22 de noviembre de 2020

S.L.B.: UN IMPUESTO A LA RIQUEZA Y ACHICAMIENTO DEL ESTADO: LUIS JUEZ HABLA DEL TEMA – OTRA VEZ EL ABORTO EN EL ESCENARIO DEL DEBATE - ¿EXISTE RELAJAMIENTO EN EL CUIDADO SANITARIO? – LA MEGACAUSA NO DEJA DE MOVERSE – LOS JUBILADOS Y LA GENEROSIDAD DEL PODER: VÍCTOR HUGO MORALES Y SU EXPLICACIÓN MILITANTE – LA MUNICIPALIDAD Y EL SINDICATO, EN PAZ RELATIVA – EL HAMPA SIGUE “MARCANDO LA CANCHA”, ETC.

 Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” edición nº 648 del 22/11/20 emitido en dúplex por la AM580 y FM88.5 ambas de Radio Universidad Nacional de Còrdoba.
 
Que el sentido del sacrificio venga desde arriba hacia abajo…
SI SE OBLIGA A PAGAR A LOS  QUE  MÁS  TIENEN, LÒGICO
SERÌA QUE LOS POLÌTICOS DIERAN PATRIÒTICO EJEMPLO
 
   “Hay gente que se preocupa más que los pobres por el dinero: son los ricos” sostenía Oscar Wilde y humildemente considero que le asistìa la razón, aunque màs o menos en las antípodas de la opinión se ubica a John Kennedy, autor de esa sentencia que dice “Nadie puede ser verdaderamente rico si sus vecinos son pobres” y además sostenía que “Si una sociedad libre no puede ayudar a sus muchos pobres, tampoco podrá salvar a sus pocos ricos”.
   Y una vez más me dejo seducir y caer en la inteligente maraña de grandes pensadores porque es donde mejor se puede abrevar el conocimiento, por lo que estimo ineludible mencionar a Eurìpides quien predicaba que “Es mejor soportar la miseria que nos abruma que la insolencia de los ricos”.
   Pasemos entonces a la desesperación gubernamental por estar enfrentada a una deuda monstruosa, que cada gobierno en las últimas décadas se encargó prolijamente de acrecentar y como una especie de burla a la historia y a la memoria, tuvieron idéntico empeño a la hora de asignar culpas a los demás que estuvieron antes, que están ahora o que vendrán después, sin que nadie cayera a la sana y patriótica costumbre de la autocrítica.
   Sería una bolsiqueada de lujo, a la alta escuela, confiscar con una sonrisa toneladas de dinero a empresarios que por costumbre la juntan en pala, la invierten en propósitos productivos o la bardean a gusto y placer por la sencilla razón que ese dinero es de ellos. Y yo y cualquiera con mi plata hago lo que se me antoja.
   Pero en este caso el poder y pido disculpas por lo elemental del planteo, mira el paisaje que lo rodea y cierra los ojos cuando le toca mirarse hacia sus entrañas; hacia su angurriento interior y busca soluciones a sus dramas, pero que las paguen los demás, nunca ellos.
   ¿Cuánto recaudarán obligando a los ricachones a ponerse con un porcentaje de sus jugosas utilidades? Tres mil millones de dólares al año o una cifra que ni siquiera cabe en las pantallas de las calculadoras…  
   Parece mentira pero el detalle es lo de menos, porque lo importante, lo trascendente está al alcance de sus manos y de sus firmas, pero se niegan a verlo.
   Un Estado insaciable por una parte y dispendioso a la vez por otra parte, eligió
por intermedio de su poder ciertamente legítimo, la vía más complicada y traumática para lograr su objetivo, en lugar de achicarse a la dimensión que la gente y la realidad necesitan en un escenario de crisis económica y sanitaria como lo que estamos padeciendo.
   Ahora en realidad y vaya contrasentido, somos los ricos más pobres del mundo con una clase dirigente angurrienta y un pueblo donde la pobreza supera a la mitad de sus habitantes, mientras vemos no con sorpresa pero sí con indignación e impotencia, que su dirigencia sigue firme con su vocaciòn por el derroche y el supino desconocimiento o vistagordismo hacia las reales prioridades.
   ¿Por qué carajo -me pregunto- no empiezan por contribuir ellos a la recuperación del país? ¿Cuál es el porcentaje real de funcionarios públicos por habitante? ¿Cuántos asesores, parientes, amigotes, amiguitas, etc. tiene cada legislador nacional,  provincial o municipal?
   Si conseguimos achicar a un Estado preso del gigantismo, con seguridad no habremos ganado la guerra pero si una de sus batallas màs trascendentes que suele ser la primera en acaecer.
   Lo curioso es que uno de los coautores de la iniciativa de emular a Robin Hood es un legislador propenso al ahorro pero sin plena justificación de lo atesorado.
   Y debo entonces volver a los pensamientos ajenos.
   La descalificación de San Mateo es terminantemente bíblica: “Yo os aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los Cielos”, concepto nacido mucho, muchísimo antes dela vigencia de los grandes latifundios, del reinado del dinero, y más cerca de nuestra realidad actual, de la corrupción en el manejo del poder y del crecimiento exponencial e impune de la delincuencia y del narcotráfico.
   Estos dos últimos factores citados, son los que seguramente mueven las más abultadas,
envidiables y fabulosas cifras de dinero en el mundo, que seamos capaces de imaginar.
   Y Argentina, lo recordemos, es parte del mundo actual.
   Dentro de quienes, concepto más o concepto menos coinciden con este enfoque està el legislador nacional por Córdoba, Dr. Luis Juez. En el recinto, asì definìa su postura. Lo escuchemos…
El audio con el breve discurso del Dr. Luis Juez puede ser consultado en la sección correspondiente, ubicada en la parte superior de la columna derecha de este blog.
 
Inminente debate parlamentario
OTRA VEZ EL ABORTO EN  EL CENTRO DE LA
ESCENA CON SUS HISTÒRICAS DIFERENCIAS
 
    Voy a dejar de lado esa especie de imprudencia política cometida hace unas horas por el Sr. Presidente de la Naciòn, cuando adelantò que esta vez tiene suficientes votos como para asegurar que será aprobada la pràctica del aborto.
   Tres años atrás abordábamos en este espacio el inminente tratamiento de la legalización o no de la interrupción de la vida que existe desde la concepciòn y en lo personal fijaba posición en términos que aùn sostengo y decía que “La aparición de la palabra “aborto” en la habitualidad mediática es uno de los ejemplos, como en algún tiempo no lejano lo fueran el divorcio, las relaciones del Estado con la Iglesia, la pena de muerte, el voto obligatorio, la compra-venta de niños, el matrimonio igualitario y algunas otras cuestiones que durante un tiempo acapararon la atención de la opinión pública desviándola de verdaderos conflictos sociales, políticos o de otro orden.
   Obviamente que se enfrentan opiniones definidas, en todos los casos por el sí o por el no, polarizando criterios sin dejar alguna alternativa intermedia o posiciones superadoras en la contienda temática.
   Y lo más grave de todo; lo que desvirtúa la seriedad al considerar cada conflicto, es la participación casi folklórica de los opinadores amateurs patéticamente convencidos de ser dueños de la verdad absoluta, cuando han sido simples y meros espectadores de una realidad en la que tocan de oído, con escasos fundamentos científicos, desconocimiento de
las leyes y ebrios de ideología que en lugar de contribuir a que el panorama se disipe, sólo aportan nubarrones y oscuridades.
   Y sinceramente analizando es para incluir dentro de esa curiosa logia del apresuramiento, la ignorancia y el juego de intereses, a ciertos personajes con acceso al mundo de la comunicación, que es donde a veces más se desnudan las torpezas conceptuales y el idiotismo que suman tinieblas a materias en discusión que merecen alcanzar un nivel no tan pobre de argumentos y razones, alejado de la coherencia y del respeto que merece.
   Están los abortistas con su criterio y sus intereses y están los opuestos a esa práctica por considerarla un asesinato, y dejando de lado a la chantocracia que busca debatir sin fundamentar con seriedad y rigor científico, están los respetuosos por el conocimiento de aquellos capacitados para el debate, más allá de la pasión y el fervor que puedan exhibir quienes discuten más con el corazón que con la sabiduría, dejando de lado como debiera
corresponder a los que nunca faltan aunque lo nieguen, de fundamentar desde el bolsillo.
   En buena hora que un ámbito de la democracia como lo es el Congreso asuma la enorme responsabilidad de legislar sobre el aborto, siempre y cuando la discusión tenga el necesario nivel de conocimiento que requiere, para no caer precisamente en medidas efectistas y marketineras que deformen el espíritu de un instrumento legal necesario, si tomamos en cuenta los distintos criterios aplicados en otros países con marcado desarrollo.
   Por estas razones, y desde mi posición de periodista, no me parece serio ni positivo pontificar acerca del aborto y dejar que lo hagan aquellas personas capacitadas, para evitar ser parte de una mediatización que solamente agrega confusión a cualquier debate.
   Porque lo que más necesitamos no son posturas políticas, ideológicas o mercantilistas: lo que necesitamos es adecuarnos a la realidad, aunque sea dolorosa”.
   Hasta aquí lo de casi tres años atrás. Ahora sigo siendo un ferviente defensor de las dos vidas y sostengo con mayor convicción lo bueno que es debatir respetuosa y apasionadamente el tema, porque quienes participan en el intercambio de ideas y fundamentos pueden hacerlo libremente gracias al maravilloso hecho de haber nacido.
 
¿Hay un relajamiento en la prevención?
MAS DE ¡OCHO MESES! DE CASI ENCIERRO
SIRVEN PARA DESQUICIAR A CUALQUIERA
 
   Si se me ocurriera buscar conceptos adecuados acerca de la autoridad, me bastaría con recordar palabras que según rescata la historia, pertenecerían a Plutarco cuando dijo que un ejército de ciervos dirigido por un león es mucho más temible que un ejército de leones mandado por un ciervo.
   Pienso en consecuencia que si desde el poder se dispuso un encierro allá por marzo de ocho meses atràs y aún subsiste, es para pensar que alguna razón le asiste aunque alguien no le encuentre punto de comparación con aquello del león y los ciervos y viceversa.
   Las órdenes mal que muchas veces nos pese, están para ser cumplidas y al principio el miedo que se instaurara vino de perlas para que ni siquiera nos asomàramos a la puerta de calle y se hizo sentencia inapelable eso de la distancia social, la prohibición de reuniones y otras actividades grupales, los ritos de distintas religiones, la actividad deportiva, el cine, el teatro y muchas como variadas manifestaciones humanas que significaran concentración de personas.
   El barbijo pasò a ser la estrella, como seguramente lo fuera en su momento la invención del
pañuelo cuando hasta entonces la neutralización y el dominio de los mocos quedaban reservados a las mangas de las vestimentas, hasta el punto que transcurrido el tiempo, alguien tuvo la brillante idea de colocarles botones allí, donde no había ningún ojal pero que persisten hasta la actualidad.
   Y es entonces que ahora no llama tanto la atención pero es preocupante, advertir que hay un marcado relajamiento en los cuidados preventivos que veníamos cumpliendo como ritos religiosos dentro y fuera de la casa, aconsejados hasta el hartazgo desde el poder aunque muchos de sus representantes se esmeraron en transgredir.
   Las reuniones de cualquier tipo especialmente sociales que pasaron a ser recuerdo, han
vuelto en forma contundente pasando desde la criolla costumbre de la clandestinidad hasta su desembozada pràctica en las narices de la autoridad y pese a las amenazas de castigar esas actitudes beligerantes con el máximo rigor y elevadas penalizaciones en dinero, en la creencia que tocarnos el bolsillo nos produce un severo llamado de atención y alerta máxima de pagar una barbaridad por haber cometido una estupidez evitable.
   Basta recorrer cualquier calle de la ciudad, céntrica o barrial y llevar mentalmente la cuenta de cuántas personas olvidaron colocarse el barbijo o son cultores de eso tan sabroso que suele ser la transgresión, equivalente a espiar como antes lo hacíamos, por el ojo de la cerradura.
   Los controles policiales en los puentes siguen mostrando su absoluta ineficacia y transforman a los guardianes del orden en señaleros que se limitan a indicar que los
automovilistas deben circular y de vez en cuando paran a un motoquero para pedirle papeles.
   Todo eso es caro y no sirve.
   Se impone hacer respetar el rigor de las indicaciones que se imparten, porque su cumplimiento es la única garantía que tenemos de suavizar la agresividad y cercanía del virus que nos ataca sin piedad.
   Roguemos que para las tradicionales fiestas que ya las tenemos encima, se instrumenten operativos serios, con fundamento científico, para evitar que nuestra vocación por burlarnos de la ley se transforme en un compromiso ciudadano para el cuidado personal y de respeto hacia el prójimo.
   De lo contrario, con el fervor navideño y findeañero, si nos empeñamos en burlar al peligro y superar los miedos, llegaremos a escribir una oscura página de nuestra historia.
  
La Megacausa del Registro
SI TODO SE HACE AL REVÉS, NO  ME VENGAN
CON EL CUENTO QUE SE TRATA DE ERRORES
 
   Si en el buscador de Google se combinan palabras como prisión, injusticia, condena, inocente o similares se da paso a una larga lista de personas que después de pasar distintos tiempos en prisión fueron absueltas. Casos similares que no han sido pocos, ocurrieron también en la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba.
   Estos mal llamados errores judiciales, que pocas veces se reconocen y nunca se reparan, de seguro podrían limitarse de seguir con apego la normativa establecida a tal fin. Sin embargo, en esta causa llama la atención que la prisión preventiva que debe ser excepcional se transformó en regla, los jueces que deben nombrarse por sorteo se reemplazaron por una comisión especial, los imputados que deben ser acusados con una duda razonable se acumularon sumando parientes, vecinos y allegados y las condenas que deben basarse en pruebas se fundamentaron en una delgada íntima convicción.
   No puede hablarse de errores cuando se hacen las cosas exactamente al revés de lo establecido. 
   Pero no termina en ese punto porque en verdad, más que una investigación, la causa se asemeja a un gran shopping o tienda frente a la inminencia del cierre, con ofertas de rebajas por declararse culpable, descuentos de pena por aportar un nuevo sospechoso, cupones de salida por aceptar lo que el fiscal lea o la garantía de que pagará más caro si pierde la oportunidad judicial. 
   Un combo que no suena demasiado casual y que posiblemente no carezca de interesados beneficiados.
 
La injuriosa burla de 30 pesos diarios
PENOSAS  DISYUNTIVAS  EN  LAS MENTES
DE LOS JUBILADOS, FRENTE AL AUMENTO
 
   Seguramente la plañidera legisladora Mirta Tundis, la que públicamente lloraba por la pena que le provocaban los jubilados y sus privaciones, aùn no ha tomado conciencia del enorme beneficio que puede llegar a mejorar la penosa situación económica que viene atravesando su familia ya que los hijos, las nueras, un hermano y algún otro pariente están empleados en su órbita pero en plena -llamémosle- actividad y lejos de jubilarse.
   Porque si estuvieran en las filas de los pasivos, tampoco al igual que miles de argentinos, no sabrían de qué manera agradecer a su gobierno tamaña generosidad a la hora de adecentar las jubilaciones ya que 30 mangos diarios que les suman representan una enormidad.
   No ven la hora de jubilarse para seguir engrosando su patrimonio, que familiarmente
engorda mensualmente en más de un millón de pesos. Dejando de lado este caso patéticamente emblemático, la estampida que provocò el anuncio de la mejora impactó espectacularmente en la esfera del comercio y la industria en sus distintos rubros: las concesionarias de autos tuvieron que dar turnos para atender a los desesperados compradores de su primer 0 km pese a la edad; los municipios debieron modificar su legislación prolongando hasta los 90 años el límite para el otorgamiento de la licencia de conductor; las casas de electrodomésticos contribuyeron a la disminución del desempleo porque debieron incorporar a miles de vendedores, se agotó la existencia de televisores de màs de 50 pulgadas, grandes firmas -como Louis Vuitòn, Hermés, Gucci y Rolex- agrandaron sus factorías, Corega asimilò el impacto e incrementò su producción al igual que los laboratorios del comprimido azul y quedaron virtualmente agotadas las reservas para idílicos cruceros especialmente en aguas
del Caribe y del Mediterráneo.
   Y como un himno a la vida, se produjeron masivas cancelaciones de compras en cuotas de terrenos en los cementerios parque, cayeron en desgracia los acompañantes terapéuticos, los especialistas en gerontología se vieron empujados a un impensado alpedismo y disminuyeron notablemente los pedidos de asistencia sacerdotal para extremaunciones.
   Todo esto cambió en el país por la módica suma de 30 pesos diarios que como fabuloso incremento pasarán a cobrar todos los viejos que para el Estado (así lo expresaron algunos funcionarios) son un estorbo y un inútil gastadero del dinero que tenían ya preparado para aplicar a otros menesteres.
   Porque en verdad y con la mirada fija en el panorama que nos rodea, la realidad indica con pena, dolor, angustia e indignación, que aquellos que dejaron buena parte de su vida en el
sacrificio del esfuerzo y en la dignidad del trabajo han sido nuevamente estafados porque ellos con sus aportes, les prestaron dinero al Estado para que lo administrara y no para que fuera producto de saqueo, rapiña y de otros absurdos destinos.
   La realidad demuestra que con esos 30 manguitos, a cada jubilado apenas le alcanza para incrementar su botiquín con dos aspirinas diarias…
   Y como estas inteligentes y generosas medidas que adopta el gobierno injuriando a los más vulnerables no para todos son limosnas, entenderán ustedes que no se trata de una ofensa a los jubilados y peor aún, el bueno del uruguayo Víctor Hugo Morales en su caso ofendiendo nuestra inteligencia, pretende vender una imagen de sensibilidad por parte del poder, que es preferible escucharla no para indignarse, sino para juzgar una posición abiertamente en las antípodas de la verdad.
   No es un imitador: es el propio y eufórico Vìctor Hugo…
El audio con la inteligente evaluación del beneficio otorgado a los pasivos, por parte del conocido relator deportivo uruguayo Víctor Hugo Morales, puede ser consultado en el sitio respectivo, ubicado en la parte superior de la columna derecha de este blog.

 

La justicia y el fiel de la balanza
EN LAS BATALLAS SINDICALES SE GANA, SE
PIERDE Y A VECES UN EMPATE NO ES JUSTO
 
   Abrazar la causa sindical suele tener como motivaciones el compromiso con los trabajadores, las imposiciones que pudieran existir, la vocaciòn por el liderazgo que se pueda tener o como suele ocurrir con penosa frecuencia y la realidad nos los muestra, por eso que llaman la sensualidad del poder y sus beneficios recurrentes en cuanto a lo material.
   A lo mejor es también debido a tales atractivos, la vocación que se advierte en la mayoría de la dirigencia gremial al menos en nuestro país, de perpetuarse en las cùpulas y en no pocos casos transformarse en pròsperos empresarios con emprendimientos inmobiliarios, placer por los coches de alta gama, viajes por el mundo, vocación por el ahorro y mejor si es en dólares y la posibilidad que ya se diera para muchos, de incorporarse al quehacer màs que político, partidista.
   Han llegado a fundar imperios comerciales y a fundir ilusiones de sus seguidores.
   Son gente inclinada por la lucha para apoyar demandas o caprichos de sus bases y está en cada uno de ellos la inteligencia o no de apelar a la violencia, no tanto para amedrentar a las patronales -que suele ser el Estado- sino para enfervorizar a sus seguidores y afianzarse en el mando.
   Y en esas luchas se gana, se empata o se pierde pese a que los ahorrativos no pierden jamàs.
   Los empleados municipales desde tiempo atrás instauraron un estado casi de conflicto permanente frente a sus autoridades que en general, optaron por ceder una y cien veces para evitar el agravamiento de la situación general y la fractura de la paz social en la comunidad.
   Dejando de lado la enunciación de los problemas ciudadanos desatendidos por los paros, asambleas, marchas, ocupación de puentes y otras maniobras efectistas, muchos buscaron en la violencia y el vandalismo el estilo de amedrentar a sus autoridades y a la población, para conseguir sus objetivos.
   Pasò lo que tenía que pasar, la Justicia por fin se decidió a salir de su pachorra y actuó con la ley en la mano poniendo freno a los desbordes, muchas veces como la consecuencia de las arengas de una dirigencia instigadora, que eran lisa y llanamente incitación a la violencia.
   Está en los palotes de cualquier negociación negarse a seguir el diálogo, mientras persistan
las presiones y la actuación de las patotas instruidas y alimentadas por los artífices del salvajismo callejero. En ese maligno juego no cayeron las autoridades actuales del municipio e hicieron que se cumpliera la ley sancionando a los dañinos revoltosos y enviando los antecedentes a donde debe ser, que es el ámbito judicial.
   Se reanudaron luego las conversaciones al apaciguarse los ánimos sindicales y se llegó a un acuerdo que si bien no fue para la satisfacción plena de los sectores en pugna, terminó ganando la ciudadanía ya harta de soportar prepotencias, daños materiales y malos tratos de quienes debieran esmerarse, con lo mucho que cobran, por atender a la ciudad.
   No se entiende del todo bien eso de las sumas “no remunerativas” porque si con ello se
margina a los jubilados, desde el poder se estaría avalando otra injusticia contra los más vulnerables.
   Rogamos que ahora todos pongan manos a la obra y recuperemos el atraso pero que trabajen en serio, para evitar que se siga con la costumbre de tercerizar los servicios que deja de prestar la planta de empleados.
   Con màs de 12 mil o una cifra superior de dependientes, es para pensar que ellos bastan para que tengamos, por los altos impuestos que pagamos, una ciudad donde sea un placer caminarla de día o de noche y gozar de sus bellezas.
   Los cordobeses hace tiempo que ampliamente lo merecemos…
 
Delincuencia violenta e incontrolable
EL  HAMPA  HIPER  ACTIVA ¿ES UN MENSAJE A LAS
NUEVAS AUTORIDADES DEL ÁREA DE SEGURIDAD?
 
   Realmente, es como si el hampa tanto la espontanea como aquella estructurada desde tiempo atrás, muchos de cuyos integrantes están sin dudas conectados a infidelidades interiores de la policía, hubiera estado esperando que el panorama de la conducción de la fuerza cambiara, para demostrar con una sucesión de hechos y episodios violentos, que todavía son virtuales dueños de la tranquilidad ciudadana y con sus reiteradas muestras de acción delincuencial, mandan por encima de los ministerios y de otras jerarquías provinciales y mantienen su propio control.
   Es que la situación había llegado a tal deterioro que vimos con enorme inquietud que cada
vez eran más altas las jerarquías de los policías complicados en acciones deshonestas, de las que antes eran unos pocos “juanes” los que aparecían ligados a individuos u organizaciones marginadas de la ley.
   Cuando las cosas estallaron con la mecha que encendiera el resonante caso del joven Blas Correas Laciar en la policía ocurrieron dos fenómenos con mucho de contradictorios: el sentido de la contemplación y de la negación de la realidad hicieron mover las piezas buscando un brusco cambio de las modalidades procedimentales y todo cambiò al menos en las calles con mayor presencia y enorme cuidado a la hora de actuar.
   Pero sin embargo la fuerza azul cayó nuevamente a su inveterada costumbre de ocultar
graves hechos, como si ese silencio hiciera desaparecer las causas que los motivaran basándose en el absurdo principio que si no se divulgaba era como que el hecho no hubiera existido, que es uno de los principios en que se basan los equivocados que sostienen de esa manera que la inseguridad es una sensación que tiene como consecuencia, si la gente se lo cree, que la sociedad se relaja en sus cuidados y baja la guardia.
   Los nuevos aires que trascienden desde el edificio de avenida Colòn con la designación de una mujer al frente de la Policía de la Provincia, aparte de la sorpresa, generaron expectativas que si bien nadie pretenda cambios en lo inmediato, los resultados se advertirán en el mediano y largo plazo siempre y cuando se cumpla con el anuncio de poner el acento
tanto en la calidad de los mecanismos de selección de personal como de su capacitación integral, antes de ponerlos en tareas operativas.
   El cabal conocimiento de las leyes, el respeto por los derechos de todos y no tan sòlo de los delincuentes y la observancia integral de los protocolos de actuación, serán la mejor garantía para que la sociedad vuelva a confiar en una institución que por manejos
políticos y partidistas màs que profesionales, cayera en un oprobioso desprestigio.
   Los buenos policías, que también los hay, no merecen pagar la mala reputación que generan los elementos indeseables que accedieron a la función, al armamento y al uniforme, cuando a la institución se la transformó en bolsa de trabajo para que ingresaran elementos que en sus prontuarios figuraban oscuros antecedentes.
   Y que dentro de todo lo que internamente se modifique para bien, saludable sería que desde la propia fuerza se informara, sin privilegios ni escondrijos apadrinados, todos, que se escuche bien: todos los hechos delictivos y las estadísticas basadas en la realidad y no en dibujos.
   La sociedad exige conocer en qué ciudad vive con relación a su seguridad, porque es la mejor manera de resguardar, con prevención, la seguridad de todos nosotros.

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