31 de enero de 2021

S.L.B.: LAS VACUNAS VAGAN SIN BRÚJULA - TAXIS, REMISSES Y UBER ¿FRANCA COMPETENCIA? - EL FALSO MÈDICO DE 19 AÑOS QUE RIDICULIZÓ AL SISTEMA - LA MEGACAUSA Y ALGO DE TEATRO - SIGUE DERRAPANDO LA CONDUCCIÓN POLICIAL - FORMOSA AUTÉNTICA Y LA VERSIÓN "MAQUILLADA" - ¿QUÉ SE SABE DE LOS MÉDICOS CUBANOS QUE VINIERON? - HAY QUE TERMINAR CON LOS QUE ESTAFAN A LOS TURISTAS, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del domingo 31/01/21 emitido en dúplex por AM580 y FM88.5 ambas de Radio Universidad Nacional de Córdoba.

Para inquietud y desencanto
MENEADAS VACUNAS ENTRE IMPRECISIONES DE
FECHAS Y FALTA DE BRÚJULAS QUE LAS SITÚEN
 

   A medida que avanzan las estadísticas en el tema de la pandemia y su penetración en nuestro territorio, es para reconocer que en alguna medida y despaciosamente viene en descenso el número de casos fatales, como el nivel de contagiados y la utilización de camas para los pacientes más comprometidos.
   Esa misma tendencia se observó en varios países que luego debieron soportar rebrotes y la llegada de una nueva ola que obligó a renovados confinamientos y al endurecimiento de medidas destinadas al control y neutralización a la repetición de actividades que suponen aglomeraciones.
    El sentido de la imprudencia que caracteriza al ser humano en tiempos de hartazgo, especialmente por encierro, es otro de los factores determinantes de un recrudecimiento en los contagios, emergentes de la no utilización de barbijos, el abuso de reuniones, la displicencia a la hora de los cuidados esenciales y la concurrencia a lugares realmente peligrosos como lo son las playas, las fiestas clandestinas y toda concentración de personas que no se justifique.
   Naturalmente todo ese despilfarro de acciones riesgosas tiene sus consecuencias, por lo general tan penosas como evitables, pero así es la idiosincrasia cuando la mente no se resigna a imposiciones que benefician y se inclina por el desborde y la actitud de mal entendida rebeldía.
   A estas conductas se suma algo peligrosamente parecido a la desorientación desde el poder, fácilmente apreciable por los anuncios efectistas que finalmente se transforman en excusas o pedidos de disculpas sin reconocer las culpas propias que sin dudas existen, porque siempre la responsabilidad de los yerros es ajena, y si es lejana, mejor aún.
   Se manejaron -y ahora se advierte que fue con apresuramiento- cifras demasiado optimistas acerca de la cantidad de vacunas que recibiríamos con cierta normalidad, pero pasaron los días y la realidad nos mostró que los proveedores, rusos en nuestro caso, no alcanzaban a dotarnos de las cantidades comprometidas y se llegó a especular, inluso, que el problema radicaba en la escasez de envases de vidrio, lo que personalmente me sonó a fantasía.
   Despachamos un avionazo para traer no sé cuántos miles de dosis y regresaron con un tercio de lo anunciado, lo que se agrava porque ahora entramos a los tiempos de la segunda aplicación cuando la primera todavía anda a los tropezones y se han dado casos de haberse desperdiciado miles de dosis por interrupción de la cadena de frio.
   Mire… mejor sigamos esperando que los funcionarios metidos en este asunto afinen la puntería, recobren el beneficioso uso de una buena brújula y se recupere todo el tiempo y la energía que se perdieron.
   Porque si esto no es joda para una población abrumada por las privaciones en distintos órdenes, que tampoco lo sea para aquellos que marginan la trascendencia humana y social del problema y gastan su tiempo y el dinero de todos en pelear por posicionarse frente a un año electoral.
   Es hora, señores y señoras, de respetar las angustias y el miedo de una sociedad que pese a ciertas falencias, no tiene otro camino que seguir confiando en ustedes.
 
Taxis, remisses y Uber
ESA MALA COSTUMBRE DE PELEAR POR ENTRAR
Y LUEGO IMPEDIR QUE OTROS  HAGAN LO MISMO
 
   Son parte de la historia chica de los cordobeses las expectativas que rodean a los anuncios oportunamente divulgados desde la Municipalidad de Córdoba, de la puesta en servicio de nuevas chapas para taxis o remisses, hasta el punto que como es lógico, reaviva también esa costumbre de pensar en un eventual padrinazgo político o sindical para obtener alguna ventaja en eso que pese a todo, muchos consideran que depende de un sorteo.
   Todos ansiosos hasta el día en que se conoce la asignación de chapas, que para los taxistas más veteranos significan siempre una exageración al suponer que decaerá la demanda individual, pero el crecimiento demográfico de la ciudad poco a poco va equilibrando los valores y todos están contentos, al menos los beneficiados.
   Pero también sucede otro fenómeno, llamémoslo cultural, que transforma a esos afortunados en severos cuestionadores de nuevos aumentos en la cantidad de chapas, o sea que lo importante es demandar patentes y una vez conseguidas, luchar para que el plantel no siga creciendo.
   No es nuevo eso del lamento de muchos taxistas que sostienen que no es negocio el taxi ni tampoco lo es el remisse, pero no hay argumentos que coherentemente expliquen por qué una chapa de taxi se comercializa a un valor que duplica el del automóvil o más, pese a que eso no está permitido pero hay varias maneras de concretarlo.
   Y como si hiciera falta otro protagonista para fomentar la discordia, apareció el sistema Uber que tiene aceptación, me consta, en otras importantes ciudades del mundo sin que nadie patalee por sus prestaciones.
   Que están subsidiadas por el Estado, que tienen precios preferenciales en otros aspectos, etc. es el argumento de quienes consideran a Uber como competencia desleal, cuando no existe mejor método para el mejoramiento de un servicio, que la competencia y calcule que bueno sería que hubiera otra prestataria del servicio de electricidad, o telefónico, o de cable TV y de otras actividades…
   En fin, la ciudad es para todos aquellos con espíritu laburante en estos tiempos en que es complicado conseguir trabajo y durar gozándolo, y no puede ser un espacio reservado únicamente para aquellos que consiguieron ocupación y no están dispuestos a compartir la torta.
   Es la mejor manera de impulsar una mejoría en los servicios, en el cumplimiento de las prestaciones aunque truene o llueva, en los días feriados o en las fiestas de fin de año cuando taxis y remisses en buen número desaparecen de la escena.
   Con los taxis sólos era una cosa, llegaron los remisses y el asunto mejoró, ninguno se fundió y muchos aumentaron su flota y se me ocurre pensar que disminuyó sensiblemente el número de taxis y remisses clandestinos.
   Esperemos que Uber, si es formalmente autorizado, contribuya a que el servicio siga mejorando.
 
Consecuencias que pueden ser letales
LO DEL FALSO MÉDICO MÁS ALLÁ DE UN DELITO
ES UN SERIO LLAMADO DE ATENCIÓN AL PODER
 
   La verdad, por conversaciones mantenidas en distintos ambientes de la sociedad y hasta por comentarios escuchados al azar, se produjo cierto fenómeno de opiniones acerca del caso de este muchachito de 19 años que por iniciativa y maña propia fue inspector municipal, médico que recetaba medicamentos, que aconsejaba internaciones, firmaba certificados de defunción y en sus ratos libres instruía a fervientes y sacrificados voluntarios en esta tenaz lucha contra el coronavirus.
   En todos los casos de sus magistrales interpretaciones, lo hizo en un escenario oficial, donde se supone que no cualquiera asume ciertos roles de responsabilidad, de manera especial en momentos de pandemia y menos aún nadie se puede convencer que desde un mes atrás, la patraña con sus probanzas en contra haya ingresado a los Tribunales de nuestra Justicia sólo para dormir un sueño de vacaciones o para apolillarse entre el papelerío acumulado en la virtual inacción que se apresta a cumplir un año.
   ¿Es que nadie se avivó que con esa cara de niño era hasta riesgoso pedirle que te pusiera una curita en un cortecito al afeitarte? ¿Nadie puso en duda su condición de galeno frente a una situación de gravedad como puede ser una derivación de un caso de coronavirus a terapia intensiva?
   Son muchas las preguntas que podemos imaginar hubieran desconcertado a cualquier médico formal, que se peló las pestañas varios años hasta que colgó su diploma en el consultorio, porque la pregunta más necesaria por el valor de la respuesta fue y sigue siendo la misma: ¿quién apadrina al mocoso en su aventura? ¿bajo el ala de quién, importante sin dudas, buscò y obtuvo protección en su momento y pesado como ominoso silencio en la actualidad?
   El pibe puede considerarse con justicia como un actor de primera, candidato en escala ascendente a los premios “Carlos” en Carlos Paz, al de Ciudadano ilustre que otorga la municipalidad de Córdoba, a un Martín Fierro Nacional, al Oscar de la Academia de Hollywood y al Nobel de Medicina que tendría la obligación de entregarle la Academia Sueca, aparte de aparecer en la tapa de ese gigantesco libraco de los Record Guinnes.
   Lo digo porque ya perdido desde el momento que le dieron la cana y lo agarraron haciendo pis en la plaza, mostró su otra veta de actuación, con las convulsiones que obligaron a su internación en terapia intensiva de un conocido centro asistencial por unas horas, hasta que decidió por su cuenta mandarse a mudar vivito, sanito y coleando.
   Realmente desconcertante este adolescente, joven y jovato a la vez, que por lo que se aprecia y ahora se conoce, vino madurando con la acelerada ansiedad de los que buscan llegar lejos en el menor tiempo posible.
   Que se sepa no hay acusaciones en su contra, pese a las gravísimas consecuencias que pudieran haber ocasionado sus delirios que algunos con cierto cinismo calificaron como un exceso de voluntad puesta al servicio del prójimo.
   Le pongamos cualquier nombre y calificativo, pero es imperioso conocer lo antes posible y si fuera posible con anterioridad al próximo acto comicial, quién es el padrino o la madrina de Ignacio Nicolás Martìn, ex médico trucho del importante y ejemplar COE y que sea la Justicia la que aplique los correctivos necesarios que se me antojan serán severos, siempre que el caso no se diluya en las conversaciones de bares o en la envidia de algunos mocosos.
   Es para recordar aquel caso del pibe de secundaria que “le vendió” como se dice, de su invención una máquina parlante de servir café a José Manuel de la Sota cuando era gobernador, quien lo recibió en audiencia especial con bombos y platillos, hasta que se descubrió que era sólo un delirio.
   Sólo sería perdonable este médico de juguete, si demuestra que fue una travesura para ver hasta dónde llegaban su talento actoral y los brazos de la Justicia.
 
Registro de la Propiedad de Córdoba
FINAL  DE  LA FERIA  JUDICIAL: VUELVE  A RODAR
LA MEGACAUSA CON SU VIGENCIA CASI TEATRAL
 
   En una obra de teatro protagonizada en las puertas mismas del Palacio de Justicia de la capital cordobesa un Juez vestido de larga túnica negra pregunta a un Fiscal: ¿De qué se acusa a este hombre? A viva voz el Fiscal responde que el acusado ha falsificado documentos en perjuicio de la Provincia. 
   El Juez pregunta entonces, ¿Cuáles son las pruebas? y 
contrariado el Fiscal responde que en realidad no tiene pruebas, pero que eso es debido a la gran habilidad del delincuente para ocultarlas.  
   El Juez insiste: ¿Y cómo sabe que es un delincuente, hay alguien que lo acuse? El Fiscal visiblemente fastidiado replica: ¿Pero no le ve la cara? Por supuesto que hay testigos, pero no se quisieron identificar por miedo a represalias. 
   En ese momento el abogado defensor del acusado levanta su mano para pedir al juez que cite a declarar a esos supuestos testigos, a fin de confrontarlos como marca la ley, pero recibe como contundente respuesta: ¡Eso es Imposible, si nadie sabe quiénes son!
   El Fiscal agrega: Su personalidad indica que es culpable, y aunque no tenemos pruebas, hay grandes indicios, habló por teléfono con sus compañeros de trabajo y además tiene sus números en la agenda de su celular. 
   En entonces que el Juez concluye: Eso es gravísimo, no quedan dudas, es culpable como ha dicho el fiscal, ¡que permanezca en prisión preventiva hasta que lo condenemos en el juicio! Cualquier parecido de la puesta en escena con la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba, bien vale asegurar que no es pura coincidencia.
 
Pese a los cambios, nada cambió ni mejoró
DE  NADA  SIRVE  SEGUIR  CON  EL CAPRICHO DE  NO
INSTAURAR UNA POLÍTICA INTEGRAL DE SEGURIDAD
 
   Un aire esperanzador supo anidársenos en el alma cuando finalmente la situación de la anterior cúpula policial se hizo insostenible ante el crecimiento alocado de la inseguridad, que llevó al gobierno provincial a implementar una “purga” en el más alto nivel de la institución y anunciar la toma de medidas que se calificaron como trascendentes.
   Cambiaron radicalmente hasta el punto de confiar la jefatura a una dama de carrera, con antigüedad suficiente como para lucir las jinetas más encumbradas en momentos complicados especialmente por la escalada protagonizada por malos policías, que aparecieron involucrados en sonados casos delictivos, con lo que la ya deteriorada imagen de estos servidores ante la ciudadanía, se derrumbó hasta un piso pocas veces alcanzado.
   Pero la verdad es que aquella purga a la que hacemos referencia y lo mismo hicieron casi coincidentemente todos los medios periodísticos, no pasó de ser un liviano y casi inofensivo laxante, porque quien tuviera durante mucho tiempo a su cargo la dirección de Recursos Humanos de la Policìa, luciendo ahora la máxima autoridad de la institución azul, poco cambió la peligrosa situación en que viven -vivimos- los cordobeses acosados por una delincuencia que lejos de configurar eso de ser una sensación que se nos pretendió hacer creer, siguió creciendo a ritmo más acelerado.
   Serán los analistas y los sociólogos quienes deban establecer si la escalada ha sido y sigue siendo un mensaje mafioso a las autoridades como marcándoles la cancha, o se debe a la desorientación en la conducción policial que insiste en los remiendos y parches, en lugar de optar por el diseño, la instauración y la puesta en marcha de una política integral de seguridad.
   Está visto que alguna razón existió para la proliferación de casos de policías infieles a sus obligaciones, por la forma y el estilo que existiera de tomar como bolsa de trabajo para la militancia y en pago de favores políticos, a los mecanismos de ingreso a la fuerza y es por eso que se dieron casos de elementos que se supo, tenían deudas pendientes con la justicia y sin embargo lucieron el uniforme y portaron las armas que la sociedad les confía para que nos proteja.
   ¿Es que son tan grandes los compromisos políticos que por lo que se advierte hay intocables? La sociedad cordobesa no merece vivir sobre ascuas, penando por lo que le pudiera suceder a su integridad y a la de sus bienes no sólo en las que rotulaban como zonas rojas, sino en cualquier punto de la ciudad y de la provincia, porque todo ese territorio es ahora, una gigantesca zona pintada con ese color del peligro.
   Agradezcan las autoridades, que un gran porcentaje de delitos no es denunciado porque la gente sabe que no pasarà nada, que la policía tardará en acudir o que no irá jamás y es por eso que hay una enorme cantidad de hechos delictivos que se reiteran al amparo de la impunidad que goza el hampa, mejor organizada que la fuerza que debe atacarla y que goza de presupuesto, equipamiento y tecnología para salir airosa.
   Le doy un solo ejemplo: una industria de Los Boulevares ya fue robada en casi 70… Si! Escuchó bien… en más de 70 ocasiones en que le fueron robando sabe qué? buena parte del techo, para lo que los ladrones debieron trabajar, digamos, varias horas de noche con apoyo de camiones y por allí no pasó nunca un patrullero. Roguemos que las cosas cambien, que la nueva cúpula afine la puntería y que no siga empleando balas de fogueo, por llamarle así a uno que otro éxito en la lucha contra la delincuencia, porque son los malvivientes a costa de nuestra tranquilidad y de la vida misma, quienes vienen ganando la batalla.
   Y para nuestra Policía, que otrora fuera modelo, no deja de ser un baldón, un descrédito, muy parecido a la vergüenza.
 
El “mimado presidencial” en la cuerda floja
DOS FORMOSA: LA REAL  QUE VIO  EL MUNDO
Y LA OTRA, ESCENOGRAFÍA PARA UNA VISITA
 
   Tiempo atrás, no hace tanto, el Sr. Presidente de la nación definió al sempiterno gobernador de Formosa, don Gildo Insfran, como un ejemplo por la gestión al frente de esa provincia de nuestro norte, caracterizada en ciertas ocasiones por permitir el traslado de numerosos beneficiarios de subsidios argentinos, provenientes de Paraguay, para sufragar en elecciones dentro de nuestro territorio nacional.
   Ultimamente fue escenario esa provincia de hechos lamentables, como lo fue la muerte de un ciudadano a quien se le impidiera llegar al hospital donde agonizaba un familiar y el desdichado murió ahogado junto con su pequeña hija al intentar cruzar un rio fronterizo para llegar a Formosa.
   En fin, pueden ser sólo simples detalles, pero que desnudan lo que no es tan plausible de una gestión, como el empecinamiento en doblegar por el temor a una sociedad tan merecedora de libertad como cualquiera de nuestro territorio.
  Y más recientemente se hablaba de flagrantes violaciones a los derechos humanos, que fueran andamiaje casi primordial en las campañas proselitistas del partido ahora gobernante, en nombre del encierro que imponía la pandemia y la lucha por controlarla.
   Manifestaciones hubo a granel, siempre desoídas o minimizadas, mientras su gobernador cumplía algo así como dos décadas al frente de la provincia, si bien sustentadas en elecciones libres, son por todos los formoseños conocidos los métodos propagandísticos y de los otros, para lograr ese objetivo.
   Es uno de los ejemplos de la práctica del nepotismo, de lo que ya pocos se escandalizan por haberse transformado en una costumbre.
   El tema fue que al movilizarse la oposición en el sentido de exigir la liberación de decenas de ciudadanos confinados a un encierro indigno y propio de campos de refugiados en otras geografías, desde el poder central que es donde atiende Dios, se vino anunciando con varios días de anticipación que una autoridad nacional en materia de derechos humanos visitaría Formosa.
   La intención de los dirigentes políticos, era evaluar aquello que en la opinión pública no tan sólo nacional sino que trascendió nuestros límites, configuraba una flagrante violación de aquellos elevados conceptos.
   Y efectivamente era como para sospechar que quienes burlaban esos derechos tenían una semana para modificar el escenario y pasar a ser, como sostenía Videla durante el desgobierno militar, que éramos derechos y humanos.
   Para qué seguir abundando en detalles si a esta penosa historia ya la conocemos, como no ignoramos que la ofensa a los derechos humanos en Formosa se practicó virtualmente como política de Estado.
   Lo importante es que la oposición, si existe realmente como tal, reclame ante la Justicia un pronto esclarecimiento de la situación acopiando documentación fílmica y testimonial, como para pedir la intervención de organismos internacionales que si, luchan por el respeto a los derechos humanos.
   Y que no sean solo para el floreo y el enriquecimiento patrimonial de los vivillos de siempre…
 
Tuvieron notoriedad y luego silencio…
EN NUESTRO COMPLEJO PANORAMA SANITARIO ¿SE
CONOCE EL DESTINO DE LOS “MÉDICOS” CUBANOS?
 
   No es necesario que nos remontemos a demasiado tiempo precedente, para recordar las reacciones que generó esa noticia que el gobierno argentino había decidido contratar a un medio millar de médicos cubanos para trabajar en nuestro país, desde los primeros tiempos de la gestión del Dr. Fernández si no me equivoco.
   No recuerdo bien si se estableció algún mecanismo de control de la profesionalidad y antecedentes de quienes vendrían a nuestro territorio, como se acostumbra y es obligación cumplir en cualquier otro país, en caso de extranjeros y más aún tratándose de quienes están vinculados con la salud.
   La cuestión fue que llegaron varios contingentes, todos haciendo gala a su arribo de su elevada ideologización portando estandartes con su bandera y retratos de Fidel Castro y algunos del Che Guevara.
   No faltaron los desubicados que aseguraban que esos médicos venían como parte de un convenio que en su momento habría suscripto la actual Sra. Vicepresidente en uno de sus reiteradas incursiones por aquella isla socialista conocida también como el gran lagarto verde.
   La cuestión fue que poco a poco la inquietud de la gente se fue diluyendo, como también tuvo destino de incertidumbre la actual situación de aquellos médicos, a quienes desde algunos sectores reaccionarios, según referentes del kirchnerismo, consideraban más que médicos, como expertos en explosivos, en armamento avanzado y en organización de resistencias populares.
   El tema es que hasta el momento pocos se han ocupado de investigar a dónde fueron a parar esos médicos si es que lo eran o lo son, si revalidaron títulos o fueron simplemente precursores y ejemplo para algunos delirantes con el metejón de sentirse útiles aunque fuera a través de la mentira.
   Y no es un invento: pocas horas atrás, tuvimos entre nosotros un ejemplo autóctono …
 
Si al visitante hay que mimarlo…
ALGUNA VEZ HAY QUE  TERMINAR  CON LOS
ESTAFADORES QUE ESPANTAN AL TURISMO
 
   Suelen sostener los entendidos que la mejor publicidad que se puede hacer de un lugar turístico es esa que le llaman de “boca en boca” o boca a boca que es la transmisión de experiencias vividas en algún lugar de vacaciones o de paso, a un prójimo cercano o no.
   En consecuencia, se trata de haberlo pasado bien, de estar feliz y contento, satisfecho con el viaje y chocho con la estadía, el trato recibido, la belleza de los paisajes, la cordialidad de los lugareños y la buena atención a la hora de comer.
   De los espectáculos ni hablemos porque cuando la mediocridad es lo que sobresale, es inútil caer en la condescendencia de mentir que eran pasables cuando realmente poco valían o eran el pretexto de ciertos artistas que se conforman con pasar sus vacaciones con el menor gasto posible.
   Por eso, cuando una persona a la que mucho quiero, me comentaba ayer que si le ocurría lo que a ese turista que por una cena de tres personas le cobraron cerca de 9.000 pesos en un comedero serrano, se negaría a pagar y le sugeriría al dueño  del comercio que llamara a la policía para se lo llevaran en cana por ladrón al propietario del exageradamente llamado restó.
   Para colmo en lugar de factura le dieron un papel pedorro, de esos que en las librerìas te venden por talonario donde dice que no es válido como factura, donde le cobran, por ejemplo, una soda 190 pesos, dos porciones de cabrito casi 4 lucas y hasta el hielo para la bebida, se lo cotizaron a 50 pesos.
   Resumiendo, si el intendente de La Falda que es donde me comentaron ese abuso, no quiere proteger a los visitantes, es cuestión suya, aunque no creo que su población lo aplauda porque el 90 por ciento vive de los turistas.
   El tema es agarrar a ese comerciante, darle un buen tirón, digamos de orejas para no caer en la escatología, buscar al cliente afanado, pedirle disculpas e invitarlo sin cargo a una cena como la gente por cuenta del intendente y a pagar con el multón que merece pagar el choro.
   No es posible que por los avivados de siempre, seamos parte de esta tendencia actual de muchos vivos que pretenden recuperar lo no ganado en tres meses, en escasos quince días.
   De esa manera estaremos rescatando esa obligación que impone mimar al turista, porque es el que volverá en la temporada siguiente.
   En este caso, seguramente el afectado estará rogando que quien le robó con pretendida elegancia, se funda y deje de joder gente.
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NOTA DE REDACCIÓN: Cabe aclarar que erradamente se comentó que el episodio había sucedido en un comercio de La Falda, lo que es inexacto, dado que ocurrió en un local gastronómico de Huerta Grande. Se piden las disculpas del caso.
Gonio Ferrari
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