19 de septiembre de 2021

S.L.B.: DESDE EL PODER, CURIOSO CONCEPTO SOBRE LA INSEGURIDAD QUE NOS AGOBIA – COMPLICADA LECTURA E INTERPRETACIÓN DE LAS P.A.S.O. – TRANSPORTE URBANO CONDENADO AL FRACASO – MEGACAUSA DEL REGISTRO: LLAMATIVAS CURIOSIDADES – SE VIENE UNA CAMPAÑA DE TONO ELEVADO - ¿ESTÁ EN RETIRADA LA PANDEMIA? – LA INFLACIÓN DE AGOSTO CON ÁCIDO SABOR A BROMA, ETC.

Desgrabación de los comentarios del periodista Gonio Ferrari en su programa “Síganme los buenos” edición nº 691 del 19/09/21 emitido en dúplex por AM580 y FM88.5 ambas dependientes de Radio Universidad Nacional de Córdoba.

¿Sobran delincuentes?
CURIOSO CONCEPTO  OFICIAL ACERCA DE
LA INSEGURIDAD QUE ACOSA A CÓRDOBA
 
   Este conflictivo asunto de la inseguridad incontrolable, creciente y sin nada que la detenga de acuerdo con lo que se sabe, viene generando algunas situaciones que si no fuera por la enorme gravedad ciudadana e institucional que alcanza, sería para equivocarnos a la hora de tratar el tema con seriedad porque muestra aristas más que curiosas y generadoras de gestos de sorpresa e incredulidad.
   Porque una cosa es la inacción policial -así califico la situación a la luz de los magros resultados- y otra muy distinta y rayana en la ofensa a la inteligencia y al padecimiento de la gente, tratarnos como si fuéramos un rebaño de imbéciles que confundimos el crecimiento del hampa con aquel viejo verso recitado desde el poder, que se trata nada más que de una sensación y con esa declamación nos vienen charlando desde años atrás.
   Pero que se gastan dinerales en equipamiento, vehículos, armamento y otras erogaciones no es nada parecido a la sensación, sino la certeza  que toda esa inversión deviene en inútil mientras el gobierno siga negándose a diseñar, legislar, imponer y controlar su aplicación, de una política integral de seguridad que incluya la preparación técnica, científica y operativa del personal que se incorpora a la fuerza azul, siempre y cuando se deje atrás su condición de bolsa de trabajo para el pago de compromisos políticos con la militancia del pensamiento partidario que maneje las riendas de la provincia.
   Es como si desde arriba no hubieran caído en cuenta del llamativo crecimiento de la violencia en los hechos delictivos, que ha llegado incluso al espanto de picanear a las víctimas para quedarse con elementos y vehículos de su propiedad.
   Esto desnuda la presencia que viene en aumento, del componente de droga, cada vez más accesible a los delincuentes que la consumen por vicio y en la creencia de aportarles valentía, que la encuentran en decenas de puntos de venta de toda la ciudad y así como ellos saben dónde están, quienes y a cuánto la venden, y no me vengan con el verso que la autoridad ignora esos detalles porque si eso se siguiera sosteniendo, allí sí que la ciudadanía tiene derecho a pensar en falta de operatividad o connivencia con quienes manejan a su antojo y con llamativa impunidad el narcotráfico y la comercialización de las sustancias prohibidas.
   Alguna vez llegaremos a contar con una policía preparada en todo aspecto a nivel universitario, sin improvisaciones, amiguismos o padrinazgos, hasta el punto que no llegaría a sorprendernos si frente al fracaso de las políticas que se anuncian aplicar, el alejamiento de autoridades sea la lógica resultante.
   Es absurdo y casi demencial que un ministro provincial sostenga que “hacen falta menos delincuentes”, esconda estadísticas serias y vuelva al anuncio que están cumpliendo bien su cometido.
   Porque muchas veces se cambiaron hombres, se reemplazaron jerarquías, se pasaron a retiro pero todo eso de nada sirvió porque la podredumbre interior no ha sido neutralizada, y esa es la principal causa del actual y calamitoso estado de cosas.
   Cambiar para salir en los diarios, se los vea en TV o se los escuche por radio, en nada beneficia a la gente, porque nada mejora sino que nos hace pensar, cada vez con mayor convicción, que nos creen estúpidos.
 
Desencantos y sorpresas
COMPLICADA LECTURA E INTERPRETACIÓN
DE ALGUNOS RESULTADOS DE LAS P.A.S.O.
 
   El nuevo fracaso de los encuestadores y de las consultas que dicen que hacen, nos ha llevado a un estado de incertidumbre acerca de tomarlas o no en serio para futuros actos electorales, porque en las PASO el más desprevenido de los ciudadanos pudo haber pensado que estaba descubriendo la enorme cantidad de sapos hechos por los que dicen tener base científica para la elaboración de sus pronósticos.
   La verdad es que pasada la hora del cierre de las urnas y cuando se comenzaron a conocer los primeros números, se generalizó una actitud de sorpresa –agradable para muchos y dolorosa para el resto- hasta que el transcurrir del tiempo y bastante antes de la medianoche la tendencia aparecía marcada en el sentido de decretar un rotundo fracaso del oficialismo nacional y popular.
   Estoy seguro que más de uno pensará que es apresurado cantar victoria ahora, cuando falta el segundo y último round del combate para mediados de noviembre y en esa se metieron también los encuestadores, ahora vacunados contra el virus del asombro, adelantando con marcada cautela que las posibilidades de crecimiento de las actuales minorías eran poco probables, casi como tomando los remedios estando sanos.
   Las lecturas de los entendidos, aunque sean en cierta medida orientadoras de la opinión pública, quedaron de lado frente a la contundencia del escrutinio que marcaba fenómenos tales como el derrape en la provincia de Buenos Aires, que el niño Kiciloff ya tomaba como trampolín para llegar a mayores pretensiones de poder, lo que seguramente habrá alcanzado también a Máximo, el ahorrativo, preaspirante al sillón de Rivadavia pero lo que es más urgente familiarmente hablando, es el camino hacia una indemnidad que en estos momentos se le viene negando por eso, entre otras cosas, del número de adeptos y adictos tanto en Diputados como en el Senado de la Nación.
   Lo de Córdoba, tema aparte con un “Gringo” Schiaretti plantado, firme, en una casi indiferencia jugando la propia y sin contaminarse con las broncas de nivel nacional, devolviéndole la pelota al arquero para que le ayude a ganar tiempo, aunque no le hayan seducido las cifras que mostraron la casi impensable caída de su Sra. Esposa a cifras no previstas, sumado esto al papelón del hombre que se creía fuerte en Punilla con un cómodo y alejado tercer lugar en la grilla.
   Lo de Marito Negri sin dudas habrá sido la instancia más dolorosa, especialmente por haber sido vapuleado, escuche bien, por un hombre de raíces peronistas, pero dentro del radicalismo, como el caso de Luisito Juez.
   Bueno lo de Aurelio García Elorrio, candidato del vecinalismo en permanente crecimiento con relación a consultas populares anteriores y dejo para el final el desencanto nacional por haber perdido, el oficialismo, unas 14 provincias y con casos emblemáticos para el llanto, como lo fueron Santa Cruz, Chaco y algunas otras.
   Ya pasó una semana, los números siguen dando vueltas, la pelea intestina del justicialismo no ofrece respiro y las consecuencias se verán a mediados de noviembre, cuando la ciudadanía demuestre si sigue los designios de Perón o la impronta de un kirchnerismo devaluado, golpeado y minoritario.
   Allí se verá si es cierto aquello que los peronistas no se pelean y que son como los gatos que cuando se trenzan duramente no es que combatan entre ellos sino que se están reproduciendo.
   La carrera que resta no ofrece mucho margen para modificar sustancialmente la situación como para revertirla, pero si para mejorarla, sobre todo en el afán de no perder bancas en el Congreso.
   Se me ocurre que esa es la mayor preocupación del kirchnerismo remanente, porque aparte de la gobernabilidad que deben sostener por dos años más, está aquello de no perder porque significaría, si todo sigue su marcha frente a esa contingencia, la pèrdida de esa tranquilidad de estar libre, para muchos de ellos.
 
Un añejo padecimiento
TRANSPORTE URBANO EN REITERADA
ETAPA  DE  FRACASO  COMO  SISTEMA
 
   Por allí mezclando sensaciones y vivencias, me asalta la certeza de comparar, aunque parezca ridículo, dos situaciones diametralmente diferenciadas como lo son el combate a la inseguridad y la delincuencia por una parte, y la solución del agudo, viejo, percudido y agotador problema del transporte urbano de pasajeros en esta Córdoba sorprendente.
   Y hago un paralelo de ambos temas porque en la policía no existe una política integral que le guíe, como en el transporte de pasajeros tampoco se cuenta con parámetros que aporten sorpresa y soluciones porque los protagonistas no han cambiado: en el tema seguridad los delincuentes tienen más o mejor inteligencia que las autoridades del área, y en el transporte urbano siguen los mismos protagonistas de siempre como parte de la situación: la Municipalidad que es el poder concedente, la FETAP que agrupa a las empresas prestatarias, la UTA, gremio que aglutina a los trabajadores de la actividad y por último el sector más desprotejido, vapuleado, ofendido, charlado y menoscabado que es el de los usuarios, obligados sostenedores de un sistema realmente perverso.
   Lo es porque es el pasajero quien se transforma en obligado rehén de los caprichos tanto de los empresarios como de los sindicalistas, sectores que a veces se abrazan en el objetivo común de llevar las situaciones a tal punto que a la Muni no le queda otra salida, al menos medianamente decorosa, que ajustar el precio del boleto para evitar mayores quilombos y carencias y es así que la de Córdoba es la tarifa más elevada del país, dejando a consideración de la gente eso de los subsidios, que son elevados para Buenos Aires y pijoteros para el interior.
   Entonces, si la solución es hacerse cargo de las empresas que declinan o están mal administradas, incorporar el personal al plantel de la Muni y comprar 100 o más bondis, tampoco será la solución integral porque la dependencia de los otros dos factores -FETAP y UTA- se mantendrá contra viento y marea.
   Esto será hasta que el poder tome conciencia cabal que así las cosas no van a mejorar, mientras exista esa tácita alianza de darse una mano para presionar por aumentos en el boleto, hasta que algún legislador se anime a meterse en el tema e instrumentar leyes que preserven la fuente de trabajo, pero que fundamentalmente protejan al usuario, que es quien no mantiene tan solo a los que trabajan en el transporte, sino que con su voto aplauden o reprueban la gestión de las autoridades.
   Y con eso no se jode, porque ya hemos advertido de qué manera la gente puede quejarse sin hacer quilombo, quemar contenedores, romper vidrieras o incendiar barricadas…
 
Megacausa del Registro de la Propiedad
ALGUNAS LLAMATIVAS  CURIOSIDADES QUE
SON PARTE DE ESTE APASIONANTE ASUNTO
 

   El Dr. Daniel Pastor, catedrático de la Universidad de Buenos Aires, afirma que la posibilidad de aplicar una pena sin sentencia es una violación de garantías fundamentales muy tentadora, ya que esta pena anticipada no necesita cumplir con las exigencias (acusación, defensa y pruebas) que el Estado de derecho impone para la procedencia de una pena.
   Ante esta tentación sucumben los tribunales cordobeses en la causa del Registro de la Propiedad, ya que dos de cada tres personas condenadas cumplen la pena de manera anticipada, sin ningún juicio, pese al nada pequeño detalle de que los delitos sospechados son excarcelables, con penas mínimas de 6 meses, y la mayoría de los imputados son trabajadores sin antecedentes penales.
   Otro dato, tampoco menor, es que en todos los juicios actúa la misma Cámara, con los mismos jueces, salvo excepción, y de la misma manera se repiten los fiscales, incluso en un curioso y cuestionado intercambio de roles, ya que quien está encargado de investigar también comanda la acusación en el juicio, a contramano de lo establecido. De esta manera se ha formado para esta causa una comisión especial para juzgar, prohibida por nuestra Constitución nada menos que por poner en riesgo la imparcialidad.  
   Más allá de avasallar garantías, tal situación genera un espejismo de justicia, destruye la confianza en el derecho y aumenta las dudas acerca de la capacidad jurídica de quienes juzgan, o de la existencia de compromisos políticos, amiguismos y/o complicidades que enturbian la genuina administración de justicia.
 
60 días pasan volando
SI PARA LAS P.A.S.O. FUE DURA, NOS APRESTEMOS
A UNA CAMPAÑA PROSELITISTA DE TONO ELEVADO
 
   Eso de las peleas previas entre personajes amparados por la protección de la misma bandera política, registradas y divulgadas antes de las elecciones primarias como las PASO recientes, ya van camino a ser graciosas anécdotas, recuerdos oxidados o simplemente tienen como destino implacable ir a parar al antipático rincón de los olvidos.
   Decíamos días atrás que algunas actitudes “combativas” hacia adentro dejaban la duda si se trataba de percudidos enconos, desesperación por acceder o conservar el poder o simples y mundanas manifestaciones de humana hipocresía porque los adversarios se ofendían, se atacaban, se desvalorizaban y a la hora de luchar por el voto aparecían abrazados en una fraternal muestra de desorientación que invadía al ciudadano.
   La obligada pausa hasta noviembre transcurre con el unívoco anuncio desde todos los sectores que esa campaña, la que ahora dicen que va en serio, ya empezó al cerrarse la recepción de sufragios el último domingo, aún sin estar invadidos por la sorpresa grata para unos y nefasta en general para el actual oficialismo por lo impensada y fuera de los cálculos más pesimistas, que casi no los había en el confiado y exitista seno del poder.
   Los entendidos o quienes dicen serlo, aparte de los encuestadores que en su mayoría reincidieron en el papelón, se mantuvieron cautos incluso al ir avanzando la sorpresa con la mediatización de los resultados, pero pocos por no decir ninguno, aventuró la posibilidad de un quiebre institucional como derivación de la feroz lucha interna de un partido político que alguna vez fuera mayoritario. Más allá de los chisporroteos políticos, de las apresuradas reuniones y de ciertas tomas de posición de personajes “del palo” la situación tendió a serenarse y las cosas retomaron el ritmo que alcanzaran una vez consolidadas las cifras del escrutinio, lo que lógicamente despertó un intensivo y recíproco “pase de facturas” por aquello tan viejo que las victorias tienen muchos padres pero las derrotas son huérfanas.
   Dentro de todo, más que injusto hubiera sido si por la lucha interna de un sector del pensamiento argentino, se hubiera puesto en peligro al sistema democrático con lo onerosa que resultó su recuperación tras oscuros años de dictadura. Los ajenos a esa corriente de pensamiento que divide ahora el origen del libreto gobernante entre el Instituto Patria y Balcarce 50, por lógica interpretación cabe suponer que entre ellos se pueden ofender, pelearse, hacerse daño, tirotearse o arañarse, pero sin complicar en tal crisis al resto de la población que ahora es comprobada mayoría y ansía vivir en paz un camino que se supone es el que lleva a la recuperación.
    No es bueno para el pueblo ni saludable para la Democracia, hacerse eco de malignos rumores que hablan de un digitado agravamiento de la pandemia y sus efectos, pretexto para un decreto de necesidad y urgencia u algún otro mecanismo aplicable, que podría llegar a utilizarse con el propósito de ampliar los tiempos para una recuperación del oficialismo con una postergación de las elecciones previstas para noviembre.
   Y el otro peligro emergente: sobre que nadie encontró la manera de al menos atenuar la grieta ya existente en la sociedad argentina, empujar a la ciudadanía a otra grieta aún más riesgosa, que es la encarnizada pelea entre dos sectores de la misma corriente política con el agravante de imponer como rehén a la vigencia de la Democracia.
   Lo malo es que conociendo el paño acerca de esas usinas para la desorientación ciudadana, bien sabemos que no son una novedad, y no es tan sólo para sospechar que estarían operando ahora, sino que la historia nos ha demostrado que siempre existieron, y eso las hace aún tan repudiables como peligrosas. Confiemos entonces en la madurez cívica de los argentinos de bien -gobernantes y ciudadanos- para ahuyentar esos nubarrones que los disconformes y los tramoyeros de todos los tiempos, han inventado y empujado con la intención de socavar y debilitar los cimientos de una Democracia que aún perfectible, es el sistema que nos ofrece mayores garantías de paz, respeto y seguridad.
   No es prudente ni aconsejable para los extraños al peronismo en todas sus facetas y vertientes, meterse en una lucha tan descarnada como ajena al sentimiento generalizado.
   Si tienen ropa sucia, lo mejor es que la laven adentro y entre ellos y el agua oscura que no salpique al resto de la ciudadanía.
 
Lo bueno de las campañas precomiciales…
INESPERADO MILAGRO CON LA PANDEMIA
EN  VIRTUAL  RETIRADA DE NUESTRO PAÍS
 
   Más de un año y medio llevamos domesticados por cifras que nos espantan, como lo son la cantidad de contagiados, de muertos, de vacunas que faltan, de hisopados que se imponen y de otras informaciones que nos mantienen en vilo dentro de la angustia, con los lógicos ruegos de superar una situación de horrenda tristeza dentro de los miedos propios, por naturaleza, y de los que nos imponen no muy sutilmente para obligarnos al encierro mientras ellos ni siquiera usan barbijos.
   Estos últimos meses, vale reconocerlo, una sensación placentera de casi tranquilidad fue creciendo con el ritmo de la prevención por inmunizaciones, aunque esas interrupciones por la vigencia de los vacunatorios para privilegiados, las fiestas tanto clandestinas como las que se hicieron al amparo del privilegio que otorgan ciertas jerarquías dentro de poder, tendieron a imponer en buena parte de la población una vívida sensación o seguridad de desprotección, y al comienzo también de actitudes oficiales que llevaban a pensar en una manipulación de la apremiante situación con fundamentos precomiciales.
   Los números mientras tanto seguían creciendo mientras la compra de vacunas se dispersaba en la geografía universal y nos decían que venían ampollas de Rusia, de Holanda, de los Estados Unidos y hasta de Cuba, en una clara intención de buscar elementos que contuvieran el avance del desencanto, con miras a un hecho trascendental como son las elecciones primarias.
   Puede que me descalifiquen, que me insulten, que menosprecien mi opinión, pero sobraron elementos para sostener que nos estaban usando política y demagógicamente y que habíamos pasado a ser rehenes de ciertos designios.
   Empezaron por vacunar a los privilegiados, a las autoridades, a dirigentes gremiales, a notables de la política y a miles que se adelantaron en la fila aunque para el Sr. Presidente eso no era delito, pese a representar para ciertos casos la distancia breve entre la vida, el virus y la muerte.
   A medida que se acercaba el 12 de septiembre fue como que los envíos se aceleraban, aparecían vuelos y más vuelos, vacunas y más vacunas, en fin, el paraíso de la prevención, lo que no consiguió disipar esa atroz cifra actual que supera los 115 mil muertos, imposibles de esconder con la facilidad con que años atrás inventaran 30.000.
   ¿Recuerda en los últimos días un recrudecimiento de los contagios, del número de muertos, o de la permanente falta de camas para internación? Todo funcionaba como un relojito.
   Más aún, llegaron miles de vacunas Pfizer, repudiadas meses atrás por el poder.
   Roguemos que ahora, pese al duro revés que la ciudadanía le aplicara al oficialismo, la situación se mantenga y no volvamos a padecer esa espantosa amenaza del contagio, o de la falta de vacunas, o la saturación hospitalaria, porque los sacrificados luchadores de esos centros asistenciales, no merecen sufrir la manipulación interesada de la situación.
  Muchos de ellos sacrificaron sus vidas por amparar al prójimo en situaciones extremas y no es posible que se ofenda el heroísmo de quienes, más que los políticos, merecen nuestro monumento de recordarlos y admirar su sacrificio.
 
Contradicción con la realidad
LA INFLACIÓN OFICIAL DE AGOSTO ES PARA
PENSAR QUE NOS TOMAN POR IGNORANTES
 
   Mire, la verdad, no quiero entrar en detalles de la bronca que en lo personal me invade cuando desde arriba pretenden que crea -que creamos, mejor dicho- que la inflación del pasado mes de agosto llegó a la miserable cifra del 2 y medio por ciento, cuando una simple visita por un supermercado y su obligatorio paso por la línea de cajas, nos lleva a una realidad que nos pretenden vender como dulce y en camino de nuestra recuperación, al menos en el poder de compra del dinero que cada vez es menos, a la hora de recibirlo como paga por el trabajo.
   Pareciera que las autoridades no caen en cuenta de dos elementos que mucho hacen a la tranquilidad de la población, que lleva demasiado tiempo de zozobra con la pandemia, sus alcances, consecuencias y derivaciones tristes, como esas despedidas sin abrazos; esos lutos sin lágrimas, esas ausencias incomprensibles.
   Si tan sólo fueran los precios exagerados que por necesidad estamos obligados a enfrentar y pagar, sería cuestión de medirse hasta lo imprescindible a la hora de comer, sacrificar compras evitables como ropa de temporada, vinos que no sean tan berretas, olvidarse del rubro paseos y entretenimientos, anular el cable de TV, fumar menos o prescindir de las golosinas.
   Porque medicamentos, a cierta edad, no es un rubro al que le podamos esquivar, pese a los abusos que los laboratorios cometen y perpetran en nombre de la necesidad de salud de la gente.
   Pero que el Estado claudique en su posición de protector es algo pocas veces visto.
   La presión impositiva es ofensiva y encarnizada, cuando el propio Estado debiera achicarse en beneficio de la gente que lo mantiene, que somos todos nosotros incluyendo los excesos que se cometen en su nombre.
   Basta de asesores en número exagerado para los políticos, basta de gastos de representación, basta de dilapidar recursos que debieran aplicarse al bienestar de la gente. Basta de abusos, porque todo eso y teniendo en cuenta lo crítico de la situación que vivimos, configura una especie de corrupción sobre todo porque es evitable.
   Ni pensar que alguien del poder tenga la grandeza de legislar acerca de esta cuestión y los entiendo: eso es parte de la sensualidad del poder, una ninfa demasiado atractiva para dejarla pasar de largo…
   Y seguramente es lo que más extrañarán cuando pierdan las prerrogativas que se toman de prepo, hasta que en eso de la sensualidad del poder, por perder espacios pasan a la condición de viudos… o de viudas.

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