21 de junio de 2020

S.L.B.:EL DÍA DE LA BANDERA NACIONAL - VICENTÍN Y LATAM CAMINO A DEFINICIONES - ESTAMOS CELEBRANDO EL DÍA DEL PADRE - EN LA MEGACAUSA LA VIDA CONTINÚA PESE A LA PANDEMIA - VANDALISMO URBANO Y LA IMPUNIDAD QUE LO AMPARA - HORAS COMPLICADAS PARA EL "CORDOBESISMO" QUE DEBE PAGAR JUNIO Y MEDIO AGUINALDO - PANDEMIA Y ENCIERRO: TAN DIFÍCIL COMO RETROCEDER EN OJOTAS - EL OTOÑO NO SE RINDE PERO GANA EL INVIERNO POR CALENDARIO.


Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” difundido en dúplex por AM580 y la FM88.5 ambas de Radio Universidad Nacional de Córdoba, el 21/06/20.

Ayer fue el Día de la Bandera
DUELE  QUE  PARA  MUCHOS A LAS FIESTAS
PATRIAS LAS TOMEN PARA LAVAR EL AUTO
    
     Cuando de símbolos patrios se habla, los argentinos no somos lo que se dice un ejemplo, porque enarbolamos la bandera si la recibimos de regalo por alguna promoción comercial, no cantamos el himno sino que hacemos playback y ponernos una escarapela en el pecho es para muchos insensibles como si les violaran el corazón.
    Muchos argentinos harían un papelón si les pidiéramos, simplemente, que hicieran tan sólo una somera descripción de nuestro Escudo Nacional que es otro de los símbolos que se suman a la argentinidad.
    Esto no es un ataque de nacionalismo, sino la enunciación de una realidad ya instalada en la sociedad, que por lo general tratamos de pasar por alto cuando somos mayores, porque al hacer memoria advertimos cuán poco se ocuparon quienes debieran hacerlo, de que sintiéramos en el alma los colores celeste y blanco no únicamente en los días que celebramos la Patria.
    Los intentos de la escuela no siempre se ajustan a una normativa, o no alcanzan. Es en el hogar donde se deben fortalecer los lazos entre la persona y la Patria en la enseñanza diaria, en lo cotidiano, en lo simple, para no llegar a lo que ahora vemos, que se considera más a la bandera de un partido político o de un equipo de fútbol, que a la enseña nacional.
   Nuestra bandera merece respeto y reverencia.
   Y la mejor manera de respetarla es ser fieles a los principios,  preceptos, derechos y también obligaciones que encierra en sus pliegues ese sagrado trozo de tela.
    La Patria es posiblemente como la familia: solo sentimos su valor cuando la perdemos.
    Tampoco se equivoca el pensador Jaime Barylko al sostener que “El abanderado tiene sentido si se integra a todos los elementos simbólicos. Hoy, las fiestas patrias son para lavar el auto”.
   Si a veces, duele ver esa indiferencia, que es la hermana menor de esa otra tortura a la que muchos le llaman olvido.

Hay actitudes que lo llevan a pensar
¿A QUIÉN LE DESPEJARÍA EL CAMINO LA CAIDA DE
VICENTÍN? LO  DE  LATAM, A NUESTRA AEROLÍNEA

   La cuestión es no caer en el tremendismo por estar complicados en varios frentes ya que por una parte y muy importante, la pandemia no sólo nos afecta a los argentinos sino que el desastre es mundial, lo que no deja de ser un consuelo parcial.
   A esto debemos sumarle lo de Vicentin y por qué no el derrape de Latam aunque tampoco sería como para plantearnos un panorama apocalíptico mirando hacia el futuro porque todo tiene solución menos morirse, al menos hasta que alguien logre hacer efectiva la resurrección.
   Lo de la enorme empresa santafesina tiene sus bemoles y es por eso que circula por diversos andariveles de la actualidad nacional, tanto en el político como en el económico por su enorme injerencia geográfica y en el laboral porque significa un marcado riesgo para miles de trabajadores, más ahora en estos tiempos en que la demanda de mano de obra no abunda y las perspectivas en ese aspecto no son para nada positivas. El banderazo nacional de ayer fue una muestra del humor social en tal aspecto.
   Dejando de lado este enfoque que de ninguna manera pretende ser inteligente sino más bien ajustado a la realidad que nos rodea, lo que más resalta en este tema es el temor que ha implantado en buena parte de la sociedad una perspectiva que en lo personal no creo que tenga mucha aceptación popular, consistente en lo que muchos consideran como el primer tranco largo para iniciar ese camino hacia la consolidación de esa costumbre izquierdosa de quedarse con lo privado para que lo maneje un gobierno dispendioso como lo es cualquier populismo, siempre con el dinero ajeno.
   Un timbre de alarma disparó este muchacho sindicalista de los pilotos aéreos, cuando se despachó con esa intención de sugerirle o indicarle al Sr. Presidente que no le permita a lo que pueda quedar de Latam que se lleve sus aviones que por ahora reposan en aeropuertos argentinos, aunque creo que sólo en el Aeroparque porteño y en la aeroestación de Ezeiza.
   Y todo esto, una menesunda de situaciones al parecer aisladas pero que tienen un objetivo común como parte de aquella premisa de “ir o venir por todo” que el asunto tendrá dos actos determinantes de lo que puede suceder de aquí a poco tiempo; la sesión en Diputados y luego la del Senado, para las cuales los panoramas son algo distintos pero la salida puede ser una o tal vez dos o tres.
   El gobierno  tiene mayoría en Diputados con lo que esa etapa sería superada y luego
entre los senadores habrá que discutirlo y en serio porque allí la cuestión numérica es distinta como distintas son las situaciones acerca de los representantes provinciales.
   Y dejando de lado cualquier especulación de las muchas que andan rodando, es para seguir de cerca el desempeño de los representantes cordobeses, sobre todo los del oficialismo, sin olvidar la recíproca -no me equivoqué- dije recíproca necesidad de buena relación que existe, más allá de la conveniencia mutua, entre el Dr. Fernández y el Contador Schiaretti.
   Entonces llegados a ese punto y no es por esquivarle a una definición porque dentro de mi actividad el futurismo y la adivinación no forman parte de mi costumbre, lo mejor sería esperar, más que nada porque resuelvan como resuelvan este manoseado tema de Vicentin, sin dudas su destino final será la Justicia.
   Habrá que ver si habrá normalización, quiebra, estatización, intervención o simple y llana expropiación y mientras tanto, sólo queda esperar sin apresuramientos ni presiones, de las tantas que hay desde cada uno de los sectores involucrados.
   En consecuencia, roguemos que tanto en eso como en el tema Latam, habrá que aguardar, pero sin olvidar un detalle: la recuperación de Aerolíneas Argentinas que tan aplaudida lo fue en su momento, todavía nos duele y la justicia internacional nos viene obligando a pagar millones de dólares de reparación a quienes la perdieron.
   Aquí, mientras tanto, fue el mecanismo del que se valiera el kirchnerismo para el pago de favores políticos a La Cámpora, cuyos militantes manejaron la empresa aérea más que como tal, para emplearla como rentable fuente de trabajo que la transformó dentro del mundo en la empresa de esa actividad con mayor número de empleados por cada avión.
   Roguemos que en todos los casos triunfen dos elementos imprescindibles: el buen tino y la Justicia.
   Y los cordobeses, históricos cultores del humor en su creatividad, creación y elaboración, viven dando ejemplos de tal vocación transformada en conducta y a propósito, encontramos algo del “Flaco” Pailos quien a veces suele utilizar palabrejas para muchos inoportunas pero que la gracia que lo acompaña lo libera de rechazo. Nada mejor entonces que escucharlo, porque es realmente divertido;
   La participación de Pailos está registrada en el audio integral de esta edición de “Síganme los buenos” que puede ser consultada en el segmento respectivo encabezando la columna de la derecha de este blog.
  
Hoy es el día de los papis
NO  TODOS  IMAGINAN LA MAGIA QUE ENCIERRA
ESA PRIMERA VEZ QUE UN HIJO TE LLAMA PAPÁ
  No hagamos de la paternidad una simple cuestión de números, pero si encaramos para ese lado, veamos un caso emblemático, aunque no sé si es imitable al menos en nuestra geografía latinoamericana.
   Un fornido y rubicundo ruso, sacrificado y madrugador granjero de ocupación, Igor Vassilet de nombre, le produjo a su esposa -además era la única mujer que habitaba en esas lejanías allá por 1816- nada menos que 27 embarazos:16 fueron de mellizos, 7 de trillizos y 4 de cuatrillizos, para llegar a una descendencia de 69 hijos.
   ¡Lo que cobraría en planes si hubiera sido argentino, con lo que dejaría de trabajar!
   La señora rusa estuvo embarazada 20 años y 3 meses de su vida y el resignado Igor se pasó nada menos que 1.080 días en cuarentena, que  contándolos seguidos equivaldrían a tres años ¡tres años! de obligada y dudosa abstinencia sexual y de respetuosa y poco creíble castidad.
   Ignacio L, un respetado vecino de Alta Córdoba, en 25 años de matrimonio con la misma mujer, tuvo un solo hijo.
   Sin embargo, es tan padre como lo fue Igor.  
   Opto en este día especial por hablar como hijo y la verdad prefiero que sean mis hijos los que en su momento hablen de mí y espero que sean benevolentes y sinceros, más allá de la enorme admiración que siento por ellos.
   Mi Viejo el “Coco” era un peleador de la vida, ferviente adicto al laburo y fue guarda de tranvía, boletero en el hipódromo, empleado contable en la vieja Casa Vives, se casó con la Celia, santiagueña de ojazos negros, tuvieron cuatro vándalos y en lo que hoy sería una segunda versión de la juventud se murió a los 42 años, siendo administrador del actual Hospital Córdoba.
   Era sobre todo un buen tipo, peronista de los de antes, de Perón; respetuoso, decente y de muy buen humor y la verdad, no pude gozarlo tantos años como hubiera querido.
   Ahora prefiero extrañarlo y atesorar en la memoria al tipo vital, risueño, enérgico, ejemplar en el trabajo, buscando siempre alguna ocupación extra como si el día tuviera 30 horas y olvidarme lo doloroso que suele ser a veces el ejercicio y la práctica de la nostalgia, aunque no sea malo extrañar o llorar al que se fue, porque siempre es mejor recordarlo vivo, y como ejemplo.
   Y si ahora lo tiene cerca ¿qué quiere que le diga si ya lo está pensando? Abrácelo, béselo, apriételo, hágale crujir suavemente los huesos, despéinelo si todavía no es pelado y dígale solamente esa breve, deslumbrante y seductora palabrita: Papá…Y aunque no le regale nada y solamente lo acompañe, lo mire y lo escuche, no se imagina lo mágico, mágico de verdad, que es escucharla.
   Es cierto que cualquier día puede ser el Día del Padre.
   Pero le cambio el almanaque entero por ese instante único, inolvidable y sorprendente, cuando tu hijo, tu hija, por primera vez te dice papá…

Megacausa del Registro
NI  LA  PANDEMIA Y  EL ENCIERRO HAN
LOGRADO INMOVILIZARLA COMO TEMA
   Si la Justicia del próximo siglo se aventurara a revisar el accionar institucional pasado, es probable que se horrorice con la prisión preventiva abusiva de la causa del Registro de la Propiedad de Córdoba y con la más elemental sensatez determine que un compañero de trabajo no es un cómplice, que un contacto de teléfono no es un socio, que una secretaria no es una partícipe, ni un vendedor de celular es otro delincuente.  
   Que una banda no se constituye por Resolución Fiscal y que los delitos se prueban y no se decretan. La conocida parábola del trigo y la cizaña enseña que un buen cosechador debe aprender a diferenciar ambas plantas si desea no perder la cosecha ni envenenarse. 
   En la vida, los trabajadores responsables y honestos se mezclan con los que no lo son y la Justicia Penal debe tener la habilidad de discernir entre culpables e inocentes.  Nuestro sistema penal condena actos, no contactos. No son culpables los conocidos del que cometió el delito.
   Sin embargo, en esta causa, no se sabe si por falta de habilidad, por comodidad o por qué razón, la cadena de contactos de cualquier imputado es el frágil criterio con el que se cosechan trigo y cizaña, rellenando una inmensa bolsa de condenas indiscriminadas.
   Lo certero es que tal mezcla espanta la credibilidad y oculta a los beneficiados.
   Todos estos argumentos sirven para sostener alrededor de este caso que sin una buena zaranda, honesta y sin compromisos políticos ni obediencias debidas, jamás conoceremos la verdad, ni veremos presos a los verdaderos culpables.

¿Existe una vocación por dañar?
EL VANDALISMO URBANO SE FORTALECIÓ
AL  AMPARO DE  LA IMPUNIDAD QUE GOZA
   No es la primera vez que al fijar posición frente a los hechos de violencia que se registran en Córdoba, en el marco de algunos conflictos sindicales, sostenemos desde este espacio que si alguien, cualquier vecino de la ciudad, dañara un automóvil estacionado o circulando, rompiera una vidriera o atacara a cualquier persona en estas hipotéticas circunstancias y a la vista de un policía, iría a parar primero al calabozo y luego debería responder por su actitud agresiva ante la Justicia.
   Esto en cuanto a lo que debiera ocurrir, pero la realidad nos viene mostrando una peligrosa y nociva indiferencia de la autoridad para enfrentar ese tipo de episodios. Y no es tan sólo el gremio de los municipales, cuyos dirigentes ahora sostienen que los pendencieros nada tienen que ver con ellos o como las veces que ocurrió con manifestantes de Luz y Fuerza o de la UTA y de otras organizaciones sindicales que destruyeron a mansalva el mobiliario urbano, quemaron añosos árboles en la mismísima Plaza San Martin, rompieron vidrieras, abusaron de la peligrosa pirotecnia que está expresamente prohibida y enrarecieron el aire ciudadano con la estridencia de sus bombas.
   Y vale repetirlo que todos estos actos muchas veces se perpetraron a la vista de la autoridad, que ridículamente ofició de inmóvil, ciego, sordo y mudo testigo y sin actuar para evitarlo ni para reprimirlo, porque no tenían orden judicial o de sus superiores para hacerlo.
   ¿A dónde fue a parar el observancia y el acatamiento de las leyes y su necesaria aplicación?
   ¿En qué rincón de la intolerancia se escondió el respeto por los bienes particulares y por los de todos los cordobeses que después tendremos que pagar más impuestos para reparar los daños mientras sus causantes gozan inmerecida libertad?
   A cualquiera que aquí se le ocurriera revelarse y vandalizar, sabe que gozará de la suficiente impunidad como para transformarse en un dañino energúmeno que se caga en la prudencia con la que debiera actuar y en el respeto por sus semejantes, y nos preguntamos entonces si será por eso que la ciudadanía en lugar de acompañar a las demandas gremiales por más justas que ellas sean, se inclina por el repudio y el rechazo a esas malsanas costumbres.
   Si se aplicara realmente a cada organización de la actividad que fuera, gremial, política, deportiva o cualquier otra, la sanción monetaria por los daños causados para repararlos, distinto sería todo porque no hay víscera más sensible del cuerpo humano que el bolsillo, aunque sea dinero dulce de los enormes montos de que dispone la dirigencia para solventar las movilizaciones.
   Pero nada pasará en beneficio de la tranquilidad ciudadana, mientras la Justicia siga con su pachorrienta indiferencia y las fuerzas mal llamadas del orden se limiten a ser espectadores del daño y de la violencia.
   Los vecinos de esta ciudad no merecemos que el poder se desentienda de estas graves situaciones, pero a la hora de apretarnos con más y más onerosos impuestos que desde las altas esferas se reclame la sensibilidad del ciudadano.
   En cualquier comunidad organizada los daños se cobran y se obligan a pagar salvo en el escenario cordobés y por penosa omisión, donde la indemnidad los alienta.

Estatales y privados con idéntico sufrimiento
CORDOBA SUPER  ENDEUDADA  ¡Y  EN DÓLARES!
VIVIRÁ HORAS DIFÍCILES PARA PAGAR SALARIOS
   Si en las últimas horas el dólar registró una suba, es de imaginar la crispación que habrá provocado en el gobierno de la provincia y más aún en el equipo que maneja o desmaneja nuestra economía, porque cada puntito que sube, aumenta de manera considerable el endeudamiento del “cordobesismo”, desde el momento que se decidiera operar con créditos internacionales para equilibrar los números provinciales.
   Uno de los recursos que se dejara trascender en medio de la pandemia que todo lo apantalla, llegó justo en el peor mes del año, cuando se debe afrontar el pago del medio aguinaldo que siempre se liquidó a mediados de julio, cuando la realidad si no me equivoco, indica que debe abonarse en el último día hábil de junio.
   Y entonces, nada mejor que apelar al viejo y dilatador recurso del pago en cuotas que aparte de ser una ofensa al trabajador estatal, lleva a los privados a operar de la misma manera porque si el ejemplo viene de arriba, como vulgarmente y no tanto se dice, a llorar al campito.
   Entre nosotros el problema será doble porque idéntico temperamento pueden asumir con el personal de la provincia como con el plantel municipal, ya cascoteado por una serie de medidas que los afectan. Y otro de los sectores, distinguido por su vulnerabilidad y su debilidad en cuanto al poder de protesta es el de los jubilados: no tienen seguro el cobro de junio como debe ser y en consecuencia, menos el de su medio aguinaldo.
   Es la consecuencia medianamente prevista para aquellos que no fueron escuchados cuando el festival de deuda dolarizada parecía no tener fin, que se contraía bajo el mensaje de la cantidad de obras que se realizaban, cuando en realidad hay que reconocerlas en homenaje al progreso, como debiera reconocer el poder provincial que a muchas de ellas las pagamos más de tres veces, que otras aún muestran deficiencias y algunas que de ninguna manera pueden inscribirse en eso que se llama prioridades.
   Es cuando Córdoba corre el riesgo cierto de tener que aceptar la imposición del gobierno nacional a quien se recurrirá como previsible y ávida rueda de auxilio lo que tiene su precio a veces demasiado elevado, aumentar aún más la presión tributaria, crear nuevos impuestos, elevar el costo de los servicios y otras maneras que puedan servirle para achicar el toco de deuda que engorda día a día.
   Con las jubilaciones ya se hizo, al igual que con otros recortes salvo algunas conocidas como odiosas excepciones y en un comentario que hoy aparece en La Voz, el titular de la Unicameral explica su verdad acerca del tema jubilatorio cargando la mayoría de las culpas al radicalismo cuando fuera gobierno en su momento.
   Casi que es posible agregar a todas esas otras expresiones de amnesia parcial y dirigida, porque nada dice de la enorme cantidad de beneficios que otorgara en su momento el “cordobesismo” en sus inicios, sin que mediaran los aportes necesarios aplicando el archiconocido mecanismo de la demagogia electoralista.
   Así están las cosas y no es cómodo eso de saber que sobre nuestras cabezas pende la carga de lo que estamos debiendo, razón por la cual el poder primero cumple con los de afuera y después con quienes ponemos el hombro por nuestra Córdoba.
   Y no son pocos los que con poder, en sus hombros todavía tienen los plásticos de fábrica…

Incumplimiento y rebelión
MÁS ALLÁ DE LA IMAGEN QUE SUGIERE, NO DEBE SER
TAN SENCILLO ESO DE RETROCEDER EN CHANCLETAS
   Dicho sea en pocas palabras, la ciclotimia evidenciada en el manejo de situaciones conflictivas como lo vienen siendo entre otras esa desesperación por el apoderamiento -casos Vicentín y Latam por ejemplo- muestran con claridad y sin maquillajes la desorientación, la improvisación y la vocación por el parche y el remiendo, estilo de gestión que se venía insinuando y que aún ahora incluso desde el poder, muchos se empeñan por esconder.
   Estas apreciaciones tienen que ver con lo que viene sucediendo en el nivel nacional acerca del manejo de la grave situación en que se encuentran con relación al coronavirus y sus consecuencias, tanto la capital federal como la provincia de Buenos Aires donde el crecimiento de casos, lejos de amesetarse, viene creciendo sostenidamente.
   Ya poco convencen las diarias declaraciones de esa pareja de funcionarios que aparentan estar en correctas relaciones como lo son Rodriguez Larreta y el joven Kiciloff, de las que a veces participa más que nada para anunciar la prolongación de la actual “noventena” que se acerca vertiginosamente a transformarse en un centenar de días sometidos a la presión de los encierros, libertades y nuevos confinamientos, el Sr. Presidente Fernández.
   En Córdoba al menos la situación aparenta ser distinta, aunque por eso de la cercanía, más se advierte en la sociedad ese creciente ejercicio de la rebeldía, por llamar de alguna manera a la ansiedad y la imprudencia y mucho de inconsciencia.
   Y si somos rigurosos en la evaluación, es porque no hay rigor en los controles, como tampoco existe el criterio de supervivencia en todos los casos que vemos de violaciones al aislamiento, que después arrastran consecuencias impredecibles porque se agiganta el peligro de regresar a etapas superadas, por la buena acción que viene desplegando el gobierno en materia de salud, pero con aplazo acerca de la efectividad de los que debieran ser controles ineludibles, de manera especial en los barrios marginales donde el deporte, las salidas, los paseos y otras transgresiones han pasado a ocupar una habitualidad de sumo riesgo.
   Duele ver los retrocesos, y eso se refleja en el sufrimiento de la gente.
   Mientras no haya mayor respeto por los encierros forzados, la peste seguirá saltando de barrio en barrio; de localidad en localidad como un aviso, por ahora, que la situación puede llegar a ser incontrolable.
   Y eso, lo miremos sinceramente, sería un desastre.

¿Fríos eran los de antes?
EL SR. INVIERNO DEBERÁ ESPERAR EN LA
PUERTA DEL CALENDARIO, HASTA QUE EL
OCRE Y TIBIO OTOÑO  LE PERMITA PASAR
   Mi termostato lógicamente no funciona como en sus mejores épocas y todavía no me hizo sentir el rigor de una helada.
   Así y todo, el invierno viene sin aviso aunque precedido por temperaturas agradables, salvo algunos días que presagiaron el frío inminente, durante ese clásico, eterno y único otoño que por fortuna gozamos los cordobeses.
   El invierno tiene para muchos un encanto particular y para otros, muchos también, la incomodidad de tanta ropa encima, la amenaza pandémica que se fortalece con el frío, el peligro de la clásica gripe, las narices húmedas, la molestia de la escarcha en las veredas y la espera del ómnibus que ya venimos sufriendo con un servicio más que precario.
   Y ahora vemos que se presentan problemas iguales o más graves que en ese otro extremo del calendario, porque con el termómetro en baja el voltaje de 220 adelgaza y daña, mientras aumentan el consumo y el costo de la electricidad que entre nosotros es la más cara del país.
   En consecuencia, los culpables de esos problemas somos  los usuarios que sostenemos el sistema porque consumimos en exceso, y no los dueños de la energía que gastan la recaudación en obras que anuncian, a veces colocan la piedra fundamental, lo publicitan a diestra y siniestra pero que jamás alcanzan.
   Y vemos con pena y mucho de impotencia que la historieta anual se repite: en verano los acondicionadores de aire son coautores en asociación ilícita con ventiladores y heladeras, mientras que en invierno la responsabilidad por el deficiente servicio se la endilgan a las estufas, los caloventores y los calefactores pero más que a nadie, a los enganchados…
   Resumiendo, la culpa es nuestra y jamás de la imprevisión de ellos, que bien se ocupan de cobrar sumas suculentas por una eficiencia que no tienen, pero se olvidan de equiparse para enfrentar algo tan previsible como el calor del verano o el frío del invierno a lo que se agrega que no nos respetan como usuarios, porque tienen la soberbia del monopolio.
   No quiero ni siquiera rozar el tema de una eventual privatización de la EPEC, sino a su modernización tecnológica y a su despolitización, para que alguna vez sea eficiente y con tarifas accesibles, y no con los absurdos excesos actuales. Tercerizaron la lectura de medidores y se dan casos de facturaciones exageradas por la simple razón que sin dudas se apela a la estimación burda y no a la lectura como antes se hacía.
   A la empresa poco le importa cobrar la energía más cara del país, porque tienen más de tres millones de rehenes que religiosamente pagan los caprichos de los inoperantes.
   Resumiendo, porque pagamos nosotros y ellos jamás pagaron ni un mísero kilovatio al precio “corriente” pese a que ese, es el más económico de los privilegios.
   Lamentablemente en los últimos tiempos, la llegada del Sr. Invierno ha sido como levantar el telón para vivir y ser parte de una escena o de un drama que no es ningún estreno: ya lo sufrimos demasiadas veces…


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