones en la causa con más de una década y media de vigencia, existen como para hacer dulce. En respuesta a una denuncia recibida, este Grupo de Trabajo, luego de un profundo estudio, emitió un dictámen en el que consideró como arbitrarios la falta de cumplimiento de los plazos legales por parte del Poder Judicial, el encierro en prisión preventiva durante el proceso, la falta de medidas alternativas, la duración de la privación de la libertad y la falta de juicio en un plazo razonable.
Como consecuencia, recomendó al gobierno de la República Argentina disponer la inmediata libertad y reparar el daño material y moral causado por la medida. Sin embargo, sordo al pedido de la idónea entidad, el Poder Judicial cordobés continuó con su conducta, como también lo hizo frente a opiniones, sugerencias y consejos en igual sentido emitidos por otros tantos organismos autorizados en la materia.
Resulta difícil de entender, y nuevamente curioso, este accionar judicial a contramano del derecho y de tantas y trascendentes instituciones que lo representan.
Ya dejaron de ser pozos y baches…
EN CUALQUIER MOMENTO ORGANIZAMOS EN
CÓRDOBA EL FESTIVAL NACIONAL DEL ALJIBE
Las expresiones populares
puestas de manifiesto frente a la existencia, persistencia, aumento de su
tamaño, los daños que ocasiona, la indiferencia que provoca en el poder y el
aprovechamiento publicitario que es su inevitable destino, transforma al bache
callejero en una figura hasta si se quiere popular e inclusive simpática pese a
la desgracia que representa y el vistagordismo con que se lo trata desde donde
debieran hacerlo desaparecer.
Por eso cuando observamos las fotos en los diarios, las imágenes por televisión o escuchamos las menciones radiales, es como si el bache callejero tuviera una fecha de nacimiento, lo que lo hace merecedor a cumplir meses y a veces años de vida.
Para felicidad de los talleres especialistas en elásticos y suspensiones de vehículos desde pesados camiones con acoplados hasta la liviandad de la bici, pasando por toda la extensa gama de autos, bondis, motos y todo elemento que pueda rodar por nuestras calles, existe y siempre existió una curiosa indiferencia hacia la obligación de catalogar al bache como una ofensa urbana; una muestra de indolencia y mucho de desdén por parte de las autoridades municipales.
Bien sabemos que ya casi todo ha sido inventado pero no es tan así y el bombardeo mediático con la tarea de bacheo que viene llevando a cabo la municipalidad de esta ciudad, demuestra que siempre queda algo de nuevo para hacer: en este caso, que el costo de esa publicidad sea más oneroso que la acción que viene declamando, mientras en la ciudad hay pozos veteranos cuyos vecinos vienen rindiendo culto desde tiempos no tan cercanos.
Ya pasaron de moda los actos en que esos vecinos se reunían y celebraban con tortas, papel picado y serpentinas los cumpleaños de cada pozo barrial, o se sacaban fotos “pescando” con una caña a imaginarios peces que nacían, crecían y se reproducían en ciertos baches históricos.
Las inoperancias de administraciones municipales anteriores fueron agravando la situación y el bache pasó a ser estrella dentro de los multitudinarios reclamos de los cordobeses.
Pero los remiendos muchas veces con el apuro se descosen y exhiben su costoso fracaso, demostrando que sólo sirvieron para maquillar la imagen de una ciudad por mucho tiempo descuidada y el bacheo encubría todas las otras fallas estructurales que nos afectan tales como la mugre callejera, el pésimo y costoso servicio de transporte, el caos urbano y otras lindezas.
A la imaginación y creatividad de los cordobeses solo les queda -nos queda- agotados ya los baches que cumplen años o donde se pesca, organizar un festival nacional del aljibe con Córdoba la docta como sede, porque esa es la característica dominante por los cientos de baches desatendidos, a los que todavía rinden culto de adoración los mecánicos de amortiguadores y suspensiones y el rechazo unánime de las compañías de seguros.
Si esta no es la verdad, sepan perdonar este bache en mi percepción de la realidad…
Creciente inseguridad irresuelta
EL HAMPA SIGUE DESAFIANDO A UN PODER
VACILANTE, ADORMECIDO Y DESORIENTADO
No son tiempos de felicidad
funcional los que rodean a la cúpula policial instaurada poco tiempo atrás, en
un intento por salvar la integridad moral de la institución bastardeada por
elementos indeseables que desde el seno de sus filas, conformó bandas de
salteadores y transgresores de la ley al amparo de su condición de servidores
de la sociedad.
Varias han sido las células podridas que en los últimos días mostraron su peligrosa virulencia, a la postre resultaron desarticuladas, pero es como si una pléyade de sucesores estuviera esperando eso para entrar en acción de la misma manera, al margen de las leyes.
Ya suena reiterativo eso de sostener, como lo hemos hecho hasta la saturación desde este mismo espacio, que si la policía no sabe, no quiere o no puede limpiar la mugre interna, será difícil que pueda limpiar la mugre exterior.
Pero así son las cosas, como resultado de políticas equivocadas desde el poder provincial, que afectó a su policía, a nuestra policía, a transformarse en virtual bolsa de trabajo para la militancia y en muchos como resonantes casos, sin el debido rigor a la hora de evaluar las condiciones personales de cada candidato como de la limpieza de sus antecedentes.
La inseguridad reinante y creciente en los últimos días debiera tomarse como lo que es: un mensaje para las autoridades empeñadas con buenas intenciones, de terminar con los elementos nocivos que aún tienen como refugio y garantía de impunidad a la fuerza azul, ofendiendo de esta manera el mandato de una sociedad que necesita recuperar la tranquilidad de sentirse segura, protegida y amparada.
Por lo menos las figuras nuevas no cayeron al error de seguir insistiendo, como se hizo especialmente por parte de los políticos que revistan en el área, de pretender convencernos que vivimos sólo una sensación de inseguridad, cuando el hampa es dueña de buena parte de la ciudad, de día, de noche, en la periferia, en los barrios o en el centro.
La policía raramente llega a tiempo cuando es convocada, muchos de sus efectivos miran hacia otro lado pese a saber quienes, donde, cuándo y a cuánto negocian la droga al menudeo especialmente desde el atardecer de cada viernes hasta el amanecer del lunes siguiente en barrios ya perfectamente identificados con ese negocio criminal.
Comentan que se necesita mayor rigor por parte de la Justicia, pero eso debe aplicarse cuando la policía ha cumplido con la tarea de apresar a los delincuentes y llevarlos ante los escaños a responder por sus conductas.
La tarea preventiva son solo paseos y la ubicación de puestos anunciados, por donde los delincuentes ni siquiera intentan pasar optando por calles marginales y alejadas de toda custodia.
¿Cuándo se terminará la actuación de malos e incorrectos policías? Simplemente cuando se profesionalice la actividad, se tenga celo absoluto en la elección y se dispongan una capacitación real y un adiestramiento previo que no se limite al manejo de armas, sino también al conocimiento de las leyes y sus alcances.
Pero mientras siga siendo un coto de caza para los políticos con lo que pagan favores y acciones, la policía seguirá como está y empeorando, cuando lo que ahora se busca es recuperar la confianza de la sociedad en la institución y en sus hombres.
Los buenos policías están pagando con su decencia por los errores de quienes jamás merecieron usar ese uniforme ni andar por la ciudad con armas e impunidad que la ley les otorga para defender al ciudadano y no para asaltarlo.
Con la simpleza de un ejemplo
EDUARDO GALEANO Y SU PARTICULAR
ENFOQUE CON RELACIÓN A LA CIENCIA
Eduardo Germán María Hughes
Galeano, periodista y escritor uruguayo, nació el 3 de septiembre de 1940 en
Montevideo y está considerado como uno de los escritores más influyentes de la
izquierda latinoamericana y su producción literaria así lo certifica con sus
trabajos más conocidos como lo fueron y lo son aún “Las venas abiertas de
América Latina” y “Memoria del fuego”, que han sido traducidos a más de veinte
idiomas.
Padre de Claudio, de Verónica y de Florencia.
En Montevideo fue jefe de redacción de “Marcha”, un exitoso semanario y director del diario “Epoca”. En nuestro país dirigió la revista “Crisis”, conoció y padeció el exilio hasta que regresó a su patria.
Un cáncer pulmonar lo mató en su ciudad natal el 13 de abril del 2015, cuando contaba con 74 años.
En su “Libro de los abrazos”, que devoro con marcada asiduidad por su sintética ternura, todo lo que dice en su página 80 es un pedido; una especie de clamor en tan sólo nueve palabras que se las digo: “Arránqueme, señora, las ropas y las dudas. Desnúdeme. Desdúdeme”.
El tema ahora es otro, porque recordando y apelando a la maravilla del archivo, es inolvidable lo que manifestara Galeano en ocasión de celebrarse años atrás, un 10 de noviembre, el Día de la Ciencia, a la que se refirió.
Nada mejor que escucharlo…
El audio al que se hace referencia en el comentario precedente es parte del sector correspondiente, ubicado en el extremo superior de la columna de la derecha de este blog.
La dirigencia gremial ¿con la pólvora mojada?
¿RECUERDAN AQUELLO DE LOS SALARIOS POR
LA ESCALERA Y LOS PRECIOS POR EL ASCENSOR?
Suena a complicación insalvable
en los tiempos modernos, esa penosa alternativa que suele afectar a los
movimientos o acciones de reivindicación que necesitan manifestarse más allá de
sus propios límites, cuando se habla con sentido sentencioso, de la pólvora mojada.
Sólo es cuestión de tener un poquito de imaginación para representarse íntimamente esa alternativa en pleno combate por cualquier reclamo, o intención de instaurar cambios tanto en conductas como en determinaciones provenientes del poder.
Una central obrera que de tal se precia la CGT nacional, aparte de ser columna vertebral de un histórico movimiento político argentino, vuelve a caer en ese reiterado fallido de transformarse en algo parecido a una dependencia del poder central, porque acompaña sin chistar medidas que en tiempos de ser oposición rechazaba con una vehemencia que muchas veces conducía a enfrentamientos de lamentables consecuencias.
A la dirigencia cegetista parece inquietarle poco la crítica situación de la economía, el padecimiento de los desocupados, la brutal escalada en los precios, la inflación tan escondida como dibujada, elementos que no muchos años atrás motivaron violentas reacciones tanto de ese organismo rector, como de los sindicatos que la integran, consolidando de esa manera la inequívoca imagen de una corporación de apoyo al gobierno cuando “es del palo” y de oposición a veces salvaje cuando la ideología no es la del que dice ser representante del sector laboral más allá del pensamiento ideológico que lo caracterice.
Aquello que solía ser un distintivo de la época lo de sostener que si no era justicialista, no era trabajador, en estos tiempos se fortalece sólo con advertir una realidad tan cotidiana como innegable: la ceguera y sordera directiva que sepulta en su propia interna, cualquier manifestación popular que pretenda cuestionar a la conducción del país en las críticas instancias que nos vienen angustiando y degradando nuestra propia calidad de vida.
La inestabilidad laboral pareciera no preocupar a los capitostes del que le llaman movimiento obrero, porque un marco de peligrosa indiferencia viene minando tan lenta como poco sutilmente, ese indiscutible principio de autoridad del dirigente con relación a sus bases, para transformar a la CGT en uno de los tantos brazos que de última, representa únicamente a los seguidores de una corriente ideológica y no al conjunto de los trabajadores sin distinción de inclinaciones en aquel sentido.
La combatividad de años atrás ha devenido en evidente mansedumbre, sordera y ceguera que se acentúan tornando aún más peligrosa una situación riesgosamente cercana más a su explosión que a la armonía.
No es cuestión de salir a la calle con el vandalismo anidado en el alma, sino con la responsabilidad de representar a todos los trabajadores en sus instancias más conflictivas, sin distinciones ni discriminaciones partidarias, y no tan solo a los acostumbrados al aplauso por conveniencia.
Así, vulnerando ese criterio, cualquiera es dirigente aunque reconozca hacia adentro, esa verdad de la pólvora mojada…
LA CUESTIÓN DE LAS VACUNAS
VIENE DEMASIADO MANOSEADA
Es cierto que supimos vivir situaciones parecidas en los últimos tiempos con la poliomielitis, la gripe “A” y el HIV, pero ninguno de esos casos alcanzó la masiva proyección de la peste actual, su duración cercana a cumplir un año y la permanente actualización de las cifras de contagiados y de víctimas fatales, como resultado de la mediatización de una realidad agobiante.
Pasamos de ser al principio lejanos espectadores del drama como si nunca pudiera alcanzarnos, luego cuando fueron cada vez más cercanos y conocidos los afectados empezamos a tomar real conciencia de la situación y el mazazo final sobrevino cuando nos fuimos enterando de cuántos afectos estaban partiendo sin regreso, llevados por el coronavirus.
Nació luego y por imperio de circunstancias el sainete de las vacunas, las especulaciones en cuanto a las demoras por llegar a su aplicación salvadora, con activa participación de varios países y sus ideologías, intereses propios, especulaciones de los laboratorios internacionales y apetencias de quienes negociaban.
Decidieron por nosotros, quienes desde tiempo atrás mostraron determinadas simpatías hacia la izquierda y sin que se cumplieran -al menos públicamente y para conocimiento previo en nuestro país- todas las etapas científicas, desde el poder se optó por el producto ruso dejando de lado, se dijo que momentáneamente, otras alternativas que a medida que cumplían etapas, iban haciendo conocer sus características.
Vino luego el tema logística, los viajes, las negociaciones, las revelaciones de contactos anteriores a través de los cuales quedamos enganchados con los rusos, hasta que finalmente sobrevinieron los pinchazos inaugurales, la determinación de prioridades para todos aquellos vinculados con la salud y la escala descendente en cuanto a quienes serían beneficiarios de la inmunización por cumplir tareas de alto riesgo.
Todo esto en un marco de idas y venidas, anuncios y desmentidos, improvisaciones y remiendos y por encima de todo, la necesidad gubernamental de reinstalar la confianza de la gente en un operativo que de por sí, contiene la obligación de ser exitoso y sin marginaciones.
Y dentro de este panorama de incertidumbres mientras advertimos que en otras geografías la organización de la vacunación es impecable, aquí entre nosotros reaparecieron las diferencias que más allá de lo científico contienen discrepancias ideológicas, enfoques políticos y cuantiosos intereses económicos sin dejar de lado la activación de esa tan argentina usina de rumores, que hasta refería que había con la Sputnik V que nos impusieran, un sobreprecio de 8 dólares por unidad, astronómica cifra con destinatarios inciertos.
Se me ocurre que es la hora de dejar de lado todas esas intrigas, pensar con grandeza y patriotismo, superar los escollos sin dejar heridos ni marginados y aprestarnos a ser destinatarios de la ansiada inmunización con cualquiera de las vacunas, pero que sirva.
Esto no es joda y está en juego aparte de la vida de millones de argentinos, nuestra propia subsistencia como sociedad y como república.
Además y suponiendo que nada tiene que ver con la vacuna rusa que nos impusieran, todo indica que Putín hará instalar en nuestro territorio nacional y popular una base satelital.
No para nosotros. Será para ellos.
¿Será nada más que una inocente coincidencia?
EL DILEMA ACERCA DE LAS CLASES LO QUE
CONSIGUE ES UNA MAYOR INCERTIDUMBRE
A lo mejor el mecanismo de la negociación contribuye a zanjar diferencias, aunque en realidad debiera anteponerse ante cualquier argumento, la necesidad imperiosa e impostergable de cortar con la inactividad, por lo nocivo que representa para la mentalidad del alumnado que ya es consciente de haber perdido un año aunque hayan pasado de grado o de curso.
Y eso visto desde el punto de vista parcial pero es obligación del Estado tener presente que ya padecemos un déficit educativo cuyas consecuencias las sufriremos en el mediano y el largo plazo, cuando nos abrume la convicción de haber contribuido a la pérdida de un enorme caudal de aprendizaje, diluído en las borrascosas aguas de las diferencias en este caso absolutamente salvables.
El retraso que significa más allá del aspecto individual, como sociedad, la pérdida de un ciclo lectivo entero y con pespectivas que sean dos, puede llegar a ser una catástrofe de la que tendremos que arrepentirnos.
Quedará asimismo marcada a fuego la diferencia entre los que tienen acceso a modernas tecnologías y aquellos otros, los marginados que por carencias acentuadas en una crisis que muchos se empeñan en negar, jamàs pudieron alcanzar los conocimientos de aquellos que en sus casas tienen tecnología como para ser partícipes de clases no presenciales.
Hay que pensar que también en este escenario están los que comen y los que ayunan; los que se abrigan y los que tienen al frío como compañía de siempre, porque es la escuela pública, a mi modesto entender, la que iguala por presencia a los pudientes con losmarginados.
Quieren desde el poder reabrir las escuelas, y se encuentran ahora en muchos casos con el desolador panorama de las fallas edilicias, de los problemas conexos y olvidan que han tenido casi un año para aprovechar esa contingencia de la pandemia y poner a los edificios escolares en un estado impecable, como jamás debieron dejar de lucir.
Miren… hagan lo que quieran, lo que decidan, lo que les parezca más conveniente y más atinado, pero jamás olviden que hay niños de por medio; que son pequeños pero ya pensantes; que ustedes mismos, desde el poder, los tienen como la reserva de nuestro futuro y los tienen ahora como víctimas de tironeos, diferencias y posturas caprichosas o endurecidas.
Cuando decidan, por un instante dejen de pensar en ustedes, en que este es un año electoral y pongan la mirada y el corazón en los pequeños que estamos fabricando para el reino de la ignorancia.
Y ya que están en el poder, traten de recordar aquellas palabras de Perón, cuando sentenció que en la nueva Argentina, los únicos privilegiados son los niños.
Tal acerto no debe perder vigencia, aunque ahora pasó a ser “eran los niños”…
LA TEMPORADA TURÍSTICA TIENE ASEGURADO
SU FRACASO NO TAN SÓLO POR LA PANDEMIA
La pandemia nos ató los brazos, escondió las mallas, nos hizo olvidar del bronceador y muchos ni siquiera renovaron sus pasaportes porque representaba un gasto inútil para quedarse en su casa.
Los espectáculos teatrales -de alguna manera hay que llamarlos- que aprovechan las sierras para vacacionar barato incluso ya mostraron grietas, las grietas propias del fracaso y tuvieron que meter violines en bolsa y dejar los escenarios, porque las regulaciones en cuanto a protocolos no tienen la sensibilidad que luce la amplitud de los dueños de las boleterías.
La presencia juvenil al principio se retrajo sensiblemente, pero explotó con los primeros soles bronceantes y devino en rebeldía frente a los mandatos de la ciencia preventiva que mandaba guardarse, respetar la distancia social y no dejar el barbijo colgado en alguna percha de su casa, sino considerarlo parte esencial del cuerpo y del respeto por la vida y la salud tanto propia como del prójimo.
Las reuniones clandestinas se multiplicaron al igual que las estadísticas de contagios y se observa al menos para algunos, que la curva de casos fatales tiende a descender.
Dicen los empresarios del ramo que en las sierras cordobesas, número más o número menos, la ocupación llega a un 40 por ciento lo que consideran dentro de la malaria, un hecho auspicioso que si bien no los salva integralmente del desastre, sería como ir perdiendo al fútbol por 6 a 1 y terminar el partido 6 a 5 abajo, pero menos tristes.
De todas maneras el empresariado hotelero, de comidas, de excursiones, de cámping y de todo lo conectado con el turismo, no baja los brazos aunque haya caído en la generalidad de los casos, al error de querer salvar una temporada semi muerta, en escasos 15 días y llevaron los precios a un nivel de abuso incomprensible y en muchos casos impagable.
Los alquileres han llegado a valores alucinantes y eso que estamos ya en los finales de un enero que dentro de todo está siendo pròdigo en buen tiempo y clima saludable. Solo resta que toda la comunidad cordobesa afectada a la atención del turista, entienda que en los negocios se gana, se empata o se pierde y que para cicatrizar ciertas heridas están los dineros que pudieran haber juntado en temporadas brillantes.
Así al menos, cuando pasemos esta terrible pandemia, puedan decir que están heridos, pero que siguen luchando, para que Córdoba siga siendo siempre de temporada.
UN LARGO PROCESO BASTANTE MEZQUINO
EN CUANTO A LA APLICACIÓN DE JUSTICIA
Detenciones en la causa con más de una década y media de vigencia, existen como para hacer dulce. En respuesta a una denuncia recibida, este Grupo de Trabajo, luego de un profundo estudio, emitió un dictámen en el que consideró como arbitrarios la falta de cumplimiento de los plazos legales por parte del Poder Judicial, el encierro en prisión preventiva durante el proceso, la falta de medidas alternativas, la duración de la privación de la libertad y la falta de juicio en un plazo razonable.
Como consecuencia, recomendó al gobierno de la República Argentina disponer la inmediata libertad y reparar el daño material y moral causado por la medida. Sin embargo, sordo al pedido de la idónea entidad, el Poder Judicial cordobés continuó con su conducta, como también lo hizo frente a opiniones, sugerencias y consejos en igual sentido emitidos por otros tantos organismos autorizados en la materia.
Resulta difícil de entender, y nuevamente curioso, este accionar judicial a contramano del derecho y de tantas y trascendentes instituciones que lo representan.
EN CUALQUIER MOMENTO ORGANIZAMOS EN
CÓRDOBA EL FESTIVAL NACIONAL DEL ALJIBE
Por eso cuando observamos las fotos en los diarios, las imágenes por televisión o escuchamos las menciones radiales, es como si el bache callejero tuviera una fecha de nacimiento, lo que lo hace merecedor a cumplir meses y a veces años de vida.
Para felicidad de los talleres especialistas en elásticos y suspensiones de vehículos desde pesados camiones con acoplados hasta la liviandad de la bici, pasando por toda la extensa gama de autos, bondis, motos y todo elemento que pueda rodar por nuestras calles, existe y siempre existió una curiosa indiferencia hacia la obligación de catalogar al bache como una ofensa urbana; una muestra de indolencia y mucho de desdén por parte de las autoridades municipales.
Bien sabemos que ya casi todo ha sido inventado pero no es tan así y el bombardeo mediático con la tarea de bacheo que viene llevando a cabo la municipalidad de esta ciudad, demuestra que siempre queda algo de nuevo para hacer: en este caso, que el costo de esa publicidad sea más oneroso que la acción que viene declamando, mientras en la ciudad hay pozos veteranos cuyos vecinos vienen rindiendo culto desde tiempos no tan cercanos.
Ya pasaron de moda los actos en que esos vecinos se reunían y celebraban con tortas, papel picado y serpentinas los cumpleaños de cada pozo barrial, o se sacaban fotos “pescando” con una caña a imaginarios peces que nacían, crecían y se reproducían en ciertos baches históricos.
Las inoperancias de administraciones municipales anteriores fueron agravando la situación y el bache pasó a ser estrella dentro de los multitudinarios reclamos de los cordobeses.
Pero los remiendos muchas veces con el apuro se descosen y exhiben su costoso fracaso, demostrando que sólo sirvieron para maquillar la imagen de una ciudad por mucho tiempo descuidada y el bacheo encubría todas las otras fallas estructurales que nos afectan tales como la mugre callejera, el pésimo y costoso servicio de transporte, el caos urbano y otras lindezas.
A la imaginación y creatividad de los cordobeses solo les queda -nos queda- agotados ya los baches que cumplen años o donde se pesca, organizar un festival nacional del aljibe con Córdoba la docta como sede, porque esa es la característica dominante por los cientos de baches desatendidos, a los que todavía rinden culto de adoración los mecánicos de amortiguadores y suspensiones y el rechazo unánime de las compañías de seguros.
Si esta no es la verdad, sepan perdonar este bache en mi percepción de la realidad…
EL HAMPA SIGUE DESAFIANDO A UN PODER
VACILANTE, ADORMECIDO Y DESORIENTADO
Varias han sido las células podridas que en los últimos días mostraron su peligrosa virulencia, a la postre resultaron desarticuladas, pero es como si una pléyade de sucesores estuviera esperando eso para entrar en acción de la misma manera, al margen de las leyes.
Ya suena reiterativo eso de sostener, como lo hemos hecho hasta la saturación desde este mismo espacio, que si la policía no sabe, no quiere o no puede limpiar la mugre interna, será difícil que pueda limpiar la mugre exterior.
Pero así son las cosas, como resultado de políticas equivocadas desde el poder provincial, que afectó a su policía, a nuestra policía, a transformarse en virtual bolsa de trabajo para la militancia y en muchos como resonantes casos, sin el debido rigor a la hora de evaluar las condiciones personales de cada candidato como de la limpieza de sus antecedentes.
La inseguridad reinante y creciente en los últimos días debiera tomarse como lo que es: un mensaje para las autoridades empeñadas con buenas intenciones, de terminar con los elementos nocivos que aún tienen como refugio y garantía de impunidad a la fuerza azul, ofendiendo de esta manera el mandato de una sociedad que necesita recuperar la tranquilidad de sentirse segura, protegida y amparada.
Por lo menos las figuras nuevas no cayeron al error de seguir insistiendo, como se hizo especialmente por parte de los políticos que revistan en el área, de pretender convencernos que vivimos sólo una sensación de inseguridad, cuando el hampa es dueña de buena parte de la ciudad, de día, de noche, en la periferia, en los barrios o en el centro.
La policía raramente llega a tiempo cuando es convocada, muchos de sus efectivos miran hacia otro lado pese a saber quienes, donde, cuándo y a cuánto negocian la droga al menudeo especialmente desde el atardecer de cada viernes hasta el amanecer del lunes siguiente en barrios ya perfectamente identificados con ese negocio criminal.
Comentan que se necesita mayor rigor por parte de la Justicia, pero eso debe aplicarse cuando la policía ha cumplido con la tarea de apresar a los delincuentes y llevarlos ante los escaños a responder por sus conductas.
La tarea preventiva son solo paseos y la ubicación de puestos anunciados, por donde los delincuentes ni siquiera intentan pasar optando por calles marginales y alejadas de toda custodia.
¿Cuándo se terminará la actuación de malos e incorrectos policías? Simplemente cuando se profesionalice la actividad, se tenga celo absoluto en la elección y se dispongan una capacitación real y un adiestramiento previo que no se limite al manejo de armas, sino también al conocimiento de las leyes y sus alcances.
Pero mientras siga siendo un coto de caza para los políticos con lo que pagan favores y acciones, la policía seguirá como está y empeorando, cuando lo que ahora se busca es recuperar la confianza de la sociedad en la institución y en sus hombres.
Los buenos policías están pagando con su decencia por los errores de quienes jamás merecieron usar ese uniforme ni andar por la ciudad con armas e impunidad que la ley les otorga para defender al ciudadano y no para asaltarlo.
EDUARDO GALEANO Y SU PARTICULAR
ENFOQUE CON RELACIÓN A LA CIENCIA
Padre de Claudio, de Verónica y de Florencia.
En Montevideo fue jefe de redacción de “Marcha”, un exitoso semanario y director del diario “Epoca”. En nuestro país dirigió la revista “Crisis”, conoció y padeció el exilio hasta que regresó a su patria.
Un cáncer pulmonar lo mató en su ciudad natal el 13 de abril del 2015, cuando contaba con 74 años.
En su “Libro de los abrazos”, que devoro con marcada asiduidad por su sintética ternura, todo lo que dice en su página 80 es un pedido; una especie de clamor en tan sólo nueve palabras que se las digo: “Arránqueme, señora, las ropas y las dudas. Desnúdeme. Desdúdeme”.
El tema ahora es otro, porque recordando y apelando a la maravilla del archivo, es inolvidable lo que manifestara Galeano en ocasión de celebrarse años atrás, un 10 de noviembre, el Día de la Ciencia, a la que se refirió.
Nada mejor que escucharlo…
El audio al que se hace referencia en el comentario precedente es parte del sector correspondiente, ubicado en el extremo superior de la columna de la derecha de este blog.
¿RECUERDAN AQUELLO DE LOS SALARIOS POR
LA ESCALERA Y LOS PRECIOS POR EL ASCENSOR?
Sólo es cuestión de tener un poquito de imaginación para representarse íntimamente esa alternativa en pleno combate por cualquier reclamo, o intención de instaurar cambios tanto en conductas como en determinaciones provenientes del poder.
Una central obrera que de tal se precia la CGT nacional, aparte de ser columna vertebral de un histórico movimiento político argentino, vuelve a caer en ese reiterado fallido de transformarse en algo parecido a una dependencia del poder central, porque acompaña sin chistar medidas que en tiempos de ser oposición rechazaba con una vehemencia que muchas veces conducía a enfrentamientos de lamentables consecuencias.
A la dirigencia cegetista parece inquietarle poco la crítica situación de la economía, el padecimiento de los desocupados, la brutal escalada en los precios, la inflación tan escondida como dibujada, elementos que no muchos años atrás motivaron violentas reacciones tanto de ese organismo rector, como de los sindicatos que la integran, consolidando de esa manera la inequívoca imagen de una corporación de apoyo al gobierno cuando “es del palo” y de oposición a veces salvaje cuando la ideología no es la del que dice ser representante del sector laboral más allá del pensamiento ideológico que lo caracterice.
Aquello que solía ser un distintivo de la época lo de sostener que si no era justicialista, no era trabajador, en estos tiempos se fortalece sólo con advertir una realidad tan cotidiana como innegable: la ceguera y sordera directiva que sepulta en su propia interna, cualquier manifestación popular que pretenda cuestionar a la conducción del país en las críticas instancias que nos vienen angustiando y degradando nuestra propia calidad de vida.
La inestabilidad laboral pareciera no preocupar a los capitostes del que le llaman movimiento obrero, porque un marco de peligrosa indiferencia viene minando tan lenta como poco sutilmente, ese indiscutible principio de autoridad del dirigente con relación a sus bases, para transformar a la CGT en uno de los tantos brazos que de última, representa únicamente a los seguidores de una corriente ideológica y no al conjunto de los trabajadores sin distinción de inclinaciones en aquel sentido.
La combatividad de años atrás ha devenido en evidente mansedumbre, sordera y ceguera que se acentúan tornando aún más peligrosa una situación riesgosamente cercana más a su explosión que a la armonía.
No es cuestión de salir a la calle con el vandalismo anidado en el alma, sino con la responsabilidad de representar a todos los trabajadores en sus instancias más conflictivas, sin distinciones ni discriminaciones partidarias, y no tan solo a los acostumbrados al aplauso por conveniencia.
Así, vulnerando ese criterio, cualquiera es dirigente aunque reconozca hacia adentro, esa verdad de la pólvora mojada…
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