27 de junio de 2021

S.L.B.: CADA DÍA, MAYOR CONFUSIÓN CON LAS VACUNAS - DICEN QUE EN SANTIAGO DEL ESTERO HAY QUE PAGARLAS JUNTO CON LA LUZ- LA JEFA DE POLICÍA REAPARECIÓ EN UN EXITOSO PROCEDIMIENTO – DEMASIADOS COMERCIANTES APROVECHADOS Y VENTAJEROS - LA MEGACAUSA DEL REGISTRO Y ALICIA, LA DEL PAÍS DE LAS MARAVILLAS - CARLOS GARDEL EN EL CARIÑOSO RECUERDO - ALGUIEN DEBIÓ ACTUALIZAR AL SR. PRESIDENTE - HAY OTRA BRECHA, LA QUE SEPARA POR EL NÚMERO DE MUERTOS, etc

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” del 27/06/21 emitido en dúplex por la AM580 y la FM88.5 ambas dependientes de Radio Universidad Nacional de Córdoba.

Persisten ciertas dudas
EL PANORAMA VACUNATORIO ES COMPLEJO POR LA
DIVERSIDAD  EN LA  INFORMACIÓN A LA CIUDADANÍA
 
   Es alarmante ver crecer inusitadamente las estadísticas en cuanto a contagios, internaciones, colapso de las terapias intensivas, demora en la distribución de vacunas, tardanzas por encima de lo oportunamente anunciado de las segundas dosis y esa permanente amenaza, ominosa por los desconocidos alcances que pudiera tener, de la temida tercera ola por la que ahora estamos transitando dentro de la pandemia.
   Es cierto y alentador que algunos parámetros se han regularizado pero subsiste en la gente esa otra impresión, negativa en este caso, que devalúa todos los esfuerzos que se hacen en las negociaciones, en esa eterna puja de ésta sí y esta no, en ésta que sirve y en aquella que es dudosa, pero la ciudadanía padece para colmo un mal que debiera ser incorporado como elemento de lo que nos aqueja desde un año y medio atrás: la diversidad de información en torno de las inmunizaciones con todo lo negativo que ello encierra porque no son momentos para tolerar más equivocaciones, improvisaciones ni remiendos.
   El mal sigue avanzando y en su maligno desarrollo viene superando a las más alentadoras intenciones de todos aquellos involucrados en la lucha por superarlo, y me refiero a las autoridades y a los más cercanos y expuestos al drama como lo son desde los médicos hasta el último de los camilleros pasando por todos los integrantes de los equipos de salud, ejemplo que sin dudas alcanzarán con justicia su lugar en la historia.
   Naturalmente en situaciones tan complejas encontraremos de todo, aparte de lo bueno y positivo, como lo son el manejo político de la situación que aunque se lo niegue lo percibimos; los poderosos intereses económicos que están en juego, los componentes ideológicos según el origen de cada ampolla inmunizante y tantos otros factores que condicionan y a veces limitan una acción humanitaria que sólo persigue, en el macroescenario, la salvación de la Humanidad.
   Uno de los detalles más salientes, es la diversidad de informaciones que se echan a rodar que en lugar de aportar claridad a una situación tan angustiante como la que vivimos, acrecienta los temores y empujan a la desesperanza, como por ejemplo es necesario reclamar coincidencia científica, en cuanto a la duración real de la inmunización entre la primera dosis y la segunda, porque si hay detalles difusos, el que acabo de mencionar es el de mayor trascendencia al menos para la gente.
   Tantos viajes entre nuestro país y Rusia que en su momento despertaron lógicas expectativas, que se fueron diluyendo al advertir que los regresos se hacían con cargas limitadas, a lo que luego hay que agregarle una logística no del todo exitosa pero sí efectista en cuanto a una exagerada difusión marketinera, mientras miles y miles de argentinos esperan la inoculación definitiva con muchos plazos que superan tres meses y más desde la primera.
   Lamentamos y sufrimos por casi 92 mil muertos desde marzo del año pasado y por la contundente simpleza de las matemáticas, vemos con espanto que podemos sintetizar la gravedad de la situación con sólo hacer números, para llegar a que estamos sabiendo que en promedio y por Covid, parten sin regreso 202 personas por día y no llegamos a la ansiada meseta y cuando dicen que estamos allí, los números se aquietan en una altura que no desciende.
   Roguemos que la situación mejore, que las tratativas por conseguir esta marca o aquella terminen bien y de una buena vez, que se pasen por alto los poderosos intereses económicos que están en danza y se haga prevalecer el bien común sin colores políticos o prebendas ideológicas, que todos los casos de privilegios que aún existen y trascienden sean un mal recuerdo y que pensemos con grandeza como si las miserias humanas no existieran ni tuvieran vigencia.
   Por caso, es bueno conocer, saber y confirmar que en Santiago del Estero a la vacuna la cobran y llega como parte de la boleta por consumo de energía eléctrica, de acuerdo con algunos trascendidos, aunque con una ventaja: parece que el estado provincial la cobra en cuotas…
   Suponiendo que tal situación será verificada y superada desde el gobierno de esa provincia, roguemos que prevalezca ese postulado de Kafka, cuando sentenció que aunque la salvación no venga, quiero ser digno de ella en todo momento.
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Minutos después de este comentario tuvimos acceso a una denuncia pública que formulara una ciudadana de La Banda, provincia de Santiago del Estero, quien mostraba el cedulón respectivo a la TV lugareña, donde aparecía el cobro detallado de la vacuna. El audio de esa intervención puede ser consultado en el sector respectivo, parte superior de la columna ubicada a la derecha de este blog.
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Hay silencios superiores…
LA AUTORIDAD  POLICIAL  NO  DEBE MOSTRARSE
SOLAMENTE EN LOS PROCEDIMIENTOS EXITOSOS
 
   Todavía queda en la gente una especie de resabio en cuanto a la insensibilidad gubernamental desde aquel penoso episodio en que un muchacho joven con toda una vida por delante, fue vilmente asesinado por un policía que de ninguna manera podía andar por la calle y menos aún armado, ya que tenía pesadas cuentas que rendir ante la justicia por su mala conducta dentro de la fuerza azul.
   Pero ocurrió eso, hubo asimismo otras alternativas que agravaron la situación de varios efectivos, se cometió la absurda torpeza de pretender instalar en la sociedad el pretexto de un proceder incorrecto por parte de la vìctima y de sus amigos, llegando al hecho de disfrazar la escena del crimen, plantar un arma como si el muchacho hubiera baleado a la autoridad y luego esa casi invisible cadena de encubrimientos que pasan a ser complicidades, cuando sus autores se escudan en la autoridad que les confiere el Estado para proteger y no para delinquir.
   La patraña salió a la luz y desnudó asimismo una serie de irregularidades en la propia conducción de la fuerza, lo que a su vez derivó en lo que se calificó como una severa purga cuando en realidad se trató de un simple laxante.
   En aquella ocasión fue notorio y a la vez repudiado por la sociedad, el silencio de las autoridades y si mal no recuerdo, la Jefa de Policía la recibió o conversó con la madre de la víctima, el joven Blas Correa, pero nadie de más arriba o sea ministerio de Seguridad -que no existe- o ministro de Gobierno y ni pensar en el gobernador, se ocuparon de contener a los familiares de Blas pese a las manifestaciones públicas que colmaron las calles cordobesas reclamando justicia más allá de los olvidos que se procuraban imponer.
   Así las cosas, hubo medidas suaves pero no se logró la recuperación de la seguridad ciudadana ni el encausamiento de la gestión policial, muchos de cuyos integrantes aparecieron envueltos en graves delitos sin que se conozca que en la medida de lo correcto y aconsejable, se hubieran aplicado sanciones ejemplificadoras ni “renuncias sugeridas”.
   Días atrás y gracias a un hecho fortuito, una patrulla policial logró detectar una mayúscula intención de desembarcar en Córdoba una importante partida de marihuana, que era transportada en un camión procedente del norte del país, con seguro destino a su distribución aquí y eventualmente en otras provincias.  
   Hasta el momento, nadie señaló que se hubiera tratado del resultado de una investigación para llegar al hallazgo de ese importante cargamento, que circuló sin tropiezos por la mitad de la geografía argentina sin ser detectado.
   Y allí si, ante el éxito, apareció la titular de la fuerza policial para atender a las cámaras, los micrófonos y los grabadores del periodismo, ocasión en la que lució su habilidad comunicacional que no se le vió en situaciones que debió tener presencia y no la tuvo.
   Es para entender que a veces existe ese argumento de “las órdenes de arriba” que por lo general y para la percepción de la gente, es solo el acatamiento de aquello que se dio en llamar “obediencia debida”.
   Uno comprende ciertas situaciones por aquello de la verticalidad del poder, pero hay razones humanitarias que debieran estar por encima de todo interés político en situaciones tan especiales como aquella en la que resultara inocente víctima un muchacho correcto, pero para el márketing necesario para limpiar sólo un cachito así la mala imagen policial, se aplicó para el lógico desborde mediático, la presencia de la autoridad máxima de la fuerza en el hallazgo casi fortuito de un cargamento ilegal.
 
Los ventajeros de siempre
HORA DE TERMINAR CON LOS ABUSOS
DE COMERCIANTES INESCRUPULOSOS
 
   Apelando a la elevada literatura y pensando en ciertas costumbres que han venido aplicando y fortaleciendo algunos malos comerciantes, es para tomar en cuenta lo que escribiera Antonio Machado, algo así como “El amor, amigo, pasó por tu casa. Pasó por tu puerta, dos veces no pasa”.
   Y es claro… y esto viene a cuento de las ayudas que el Estado viene brindando a ciertos sectores de la actividad ciudadana, para contribuir a paliar las consecuencias y los efectos de la pandemia que retrae ventas, limita compras y condiciona todo, absolutamente todo lo concerniente a la vida cotidiana.
   Otorga partidas de dinero con el formato, entre otros de complemento para el pago de sueldos, a las empresas que demuestran un camino hacia el quebranto, o al menos una notoria caída en los volúmenes de lo que vende, para lo cual existen mecanismos de control a través de las declaraciones juradas, y supongo que algunas otras exigencias como para adecentar el procedimiento y que los vivillos de siempre no se beneficien injustamente, con dineros que por la vía de los impuestos, aportamos todos.
   Pero antes de seguir con esa cuestión y antes de olvidarme, quiero aludir a las grandes empresas, especialmente automotrices, que a mi entender se están abusando especialmente con sus ventas a través de los autoplanes, porque aplican en las cuotas mensuales aumentos realmente y sin exagerar, que pueden ser tomados como alevosos teniendo en cuenta los tiempos críticos que estamos viviendo.
   Es de suponer que las autoridades deben poner el acento en controlar esos desmadres tan perjudiciales para las economías incluyendo las hogareñas, sin dejar de lado los abusos que muchos comerciantes cometen en las ventas con tarjetas de crédito, recargando los precios descaradamente.    
   Y conversando casualmente con un conocido de una provincia sureña que me comentaba los problemas que tenía para sostener su empresa, me sorprendió por la creatividad que muchos tienen para servirse de beneficios que merecen los necesitados, no los que de la pandemia hasta son capaces de obtener beneficios, salvo los fabricantes de barbijos, productores de alcohol en gel o laboratorios de medicamentos.
   Y fue muy simple al explicármelo volviendo a lo anterior, y siguiendo las reflexiones de mi amigo: realmente si le creyera punto por punto su confesión, es para pensar en casi un delito contra el Estado en este caso benefactor, porque me comentó que en su empresa no asientan todas las ventas, para así justificar la merma que es lo que lleva a obtener ayuda subsidiaria para el pago de salarios a su personal.
   Así son las cosas en este país de los pícaros que se viven rascando hacia adentro aunque la urticaria sea para el resto de la gente, resulta que los beneficiarios de esa ayuda no son quienes la necesitan, sino los que se avivan de joder tanto al fisco como a sus compatriotas.
   Esos si, que merecen más allá de la repulsa, lo que solía hacer Perón frente a los agiotistas y aprovechados: les cerraba los negocios y si eran extranjeros, los expulsaba del país.
   No estaría mal, en defensa de la honestidad comercial,  volver a esas drásticas medidas, ¿no le parece?
 
Registro de la Propiedad
LA  MEGACAUSA CON DESTINO DE ETERNIDAD
NO PIERDE VIGENCIA FRENTE A TANTOS AÑOS
 
   ¡Que el jurado considere su veredicto! ordenó el Rey. 
   ¡No! ¡No! protestó la Reina. Primero la sentencia, después el veredicto.
   ¡Cuánta tontería! exclamó Alicia alzando la voz. ¡A quién se le ocurre que la sentencia se pronuncie antes! 
   El texto no es caprichoso ni parte de un libreto teatral, sino que pertenece al libro “Alicia en el país de las maravillas”, y cualquier buen observador podría responder que se le ocurre a la comisión del Poder Judicial de Córdoba a cargo de la causa del Registro de la Propiedad.   
   Y cómo no, si la mayoría de los imputados, pese a ser trabajadores comunes, sin ningún antecedente, fueron encarcelados durante años en prisión preventiva sin ser juzgados, algunos llegaron al juicio con la condena cumplida, otros murieron y jamás tendrán veredicto, tal como pide la reina. 
   Pero los tiempos de la monarquía terminaron y desde hace muchísimo el derecho consagró el principio de inocencia que, garantizado por nuestra Constitución, prohíbe penar antes de juzgar. 
   En el reclamo contra este encierro sistemático los damnificados llegaron a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que se expidió expresando que la prisión preventiva dictada no se ajusta a los requerimientos constitucionales y no respeta la Convención Americana de Derechos Humanos, que establece que nadie puede ser sometido a detención o encarcelamiento arbitrarios.    
   Agrega el fallo que el tiempo excesivo de prisión preventiva equivale a tratarlos como condenados, pese a ser inocentes hasta pasar por un juicio. 
   ¡Cuánta razón tiene Alicia!  Suponemos que el Tribunal de Córdoba también lo sabe,
   ¿Cuál será entonces el motivo de tanta cárcel?
 
Eternamente indiscutible
HAN PASADO ¡86 AÑOS! DE AQUELLA TRAGEDIA
EN MEDELLÍN QUE SILENCIÓ A CARLOS GARDEL
 
   Si le gustaban los “burros”, las bochas o la pelota vasca es secundario. Si nació en Toulouse, en Tacuarembó o en Buenos Aires, son discusiones estériles o impropias con relación a la vida del Morocho del Abasto. 
   Asumiendo en algunos casos con saña el triste papel de carroñeros de la historia, no faltan aquellos que al aproximarse cada 24 de junio sacan a relucir la miseria de sus dudas con relación a muchos aspectos de la vida de Carlos Gardel. Después de pasearse por la intimidad de sus relaciones amorosas, no han trepidado en maltratar su memoria hasta llevarla al lodo de la injuria nacida de la ignorancia y en la práctica de esa malsana costumbre del vedetismo periodístico o literario. Como si buscaran encontrar la cuadratura del círculo o establecer el sexo de los ángeles, se lanzan a la quirúrgica y utópica tarea de encontrarle la quinta pata al gato.
   Mucho espacio se ha dilapidado en implantar sospechas sobre la escolaridad del Zorzal, en un maratón de versiones, tardía exhibición de documentación apócrifa o inciertos testimonios más hipotéticos aún. Otro tanto sucede con diversos aspectos de su vida, sus relaciones comerciales, la calidad de sus amigos, sus inclinaciones deportivas o especulaciones y chismografía acerca del entrañable cariño que profesaba a doña Berta, su mamá.
   Es valioso e innegable que el tiempo y el fundamento de muchas fuentes contribuyen a que la historia gardeliana se nutra de anécdotas y otros hechos relevantes, que con el paso de los años van pintando y haciendo conocer detalles inéditos de una existencia vertiginosa que transcurriera entre viajes, desarraigos, regresos y nocturnidad, todo ello rodeado del éxito y la admiración.
   Los documentos de calificada e inequívoca seriedad que nutren y testimonian su biografía, lo emparentan aún más con la epopeya y lo consolidan en su genuina condición de mito y leyenda.
   Nadie tiene derecho a profanar su recuerdo ni su memoria.
   Porque hay una sola verdad:
   Gardel no es francés.
   Gardel no es uruguayo.
   Gardel no es argentino.
   Carlos Gardel, el Zorzal, el Morocho del Abasto, es universal.
   Hay contados casos, como el de Carlitos Gardel, que un mortal ha derrotado a los relojes.


 
Presidente de la Nación
PRIMERA  VISITA OFICIAL, BUEN MECANISMO PARA
DESNUDAR EL DESCONOCIMIENTO DE LA HISTORIA
 
   Cuando uno tiene más o menos algo de experiencia en coberturas periodísticas en las que los principales protagonistas de las ceremonias o actos son altas personalidades, se abriga la casi certeza que a la hora de los discursos aquellos que presiden el encuentro han sido debidamente ilustrados en cuanto a antecedentes, actualidad y proyecciones con relación al motivo de la convocatoria.
   Hablando en claro y con pocas palabras, avivar al funcionario para evitar que ciertos desconocimientos y algunas equivocaciones no le jueguen en contra en el momento que la gente evalúa capacidades, oratoria, intenciones e inclinación por la permanencia en el poder y más si el encumbrado invitado es ajeno al medio en el cual ha sido convocado.
   Alguien de su entorno, de tantos asesores con que cuenta, debiera haberle advertido al Sr. Presidente de la Nación cuál era, aunque fuera sucintamente, la historia de la actual Fadea, ex IME, ex Fábrica Militar de aviones, madre de muchas industrias gracias a la creatividad e iniciativa de tiempo atrás que tuviera el Brigadier Juan Ignacio San Martín, su mentor.
   El tema es que en los últimos años tan convulsionados de la política argentina, muchos de los organismos del Estado pasaron según quien gobernara, a ser en alguna medida una especie de bolsas de trabajo para el reconocimiento de militancias y el pago de favores recibidos.
   Lejos quedaron los tiempos en que era inclusive un espectáculo para turistas ver la hora de salida cuando se encolumnaban miles de motocicletas de los empleados que habían terminado su jornada laboral.
   Nostalgias aparte durante muchos años del kirchnerato la FADEA fue colmada de simpatizantes políticos, la producción era virtualmente parte de los discursos, se llegó a pagar un dineral a una actriz adicta para que diera una charla motivadora a los empleados -creo que se trataba de Florencia Peña- pero la face productiva había casi desaparecido.
   Las cosas tendieron a normalizarse durante el gobierno macrista, se concretaron acuerdos con empresas aéreas extranjeras para realizar el mantenimiento de aeronaves, se fabricaron algunas piezas para aviones que operaban en Brasil y otros interesantes emprendimientos.
   Sin embargo en su discurso, el Dr. Fernández expresó que FADEA había estado cuatro años paralizada cuando en realidad anteriormente se llenó de militantes de La Cámpora que no fabricaron poco menos que ni un tornillo.
   En aquel momento supe comentar que una de las características de aquel modelo nacional y popular era su curiosa habilidad para inaugurar la nada. Así como el justicialismo cordobés corta cintas a cada pocos kilómetros de caminos gastando más dinero en publicidad y fiestas que en la obra, los jerarcas “K” utilizaron a Fadea como “bolsa de trabajo” para dar empleo a numerosos militantes de su corriente.
   Y agregábamos “Cientos de nombramientos para no fabricar nada salvo consignas, arengas y culto a esa costumbre del alpedismo, no son el mejor camino hacia una recuperación que ansiamos los argentinos y que se viene postergando en algo más de una década dilapidada.
   En algo es necesario reconocer absoluta coherencia: el prolijo y oneroso estilo de seducir a una militancia necesitada de trabajo, pero bastardeada por el estilo de imponerle la malsana costumbre de la inacción productiva que es hermana de la vagancia.
   Ese avión “desarmable” muestra la imagen impúdica de la prepotencia del poder. De pionera, ejemplo y modelo de industria, sus “salvadores” transformaron a Fadea en una fábrica de humo.
   Posteriormente y bajo la presidencia de Ercole Felippa se fabricaron molinos para generar energía eólica y las tareas que recién he puntualizado.
     De todas maneras el acto de anteayer fue impactante por las intenciones de reactivación que se expusieron y habrá que dejar pasar el tiempo para considerar si las expectativas que nos dejaron sirvieron para concretarse, o fue una expresión más de la demagogia a la que apelan todos los colores políticos en tiempos de elecciones, como ahora que estamos en sus umbrales.
   Además en los actos se advirtió una marcada tendencia a la hipocresía política, con distancias y silencios impropios por eso del respeto a los protocolos y al ceremonial.
   En ese sentido, vale repetirlo: el tiempo será el mejor juez tanto acerca de los anuncios como de las promesas.
 
Más allá de las frías matemáticas
LA PEOR DE TODAS LAS BRECHAS ESTÁ EN LA
DIFERENCIA  ENTRE  30.000 Y  90.000 MUERTOS
 
   El tiempo con su marcha inapelable no ha conseguido aquietar las pasiones argentinas en cuanto a la interpretación de aquellos nefastos e interminables años de dictadura militar con la vigencia del terrorismo de Estado, que no se inició con la invasión cuartelera violatoria de la Constitución allá en 1976, de los derechos y de las garantías, sino durante un gobierno democrático y justicialista que encabezaba la viuda del General Perón junto a uno de sus cómplices, José López Rega, creador de la Las Tres “A”, en 1973.
   El transcurso de la historia fue agregando gravedad a una situación de terror que se vivía y sin que se pretenda aludir a la teoría de los dos demonios, tan vapuleada y bastardeada como utilizada ideológicamente, a medida que pasaba el tiempo desde la recuperación de la institucionalidad de la mano de Raúl Alfonsín, el crecimiento de la disputa ubicaba en una vereda a las izquierdas terroristas, aunque se llamaban románticos y a las fuerzas militares, que se atribuían la potestad de decidir acerca de la vida o de la desaparición y la muerte de cientos de ciudadanos.
   Los secuestros y las matanzas eran perpetrados por ambos bandos, aunque la enorme ventaja militar era hacerlo en nombre de la Patria según discurseaban, pero excesos, secuestros, atentados explosivos, torturas y crímenes, se dieron por parte de los dos bandos en pugna, ante un pueblo que vivía atemorizado por la realidad cotidiana, los temores y las ansiedades acerca que la situación se transformara en una para nada deseada habitualidad.
   Normalizado el país, llegó la hora de hacer cuentas y pasar facturas: algunos organismos que estuvieron alineados con la guerrilla sostuvieron pasados algunos años, que sufrían la pèrdida de 30.000 desaparecidos y potencialmente muertos, cifra que alcanzó notoriedad mundial aunque sin convencernos cabalmente.
   Un estudio realizado por expertos y el enjuiciamiento de las cùpulas golpistas y muchos de sus secuaces  derivaron en el informe “Nunca más” de Sàbato, donde se consignan probanzas de una cifra mucho menor que ronda probadamente los 9.000 afectados.
   Uno sólo que hubiera sido, era para calificarlo como matanza por razones políticas con la protección, precisamente del Estado que digitaba las operaciones militares con el autoritarismo propio de esas situaciones anormales, de haber asumido al margen de las leyes y de la Constitución.
   Pero luego la historia reciente reveló que la cifra de 30.000 fue un invento de alguien para justificar, en favor de la democracia reconquistada, una medida excepcional de indemnizar a familiares de desaparecidos y a algunos sobrevivientes que permanecieron  injustamente en prisión y algunos que lograron irse al exterior.
   De la otra vereda, o sea de los soldados, conscriptos, militares de bajo grado o los asesinados tanto del ejército como de la gendarmería, aviación o marina y varios empresarios casi nadie se ocupó, pese a las numerosas víctimas -niños en muchos casos- que sangrientamente se cobró la guerrilla en sus incursiones.
   Todo esto, es para tratar de explicarnos una situación casi irreal: para aquellos tiempos la izquierda de alguna manera inventó 30.000 vìctimas de su propia tropa y ahora, en plena desgracia por pandemia, desde los sectores más agresivos de aquella izquierda ahora paqueta, no encuentran la manera de ocultar a más de 90.000 muertos, parte de la nefasta consecuencia del manejo tardío, equivocado, improvisado y muchas veces improlijo y anti científico de la realidad que en estos momentos estamos sufriendo.
   Aunque lo mejor, es tener la paciencia necesaria para que la historia sea, como siempre, el mejor de los jueces.

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